cuentos de amor NxH SxS SxT NxT KxI GxM

Cap.-8: Cosas inesperadas…

Ya era temprana y el sol se elevaba por el horizonte despejando toda oscuridad. Los chicos iban despertando por los iluminados rayos de sol que les cubría todo el cuerpo y el calor les empezaba a fluir por lo que sus parpados se empezaban a abrir lentamente y se empezaban a escuchar los bostezos que se les escapaban.

Temari, quien estaba debajo de Shikamaru se empezaba a despertar dándose cuenta de quien estaba sobre ella abrasándola. Se puso totalmente roja y quería aventar a Shikamaru antes de que alguien la viera.

— ¡Shi… Shikamaru quítate! — murmuraba la joven alarmada y Shikamaru empezaba a despertar lentamente

— Buenos días — saludo Sakura medio despertándose, levantándose lentamente de Sasuke en donde se había recargado, el azabache se paró lentamente al no sentir el cuerpo de Sakura sobre él.

— Buenos días. — dijo muy cortante tapándose su cara con su palma protegiéndose de la fuerte luz.

— ¡Muy, pero muy buenos días! — decía Naruto acercándose al grupo que lo miraron ya limpio de cara y manos con su sudadera llena de frutas, y halado de él, estaba Hinata quien cargaba más frutas, y sobre ellos venían Gaara y Matsuri con botellas de agua. A todos se les hiso raro que Naruto se haiga levantado tan temprano.

— Dobe ¿te paraste temprano? ¿A dónde fuiste? — preguntaba Sasuke extrañada destapándose una parte de su rostro aun inquieto por la luz.

— Ah veras yo, ahora presente, estaba acostadito cuando Hinatita aquí presente me pidió que la acompañara a lavarse el rostro y la boca y pues yo la acompañe para después venir a dormir. Ulteriormente ella, aquí presente y yo también presente vimos un árbol manzanero al otro lado del lago donde nos aseamos y fuimos por unas cuando nos encontramos a estas ratas…— decía Naruto refiriéndose a sus amigos pero fue interrumpido

— ¡¿Cómo me llamaste pelo de escoba?! — dijo Matsuri enojada viendo a su amigo con mala cara y Naruto no le dio mucha importancia. Matsuri se dio la vuelta a ver a Gaara quien ya estaba comiendo una manzana sentado en el suelo con sus patas abiertas.

— Es gratis la comida, calla y come. — dijo Gaara muy frio sin mirar a su compañera para seguir mordisqueando la manzana, Matsuri lo miro con una gotita en su frente, pero después se sentó a su lado a comer de la misma manzana.

— Pues prosigo, las ratas estaban tomando unas, pero como son muy chiquitas no podían cargarlas así que les ayudamos y perdí el sueño. Posteriormente tomamos unas botellas que traía en mis bolsas de pantalón y otras dos de Hinata y les trajimos agua, después me preguntaste el porque me pare temprano y te conté mi historia después te aclare….

— Si, si, si te creemos. Dame una manzana. — dijo Kiba fastidiado de escuchar la voz de Naruto parloteando tonterías, Naruto puso cara de desprecio hacia Kiba y le aventó una manzana la cual por reflejos, Kiba atrapo. Hinata empezó a repartirlas cuando llego a donde estaba Neji sentado quitándose unas lagañas que invadían sus parpados.

— Ne… Neji-oneesan ¿qui… quieres una? — pregunto tímida Hinata mostrándole una manzana verde. El chico solo la tomo entre sus manos.

— Gracias Hinata-sama — dijo el joven con mucho respeto hacia su prima esta se incoó enfrente de él.

— No estamos… en… en casa di… dime Hinata. — le murmuro la joven al oído del castaño y después mostro una sonrisa tierna.

— Ok, Hinata. — dijo el joven cortante y frio, pero dándole una diminuta sonrisa y dándole una mordida a la manzana. Hinata se le quedo viendo al cuerpo de Tenten, pero vio algo extraño en ella, su color de piel era pálido, su cabello perdía brillo a cada minuto y parecía que ya no respiraba, se alarmo al verla.

— ¡¿Neji, Tenten está muerta?! — grito Hinata a todo pulmón para que la escucharan, una de sus manos estaba sobre su boca tapando el llanto, Neji se movió rápido a checar a Tenten pero no sabía qué hacer, se congelo por completo, los demás chicos corrieron a ver que pasaba.

— ¿Pero qué pasa? — cuestiono Ino viendo a Hinata tratando de ahogar su llanto, al llegar Naruto, la ojiperla no lo pensó y se escondió en el pecho del rubio, Naruto la abrazo sin saber que pasaba. Sakura se puso del lado contrario y empezó a revisar a Tenten, gracias a dios ella tomo clases de primeros auxilios.

— Revisare si tiene pulso. — informo Sakura poniendo sus dos dedos índices sobre la carótida de Tenten y revisaba su reloj de muñeca los pulsos de Tenten, era demasiado lentos y sin potencia. — Casi no tiene, su ritmo cardiaco va parando con forma pasan los segundos.

— ¿Sakura que hacemos? — pregunto Temari, pero Sakura no quería dar una respuesta en especifico por lo que se congelo de inmediato y no supo que decir. Shikamaru le ayudo.

— Puede haber dos posibilidades, o le da un paro cardiaco o por la fuerte fiebre de ayer su corazón reaccione diferente y le empiece un ataque de Taquicardia.

— ¡En ambas opciones morirá! ¡¿Qué hacemos?! — decía Kiba tratando de tranquilizarse pero era algo muy difícil

— En la primera podemos darle pulso, en la otra un masaje a la carótida. — explico Ino acordándose de su curso de paramédicos. Sakura reacciono y empezó a moverse.

— Ino tiene razón, tengo que prepararme para…

— No será necesario Sakura. — hablo una voz conocida entre el grupo.

— ¡Sean- ahora no! — dijo Naruto aun abrasando a Hinata quién no lloraba pero si estaba muy asustada. La rana se acercó y se puso sobre el hombro de Temari quien estaba halado de Neji
— — Neji tienes que besarla — dijo la rana dejando a todos medio raros
— —¡¿Qué?! — preguntaron todos exaltados, la rana puso los ojos en blanco y miro a Neji quien se quedó perplejo

— Es la única forma de salvarla Neji, hazlo o morirá. — le dijo la rana muy seriamente. Neji no decía nada, dudaba de poder hacerlo pero la vida de Tenten estaba en juego y no podía perderla, no aún.

La levanto y la sostuvo en sus brazos, sujetando su cabeza con una mano, los labios de Neji iban acercándose más y más al rostro de Tenten, parecía película por su lentitud, quería llegar a besarla pero en ese momento no esperaba hacerlo. Sus ojos se serraron para tratar de no arruinar el momento, cuando sus labios estaban a escasos centímetros de los rojizos labios de Tenten no dudaba, ahora era la tentación la que lo mandaba. Al llegar a esos labios de la doncella, el joven poso un tierno beso sobre los delgados labios que le parecieron suaves como un pétalo de rosa, cálidos que derretían su helo interno, blandos como hule y deliciosos como caramelos. ¡¿Cuántos años había esperado ese momento?!

Pasaron segundos y Neji se quitó lentamente más a fuerzas que de ganas. Todos en ese momento fueron testigos de cómo el color de Tenten volvía a la normalidad, su cabello también tomo un brillo al igual que sus ojos, un color carmesí atravesaba sus mejillas al saber que sintió los labios de Neji, y aun así, le se atreve a mirarla a los ojos, lo que la pone más confusa.



— ¿Te encuentras mejor? — pregunto Neji mirándola como la octava maravilla del mundo. La chica se paró lento aun algo torpe, sus amiga se encimaron luego, luego

— ¡¿Tenten te encuentras mejor?! — pregunto Ino preocupada. Tenten la miro con una sonrisa diminuta

— Si, Ino no te preocupes. — le decía Tenten feliz por dos razones; seguir viva y haberse besado ¡por fin! Con Hyuga Neji. El chico no paraba de mirar su sonrisa, él también estaba contento aunque no lo demostrara. Hinata se abalanzó sobre Tenten sin pensarlo.

— ¡Tenten! ¡Pensé que habías muerto! — Hinata no tartamudeo pues lo dijo con todo corazón. Tenten le recibió el abrazo

— ¡Cómo crees! — le decía Tenten feliz y abrasando a su amiga del alma

— ¡Pues no me vuelvas a dar ese susto! — le dijo Sakura, ahora ella abrasando por un lado libre a Tenten quien se sorprendió por la actitud de Sakura, pero también libero uno de sus brazos para abrazar a Sakura. Así permanecieron un rato.

— Que bien que estén unidos como familia feliz, pero necesito decirles las ultimas noticias — decía la rana seria y mirando a todos fijamente. Estos se asustaron un poco.

— Ahora si es mi turno ¿verdad? — trataba de adivinar la espantada Sakura, pero la rana negó con la cabeza

— ¿Qué más? — cuestiono Sasuke esperando aun las malas noticias. La rana mantenía el suspenso, no sabía cómo decirlo. Naruto se desesperó.

— ¡Dígalo ya! ¡Deberás que desespera! — grito Naruto nervioso. La rana le respondió enojada

— ¡Es el turno de Gaara y Matsuri para la Bella y la Bestia! — grito la rana dejando a todos sorprendidos. Eso no estaba planeado

— ¡¿Qué?! — grito Matsuri sorprendida y asustada, Gaara abrió sus ojos como platos de in enn es momento***********************************************************************************************************************************************


Ola, si, si algo totalmente inesperado jejejeje, se me ocurrio por un comentario que mi querida Selene-chan me dejo al principio jejejejeje
ATTE: Alias Crazy of madara

 

Cap. 9: la Matsuri y el Gaara.

— ¡¿Qué?! — grito Matsuri sorprendida y asustada, Gaara abrió sus ojos como platos al instante.
La noticia de la historia de la Bella y la Bestia no era muy bien vista, pues aparte de cansados y fastidiados, en cada historia había peligro y era el miedo lo que los perturbaba

— ¡¿Oye Ranita te estás pasando del límite! ¡Deberás! — grito Naruto paranoico, pero ese momento nadie lo cayo pues lo apoyaban.

— ¡El rubio sin cerebro tiene razón, no puedes hacer esto! — grito Kiba y Akamaru ladro afirmativo y también cansado. Las chicas no decían nada pero si permanecían enfurecidas

— ¡¿Quién te manda?!— grito Shikamaru eufórico ante la idea, su cuento fue bien, pero los peligros eran grandes en cada historia. La rana enojada pero serena les contesto violenta.

— ¡Niños, quieren salir de aquí ¿no?! ¡Hagan los que se le dice y cállense! ¡Matsuri, Gaara! — llamo la rana sabia, parándose enfrente de ellos dos, los chicos no estaban tan de acuerdo pero no podían decir nada, era su obligación.

— ¡Mas bale que nos ayuden o yo misma los mató a golpes! — dijo Matsuri asustada y amenazante, queriendo llorar por el coraje. Gaara no mostraba ninguna pesadez. Matsuri y Gaara desaparecieron primero en la ráfaga de humo. La rana volteo mirando a los demás, los hombres tenían una cara de enojo y fastidio, las mujeres tenían una cara de preocupación, Sean-senin no podía evitarlo, sentía lastima, así que les daría una pista.

—Vallan al otro lado de la colina del oriente, cruzando las montañas se encuentra el castillo de la bestia, antes de la media noche estar hay o las consecuencias afrontar. — relato la rana como si fuese un narrador de un cuento, los chicos comprendieron cada palabra y asintieron con la cabeza, la rana desapareció después.
Los chicos se fueron a reunir con las demás quienes a pesar de estar preocupadas era más la decisión de salvar a sus amigos.

—Ok, caminando, la colina parece estar lejos de nuestro alcance. — informo Sasuke mirándolos a todos, ninguno menciono nada y se pusieron en marcha siguiendo un sendero, para hacerlo menos pesado, prefirieron cortar por el bosque. Tenten iba caminando al último y despacio, meditando se encontraba. Neji, quien iba al frente con Sasuke y Naruto, al verla se detuvo y la espero.

Tenten pensaba que había desperdiciado su mejor momento, el beso que dio con Neji fue magnifico, pero no era como pensaba, no lo quería así y no lo aceptaba. Tantos años de espera y fue tan sencillo, aparte, se sentía preocupada puesto que su amistad peligraba si Neji se reusaba a salir con ella, él no sabía sobre sus sentimientos, mucho menos ella los de él. ¿Qué pasaría? ¿Qué ocurriría? ¿Seguirían siendo amigos? ¿Oh antes de irse a universidad serian algo más? Los pensamientos la invadían y se sentía acorralada, se perdió de su mundo y no se daba cuenta que chocaba con alguien.

— ¡Tenten me estas empujando! — escuchando la voz de Neji, la chica se sacó de sus pensamientos, el vello vestido amarillo lo ensuciaba al caminar y no tener cuidado, su capa estaba del mismo estado. La joven levanto su vista y se arrepintió pues los ojos de Neji los sentía demasiado cerca.

— ¡Lo siento mucho! — se disculpaba la chica muy nerviosa y estaba totalmente roja, no sabía lo que le pasaba y le asustaba.

—Olvídalo. — dijo el chico cortante, pero miro la cara de Tenten y se dio cuenta que sus ojos no mostraban su mismo brillo al mirarlo, no notaba la alegría o el cariño de la chica, noto que ella sufría. — ¿Te sientes mal? ¿Qué te ocurre?

—Nada, nada… solo que… — la castaña no sabía si contarle ¿era lo mejor? ¿No preguntar y seguir suponiendo tonterías? Las dudas la volvieron a invadir. Minutos pasaban y la chica seguía en trance, indecisa se tambaleo y por el suspenso de su corazón se desmayó, Neji la tomo en sus brazos y la miro, no grito, no se preocupó, quedo embobado por la cara angelical de la joven. El chico se dio cuenta que los demás ya habían avanzado bastante, manteniendo a Tenten firme en su brazos, recargándola en su pecho, empezó a caminar siguiendo las pisadas del perro de Kiba.

Sin que nadie se diese cuenta, Neji, tenía los mismos pensamientos de Tenten.

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En el frio piso de un temeroso castillo, una joven se encontraba acostada en una cama doblemente matrimonial con sabanas de sedas viejas color purpura, la habitación se encontraba bien cuidad a pesar de estar abandonada. Muebles antiguos y unos que otros libros y cortinas se encontraban hay. Matsuri, quien era la que estaba recostada, iba despertando poco a poco, la chica miraba el techo de la habitación tallada con ángeles. La chica se sentaba lentamente sobre la cama, recargándose en la cabecera dorada. Su vestimenta era, un poco inusual; Un vestido largo antes de llegar al talón color azul cielo con un corsé en “V” nada tentador acompañado de un mandil blanco, unas zapatillas negra y su pelo recogido en una coleta baja. La chica se sentía realmente incomoda. Mientras se tallaba sus ojos del pesar, bajaba cuidadosamente de la cama.

Al salir de la habitación, la joven adolecente empezó a caminar por los pasillos del ahora entendible, palacio. Todo era antiguo pero limpio, los floreros con rosas marchitas y telarañas, otras telarañas colgaban por las esquinas y animales y ratas pasaban de vez en cuando, asustando a la pobre castaña. Después, se escuchó un crujido que se traspasaba de una enorme puerta. La chica temblando, abría lentamente la puerta con margen de oro. Se encontraba caminado por la enorme habitación más vieja y descuidada que Atenas, pero ruidos de crujidos se escuchaban cerca, por la falta de luz en la habitación, la chica no distinguía nada, en ese momento tras las sombras de las cortinas, una vestía peluda pelirroja, con cuernos, enormes garras en sus patas apareció enfrente de Matsuri. Lo que vio le impresiono mas no la asusto, la bestia peluda se acercaba a ella pero esta no daba un paso atrás, es más, caminaba entre segundos acercándose más al monstro. La cosa peluda se le quedo viendo, los dientes relucían con brillo asesino pero aun así la chica no retrocedía. Matsuri miro los ojos del monstro, ¡eran verdes mar! se dio cuenta que no era un demonio, era su fiel amigo y amor de su vida, Sabakuno Gaara un poco más peludo.

— ¿Gaara? — pregunto la chica, el joven se dio cuenta que no la asusto en lo absoluto, la enorme hilera de filosos colmillos se posó en una sonrisa que solo la verdadera enamorada de él, se daría cuenta en su parecido. El chico le asintió, manteniendo la sonrisa, Matsuri le regreso la misma sonrisa y lo abrazo muy fuerte, claro, sus diminutos brazos no le alcanzaron a sostener toda su cintura.

— ¡Oh Gaara! — dijo la chica llena de felicidad, al no estar sola y que la persona quien la acompañaba era su ser amado, después del abrazo, las manos de Matsuri se posaron en el pecho peludo de Gaara. — ¿Puedes hablar?
El pelirrojo lo intento, pero solo gruñidos salían de su boca, Matsuri reía por el intento fallido de su amigo.

—Ok, supongo que esto no es el cuento. — corto la chica el abrazo y le sujeto la garra en forma de ánimos. — no te esfuerces, halo mejor tu eres la versión moderada ¡ha, ha!

— ¡Grr! — gruño el joven en forma negativa, Matsuri molesta le dio un golpecito en los pelos de Gaara. Este miro confundido.

—A mí no me gruñas mal educado. — ordeno sensata Matsuri, Gaara rodo sus ojos en forma pesimista. Matsuri le rio risa pero no la demostró, lo sujeto del brazo enrollándolo con el suyo y lo miro a los ojos. — ¿Caminamos por tu castillo?

La inocente Matsuri sonreía con emoción, Gaara no decía nada pues, a pesar de no saber hablar no le pedirían opinión. Tomaron el día entero jugando y paseando por el castillo, pero se les olvido checar algo del cuento. Según la historia, antes de que el último pétalo se cayera tenía que encontrar su amor verdadero…

 

que dijeron!?! esta ya murio no?? pues no!! MUAJAJAJAJAJA se que me van a querer degollar por este capi, pero jurosolendemente que quise asesinar a alguien en mi fic, prnto los vere con las navajas afiladas para asesinarme amigos. asi que me voy y los dejo leer...

Cap.- 10: ¡Te amo Gaara! Ups… parte 1/2​

Se hizo de noche y Matsuri y Gaara se la pasaron divirtiéndose; leyeron libros, jugaron varios juegos en el patio, se encontraron con más animales parlantes y conversaron con ellos, se las ingeniaron y con muebles mágicos que estaban hechizados cocinaron una rica merienda para los dos. Desafortunadamente se divirtieron olvidándose de todo el problema que se ocasionaría en unos minutos más.

Los dos jóvenes estaban caminando por el gran salón con sus mismos vestuarios, platicando sobre planes y alegrías de ambos… Bueno, Matsuri lo decía, Gaara tan solo escuchaba atento a las palabras de su “amiga”

—Y con la obra Tsunade me prometió pagarme la universidad en Tokio. — finalizo Matsuri con una enorme sonrisa. Se paro justamente enfrente de Gaara quien le cambio el rostro a un semblante triste. A pesar de que fue poco tiempo, la castaña lo noto y lo miro a los ojos preocupada.

—Gaara… ¿Qué ocurre? ¿Acaso no estás feliz por mi futuro logro? — Cuestiono Matsuri dedicándole una diminuta sonrisa a Gaara, este negaba con la cabeza y volteo su mirada a otro lado. Matsuri sospechaba lo que pasaba, pero como no lo creía solo bromeo con esa teoría.

— ¡¿Sabakuno Gaara no quiere que me valla?! — exclamo la castaña riéndose del comentario, pero se dio cuenta que era verdad al fijarse en los ojos aguamarina de Gaara, el chico mostraba un brillo simple de miedo, ¡miedo! Eso sí que la hizo sentirse rara.

Matsuri se fijó bien en las facciones del pelirrojo, era verdad, lo hiso sentirse mal el pensar que ella se haría lejos de él. En ese momento le sujeto ambas garras al chico y acaricio sus peludas manos.

—Gaara, siempre seremos los inseparables amigos, no te pienso dejar. — Dijo Matsuri con las palabras más sinceras que podía, Gaara la miro firme por unos minutos, examinando si lo que dijo era verdad. La chica llevo una de sus manos al rostro de la bestia, este cerro los ojos por el tacto tan cálido que recibió, Gaara mantuvo cerrados los ojos para gravar a la perfección ese momento, era tan genial sentirla a su lado. La chica reacciono igual, no dejo de acariciar la peluda mejilla de su amigo, el amor de su vida estaba enfrente de ella.

Para ambos era un momento espectacular, justo como decía la frase de una canción latina:

Yo no me doy por vencido,
Yo quiero un mundo contigo
Juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro
O una señal del destino
No me canso no me rindo, no me doy por vencido.

Ni Gaara ni ella, se darían por vencidos, algún día se declararían y era seguro, ellos dos se mantendrían unidos. Por instinto, se abrazaron otro largo rato… Un largo rato diminuto, ya que llegaron sus amigos muebles encantados a avisar que la cena estaba servida.

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Afuera del castillo, a un kilómetro exactamente, campesinos del reino mágico reclamaban la cabeza de la bestia, orientados por el miedo y la rabia, comandados por el hombre más malo del reino.

Los aldeanos, cargados con lanzas y más puntas filosas, se dirigían rápidamente al castillo, al frente se encontraba el hombre que les mandaba; el joven Gastón de pelo oscuro y cara fría junto con unos ojos de furia oscura, obsesionado con la acompañante de la bestia, estaba decidido a asesinar al monstro que cautivo a su amada.

Se acercaban peligrosamente al castillo.

Los amigos eran presentes del suceso, estaban escondidos detrás de los arbustos arriba de los aldeanos.

—Esas personas tienen pensado aniquilar a Gaara alias la “bestia”— menciono quedito Naruto tratando de poner un ambiente de suspenso, lo único que logro fue un zape por parte de Temari.

— ¡Me dolió!

—Esa era la idea. Bestia tu abuela — susurro Temari con cara de asesina hacia Naruto, este se quedó callado.

— ¿Qué la abuela no es Tsunade? — pregunto Kiba quien estaba halado de Temari pensativo, esta lo miro con fastidio y también le dio un zape.

— ¡Ouch!

—Eso te pasa por baboso — exclamo suavemente Temari, el golpe que había recibido Shikamaru fue un poco menos duro que el de Naruto. Sasuke los miro de mala gana.

—Concéntrense. — ordeno Sasuke con una voz seria y más fría por la preocupación. Los chicos le hicieron caso y siguieron observando a los aldeanos caminar, eran
demasiados.

—Tenemos que buscar la forma para llegar al castillo. — susurro Neji tratando de pensar.

—Si llegamos por la parte de atrás tardaremos más, tomando en cuenta que ni Tenten y yo podremos correr por los mugrosos vestidos — Hablo Ino preocupada. Todos los demás seguían pensativos pero no se les ocurrió nada.

—Shikamaru ¿Qué hacemos? — pregunto Kiba, todos sabían que para idear planes perfectos, era Shikamaru.

—Ni modo, seguiremos por el bosque, tenemos que llegar al menos segundos antes de que comiencen cargar el tronco para abrir la puerta. Entraremos y cerraremos las puertas, esconderemos a Gaara y trataremos de no herir a los aldeanos. — hablo rápido el peinado de piña, el chico era bueno. Usaba sus técnicas para juegos de ajedrez pero, esto no era un juego.

—Ok, vamos. — hablo Sasuke y todos los demás le siguieron.

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Gaara y Matsuri cenaban en el gran comedor del castillo, al parecer los muebles no perdieron el estilo de la cocina tratándose de su “amo” los tortolos comían felices pero empezaron a escuchar gritos a las afueras del castillo. Se asomaron a la ventana y vieron a las personas del pueblo con las antorchas, como se les había olvidado por completo se
asustaron poco.

— ¡¿Tan pronto?! — exclamo asustada Matsuri, Gaara la abrazo pasando su brazo por la cintura de su amiga, esta recargo su cabeza en su pecho tratando de no perder el
control. Gaara pensaba como zafarse de esta pero no lograba pensar en algo.

—Tranquilos, como nuestra maldición es la misma lucharemos con todo, no nos dejaremos. — hablo un reloj antiguo con cara estilo caricatura, atrás de él se encontraban más objetos mágicos.

—Gracias Doc. — respondió Matsuri con una sonrisa a medias, después se separó de Gaara y la miro a los ojos, está ya comenzaba a llorar.

— ¿Qué aremos? — pregunto tratando de tomar aire, Gaara la miro con la sonrisa más sensible del mundo

—Tranquila, todo saldrá bien. Sígueme. — ordeno Gaara explicando asiendo signos con la garra como sordomudo y la jalo de la mano para empezar a correr por los pasillos. Matsuri trataba de seguir su paso más no podía por las malditas zapatillas, paro en seco y Gaara se detuvo forzado.

— ¡Odio los tacones! — dijo Matsuri aventando las zapatillas a sus espaldas, Gaara la volvió a jalar de improvisto y volvieron a correr con todas sus fuerzas.

//////////////////////////////////////////////////////////////////////////afuera //////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

— ¡Vamos aldeanos! ¡Golpeen con todas sus fuerzas! — grito Gastón, quien sostenía una antorcha con su mano izquierda mirando con malicia la puerta del enorme castillo
quien en pocos segundos seria golpeada. Pero algo inesperado paso que evito que se rompiese la puerta.

— ¡Ni mais! ¡Pasaran sobre nosotros antes! — grito Naruto con su sonrisa zorruna, su uniforme estaba hecho polvo al igual que el de sus amigos, los cuales aparecieron detrás de él. Pero en ese mismo momento las puertas del castillo empezaron a abrirse lentamente, dejando ver mil objetos detrás de las enormes paredes de roble y daban miedo, las velas se apagaron y solo escuchaban murmullos entre las cosas y eso era lo que daba más miedo.

Tanto los chicos como los campesinos se quedaban viendo extraños y con terror, sin darse cuenta iban adentrándose al castillo silenciosamente. Cuidando sus espaldas de lo inesperado… lo cual llego inmediatamente pues empezó una batalla.

Los muebles, libros, todo lo que fue encantado junto con el príncipe se movían rápido y atacaba sin pensarlo, los aldeanos buscaban la forma de protegerse pues el miedo los acorralo al saber que era anti normal que eso pasara

Uno de los amigos cercanos a Gaara hablo con Naruto y los demás quienes estaban hipnotizados de tal absurda batalla.

— ¡Chicos! ¡Salvar al príncipe es su prioridad, vallan! ¡Dejadnos esto a nosotros!— hablo una escoba quien le pegaba a un campesino.

—Bien, Neji, Tenten quédense a ayudar. — ordeno Sasuke y los nombrados aceptaron. Los chicos hicieron caso a las palabras de esos extraños seres y se separaron para cubrir más espacio en el palacio.

////////////////////////////////////////////////////De vuelta con los importantes///////////////////////////////////////////////////////​

En la más alta torre del castillo se encontraban la bella y la bestia huyendo de su destino. Salieron al balcón con la esperanza de salir al bosque y escabullirse por ahí.

—Gaara… paremos… un minuto… porfis… — la joven castaña no tenía aliento pues llevaban casi una hora corriendo por el castillo tratando de no ser alcanzados y evadir la hora de declarar sus inocentes sentimientos para salvar su pellejo.
Gaara gruño dando a entender que necesitaban seguir corriendo pero tampoco podía obligar a su amiga a seguirle sus pasos de “pie grande” era como volar para ella.

—Gaara… dame… un segundito… porfis… — pidió otra vez Matsuri tratando de tomar todo el aire posible en sus pulmones y almacenarlo cuidadosamente. Gaara no la soltó de la mano ni un minuto.

Lamentablemente para ellos, no estaban solos y su acompañante era la persona de la que escapaban.

—¡Bestia! — grito Gastón desde la otra torre apuntando con una flecha que brillaba por tremendo filo un relámpago apareció por los cielos dando a entender que la tormenta seguiría empeorando. A Gaara le recorrió un escalofrió justificable y Matsuri se puso pálida del susto. La flecha fue lanzada y estos no tenían los reflejos suficientes para evadirla a tan corta distancia, la muerte estaba segura.

¡Pero! Milagrosa e inesperadamente como siempre llega el héroe de la historia. Una tabla de madera deformada fue lanzada siendo ella quien se encajó con la flecha de Gastón.

— ¡Así es señores! ¡Uzumaki Naruto llego! — dijo el rubio muy feliz y orgulloso de estar ahí. Sasuke y Sakura aparecieron atrás del rubio algo alarmados por Gaara y Matsuri.

— ¡Naruto! — menciono Matsuri con alegría y dando un largo suspiro del susto que se dio. Gaara le daba gracias a los dioses por tener un amigo inoportuno. Abecés era útil.

— ¡No! ¡No! — gritaba Gastón a punto de lanzar otra flecha, la cual iba directamente a Naruto y otra a Gaara pero justamente apareció Shikamaru con ayuda de Kiba para atrapar a Gastón el cual cayo siendo golpeado por Akamaru. Temari recogió el arco e Ino le retiro a Gastón las flechas de la espalda y le quito sus otras armas. Al final Kiba lo noqueo con un golpe a la cabeza.

— ¡Sea! — grito Kiba de felicidad dejando tirado a Gastón. Shikamaru y las dos rubias sonreían de felicidad. Sakura y Sasuke sonreían de igual felicidad. Claro, sonrisas chiquitas.

¿El final del cuento era ese? No, lamentablemente esa no era su misión y se dieron cuenta muy tarde.

Gaara quien estaba feliz halado de Matsuri, sintió como su corazón se estrujaba y como su respiración para inconcientemente. Sufría un ataque al corazón. Solo cambio la historia del dolor más no el final. Gaara moría.

Matsuri se dio cuenta de la cara de Gaara y sintió un escalofrió terrible al mirarle a los ojos que le demostraron dolor. Gaara cayó al suelo medio muerto.

— ¡Kya! — grito Matsuri quien se tiro halado de Gaara para tratar de ayudarle, pero no hallaba como. Sakura e Ino se acercaron lo más rápido al pelirrojo para tratar de salvarlo pero era muy diferente darle pulso a un humano que a una bestia.

Los demás se mantenían atrás esperando lo mejor.

— ¡Dios no consigo darle pulso! ¡Ino ayuda! — pedía Sakura tratando de darle pulso al corazón de su amigo pero apenas y sentía como el pecho de esa bestia se movía por su
fuerza.

— ¡Ay dios mío! — rogaba Ino tratando de darle presión junto con Sakura pero era inútil, sus manos apenas lograban moverlo. Los chicos tampoco podrían.
Gaara solo mantenía débilmente la mirada en Matsuri la cual lloraba descontroladamente, subió su mano a su mejilla para tratar de acariciarla pero de inmediato perdió fuerza. Su corazón paro enseguida.

La de ojos jade y la rubia se detuvieron al notar que no hubo reacción en su amigo y se lamentaron por no lograr salvarlo. Los demás observaban con tristeza a punto de romper en llanto. Neji y Tenten habían llegado y vieron la peor escena. Ino, Sakura, Naruto y Kiba no aguantaron las ganas de echarse a llorar por lo cual soltaron gemidos de dolor.
Temari gritaba de impotencia y dolor al ver a su hermano menor tirado en el frio suelo, Shikamaru la abrazo por detrás para evitar que esta cayera o se hiciera daño. Los
restantes tan solo sentían dolor en su corazón y una lagrimita insignificante salía de sus ojos.

Pero halado del cadáver, la chica castaña lloraba más que nadie pues el amor de su vida se había ido para siempre. Ella se puso enfrente de él para posicionarle un beso en su
boca, un beso corto y dulce para la despedida pero seguía llorando y temblando.

—Pro favor perdóname… ya no te molestare… ni te obligare a nada…. Pero por favor… regresa a nosotros; a tus amigos, con tu hermana… a mi… ¡dios! ¡Gaara vuelve! — hablaba Matsuri cociente de sus palabras con necesidad de hacer brujería o de darle su alma al diablo, pero que su Gaara regresara. Solo que regresara.

— ¡Por dios Gaara te amo! — grito la joven derramando más y más lágrimas en el pecho peludo del joven el cual no dejaba de abrazar y pegar a su cuerpo con necesidad de adentrarse a él. Tan solo despertar de ese horrible sueño era el más inútil deseo.


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Ya se yase…. ¡soy malegica! MUAJAJAJAJAJAAJ jiji esperen prnto a ver la segunda parte ;)

 

Capítulo 11.- ¡Gaara te amo! Ups… parte 2/2

Las lágrimas corrían por las mejillas de todos los presentes en ese frio tejado el cual era peligroso puesto que se podrían resbalar por la fuerte lluvia y tener una muerte segura. Pero nada de eso importaba ya puesto que el alma de todos se había partido al precensiar la muerte de su amigo.

Asi es, exactamente el cuerpo estaba tirado en el centro de los individuos.
Hinata, Sakura, Ino y Tenten lloraban en silencio puesto que les dolia y sacaban uno que otro suspiro, Neji y Sasuke trataban de consolar a sus princensas abrasandolas y diciendo que todo era ireal, Kiba y Naruto se lamentaban por no haber hecho mas e Ino y Hinata trataban de apoyarlos para que no se sintieran culpables. Temari lloraba en el respaldo de Shikamaru y este lloraba por su misma tristeza aparte de perder un buen compañero.

Pero una persona estaba en total oscuridad, su mundo se había acabado en el instante que su reflejo desaparecio del chico pelirrojo, desde el momento en el que dejo de sentir la calidez de su cuerpo por su piel o la estática al tocarlo y viservesa. Muchas cosas en las que lo recordaba como la persona que amo se iba en un abrir y cerrar de ojos. Él era la mitad de la vida de ella, se sentía como si perdiera una mitad de su alma y completamente su corazón.

Estaba perdida en un orrible lugar donde el ya no la iba a salvar.
Todos se encontraban sumerjidos en sus pensamientos por lo que se mantenían distantes de la realidad. La realidad donde Gaara respiraba lentamente mientras Matsuri susurraba sus penas aun escondida en el pecho peludo de su, ahora revivido, amigo Gaara.

—Perdoname… no te dije lo mucho que te amo… perdóname… — murmuraba Matsuri mientras su vista se nublaba en las miles de lágrimas que salían de sus oscuros ojos que perdieron el brillo de la vida. Pero algo extraño empezaba a sentir, era como si se elevaba lentamente cada 2 segundos. Era como si Gaara empezará a recuperar el aliento por lo que la joven levanto la vista hacia arriba y se dio cuenta que el pelirrojo respiraba de nuevo.

— ¿Gaara? — menciono el nombre de su amado mientras veía como se movía su cuerpo y poco a poco se elevaba en los cielos, también como unas luces de mil colores caían halado de él y que destellos dorados lo levantaron a unos cuantos metros del suelo y en su misma capa se enrollo el joven.

Sus amigos al darse cuenta de las luces que caían se acercaron un poco más por la curiosidad de saber lo que pasaba puesto que su amigo estaba volando en los cielos, todos se deslumbraron por lo que sus ojos captaban.

El monstruo de Gaara se estaba transformando conforme los destellos pasaban por su cuerpo. Sus garras desaparecieron por sus varoniles manos y sus patas se alejaron para dejar descubiertas sus piernas deportistas. Su piel ya no estaba totalmente cubierta de pelos si no de su piel de tez clara y sus cabellos rojizos brillaban como nunca ante la luz de la noche la cual, se despejaba de toda nube negra para dejar ver a la luna plateada.

Las brillantes luces alrededor del joven desaparecieron y después las luces que cubrían el cuerpo del joven se esfumaron como si explose una lámpara destellando a todo el que lo viera.

Gaara lentamente se bajaba al suelo quedando sobre el frio suelo con la ropa rasgada quedándole muy floja. Temari y Matsuri se acercaban lentamente al joven mientras los demás amigos iban detrás de ellas. Cobardemente pero iban a sus espaldas.

Gaara se iba sentando en el suelo lentamente mientras llevaba sus manos a su cabeza pues sentía un dolor insoportable. No se acordaba de mucho. Tan solo que de pasar a un cuarto blanco, escuchaba la voz de Matsuri diciéndole sus sentimientos. Se impresiono pero después de esas palabras sintió como su cuerpo traspasaba mil dimensiones hasta sentir el frio suelo mojado por la lluvia. Había vuelto del mundo de los muertos.

— ¿Dónde estoy? — se preguntaba así mismo, para eso Temari y Matsuri ya habían llegado para estar frente de él con sus caras impresionadas. El las miraba igual. — ¿Qué pasa?

Tanto su hermana como Matsuri no le respondieron, tan solo se le aventaron en sima ambas.

— ¡Dios mío! ¡Me diste un enorme susto! — hablo Temari casi queriendo ahorcar a su hermano por el susto y la impresión. Este tan solo sonrió a media y la abrazo con un solo brazo. Matsuri no decía nada, solo lloraba de tanta felicidad que sentía al ver a su amigo vivo, poder a volver a sentirlo. Gaara la abrazaba con su brazo libre más fuerte que a su hermana, sentirla era como una medicina para su malestar, aparte de que ya sabía lo que sentía por él.
Iba a ser más difícil soltarla.

Los demás compañeros llegaron y Gaara soltó a su hermana para saludarlos y recibir sus abrazos.

— ¡Vuelves a darnos ese susto y él que te mata soy yo! ¡Deberás! — gritaba de felicidad Naruto mientras le daba un puñetazo amigable a Gaara. Este reía bajo aun sin soltar a Matsuri. Desgraciadamente su felicidad acabo.

—Me habías preocupado Gaara, pensé que estabas muerto de verdad. — hablaba la rana Sean y a los chicos no les hiso ni una pisca de gracia el comentario. Todos lo voltearon a ver mal.

—Te matare de verdad si no te callas. — Hablaron fríos Neji y Sasuke mirando con cara de asesinos en serie, Sean le dio un escalofrió al verlos así.

—Por primera vez concuerdo con los dos cubos de hielo. — Mencionaba Naruto furioso tronándose los nudillos de las manos preparándose para golpear a la rana. Esta volvió a sentir otro escalofrió de la sinceridad de las palabras que escuchaba, pero Gaara se puso delante de Naruto y de pie, miro a la rana con seriedad.

—Te pido de favor que no vuelvas a ser esto. — ordeno el joven con una furia serena a su nivel. Las palabras no impresionaron a la rana pero si le dieron el mismo miedo que provocaron Sasuke y Neji. Pero tenían razón, Sean sabe lo que pasara en cada cuento y jamás les advirtió.

La rana solo dio un suspiro largo.

—Okey, mis disculpas, ¿les parece si les doy esta noche como descanso? — menciono serio la rana pero antes de pensar la propuesta Sasuke se puso delante de todos.

—Prefiero acabar con todo esto de una buena vez. — el chico camino hasta estar al frente de la rana, volteo a buscar a Sakura entre el grupo y la vio poco dudosa; tambaleando su peso de un pie a otro con un brazo enrollando su propia cintura y el otro sobre su cadera. No quería ir puesto podría morir ella o el mismo príncipe.

Sasuke la miraba, ella tenía miedo de que les pasara lo mismo que a Gaara y Matsuri. Este la miro por unos instantes se decidió ir con ella y así fue.

Se paró enfrente de ella y la miro a los ojos tratando de no perderse en ellos. Sakura sentía lo mismo frente a él. Este le sonrió y esta le regreso el mismo gesto. Le tomo de la mano y volvieron al frente de la rana.

— Vámonos ya. — hablo Sasuke aun sujetado de la mano de Sakura, esta volteo a ver a sus amigos.

— Tranquila Sakura, trataremos de ayudarte. — hablaba Ino quien estaba sujetada de las manos a Tenten y Hinata.

— Trata de alejarte de todas las carretas con agujas por favor. — hablaba Tenten con una sonrisa de súplica. Sakura le devolvió el gesto con una más sincera. Hinata no dijo nada, pero atravesó de los ojos de ellas demostraban la fe que sentían.

—Sakura-chan, buena suerte. — le deseo Naruto a su mejor amiga y con eso, Sasuke abrazo a Sakura por la cintura y así desaparecieron junto con la rana. Todos voltearon a la parte de atrás donde se encontraban Matsuri y Gaara con los ojos cerrados esperando lo normal. Irse con ellos.

Todos sus amigos esperaban lo mismo. Matsuri abrió los ojos al igual que Gaara quien todavía la mantenía abrazada.

— ¡Sí! ¡Esta vez no ayudaremos! ¡Yuju! — festejaba Matsuri alejándose de los brazos de Gaara para dar saltitos de felicidad.

— Yo no festejaría tanto. — hablo Gaara quien presentía que desaparecerían de inmediato.

— ¡De que hablas Gaara! ¡Esa rana a mí jamás me volverá a llevar! ¡Esa rana se chin..! — justo en el momento en el que Matsuri terminaría su frase,
desapareció en una nube de humo al igual que Gaara. Sus amigos ya no se espantaron.

— Se lo dijimos. — mencionaron todos en coro con frustración y fastidio dando por ultimo un fuerte suspiro.

— Supongo que a caminar de nuevo. — hablo Kiba quien sujeto a Ino por la cintura para voltearla hacia la salida y empezar a caminar al castillo.

— No ha de estar lejos. — mencionaba Tenten quien baja las escaleras en espiral con sus amigos.

— Esta al otro lado de este reino. — menciono Shikamaru quien mientras estaba arriba se percató de otro castillo. Supuso que ese seria.

— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo llegaremos ahí tan rápido?! — grito paranoica Temari quien baja a su lado. Shikamaru se quedó con la duda y se puso a pensar, pero por el sueño que le empezaba a dar su razonamiento se hacía más lento.

Todos bajaron y vieron como los muebles ahora eran personas normales que empezaban a limpiar el tiradero que se ocasiono. Saludaron, recibieron felicitación y miles de gracias para ellos. Estos salieron al patio y justamente a Neji le dio una enorme idea.

— ¿Saben montar a caballo? — pregunto el castaño y sus amigos o miraron extraños.

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En otro parte, no muy lejos del castillo de la Bestia, una jovencita empezaba a aparecer adentro de una recamara antigua de una especie de palacio.
Esta joven de pelo rosa y ojos jade termino desmayada en el suelo por la fuerza que se ocasiono a si misma al tele transportarse. Otra joven apareció
halado de ella pero despierta y muy molesta.

— ¡Uy! ¡Me lleva la muy lejana! ¡Estaba a punto de poder lograr zafarme de esto y justo cuando empiezo a escaparme tiene que llegar esa estúpida rana y estropearlo todo! ¡Ahora tengo que buscar a la ingrata de Sakura que de seguro tampoco me dará las gracias como las otras 3 ingratas! — repelaba la joven de cabellos marrones pero al darse cuenta de la cabellera rosada se espantó de sus mismas palabras.

— ¡Ah! ¡Sakura! ¡Juro que jamás te llamaría ingrata ni inútil, bueno jamás te he dicho inútil pero solo poquito! Bueno, no tan poquito solo una milésima parte, una parte algo grande pero no importa porque tu eres… eres… ¿me pones atención o qué? — Matsuri se agacho a la altura de Sakura y se dio cuenta que estaba desmayada. Se sintió torpe se sentó halado de ella después de un largo suspiro.

—Esto será muy problemático. Puf… estar siempre con Shikamaru afecta. — murmuraba la chica para sí misma pero sentía como el sueño la empezaba a acorralar y se acostó halado de su amiga y jamás se dio cuenta que en su espalda… se encontraban alas de hada.