Cruel destino; dulce amor; oscura providencia.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por lupus, 27 Mayo 2011.

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    Marina

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    Tauro
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    *w* oh, wao, que linda historia. Apenas la comencé. Leí el prólogo y el primer capítulo, así que por ahora estoy intrigada de lo que Luna piensa hacer xDD

    También me preocupa, como a Adela. En cuanto pueda continuaré leyendo. Está genial la historia, también me gustan situadas en esta época de caballeros, doncellas y por lo que leo, magia.

    Lo único que te pediría, de favor, es que separes un párrafo de otro, aunque sólamente se trate de una simple respuesta o pregunta. Da mejor estilo al escrito y no se ve tan saturado.

    Nos vemos después.
     
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    Estrella Solitaria

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    Acuario
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    Gracias por invitarme de nuevo, lo has continuado muy bien, me dio mucha risa que molestaran al anciano de esa manera XD, y me gusta como prosigue la narración y la descripción detallada. Que pena que la madre de Night este así de enferma, me conmovió el corazón la tristeza que el tenía, hasta la proxima y seguire leyendolo cuando pueda, nuevamente gracias por invitarme.
    Saludos!!
     
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    Marina

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    Tauro
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    Oh, así que ese era el plan que tenía Luna, pero tiene razón en sentirme mal. Pudo haber muerto uno de sus mejores amigos. Aunque creo que tiene razón en sentir esa rebeldía. Supongo que no ha sido fácil vivir bajo el reinado de ese impostor que le arrebató su reino y a sus padres.

    Sin embargo, noto que el príncipe Night es muy diferente a su padre. Qué triste que su madre esté tan enferma. ¿Tendrá algo que ver con la posesión de ese manantial que se menciona en el prólogo? Allí le dijo ese hermoso hombre a Iorek que sería víctima de una maldición si utilizaba egoistamente ese manantial...

    Bueno, no sacaré conclusiones, mejor espero para ver qué más sigue. Buenos capítulos. Espero la continuación XDD
     
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    lupus

    lupus Usuario común

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    Título:
    Cruel destino; dulce amor; oscura providencia.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    13
     
    Palabras:
    2041
    Capítulo 4.

    — ¿Estás completamente seguro de lo que dices, Reginald? — le preguntó Iorek al recaudador mientras le entregaba una copa llena de agua.
    — Absolutamente, majestad. — respondió el hombre tomando el cáliz y mirando su contenido con el ceño fruncido, decepcionado al ver que se trataba de agua vulgar y corriente. “Tacaño.”
    — Es agua del manantial de Aeris. — susurró el rey como si hubiese escuchado su pensamiento y hubiese visto la decepción del lord. — Sus propiedades la hacen mucho más valiosa que cualquier licor que nadie haya probado.

    A pesar de su escepticismo, Reginald probó un sorbo del cristalino líquido y comprobó sus inmediatos efectos, pues su destrozada mano fue recorrida por una extraña corriente helada que sanó su herida sin dejar ningún rastro del daño causado por la daga del atacante.
    — ¡Sorprendente! — exclamó antes de terminarse el resto del agua de un solo trago para sentir como el malestar general que le había ocasionado el accidente ocurrido ese mismo día. — Como le iba diciendo, majestad, ese enmascarado usó alguna especie de poder sobrenatural y destrozó mi carruaje desde una distancia de varios metros.

    El soberano se acercó a la ventana para observar el cielo repleto de estrellas pensando que había tomado una buena decisión al no tratar ese tema delante de su hijo.
    — ¿Sabe alguien más lo de los poderes de ese bandido? — le preguntó al noble, que se relamía los labios por el dulce sabor del sagrado líquido.
    — Sólo mis hombres, majestad.
    — Asegúrate de que siga siendo así. — le ordenó Iorek con una voz llena de autoridad. — Que tus soldados guarden silencio acerca de esas habilidades especiales; no me interesa que mi hijo vaya a buscar a ese ladrón por su cuenta.

    Lord Reginald miró al rey sin comprender lo que significaban sus últimas palabras y le preguntó:
    — ¿Por qué iba el príncipe a molestarse en atrapar a un bandido sólo por el hecho de que éste tenga…? ¡Oh, ahora lo entiendo! ¡Si vuestro hijo descubriera que hay alguien más que posee poderes como él, podría buscar a ese bandido y trabar amistad con él!

    Iorek resopló enervado por la lentitud del noble.
    — Reparte carteles de “en busca y captura” por toda la ciudad y por los pueblos de los alrededores. — le ordenó a Reginald, que se incorporó inmediatamente. — Ofrece la suma de dinero que quieras pero especifica que debe ser capturado con vida para interrogarle. Quiero saber la razón por la que él también posee las bendiciones del manantial.

    Lord Reginald hizo una reverencia y abandonó la habitación para cumplir las órdenes del cabeza de familia de los Monhaust a la vez que Aeris entraba atravesando la pared opuesta.
    — ¡Contigo quería yo hablar! — gritó Iorek al percibir la presencia del guardián.
    — Si es por lo de los poderes del bandido que ha mencionado antes, majestad, lamento decirle que no ha habido ninguna intrusión en el manantial.__ susurró el joven de cabello plateado con la frialdad que le caracterizaba.
    — ¿Cómo has sabido a qué me refería? — le preguntó el rey, algo asombrado.
    — Usted no se da cuenta pero tiende a elevar bastante su tono de voz cuando se enfada.__ se explicó Aeris sonriendo burlonamente.

    Iorek apretó la empuñadura de Luzbel; siempre se ponía de muy mal humor cuando hablaba con el espíritu del lago, quien nunca le mostraba ningún respeto ni se dejaba intimidar por la hermosa espada de plata que blandía.
    — ¿Estás completamente seguro de que nadie ha entrado en la cueva sin que lo supieras? — le preguntó al guardián tratando de no caer en sus provocaciones.
    — Mi alma está atada al manantial, por lo que es imposible que una persona pueda llegar a él sin alertarme. — replicó el joven. — Cambiando de tema, me he enterado de que piensa concertar un matrimonio entre el príncipe Night y la hija del gobernador Sentai, Bellatrix. Espero recibir una invitación a tan maravillosa ceremonia a pesar de que le auguro un oscuro futuro.
    — Funcionará porque yo así lo deseo. — declaró el orgulloso rey. — Ese matrimonio reforzará la alianza con el gobernador y logrará que nuestra fuerza militar se vuelva invencible.

    Aeris suspiró masajeándose los hombros y sentándose en una silla sin pedir permiso.
    — Habla como si su voluntad pudiese imponerse a la de cualquier otro ser cuando no es así realmente. — afirmó para sacar al rey de sus casillas. — Sólo el mismísimo Dharma puede convertir su voluntad en realidad.
    — Por ahora. — matizo Iorek con una sonrisa codiciosa. — En cuanto Kitsumi alcance su completo desarrollo, ocuparé el lugar que me corresponde arrebatándole el trono celestial a Dharma; de ese modo, el mundo será tal y como yo desee.
    — Todavía falta bastante tiempo para que eso ocurra. — le recordó el serio Aeris. — De todos modos, yo no subestimaría las posibles eventualidades que pueden evitar que la unión entre el príncipe Night y la princesa Bellatrix se lleve a cabo del modo que usted ha predicho.
    — ¿Por qué dices eso? — le preguntó el enfurecido gobernante, en cuyo interior no cesaba de gritar insultos e improperios contra el joven de mirada dorada. — ¿Sabes algo que yo no sepa, Aeris?

    El peliblanco únicamente sonrió mientras su cuerpo comenzaba a volverse transparente y a desaparecer.
    — ¿Qué puedo saber yo, que soy un humilde y prescindible guardián? — preguntó burlón antes de desvanecerse como la niebla.

    Lejos del castillo de los Monhaust, Luna y Dylan observaban el hermoso cielo estrellado encaramándose al balcón de la habitación de la primera. Después de muchos intentos fallidos por disculparse por lo del brazo escayolado del joven Aguilar, Luna se había tenido que resignar a no cargar con el sentimiento de culpa.
    — Hay algo a lo que no paro de darle vueltas. — declaró la chica de ojos azules mientras miraba un punto concreto del cielo en el que no había estrellas, sólo oscuridad. — ¿Por qué no hay ninguna estrella en esa zona?
    — Si hubieras estado atenta a las clases de Turiel, conocerías la leyenda.
    — ¿Quieres no echármelo en cara y contármela?

    Riendo mientras atrapaba el cojín que Luna le había lanzado, Dylan se acomodó en la cama para relatarle la leyenda que explicaba la ausencia de estrellas en aquella zona concreta del firmamento, una zona oscura con forma de estrella de siete estrellas.

    >> Según la antigua religión, Dharma, el dios que dio vida a toda la creación, plantó un gran jardín de árboles en lo más alto del firmamento. Cada árbol daba una fruta que otorgaría dones especiales a quien probara su carne y cada uno de ellos estaba plantado en las secciones del firmamento donde ahora se encuentran las constelaciones. <<

    >> Ese jardín fue creado para asegurar la supremacía del Cielo y el mantenimiento del orden establecido con el fin de proteger las almas de los mortales de los entes malignos. Por esa razón, Dharma asignó la protección de esos árboles a los ángeles; cada ángel se ocuparía de proteger un árbol designado por la deidad. <<

    >> Sin embargo, resultó que entre los mismos ángeles había una oveja negra. Uno de los más poderosos ángeles y el más hermoso de todos los que existían deseaba con toda su alma ser el protector de Eien, el primer árbol que Eien plantó en el Paraíso, del que se decía que sostenía el Cielo con sus raíces y mantenía con vida a los demás árboles gracias a la gran fuerza vital que emanaba; se llegó a decir incluso que el propio Eien era el mismísimo Creador. <<

    — ¿Y ese árbol también daba frutos? — le preguntó Luna, interrumpiéndole.
    — Así es. — respondió Dylan tratando de disimular su irritación para no parecerse a Turiel.

    >> Eien era un árbol muy especial; quien probase el jugo de su fruta estando enfermo sería curado de todos sus males y aquellos que probasen la carne adquirirían el don más preciado: la eterna juventud y la inmortalidad. <<

    >> Como ya te he dicho antes, el más hermoso de los ángeles deseaba con todo su ser convertirse en el guardián de Eien. Sin embargo, vio como Dharma le entregaba ese privilegio a uno de sus compañeros y toda su ilusión se hizo pedazos. <<

    >> Incapaz de admitir la decisión del Creador, el ángel se dejó llevar por el orgullo y traicionó su voluntad robando una de las frutas de Eien aprovechando un descuido del guardián y plantó la semilla que se encontraba en su interior en una zona vacía del Paraíso. Esa acción provocó una perturbación que estuvo a punto de provocar la caída del Cielo y el fin de todos los tiempos al provocar que Eien y los demás árboles enfermasen. <<

    >> Tras descubrir el pecado del ángel, Dharma le expulsó del Cielo y sus rayos perforaron la sección del Paraíso donde se encontraba el nuevo árbol, que cayó junto con su constelación dejando una zona vacía de estrellas en el firmamento. <<

    Durante el transcurso de la historia, Luna se había ido acercando al balcón para observar de nuevo la zona oscura del cielo nocturno. Por alguna razón desconocida, había algo en esa oscuridad que le transmitía extrañas vibraciones.
    — ¿Tú crees en todo eso? — le preguntó a su compañero. — ¿En ángeles, dioses, demonios y todo ese tipo de cosas?
    — Si te soy sincero, no creía en nada de eso hasta hace unos siete años. — respondió Dylan incorporándose con cuidado de no mover su brazo herido y dirigiéndose a la puerta. — Sin embargo, ver a una niña de nueve años gritando horrorizada mientras sobrevuela sin control su habitación convencería a cualquiera de que todo es posible.

    Los dos amigos se echaron a reír al recordar el susto que se llevaron el día que los poderes de Luna se manifestaron por primera vez. La pequeña había estado a punto de estrellarse contra el suelo; sólo la oportuna aparición de Dylan, dos años mayor que ella, evitó que se produjera una desgracia.
    — Será mejor que te vayas, Dylan. — dijo Luna cuando reprimió un bostezo. — Estoy cansada y mañana tengo que trabajar en los archivos.

    Justo en el momento en que cerró la puerta tras la marcha de su amigo, la joven tuvo una extraña visión del mismo manantial de aguas cristalinas y del mismo árbol encadenado flotando en el vacío que llevaba viendo en sus sueños durante los últimos años.
     
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    lunabetz

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    Vaya, la trama mejora cada vez más y quiero seguir leyendo xDD ahora ya hay una leyenda, y el propio Iorek quiere desafiar a Dharma ¬¬ este tipo es más ambicioso de lo que creí.
    ¿Por qué le cambiaste el nombre a Night? Ahora es Knight y el padre quiere casarlo con Bellatrix.
    Me parece que Aeris tiene razón en cuanto a que muchas cosas frustrará la boda, (alguien de nombre Luna jaja) y todo lo que vivirán será un caos (¿un hombre puede terner tanta ambición?
    Entonces, ¿por ello se debe el nombre a la espada de Luzbel?, ¿por la leyenda? La espada fue forjada en los cielos, según tengo entendido, entonces es verdad =D voy descubriendo nuevas cosas xDD y ese manantial aún me tiene intrigada, ¿de casualidad no será ese el que abre la puerta hacia el árbol, hacia los cielos? ¿Es el manatial el que lo alimenta? Bueno tengo teorías y creo que se harán fuertes conforme pase la historia, mejor dejo de hacer spoiler jaja.
    Increíble, es una historia magnífica, espero ver más creaciones tuyas pronto.
    Nada más esto, no me había percatado:
    — Es agua del manantial de Aeris. — susurró...
    Según yo es:
    — Es agua del manantial de Aeris.— Susurró...
    Con mayúscula.
    Estaré esperando la continuación (eres el que mejor escribe la fantasía de los que he leído, felicidades).
    Saludos...
     
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    lupus

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    Lo de Knight ha sido un descuido; sigue siendo Night. Ya lo he arreglado.
     
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    Empiezo a intuir de que libro super antiguo te inspiraste para la leyenda,una buena eleccion por cierto,reconosco que ya esta cuadrando mas la trama,el rey usurpador cometiendo un grave error,cuenta los pollitos antes de que la gallina ponga los huevos creo que Aeris intuyo lo mismo(me llama la atencion ese sujeto)
    se diviz una futura pareja que le hara frente al amibsioso Iorek pero mejor no lo arruino
     
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    Marina

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    Tauro
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    Wow, que gran imaginación xDD. La historia que le contó Dylan a Luna se me hizo muy parecida a la de ese ángel malvado, un serafín que traicionó a su creador y deseando obtener la soberanía del creador, hizo que los humanos probaran del fruto prohibido xDD Sólamente que los humanos no obtuvieron la inmortalidad y que yo sepa no existe nada aquí en la tierra que pueda darla.

    Me interesó mucho esa parte del firmamento sin estrellas y como desenvolviste la historia. Esto se pone cada vez más interesante, sólamente espero que Luna y sus amigos no sean descubiertos.

    Otra cosa, si el agua del manantial sana, ¿por qué no le dan de beber a la madre del príncipe? Temo que le rey la esté matando poco a poco. Quiero estar equivocada xD.

    Gracias por el aviso. Espero el que sigue.
     
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    surisesshy

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    Gran capitulo, ahora sabemos de dónde vienen los poderes de Luna, del agua del manantial, a mi tambien me intriga por qué no s epuede sanar a la madre de Nigth con le agua del manantial y me temo que puede que Marina tenga razon y su esposo la este matando poco a poco.

    Yujuuuuu, atine una en tu historia, si era lo que yo dije, el malvado rey quiere cazar, perdón, digo casar a su hijo con la hija del guerrero, no espero a ver como el príncipe y Luna se conocen, de seguro y sí es en la boda, siendo Luna la que arruinara la boda y de paso salvara a Nigth de un horrible futuro, pues no importa que tan bella, buena y angelical sea la mujer esa, si él no la ama sería una tortura estar a su lado y conste que dudo que la tal Bellatrix sea ese tipo de mujer, solo miren su nombre, grita a todo pulmón que es una igualada, insoportable y fastidiosa, aunque bien no hay que juzgar antes de conocer.

    bonita leyenda, asi que eso es lo que sucede, me gustaría saber que tiene que ver ese árbol con Luna y por qué ella lo ve en visiones y sueños, jajaja, que gracioso como Luna descubrió sus poderes, espero el próximo capitulo con ansias, bey.
     
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    lupus

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    Cruel destino; dulce amor; oscura providencia.
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Romance/Amor
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    13
     
    Palabras:
    1860
    Capítulo 5.

    Desde el mismo momento en que Lady Morgana encontró a los desterrados medio muertos de frío en el jardín de su mansión y vio a la pequeña Luna sollozando bajo la implacable ventisca, supo que aquella niña era especial y que tenía un gran destino descansando sobre sus hombros. No supo porqué pero decidió acoger a ese grupo de desconocidos, dándoles trabajo a los adultos y educando a los más jóvenes.

    Con el paso de los años, se dio cuenta de que no se había equivocado al juzgar a Luna. Incluso antes de que aprendiera a hablar y a caminar, la pequeña ya observaba el mundo con ojos desafiantes, como si desease cambiar todas aquellas cosas que no le gustaban. Cualquier duda que hubiese podido tener acerca de la peculiaridad de la niña se desvaneció el día que la encontraron volando por su habitación.

    Pero la niña era una verdadera caja de sorpresa, pues se acercó a la líder de la familia Aguilar y le suplicó que le dejara trabajar en cualquier cosa en cuanto fue capaz de poder cuidar de sí misma. Al escucharla decir que no le gustaba sentirse mantenida por los demás, Lady Morgana se había echado a reír y le había consultado a su viejo amigo Andreas ya que tenía entendido que el bibliotecario estaba teniendo muchos problemas a la hora de organizar los archivos del reino. De modo que Luna, con tan sólo ocho años, se convirtió en la ayudante de Lord Andreas a pesar del desagrado que sentían Turiel y Elías ante la idea de que la chica pasase tanto tiempo en Iris.

    Por esa razón, a la mañana siguiente de ejercer el papel de justiciero enmascarado, Luna se encontraba corriendo de un extremo de la biblioteca al otro cargada con una gran cantidad de documentos que debía clasificar según su contenido bajo la atenta mirada de Lord Andreas, quien nunca cesaba de asombrarse de lo aplicada que era la joven.
    — Realmente me siento mal por arrebatarte tu preciado tiempo, Luna. — comentó el guardián de los archivos mientras continuaba redactando su informe.
    — No diga tonterías. Me gusta estar aquí, en este lugar tan tranquilo. — replicó Luna con una sonrisa antes de desaparecer entre las estanterías para guardar los documentos.

    Cuando la joven volvió a salir para ocuparse del resto del trabajo, se sorprendió al ver sobre la mesa de su jefe un tablero de ajedrez con todas las piezas preparadas para una partida; no lo había visto al estar concentrada llevando tantos documentos en sus brazos.
    — ¿Está esperando usted a alguien para jugar? — le preguntó al lord, que detuvo su tarea y miró el tablero con pesar.
    — A un viejo amigo. — respondió suspirando de irritación. — Siempre jugamos al ajedrez pero siempre me gana.
    — A ver si hoy tiene más suerte, milord. — comentó Luna sonriendo.
    — La suerte no tiene nada que ver en este juego, muchacha. — replicó una voz divertida a su espalda. — Es sólo que yo soy mejor que él.

    Al volverse, Luna se encontró con un anciano de larga barba blanca vestido con una elegante toga dorada que cubría por completo sus pies, lo que daba la impresión de que el hombre se desplazaba deslizándose en vez de caminando.
    “Tensai.” pensó asombrada de ver a alguien tan importante ante ella, algo raro en ella pues ya estaba muy acostumbrada a vivir con la familia Aguilar. “El mejor estratega que ha existido en toda la historia. Se dice que sus estrategias son tan perfectas que nadie ha podido encontrar nunca ningún fallo en ellas.”

    El anciano se sentó delante de Lord Andreas y depositó sobre la mesa un recipiente del que salía un aroma delicioso.
    — Hacía tiempo que no probaba tu famosa infusión de hierbas, viejo amigo. — dijo el bibliotecario mientras sacaba tres tazas de té para sorpresa de Luna. — Por supuesto que vas a beber con nosotros, Luna; te mereces un pequeño descanso.
    — Pero…
    — Insistimos. — añadió Tensai con amabilidad. — Por lo que me ha contado Andreas, eres un verdadero tesoro para estos archivos. Estoy muy celoso por verle con una ayudante tan buena.

    Los dos adultos se carcajearon al notar el intenso color rojo que comenzaba a aparecer en el rostro de Luna, quien nunca se habría imaginado recibiendo un elogio por parte de alguien tan importante como Tensai. La joven cogió una silla cercana y se sentó entre los dos hombres mientras el anciano servía el humeante líquido en las tazas.
    — El té de Tensai es muy curioso, Luna. — le comentó Lord Andreas tomando su taza y soplando para enfriar su contenido. — Aunque el té es del mismo recipiente, su sabor es distinto para cada persona.
    — Eso es imposible.
    — Pruébalo y lo comprobarás. — le instó Tensai, que movió un peón al haberle tocado a él las piezas blancas.

    Luna tomó su taza y tomó un sorbo del oscuro líquido, satisfaciendo su paladar con un agradable y dulce sabor a manzana, su fruta favorita.
    — ¡Está delicioso! — exclamó antes de tomarse el resto del té rápidamente. — ¡Sabe a manzana!
    — Pues a mí me sabe a vainilla. — comentó Lord Andreas mientras movía una pieza en respuesta a la jugada de su adversario.
    — A mí me sabe a eucalipto. — dijo Tensai moviendo otra pieza.

    El tiempo transcurrió amenamente mientras los dos hombres continuaban con la partida. Para sorpresa de la espectadora, Tensai perdió muchas piezas y Andreas, exaltado por llevar la ventaja de la partida, movía con ferocidad sus piezas para alcanzar a su rey.
    — Luna, ¿te interesaría venir de vez en cuando a mi residencia para ayudarme a poner algo de orden? — le preguntó el estratega a la joven a la vez que seguía con la mirada los movimientos de Andreas. — Reconozco que yo tampoco soy muy bueno en eso de mantener mis cosas en orden. ¿Qué me dices?
    — Pues…no sé. Tendría que consultarlo con mis tíos.

    Sin embargo, Luna ya sabía lo que dirían Turiel y Elías si se lo preguntase. La mansión donde vivía Tensai “el Iluminado” se encontraba en los terrenos del castillo de los Monhaust, cuya mención ponía muy tensos a los dos hombres. No le permitirían ayudar al sabio ni le darían las razones por las que no le darían su permiso.

    Pero Luna nunca había sido de las que obedecían órdenes; no sin recibir un buen motivo por el que debiera seguirlas.
    — En cuanto tenga algo de tiempo, iré a ayudarle. — respondió con firmeza.
    — ¡Fantástico! — exclamó Tensai moviendo una pieza. — Jaque mate.
    — ¡¿Cómo?! — gritó Andreas, horrorizado. — ¡Eso es imposible!

    No obstante, y a pesar de todos los pronósticos, Tensai había logrado darle la vuelta a la partida y había logrado encerrar al rey del bibliotecario entre sus dos torres. Todo aquel tiempo había estado fingiendo que no tenía el control del juego para que Andreas se confiara y dejase de pensar en sus propios movimientos.
    — Hasta el próximo desafío que me lances, amigo. — se despidió el anciano mientras abandonaba la estancia con movimientos muy ligeros para los de un hombre de su edad. — Adiós, Luna.
    — Adiós. — se despidieron jefe y empleada, el primero deprimido y la segunda tratando de contener la risa.

    Una vez hubo terminado de organizar los documentos de ese día, Luna se despidió del bibliotecario y regresó a la casa de la familia Aguilar dando un paseo por la orilla del río. Al llegar a los terrenos de Lady Morgana, se encontró con Dylan. El joven se paseaba por el jardín con la frustración impresa en el rostro mientras apretaba fuertemente una carta con su mano sana.
    — ¡Luna, gracias a Dharma, necesito pedirte un favor! — exclamó su amigo al verla llegar.
    — Ya sabes que puedes pedirme lo que quieras, compañero. — dijo Luna, que todavía deseaba hacer algo para compensar el daño que había recibido Dylan por su culpa. — ¿Por qué estás tan alterado?

    Dylan la cogió de la mano y se la llevó a un rincón del jardín para asegurarse de que nadie les escuchara hablar.
    — ¿Te acuerdas de Leónidas?
    — ¿El heredero de la familia Pevens?
    — El mismo.

    La familia Pevens era otra de las cuatro familias que protegían los alrededores de la ciudad de Iris. Leónidas, su único hijo y heredero, era un joven muy arrogante que le tenía una gran ojeriza a Dylan, por lo que existía una gran rivalidad entre los dos nobles.
    — Me ha mandado esta carta retándome a un combate con espada y a una justa. — le explicó Dylan a su amiga. — Quiere llevarlos a cabo dentro de una semana pero mi brazo no estará recuperado para entonces; no seré capaz de medirme con él.

    Luna comprendió la frustración del joven Aguilar. No podía rechazar el reto porque deshonraría a su familia; y si se presentaba con el brazo en ese estado, Leónidas pensaría que se lo hizo a propósito y le tildaría de cobarde y la familia también saldría deshonrada.
    — ¿Y cómo puedo ayudarte? — le preguntó recordando que le había pedido un favor.
    — Quiero pedirte que…te hagas pasar por mí y seas tú la que luche contra Leónidas. — respondió su compañero, cuya respuesta fue un verdadero mazazo para la joven.
     
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    A mi me parece que este tal Tensai es un tramposo ja ja ja ,pero que digo no soy muy bueno en el ajedres,Luna no sales de una para meterte en otra,solo falta basandome en tus antecedentes de niña impulsiva que acpetes ayudar a tu amigo,pero OJO si te llegan a descubrir va a salir peor que los temores de Dylan pues solo puede haver algo mas vergonzoso que fingir una herida para evadir un desafio y es que le pidas a una chica que tome tu lugar,¿quien lleva los pantalones aqui? mas bien ¿Luna lleva pantalones?
     
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    Marina

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    Conque ese anciano es un gran estratega, ¿no? Esto avanza muy bien. Al aceptar ayudarle a Tensai, Luna se acercará más a sus desconocidos enemigos, pronto conocerá al príncipe. Wow, ansío que ya se conozcan xDD

    Pero por ahora, lo más preocupante es ese plan de Dylan.

    ¿En qué lío se va a meter Luna? Aceptará hacerse pasar por Dylan? Es una situación muy difícil. La familia no puede ser deshonrada. Wow, lo has dejado muy emocionante.

    Espero la continuación. Muy buen capítulo, como todos.

    Saludos.
     
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    lunabetz

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    Hola, disculpa por comentar apenas (acosada y amenazada como de costumbre).
    Este capítulo, es muy parecido al que tengo en una de mis historias (no están en el foro) xDD sabes que me encantan ¬¬ eres brujo huy xDD.
    Ahora esa Luna (yo xDD ntc toy loca) ya se anda metiendo en tantos problemas O.O se nota que sus amigos la quieren mucho. Para pasar el tiempo en una biblioteca yo creo que le ha de gustar mucho andar ordenando (por desgracia a mí me pasa lo mismo u.u) omo, pero ahí tiene mucho trabajo y es cansado también.
    Ese ancianito me agradó. Pobre Luna se andaban burlando de ella porque se sonrojó, y de verdad ese viejito tiene un gran don para jugar ajedrez, (yo le gano ntc).
    Bastante buena esa estrategia de hacer creer a su oponente que está ganando para después sólo mover una pieza y derrotarlo totalmente OwO lo que más me dio cuiriosidad fue esa bebida que sabía diferente para todos. Yo también quiero probarla xDD.
    Lo que si es verdad, es que Dylan le pidió eso a Luna, y sinceramente un amigo no pediría eso, ya será la decisión de Luna el ayudar a este chico (no lo haré xDD), pero estoy casi segura de que Luna se va a hacer pasar por hombre, tiene unos dones extraordinarios, pero aún así sigue siendo mujer (no estoy diciendo que por el hecho e que sea mujer no pueda competir contra hombres) de hecho eso es lo que más me gusta de tu fic, una cierta igualdad de géneros que propones (me agradas) y eso de que su "amigo" le diga qué hacer me tiene frustrada.
    Pero bueno el tiempo lo dirá.
    Saludos gracias por invitarme y disculpa el enorme comentario OwO sólo vi algunos errores.
     
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    lupus

    lupus Usuario común

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    Cruel destino; dulce amor; oscura providencia.
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    Romance/Amor
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    2042
    Capítulo 6.

    Luna no podía creerse lo que acababa de escuchar; estaba convencida de que se había imaginado las palabras de Dylan o de que éste estaba delirando a causa de alguna extraña fiebre desarrollada por la herida de su brazo.
    — Luna, reacciona. — le pidió su amigo al ver la palidez de su cara.
    — ¿Esto…es alguna broma que me habéis preparado Aarón y tú? — le preguntó Luna con la esperanza de que fuese así.
    — Jamás bromearía sobre un asunto que atañe al honor de mi familia. — replicó el joven con una expresión verdaderamente seria que muy pocas veces había mostrado. — ¿Qué problema hay?
    — ¿Aparte del hecho de que le estás pidiendo a una chica que se haga pasar por ti, un caballero de la familia Aguilar? — le preguntó Luna con sorna. — ¡No, no hay ningún problema!
    — Tú siempre has dicho que te gustaría ser un caballero. — le recordó Dylan. — Ésta es una buena oportunidad de serlo y de medir tus fuerzas contra otro caballero en un combate singular.
    — ¿Y qué pasará si me descubren? — le preguntó Luna, cuya reacción era similar a la de Adela cuando escuchaba sus descabellados planes. — Tu familia será objeto de la mofa de todas las demás. Podríais perder vuestros títulos nobiliarios y…
    — Entonces tendrás que asegurarte de que no te descubran. — le interrumpió su amigo con una sonrisa. — Vas a tener que defender el honor de mi familia pero no te sientas presionada por ello, ¿de acuerdo?
    Y se marchó dejando a Luna en medio de un gran conflicto interno, pues una parte de ella seguía rechazando la propuesta de hacerse pasar por el hijo de Lady Morgana mientras su “yo” rebelde ansiaba aceptar el reto.
    — ¿A qué venía ese aire de misterio que os rodeaba? — le preguntó Claudia, que se había acercado al ver a su hermano y a Luna hablar tan enigmáticamente.
    — ¡A n-nada! — exclamó la chica, sobresaltada por la repentina aparición de la hermana de Dylan.
    Claudia frunció el ceño dando a entender que no creía que no hubiese pasado nada entre esos dos. Por suerte para Luna, la joven Aguilar se marchó declarando que tenía una cita con un noble.
    “¿Y qué hago yo ahora?” se preguntó la chica de ojos del color del cielo.

    Continuó cavilando acerca de la propuesta de Dylan durante el resto del día, preocupando a Madame Madeline, la hermosa mujer que dirigía el más famoso prostíbulo de la ciudad. A causa de una de las travesuras de su niñez, Luna había acabado rompiendo varios jarrones de gran valor y se había visto obligada a trabajar en la casa como contable, pues se le daba muy bien trabajar con números y memorizarlos. De eso ya hacía cinco años pero Luna había decidido seguir trabajando en recepción para mantenerse ocupada.
    — Luna, ¿me estás escuchando? — le preguntó Madame Madeline al ver la mirada ausente de la chica.
    — Sí, sí. Sólo estoy un poco distraída. — replicó la joven mientras trataba de volver a concentrarse en los cálculos de las ganancias de la noche anterior.

    La señora de la casa se sentó a su lado, le quitó la pluma que estaba usando para escribir y cerró el libro de cuentas bruscamente.
    — De mujer a mujer, ¿qué es lo que te tiene tan preocupada?

    Luna suspiró y decidió pedirle a Madeline su opinión sin revelar ningún dato importante. No tenía más opción ya que aquella mujer podía llegar a ser muy obstinada a la hora de convencer a la gente para que hiciera o dijese algo; así era como obtenía tantos clientes por las noches.
    — Si alguien le propusiera hacer algo que no está bien visto por los demás, ¿lo haría?
    — Bueno, mi trabajo y el de las demás está mal visto por todas las mujeres. — replicó Madame Madeline con una sonrisa. — ¿Alguien te ha propuesto algo indecente? No me creo que Dylan se haya atrevido a dar el paso.
    — ¿Paso? ¿Qué paso? — preguntó Luna sin comprender. — ¿Y cómo sabe que me estaba refiriendo a Dylan?
    — Eres un libro abierto para mí. —se explicó la mujer ignorando la primera pregunta. — Si un amigo me propusiera hacer algo para ayudarle, lo haría sin dudarlo y sin importarme lo que los demás pensarán de mí. Mejor pedir perdón que permiso.
    — ¿Y si fuera muy arriesgado? — le preguntó Luna, ansiosa por tomar una decisión.
    — Mira, Luna, tú crees que estás preocupada por las posibles consecuencias que puede tener aceptar esa propuesta pero eso no es así; lo que te causa ese malestar interior es la incertidumbre de no saber si te arrepentirás de no aceptarla. No dejes que sea el miedo el que dirija el rumbo de tus pensamientos y tus acciones y aprovecha cualquier oportunidad que se te aparezca en el camino, pues es mejor arrepentirse de haber hecho algo que de no haberlo hecho.

    Las palabras de Madame Madeline animaron a la joven recepcionista, que la miró con ojos llenos de admiración. Las mujeres ajenas a aquel oficio siempre la criticaban y miraban despectivamente y los hombres sólo se fijaban en su hermoso cuerpo como si no fuese nada más que carne. Pero Luna había podido ver que Madame Madeline no sólo era hermosa, sino que tenía una fuerte personalidad y una sabiduría obtenida de la dura experiencia de crecer en las calles.
    — Me voy a dormir porque esta noche no he podido pegar ojo, ¿no sé si me entiendes? — declaró la mujer mientras se levantaba y se dirigía a sus aposentos. — Tú dale a las cuentas y piensa si quieres o no ayudar a tu amigo.

    Sin embargo, Luna ya no tenía ninguna duda de lo que deseaba hacer. Hacerse pasar por un caballero sería una gran experiencia, un nuevo reto para la rebeldía que hacía hervir su sangre. Tal y como había dicho Madeline, mejor arrepentirse de haber hecho algo que de no haberlo hecho.

    Mientras Luna realizaba su trabajo vespertino en los barrios exteriores de Iris, Iorek Monhaust reunió a todos los dirigentes de las familias nobles en una fiesta para dar la bienvenida a Sentai y a su hija y anunciar el nuevo tratado que garantizaría la seguridad del reino frente a las salvajes tierras del Norte, cuyos helados bosques todavía resguardaban a los enemigos de la Corona. A pesar de que no se sentía cómodo en ese tipo de eventos, Night no tuvo más opción que acudir a la recepción ya que su padre tenía un importante anuncio que hacer.

    Precedidos por un guardia que había anunciado su llegada, Sentai y Bellatrix Itami entraron en el gran salón donde tenía lugar la fiesta causando una gran impresión debido al aspecto tan diferente que presentaban. Era prácticamente imposible que un hombre como Sentai, de cuerpo fornido y cubierto de cicatrices de aspecto feroz a causa de las incontables batallas que había vivido, hubiese podido dar origen a una joven como Bellatrix, de piel tersa y tan pálida que resaltaba el ya intenso color rojo de sus labios y cabellos. No faltaron los silbidos y murmullos de los chicos, atraídos por la belleza de la joven Itami, ni de las chicas, que observaban a la misma con envidia.
    — Hay que ver cuanto has crecido, pequeña Bellatrix. — comentó el rey tomando las manos de la joven y depositando un en cada una de ellas. — Y muy hermosa, todo hay que decirlo.
    — Usted exagera, majestad. — susurró Bellatrix, cuyas mejillas se tiñeron de un color rojo pálido.
    — En absoluto. — replicó Iorek antes de volverse hacia su hijo. — ¿Verdad que sí, Night?
    — ¡S-sí! — exclamó el joven Monhaust adelantándose para imitar a su padre respecto al protocolo.

    Tanto el príncipe como la hija del gobernador se mostraban vergonzosos y sonrojados pero las razones eran diferentes para cada uno de ellos. Mientras el sonrojo de Bellatrix se debía a la inmediata atracción que sintió al ver a Night, el de éste se debía a lo poco acostumbrado que estaba a tratar con el sexo opuesto.
    “Al menos la situación no puede ser más violenta.” pensó el príncipe con optimismo.

    La siguiente acción de su padre le demostró que no podía estar más equivocado. Aprovechando el primer encuentro de los dos jóvenes en muchos años, el rey subió a una plataforma e informó a los presentes de que el tratado entre los Monhaust y los Itami se llevaría a cabo gracias al matrimonio concertado entre sus dos herederos.
    “¡¿Matrimonio?!” exclamó Night, cuya expresión perpleja disentía de los rostros alegres de sus compañeros, de los demás nobles y de su…prometida.

    La celebración era tan sonora que Tensai pudo escuchar el discurso del rey desde su residencia.
    — Los padres no deberían controlar a sus hijos de esa manera. — declaró tomando una de las galletas de chocolate que Hebe tan amablemente le había preparado para acompañar su infusión de hierbas. — ¿No lo crees así, Light Reagan?

    Los sabios ojos del anciano se posaron en el transparente espíritu del antiguo rey, que observaba con tristeza los dulces que él ya no podía tomar.
    — Siempre he dicho que Iorek no sirve para ser padre. — replicó el alma mientras extendía una mano para atormentarse al ver que ésta simplemente traspasaba el plato de galletas. — ¿Cómo se te ocurre comer delante de mí cuando sabes que yo no puedo comer? No entiendo cómo es posible que eche de menos algo que ya no necesito.
    — Recuerdos de tu vida mortal, viejo amigo. — le explicó Tensai tomando otra galleta y gimiendo tras paladear su sabor.

    El espíritu resopló enfadado y se desvaneció convirtiéndose en una nube de luz que se introdujo en la urna que el sabio guardaba con gran celo en su hogar.
    — Los espíritus no aguantan ni una broma. — susurró Tensai mientras cerraba la urna.

    Habiendo tomado una decisión, Luna se dirigió a la habitación de Madame Madeline para pedirle que le dejara las tardes libres aquella semana para poder entrenar; claro que eso último no se lo dijo. Tampoco tuvo que esforzarse mucho, pues la mujer se encontraba agotada tras una larga noche de compañía y la joven trabajaba voluntariamente.
    — Esa es mi chica. — dijo la dueña del prostíbulo, bostezando descaradamente. — No te arrepentirás; lo presiento.
    “Eso espero.” pensó la ojiazul con algo de miedo.
     
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    Ladron de Musas

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    What!!?? ¡¡¡¿¿Matrimonio??!!! XD XD XD Night bienvenido al club de los que tienen padres que te enbaucan en sus tranzas sin consultartelo ja ja ja ja,Bueno por lo menos te queda el consuelo que la novia es muy hermosa,Huyy pobre fantasmita entre todos esos manjares y no puedes probar nada :P,Luna al parecer es la "mil usos" pues la hace de bibliotecaria,contadora,mocama,ladrona y proximamente caballero real en verdad me sorprende todo lo que esta nena es capaz de hacer para ser una chica
     
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    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

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    Oh, cielos, ¿cómo es eso de que ya se anunció ese matrimonio?
    Ah, pobre del príncipe. Aunque la princesa no está nada mal, es muy bella, pero aún así no deberían los padres controlar a sus hijos hasta ese extremo, pero bueno, ¿qué se puede esperar de ése impostor del trono? Iorek no aceptará un no como respuesta, eso es bien cierto xDD

    Por otro lado, Luna ha aceptado ayudar a Dylan y esto se pone mejor con cada capítulo. Ya deseo leer sobre ese duelo. Ammm, me sorprendió que el espíritu del antiguo rey está presente, así como Madame Madeline con su sabiduría. Son muy ciertas sus palabras.

    Me gustó el cap. Gracias por el aviso. Saludos.
     
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    lunabetz

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    Jujuju ya llegué (<------ignoren a la loca).
    Disculpa la demora, ya sabes que me acosan ¬¬
    Bueno ya vine y comento algo antes de continuar. Error:

    ...Mientras el sonrojo de bellatrix...

    Esto debió haber ido con mayúscula, un pequeño error.
    Bueno pasando a la historia, vaya, bueno ya sabía yo lo del matrimonio entre el príncipe Night y Bellatrix, era obvio jeje, bueno aú así el que no lo sabía al parecer era Night, y pues era normal que esa reacción fuera de sorpresa y por supuesto, haber decidido su futuro, :S supongo que Tensai está en lo correcto.
    Pasando a lo de Luna, bueno, ella es decidida y completamente extraordinaria, quiere demostrarse a sí misma que puede hacer lo que se proponga, jujuju, eso está bastante bien, aunque sigo rechazando la actitud de Dylan cuando casi la obliga a que se haga pasar por él, eso no me gustó en su comportamiento.
    Pero pasando a lo que sucederá después, :p creo que en esa ¿competencia? Será Luna la que se enfrente con el príncipe, y desconozco la razón por la que se me vino la idea a la cabeza. Bueno te cito algo que me confundió a mí también:

    — Entonces tendrás que asegurarte de que no te descubran. — le interrumpió su amigo con una sonrisa. — Vas a tener que defender el honor de mi familia pero no te sientas presionada por ello, ¿de acuerdo?
    Estaba analizando esta conversación. La parte en la que Dylan le obliga a hacer algo de lo que ella está segura, y aparte de eso le está diciendo que él no la apoyará al decir: "Entonces tendrás que asegurarte de que no te descubran".
    Está claro que Dylan no piensa involucrarse en ello a pesar de que es la decisión de Luna y de que es su propio problema. En pocas palabras, es un cobarde, xDD.
    ¿No te sientas presionada por ello? ¡¡¿Cómo?!! Si fue él el que le pone esa incertidubre a Luna y encima le dice que es una decisión voluntariamente obligatoria uff, qué enredo.
    Bueno esa parte de la actitud de su amigo no me gustó, pero cada quién.
    Saludos, te leo luego xDD.
     
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    lupus

    lupus Usuario común

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    Capítulo 7.

    “Que alguien me dé una excusa para que pueda largarme de aquí.” suplicó Dylan, harto de escuchar el relato de la cita tan “maravillosa” que había tenido con Leónidas, su gran rival.

    Para desgracia del joven y de los demás hombres de la casa, Claudia había pasado un largo y romántico día junto con el heredero de la familia Pevens, del que llevaba encaprichada desde el mismo día en que éste y su hermano comenzaron su rivalidad. No era agradable para el joven Aguilar escuchar a su hermana hablando de su enemigo como si fuese el ser más maravillo del mundo; podía sentirse orgulloso de no haberse puesto a vomitar allí mismo.
    — Deberías agradecerle a Luna que hayas quedado lesionado de tu brazo izquierdo en esa incursión vuestra. — le dijo su hermana con una sonrisa burlona. — He visto luchar a Leónidas y está en plena forma. No tendrías ninguna oportunidad contra él aunque tuvieses el brazo en perfecto estado.
    “Seguro que te has fijado en su forma de luchar.” pensó Dylan con sorna. “Seguro que te has fijado en ese preciso aspecto de su persona.”

    Afortunadamente para el heredero de la familia Aguilar, Luna irrumpió en la sala y le tomó del brazo derecho para arrastrarlo hasta su habitación ignorando las miradas asombradas de Claudia y los demás.
    — ¿Puedes decirme la razón por la que intentas arrancarme el brazo? — bromeó mientras su amiga se aseguraba de cerrar la puerta.
    — Lo haré. — afirmó la chica tras tomar una bocanada de aire. — Lucharé contra Leónidas ocupando tu lugar.

    Dylan no pudo hacer otra cosa que sonreír complacido y abrazar a su amiga con su brazo sano hasta quitarle prácticamente todo el aire.
    — Ne-necesitaré entrenamiento para luchar con tu armadura puesta. — jadeó Luna, medio ahogada por el abrazo del noble.
    — Descuida.

    Mientras Luna recibía aquella muestra de cariño de su compañero, Night se veía obligado a soportar las irritantes felicitaciones de Sakyo por su recién anunciado compromiso con Bellatrix Itami. Hiram, más sensible a los estados de ánimo del príncipe que el joven Star, permanecía en silencio para dejar que el heredero de los Monhaust meditase tranquilamente.
    — ¿Se puede saber por qué estáis tan callados? — les preguntó Sakyo, algo enfadado por la solemne expresión de sus rostros. — Hoy es un gran día para ti, Night. ¡Menuda compañera de por vida te ha buscado el rey! ¡Un verdadero bombón!

    Sin dar ninguna explicación, Hiram agarró al entusiasta Star por los brazos y le sacó fuera de la habitación del príncipe para cerrar la puerta por dentro.
    — Gracias. — susurró Night.
    — Para eso estoy. — dijo su amigo. — Ya sabes que Sakyo es un… ¡pesado!

    La fuerza con la que dijo la última palabra hizo que los golpes que su amigo estaba dando al lado exterior de la puerta cesaran al instante.
    — Ya me gustaría sentirme tan ilusionado como él. — comentó el príncipe, que observaba desde la ventana la zona oscura del firmamento. — ¿Por qué me siento tan…tan apesadumbrado?
    — Supongo que se debe al hecho de que no desees casarte con Bellatrix. — opinó Hiram. — Estoy seguro de que ni siquiera te sientes atraído físicamente por ella a pesar de lo hermosa que es.

    Night sonrió al sentirse descubierto. Hiram, el más joven de los tres hijos del matrimonio dirigente de la familia Artix, siempre había tenido una curiosa habilidad para conocer sus sentimientos; era un don por el que el príncipe estaba agradecido ya que le ahorraba tener que expresarlos mediante palabras.
    — Ya sé que es atractiva. — dijo tras suspirar. — E inteligente y una grata compañía. Pero no siento nada especial por ella.
    — Pues dile la verdad a tu padre. — le aconsejó su amigo.
    — ¿Sabes lo furioso que se pondría si le contase que no quiero casarme con Bellatrix? No tengo otra opción que obedecer todas sus órdenes.

    Desconsolado por ser la marioneta de su padre, el príncipe se arrojó a la cama de espalda mientras Hiram continuaba mirando las estrellas.
    — Tú nunca deberías haber tenido esas responsabilidades sobre tus hombros. — declaró el joven Artix. — Debería haber sido tu hermano Shun, el primogénito del rey, quien se casase por conveniencia.

    La mención a su hermano mayor, que se había revelado contra su padre y había sido acusado de traidor y condenado al exilio bajo pena de muerte, hizo que la furia se apoderara del corazón de Night. Shun, primogénito y heredero de la familia Monhaust, había sido expulsado del reino por atreverse a incumplir las órdenes de su padre, dejando todas sus responsabilidades en los hombros del hermano menor, quien no podía dejar todo lo que conocía atrás del mismo modo para escapar de las exigencias del rey.
    “Desearía que estuvieras aquí para poder darte un puñetazo.” pensó apretando los labios en una fina línea.

    Tras una noche más siendo acosada por aquellos extraños sueños, Luna se reunió con el grupo de amigos que conocían su propósito de hacerse pasar por Dylan y luchar contra Leónidas en su lugar. Aunque era buena manejando la espada, nunca había luchado cargando con la pesada armadura de un caballero y debía entrenar para adaptarse al peso y poder luchar sin perder el equilibrio. Por suerte para ella, contaba con la ayuda de Helen, que había diseñado unas extrañas pesas para que se las atara a las extremidades y a la cintura.
    — ¿Seguro que esas cosas servirán de algo? — le preguntó Adela a la hija del herrero de la ciudad al ver a su amiga esforzándose para no ser arrastrada por el peso de las piezas de acero. — Creo que lo único que lograrán será darle un gran dolor de espalda.
    — El principal problema al que se va a enfrentar Luna es el peso de la armadura de Dylan así que debemos acostumbrar su cuerpo antes del día del desafío. — le explicó Helen con el tono de una experta en el tema. — Si lleva esas pesas durante los entrenamientos, sus músculos desarrollarán la suficiente resistencia como para poder soportar la carga de la armadura.
    — Adela, estoy bien. — intentó tranquilizar Luna a la sirvienta, que todavía consideraba aquel plan una gran locura.

    La chica de los ojos azules empezó a mover brazos y piernas luchando contra la fuerza que ejercían las piezas de metal. Después de haber calentado, tomó la espada que Dylan le tendía y se preparó para combatir contra Aarón a pesar de que su mente no dejaba de centrarse en la gran carga de los instrumentos creados por Helen.
    — Lo mejor será empezar con movimientos lentos. — les recomendó Dylan. — Ahora mismo, la mente de Luna debe de estar más concentrada en sentir la presión de las pesas que en la velocidad y movimientos de Aarón.

    Los dos contrincantes asintieron y comenzaron el entrenamiento, que consistió principalmente en ataques dirigidos por Aarón contra la cabeza de Luna para obligarla a levantar los brazos en contra del peso de las piezas de metal con el objetivo de fortalecerlos. Al tratarse de la primera sesión de entrenamiento, sólo se movían de su posición eventualmente para que la chica ejerciera un poco de esfuerzo con sus piernas sin cansarse demasiado.

    Después de estar tres horas alternando luchas y descansos, Dylan decidió que Luna ya había entrenado lo suficiente en la lucha con espada por ese día.
    — Menos mal. — suspiró la chica mientras sus amigos la liberaban de la pesada carga de las piezas de Helen.
    — Ahora practicaremos para la justa. — añadió el joven Aguilar para desgracia de su amiga, que soltó un gemido de dolor al frotarse los brazos.

    El desafío de Leónidas consistía en un combate espada contra espada, en la que el ganador sería el primer contrincante que lograra asestarle al otro diez golpes con el arma, y una justa, un combate a caballo en el que los caballeros tenían que romper sus lanzas haciéndolas chocar contra sus adversarios. En la segunda prueba, el ganador era el caballero que lograra tres puntos; los tres puntos podían obtenerse al instante si un caballero derribaba al otro de su caballo; un punto se obtenía por cada lanza rota entre la cintura y el cuello; y dos puntos se obtenían rompiendo la lanza en el yelmo.

    Gracias a la buena relación que Luna tenía con Dylan, el caballo del segundo le permitió a la muchacha montar en él. Mientras el noble le llevaba varias lanzas a su amiga y le entregaba una de ellas para el primer lance, Adela se situó unos metros por delante, sosteniendo en sus manos un gran muñeco de paja.
    — ¡¿Preparada, Luna?! — le preguntó Aarón a la chica, que asintió y se preparó para ordenar al corcel ponerse en marcha. — ¡¿Preparada, Adela?!
    — ¡S-sí! — respondió la sirvienta, cuyos intentos de mantener la voz y el cuerpo firmes resultaron infructuosos.
    — ¡Adelante pues!

    Luna espoleó al caballo, que relinchó y echó a correr en dirección a Adela mientras la amazona apuntaba al tórax del pelele de paja con la lanza. Sin embargo, Adela se apartó por la impresión de ver a su amiga montando al semental y sujetando aquella arma y el lance resultó fallido.
    — ¡¿Por qué te has apartado?! — le preguntó la chica de los ojos azul cielo con ira.
    — ¡Es que me dio miedo! — replicó Adela, avergonzada.
    — Volvamos a intentarlo. — dijo Dylan poniendo los ojos en blanco.

    Pero el segundo intento resultó en un nuevo fallo cuando Adela, dominada una vez más por el miedo, salió corriendo tras arrojar el muñeco contra el rostro de Luna, que fue derribada del caballo.
    — ¡¿Pero qué es lo que te pasa?! — chilló la amazona mientras Helen y Dylan la ayudaban a incorporarse.
    — Ha sido…un accidente. — se justificó su amiga. — Lo…siento.
    — ¡Se acabó! — gritó Helen, que tomó el muñeco y le lanzó una dura mirada a Adela. — ¡Yo sostendré el objetivo!

    Esperanzada por el hecho de que la hija del herrero no se dejaba amedrentar por nada, Luna realizó el tercer intento. No fue tan mal como las otras dos veces pero tampoco resultó bien, pues el cansancio de su brazo provocó que la lanza se desviase de su trayectoria y se rompiese contra uno de los brazos del muñeco.
    — Eso es un punto, ¿verdad? — le preguntó Adela a Dylan.
    — De eso nada. — respondió el joven noble. — Para obtener un punto, se debe romper la lanza en el pecho o abdomen del contrincante; romperla contra un brazo es considerado como un intento nulo.

    Cuando quedó claro que Luna había llegado al límite de sus fuerzas, Dylan puso fin al entrenamiento de ese día, pues la chica no podía mover sus brazos sin soltar un quejido y se veía obligada a caminar con las piernas arqueadas debido al dolor que sentía después de haber montado a caballo durante tanto rato.
    — Tengo que llegar a mi cama. — susurró la joven, que parecía a punto de dormirse allí mismo.
    — Antes te ayudaremos a bañarte porque apestas. — dijo Adela.
    — Nosotros podemos ayudarla a no ahogarse en el agua. — añadieron Dylan y Aarón sonriendo burlonamente.
    — ¡De eso nada, pervertidos! — exclamó la más racional de las tres chicas. — ¡Sois un peligro para esta chica!
    “Después de lo que he visto hoy, no sé quién sería más peligroso para Luna.” pensó Helen con sorna.

    Los días anteriores al momento del combate contra el heredero de los Pevens fueron de lo peor para Luna, cuyo cuerpo ya tenía agujetas en las agujetas. Y lo peor era que tenía que coordinar los entrenamientos con su trabajo en el archivo, pues el anciano bibliotecario no podía permitirse darle más tiempo libre por culpa de la gran cantidad de documentos que llegaban cada día, de modo que debía encaramarse a las estanterías y transportar los pesados libros y pergaminos a pesar de las quejas de sus explotados músculos.

    Lord Andreas apartó la vista del informe que estaba redactando al escuchar las exclamaciones de dolor de Luna por décima vez y preguntó:
    — ¿Seguro que te encuentras bien?
    — ¡Sí, señor! — se apresuró a responder la voz de la chica a través de las estanterías que la mantenían fuera de su vista.

    El bibliotecario se encogió de hombros y se dispuso a continuar con su propio trabajo, siendo interrumpido por el tintineante sonido de las cadenas que colgaban de la parte posterior de la entrada al abrirse la puerta. Sus ojos se abrieron de pura sorpresa al reconocer al joven que acababa de entrar y que se acercaba a él echando asombradas miradas a las montañas de documentos que llenaban el espacio.
    — ¿A qué debo el honor de recibir la visita del príncipe Night? — le preguntó al sonriente joven.
    — El maestro Tensai me ha pedido que venga a buscar un mapamundi para la lección de hoy. — respondió el príncipe.
    — Tener al viejo “Iluminado” de maestro no debe de ser fácil. — comentó Lord Andreas, que recordaba lo duro que podía ser su amigo a la hora de dar lecciones. — Si buscas un mapa, pregúntale a mi ayudante; ella es la que impide que este lugar caiga en el caos. Está en algún lugar entre esas dos estanterías.
    — Muchas gracias.

    Night dejó que el bibliotecario continuara trabajando y se dirigió a la sección indicada guiándose por el ruido del movimiento de papeles y libros. Al entrar en el pasillo, descubrió a una chica encaramada en lo alto de una escalera, examinando los títulos de varios libros y colocándolos en orden alfabético.
    — Perdona si te molesto pero necesito tu ayuda. — le dijo acercándose a la base de la escalera.

    Luna se sorprendió tanto al escuchar aquella desconocida voz que perdió el equilibrio y resbaló del escalón en el que tenía apoyados los pies para precipitarse contra el suelo. Por suerte para ella, Night logró esquivar la lluvia de libros y la atrapó con sus brazos antes del letal golpe.

    Tras recuperarse del susto, Luna alzó la mirada para observar el rostro de su salvador, quedando atrapada en el oscuro verdor de los ojos del joven al que reconoció como el hijo del rey, al que había visto junto a su padre en los eventos importantes.
     
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    Ese entrenamiento estuvo brutal XD XD XD,Luna haber si asi aprendes a decir "NO" de vez en cuando(haber si no me muerdo la lengua) Porque vaya que le esta saliendo caro el ser buena amiga,al menos no esta sola ,sus amigos la ayudan bastante,por cierto Adela estaba de mas entre esa bolita,ese no es trote para una señorita ja ja ja ja mejor que valla a tender camas y esas cosas y le deje el trabajo rudo a Luna,

    Por cierto me preguntaba cuando se encontrarian estos dos,pues ya hiban varios caps y nada de nada ,me pregunto que pasara ahora,Luna finalmente sera una chica normal enamorandose??? Night tendra un pretexto valido para rajarse en cuanto a su compromiso??, Eso se vera en el proximo cap,espero
     
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    Titiritero de almas

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    te pedí que me dijeras acerca de tus historias y me ignoras!!!!!! :oops: que malo eres :oops:
    ok, ya me la pase leyendo toda esto, heeeeemmmmm me encanta, tensai, lun el anciano tooodos los personajes, jajajajjajaja luna, que chistosa, me recuerda a mi :D jajajajaja el matrimonio... esta genial, ya quiero boda muajajajaja debe haber boda o me muero, estoy de acuerdo con el de arriba :rolleyes: adela estaba de más, pero aún así me gustó, espero ansiosa la conti♥
     
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