de Inuyasha - Cuentos de una madre.

Cuentos de una madre.

Un día en el sengoku tres mujeres se habían reunido para charlar un poco, mientras bebían té, reían contando anécdotas de sus días como madres.

―Una vez mis pequeñas se alejaron mucho y fui a buscarlas vi que sus huellitas conducían un gran pozo de lodo me metí pensando que se habían caído en él y me embarre completamente-Fue lo que Sango relataba entre risas parecía muy gracioso para ella

―Cuando saque la cabeza del lodo mis niñas me miraban y dijeron…―Mamá no seas puerca ahí se bañan los cerdos-La exterminadora no paraba de reír al igual que sus invitadas.

―Eso no es nada-Fue lo que dijo un chica youkai de cabellera roja ―No saben lo que es criar a los niños lobo- Mientras empieza a recordar solo suspira y empieza su relato.

―Mi pequeño es igual a su padre busca siempre pelear, se lo mucho que le gusta molestar a los ogros, un día escuche que grito ― ¡mamá! y después se escucho el gruñir de un ogro, fue tal mi susto que Salí rápido sin decirle a Kouga.

―Justo cuando me acercaba a la cueva de los ogros, me caí en charco de baba de ogro, era asqueroso, después todas las hojas de los árboles se me pegaron al cuerpo-Ayame parecía reírse por dentro, para poder terminar su relato, las otras dos chicas trataban de no reírse o se les podía salir el té de la boca.

―Al llegar a la cueva vi a mi hijo estaba jugando con lo ogros a la pelota- Yo estaba conmocionada y llenas de baba y de hojas secas de árbol…―Mamá porque te vistes de ave del paraíso, me avergüenzas.- Todas empezaron a reír sin parar pero aun falta una en relatar.

―Mi relato es corto amigas pero es divertido- fue lo que la Miko de ojos chocolate les dijo mientras toma aire y empieza a contar.
―Yo para el cumpleaños de mi niño hice un pastel enorme cuando, lo termine entro Inuyasha y mi hijo, tiraron unas pieles que traían me resbale en ellas y me caí sobre el pastel.-Todas se reían pues a Kagome era la que conto la anécdota más graciosas.

Después de unas risas, guardan un silencio y todas se empezaron a poner molestas pues en cada una de sus anécdotas, sus esposo por andar peleando o haciendo otras cosas no les ayudaron y pasaron por esos momentos.

Mientras Inuyasha , Kouga y Miroku se bañaban en unas aguas termales, ellas llevaban a los niños que en total eran cinco, y todas les gritaron.

― ¡CUIDARAN A LOS NIÑOS HOY!-Luego se van dejando a los pequeños ahí con ellos.

Los tres muy confundidos solo pudieron decir…

― ¿Y ahora que fue lo que hicimos?-Fue lo que se preguntaron aquellos hombres mientras las miran alejarse.

Bueno chicas espero les guste mi long-fic nos vemos en el próximo sayonara

 

Hola amigas aquí traigo la conti bueno espero que les guste y daré algunos datos para no confundir los nombres de los cinco niños de nuestros amigos. Asi espero no se confundan cuando se mencionan los nombres.

Yuri y Miku : Gemelas hijas de MirxSan

Huroshi : hijo menor de MirxSan

Takeno: hijo de KouxAya

Shizuko: hijo de InuxKag

Capitulo #2 "Es tiempo de chicas."​

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Después de haber dejado a sus pequeños hijos, con sus muy inmaduros padres esas tres mujeres regresaron a la casa de la exterminadora y el monje y con una sonrisa malévola se miraron satisfechas, por lo que habían hecho siguieron tomando té y unos deliciosos panecillos que la chica de ojos chocolate había preparado, mientras comían de pronto llega una chica bella castaña muy agitada, buscando a la joven Miko.

―Kagome-sama ha venido un mensajero a dejarle esto-La chica pelinegra mira lo que aquella chica traía en su mano una especie de pergamino, con sellos de clase alta, las mujeres que miraban ese pergamino tan extraño al abrirlo se dieron cuenta que era una invitación de parte de una esposa de un Terrateniente y había organizado un festival en la aldea vecina, claramente era un buen lugar para descansar un poco.

―Kagome-sama ¿piensa ir?- Pregunto la chica castaña viendo un brillo en los ojos de la Miko.

―No es mala idea Rin-chan ya es hora que tengamos un día para nosotras- Fue lo que propuso la chica pelinegra mientras espera la respuesta de sus otras amigas pues eso significaría dejar a sus niños al cuidado de sus esposos.

―Tengo tanto de no salir de la aldea, no estaría mal salir a divertirse-Fue lo que contesto la exterminadora mientras observa a su Hiraikotsu y recuerda como solía viajar sobre Kirara, cosa que no había hecho en años.

―Ya es hora que el holgazán de Kouga, se encargue de Takeno-Fue lo que dijo la chica lobo de cabellera roja, así que preparan sus bolsas para el viaje no olvidando la invitación ya que la aldea había sido completamente cerrada solo para que entraran mujeres.

Kagome solo deja una nota en donde le decía a su amado hanyou que regresaría dentro de dos días, y que se quedara a cargo de su hijo Shizuko y los mismo era para los otros dos hombres, los cuales no se imaginaban lo que sería cuidar a unos niños tan traviesos.

Mientras tanto de las aguas termales salían tres hombres, se encontraban desnudos y muy confundidos observaban a sus hijos no entendían porque sus mujeres estaban tan molestas con ellos.

―Usualmente Kagome tiene ese genio, pero ¿no se qué le pasa hoy?-Dijo un apuesto hanyou con la mitad de su cuerpo fuera del agua, no podían salir ya que Yuri y Miku andaban jugando cerca.

―Es de esperarse bestia que no controles a tu mujer, debilucho-Es lo el joven lobo dijo como siempre buscando fastidiar al hanyou, mientras el chico de ojos ámbar suelta una gran carcajada, mirando al joven lobo con una cara de burla.

―Y ¿ahora qué te sucede bestia?-Fue lo que pregunto con gran molestia el joven lobo, empezando ya una pelea.

―Lo dice el hombre que manda a su mujer a cazar-Entre risas fue lo que Inuyasha contesto, el agua comenzó a calentarse cada vez mas ya que aquellos dos hombres no soportaron el deseo de pelear por sus ataques infantiles no se dieron cuenta que el monje ya se había salido del agua y se había puesto la ropa .

― ¿Acaso me estas provocando bestia?-Fue la reacción del joven lobo, mientras se puso de pie olvidando el todo lo que había pasado con las chicas.

―Y si así fuera ¿qué? sarnoso-Fue lo que dijo el hanyou de ojos dorados mientras se pone de pie contestando las palabras del joven lobo como siempre sus peleas no podían ser controladas por nadie.

―Vamos niños debemos regresar a casa-Era lo que le decía el monje a los pequeños sin percatarse de lo que hacían los otros dos jóvenes cuando de pronto lo que sus pequeñas gemelas dijeron algo que lo dejaron totalmente helado.

―Papá ¿Qué es eso que ellos tienen ahí?-Fue lo que Yuri y Miku preguntaron a su padre mientras el monje voltea y mira al hanyou y al joven lobo parados completamente desnudos, todos se sonrojan incluso los niños.

Miroku solo toma a las niñas y de pronto sus ojos se ponen rojos de furia mirando a los dos hombres, sin duda estaba furioso, se lleva a los niños un poco más lejos y se regresa hasta donde se encontraban los jóvenes bestia.

―Oye Miroku perdón por lo de hace un momento-Fueron las palabras del hanyou mientras el monje truena sus dedos y con rapidez suelta golpes en la cara del hanyou y del joven lobo dándoles una lección por lo ocurrido con sus hijas.

Llegan hasta la casa de la Miko mientras observan que no había nadie, se van a la casa de la exterminadora y tampoco estaban ahí de pronto el joven lobo se le ocurrió una idea.

―Esto es infalible para encontrar a mi mujer-De pronto el joven lobo tomo mucho aire y nadie entendía por qué.

―AYAME¿ DONDE ESTAS?…VEN A QUI- Grito con todas sus fuerzas el joven lobo pero tampoco funciono.

―Papi tengo hambre-Dijo Shizuko mientras Inuyasha lo miraba y se dio cuenta que el también tenía hambre al ir a revisar no había nada de comer en ninguna de las casa, la anciana Kaede y Rin-chan habían salido y por sus formas de ser ninguna mujer les dio comida a esos hombres.

―Papi hay que cambiarle el pañal a Hiroshi-Fue lo que las gemelas dijeron a su padre, de pronto un olor a pañal sucio se sintió por toda la casa (decidieron quedarse en la casa de Kagome) haciendo que todos pusieran sus caras verdes.

―Padre necesito un baño-Era lo que Takeno pidió a su padre el joven lobo, sin duda eran tareas sencillas para una mujer pero no para hombres como ellos.

Mientras Inuyasha trata de cocinar la comida se quema y queda negra e incomible, Miroku quiso cambiar a Hiroshi pero en un descuido, el pequeño sale corriendo con sus pompis al descubierto, Miroku sale detrás del pequeño, Kouga trae un poco de agua y al querer bañar a Takeno este lanza su ropa por todos lados, haciendo resbalar a Kouga cayéndole toda el agua encima.

―Dios Miroku aleja a tus gemelas de jarrón de Kag…-El hanyou no pudo terminar lo que decía cuando solo escucharon un CRASHHHHHHHHH el jarrón antiguo que Kagome tenía como recuerdo de su mamá había caído partiéndose en mil pedazos.

―Hay Kagome va a matarme.-Fue lo que afirmo el hanyou de ojos ámbar con lagrimas en los ojos y mas al encontrar la nota que había dejado su mujer al ver que no llegarían hasta en dos días.


Continuara………………………


Espero les haya gustado chicas me despido y espero verlas pronto en la siguiente conti sayonara.

 

Hola amigas espero no se molesten que no la había actualizado pero con tantas cosas no había podido espero les guste.

Capitulo # 3 “Toma el control de las cosas”​

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Inuyasha no podía creer, lo que había pasado el jarrón antiguo que su amada esposa, tenía una reliquia de la familia Higurashi completamente roto en pedazos solo podía imaginar la cara de su mujer al llegar y ver lo que había ocurrido cuando de pronto el hanyou de ojos ámbar sintió unos leves toquecitos en su espalda.

―Lo sentimos mucho tío Inu-dijeron las pequeñas gemelas hijas del monje poniendo sus ojitos tristes y con ganas de llorar era algo tierno y eso el hanyou no lo podía evitar sentir, así que pasó sus manos en las cabezas de las pequeñas y con un gesto les dio a entender que todo estaba bien.

―Enanas salgan un momento se pueden lastimar con esto-Fue la orden que les dio el hanyou mientras recogía, los trozos de aquel jarrón, el monje no podía evitar sentir vergüenza por lo ocurrido, pero el tenia sus propios problemas, tenía que alimentar a su pequeño bebe Hiroshi pero como su mujer no había dejado leche, para prepararle su biberón.

― ¡Santo cielo pastelito te fuiste y no dejaste leche!-Exclamaba el monje buscando por todos lados, el pequeño Hiroshi lloraba sin cesar, mientras el hanyou estaba estresado por lo ocurrido en su casa, el joven lobo exhausto después de darle un baño a su pequeño Takano.

―Ahora entiendo porque Ayame siempre volvía molesta y mojada del río-Recordaba el joven lobo, el cual se comenzaba a desesperar al escuchar a todos los niños, pedían comida ya era la hora pero como cocinaban no tenían la menor idea de eso.

― ¡Miroku has algo para callar a ese niño!-Gritaba Inuyasha lo cual hacia llorar aun mas al pequeño bebe, que ya los tenían de los pelos de punta a los tres, tenían que hacer algo, pues mientras ellos buscaban alimento, los niños se estaban saliendo de control.

―Modidás sanoso-decia un pequeño hanyou de ojitos ámbar y cabello plateado cual era la típica frase de su padre, sacando una pequeña espada hecha de madera tallada, que su padre le había hecho para jugar, mientras el pequeño niño lobo ve acercarse a Shizuko a toda
velocidad, ellos solían jugar de esa manera aunque la rivalidad ya corría por la sangre de sus venas.

―Cuando quiedas betia-Fue como respondía el pequeño niño lobo, mientras los pequeños jugaban dándose golpes muy fuertes, cada vez alejándose más de la casa, sin darse cuenta que sus padres tenían muchos enemigos, y serian presa fácil ya que solo tenían tres años de edad, mientras Inuyasha , Kouga y Miroku limpiando todo lo que las gemelas destrozaban, no se habían dado cuenta que los pequeños niños no estaban.

―Hay no queda de otra que conseguir una bella mujer que amamante a mi hijo-Dijo Miroku mientras su mirada se vuelve picara, Inuyasha y Kouga solo cierran sus ojos y se sonrojan pues aunque estuviera casado Miroku, habían mañas que nunca se le olvidarían.



Mientras ya en la aldea vecina tres bellas mujeres van llegando dos mujeres azabache, y una de cabellera roja mirando cuantas mujeres habían en ese festival al solo ver parecía un festival normal, decoración, comida y música mientras más caminaban en dicha aldea iban observando que había venta de hermosos kimonos, joyas, sandalias (las que se usan en esa época) un lugar de aguas termales.


Para Kagome todo eso era hermoso pues por un momento se parecía a un centro comercial antiguo, sin duda todo ese lujo era porque las esposa e hijas de los terratenientes más adinerados de toda la región se habían encargado de organizar tal evento.

―¿Te pasa algo Sango?-Dijo la miko de ojos chocolate mientras la observa un poco inquieta y pensativa, lo cual también llamo la atención de Ayame la cual observa de manera cuestionadora a la exterminadora ella aun seguía, pensativa y al darse cuenta que era observada por sus amigas se sonroja y muy apenada contesta.


―Eh…yo pues nada, es que por un momento sentí la necesidad de golpear a mi pervertido esposo-Fue la sensación que sintió Sango cerrando su puño y poniendo una cara de molesta, mientras sus amigas se miran la una a la otra y se ríen pues era obvio que Sango era capaz de sentir cuando su marido se porta mal aun cuando estuviera muy lejos.


―Sango despreocúpate hemos venido a quitarnos el estrés- Fue como la mujer lobo de cabellera roja quería distraer la mente de la exterminadora y entre unas cuantas risas siguieron su camino pero Kagome sentía una pequeña preocupación aunque no quería arruinar el día para sus amigas.


―Bueno ¿Qué haremos primero?-Pregunto la miko mientras observaban todas las atracciones del festival, hubo algo que les llamo la atención una especie de lugar con aguas termales y baños de lodo parecido a un spa, bueno Kagome sabía que era pero eso no era lo más atractivo del lugar si no los apuestos hombres que atendían el lugar.


― ¡Vamos a ese lugar!- Gritaron En coro las chicas azabaches y la chica pelirroja mientras sonríen con una risa muy picara pues eran hombres muy apuestos y musculosos además todos estaban sin la parte de arriba de sus ropas.



Mientras las mujeres se divertían pero más contemplando la buena vista, sus esposos estaban que no soportaban la destrucción de las gemelas del monje y el llanto del bebe, los tenia más que estresados los ojos del hanyou y el hombre lobo se ponían rojos de la ira así que decidieron hacer un plan de batalla debían detener a las gemelas azabache y este fue el plan que se les ocurrió.


―Bueno sarnoso tu atrapa a Yuri y yo atrapare a Miku cuando las tengamos les daremos estas vallas que Kagome utiliza para dormir a Shizuko cuando está enfermo-Dijo el hanyou mientras el hombre lobo lo mira con enojo pues no quería seguir sus ordenes pero era la mejor idea que se le había ocurrido hasta el momento.


―Y yo ¿Qué hare?-pregunta muy inocentemente el monje mientras el hanyou se ríe y el joven lobo se ahogaba de la risa el monje aun no entendía porque estaban esos dos así pero pronto lo descubriría.

Toman al monje y lo llevan afuera le enseñan la casa de un aldeanos que tenía ganado, y el cual había ofrecido su ayuda, mientras Miroku lleva a sus tres hijos, en la espalda el chico hanyou y el hombre lobo se reían aun llegando a la casa del hombre los guía a la parte de atrás, de la casa en ese momento observan una vaca marrón con manchas blancas.


―Bien Miroku ella es Kashi y será la que te dará leche…así de que deprisa ponte a trabajar.-Fue lo que dice el hanyou mientras Miroku muy molesto solo los escucha burlarse― Al fin tocaras otros pechos que no son los de tu mujer-Dijo el hombre lobo mientras aun mas se reían ya que Miroku no encontraba la forma de acercarse y sacar la leche de la vaca cuándo pone sus manos en la ubres de la vaca el monje pone su cara completamente roja lo cual fue aun mas motivo para que lo molestaran.


―Oye Miroku te dejamos con tu chica no seas tan brusco con ella-Expreso de manera un poco picara el hanyou, tomando a los pequeños hijos del monje y subiéndolos a su espalda―Cuando termines llevas la leche para dársela a tu mocoso-Fue así como Kouga se despidió definitivamente era una venganza por haberlos golpeado antes, aunque fue una forma también para obtener la comida del bebe.

Mientras el hanyou y el hombre lobo regresaban con los niños del monje estos aun no se percataban que sus propios hijos no estaban, lo cual demostraba o distraídos que son como padres, esos dos niños bestia por jugar y a la vez pelear se adentraron al bosque mientras unas criaturas los seguían sin que se dieran cuenta, y pronto se pondría de noche pero eso no era de preocupación para los muy pequeños niños demonio.


― ¿Te ocurre algo también a ti Kagome?-Pregunta la mujer lobo de cabellera rojiza mientras la exterminadora la mira preocupada al darse cuenta la miko solo sonríe falsamente para no preocuparla pero su corazón de madre le advertía que algo le pasaría a su pequeño hijo producto de su amor con el hanyou de ojos dorados.
CONTINUARA............................


Bueno amigas es corto pero espero les guste tratare de actualizar más seguido para que no se olviden de mis historias jejeje bueno las veré en la próxima conti sayonara.