Me tomará no mas de cinco minutos escribir estas palabras y muchas noches sin dormir para entender. Encontrar mi camino. Antes solía saber a dónde iba. Solía pensar que nada me detenía, que no me aferraba a ningún lugar, que en cualquier momento podría volar y jamás regresar. Solía pensar tantas cosas, que ahora es como si estuviera en blanco. Mis sueños no tienen tanta fuerza como antes, se ha vuelto una costumbre esta presión en el pecho cuando pienso en empacar. No tengo absolutamente nada y sin embargo, siento que lo dejaría todo. Me siento frustrada, porque mi vida es perfecta pero no es lo que deseo. Me siento avergonzada cada mañana, pues sé que muchas personas envidiarían mi tranquilidad. Quejarme por trivialidades. A pesar de eso, me justifico diciendo que he pasado mucho tiempo esforzándome demasiado, que ahora creo que esto me queda pequeño, que necesito más. Odio que mi vida corra con tanta prisa, me duele sentir esta paz y haber perdonado. Cuando era pequeña, mi corazón se envenenó a un punto tal que me perdí a mi misma. Mi ira hacia la vida duro toda una eternidad, hice de la venganza mi mejor arma para salir de un lugar donde la gente no sueña. Recuerdo con tristeza, levantarme cada mañana, mirarme al espejo y recordar la razón por la que seguía adelante. Cuando perdí a las personas que más amé en el mundo, mis demonios se apoderaron de mi. Ellos eran mi equilibrio y estaba perdida. Hice cosas de las que no me siento orgullosa, cosas que pudieron terminar peor y termine sola a pesar de estar rodeada de una multitud. No cambio nada, hasta que por fin decidí enfrentar a mi "enemigo" cara a cara. Cuando llego el momento, me dejo sin argumentos. Sencillamente lloró tanto como yo había gritado años atrás. Ahora, sin sonar fantasiosa mi cerebro empezó a fallar y no recuerdo ninguno de los motivos que solían mantenerme de pie. De pronto, ya no odiaba. Tenía tanta paz que me sentía ligera, me sentía en medio de un sueño. Perdoné en un día muchos años de dolor. Ahora, sin esos motivos siento como si sufriera amnesia. Cada minuto lo siento vacío. Incluso ahora, mis dedos escriben al tiempo en que lo pienso, buscan motivos pero ya nada es tan fuerte. Me siento vacía. ¿Qué haces cuando te obligas a ser alguien más y ese alguien se va? Sigo preguntándome quién era yo. No me gustaba la de antes, me gusta la de ahora pero le falta sentido. Perdí el camino tan rápido que de pronto un día mi objetivo se esfumó. Podría hacer lo que quisiera, ahora soy libre. Libre de aquellos demonios que me acompañaban, libre. Si soy tan libre como pensé no comprendo cual es el motivo de sentirme en blanco. No avanzo, no regreso, solo estoy. Estoy cansada de pensar, cansada de todo. Algo sucede conmigo, no tengo idea. Existen muchos modos de morir, creo que elegí este. Durmiendo a mi espíritu y ni siquiera sé cuando sucedió.Nadie me preguntó si era lo que deseaba Estoy estancada en una felicidad que no creo merecer, no se suponía que debería estar reprochando esto al destino. Me aman como jamás imagine, hago de mi vida y mi tiempo lo que deseo, nadie me obliga a nada pero cada noche me pregunto la razón de este vacío donde agonizo.
Bien, básicamente se nota que la protagonista no le encuentra sentido a la vida. Lo tiene todo y no tiene nada, porque carece de espiritualidad, por eso. Lo físico es lo que la mueve a ella. Perdonó, es verdad, una cosa muy buena, pero a la larga, perdió el valor de lo que le produjo esta acción. Qué triste Piensa que es libre, pero no lo es. Es esclava de su propia falta de valía. La cadena de la esclavitud a la pérdida de identidad la envuelve robándole cualquier clase de felicidad. En cuanto a la redacción, noté algunas faltitas, como la ausencia de comas, y me parece que el escrito se vería mejor si separaras los párrafos, además de que le da estética, lo hace también más fácil de leer. Saludos.