Crepúsculo... ¿Sangriento?

Tema en 'Fanfics abandonados sobre Libros' iniciado por Asurama, 21 Septiembre 2010.

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    Asurama

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    Crepúsculo... ¿Sangriento?
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    Crepúsculo... ¿Sangriento?

    Varias veces me he hecho esta pregunta ¿Qué pasaría si recortáramos a Bella Swan de “Crepúsculo” y la pegáramos en “Colmillo Negro Sangriento”? No se asusten, no la destriparé… tan rápido.


    Una mañana desperté y no podía recordar nada de lo que había pasado la noche anterior. Era como si todo mi pasado no fuera más que un grupo de manchas borrosas en mi mente, ni un solo recuerdo nítido. Ni siquiera podía recordar en qué día de la semana me encontraba.
    Me desperté de golpe al darme cuenta de que estaba en un cuarto pequeño que no era el mío y al salir, me encontré en una casa desconocida, más bien un pequeño departamento. Mientras caminaba, intenté llamar al número de Edward y luego a los números del resto de su familia. “Fuera del área de cobertura”. ¿Dónde se habrían ido todos? ¿Y en dónde estaba yo?

    De pronto, escuché sonidos en la cocina.
    —¿Papá? —inquirí. Pero al llegar, me encontré con una anciana— ¿Quién es usted?

    Ella volteó a verme de una manera dulce y rió divertida.
    —Soy yo, tu abuela ¿no me reconoces?

    Confundida, negué con la cabeza.
    —¿En dónde está mi padre?

    Ella bajó la vista con los ojos nublados de tristeza.
    —Es extraño que lo preguntes hoy, generalmente, no quieres hablar de eso…

    —¿Qué quiere decir? —me tembló la voz.

    —Sí, aún hoy no quieres recordar aquello…

    —No entiendo, no entiendo —estaba cada vez más nerviosa y exasperada.

    —Tus padres, ambos, fallecieron hace cuatro años.

    —No, no es cierto —grité intentando convencerme de lo contrario, todo eso tenía que ser una broma pesada, una pesadilla. Edward, Edward, ayúdame. Justo ahora te necesito.

    Ella me sonrió tristemente, me tomó de la mano y me llevó hasta la entrada del departamento. Allí estaba colgado el retrato de una pareja.

    —Se fueron hace cuatro años —me dijo.

    Miré el retrato, ellos no eran mis padres, pero mi memoria era borrosa y me dolía la cabeza. Además se suponía que mis padres se habían separado al poco tiempo de haber nacido yo ¿Qué estaba pasando?

    —No, ellos no son mis padres —intenté convencerme una vez más.
    —Baja la voz —me pidió con calma y no me había dado cuenta de que había estado gritando—. Sé que es algo muy doloroso, pero es tiempo de que lo aceptes y lo superes. Sé que estos cuatro años han sido muy difíciles para ti y lamento no poder hacer más. Ellos hubieran querido que tú siguieras viviendo a pesar de todo y que fueras feliz y tuvieras amigos y una vida plena.

    ¿Mis padres? ¿Muertos? ¿Desde hacía cuatro años atrás? ¿Cómo era posible?

    Sentí que caía hacia un pozo negro y vacío, frío y silencioso como la muerte, pero mucho más doloroso. Como autómata, me arrojé en la cama y lloré con todas mis fuerzas, como nunca antes había llorado.
    Cuando me cansé, levanté la vista y el reloj sobre la mesa me anunció la hora de ir a clases. Debí sacar fuerzas de donde no las tenía, no quería asistir hoy. Tomé la mochila que me dio la abuela y me despedí de ella en la puerta del edificio pero, para mi sorpresa, no me encontraba en Phoenix. Mi sonrisa falsa no tardó en borrarse.

    De pronto, una chica con uniforme borgoña pasó a mi lado, se detuvo y volteó a mirarme.

    —¿Qué me miras?

    —¡Pero qué seriedad la tuya! —me dijo con una sonrisa amigable.

    —Me… ¿Me conoces?

    —Pues claro, tontita, somos compañeras de clases.

    Intenté recordarla y no pude, pero ella seguía sonriéndome, me tomó de la mano y me llevó por la acera. Aunque no entendía de qué iba todo aquello, la seguí. Era una chica rara, con cara regordeta y corto cabello negro. Yo intentaba mirar en otra dirección, mi ánimo estaba por los suelos y no tenía ganas de entender lo que estaba pasando. ¿Era posible que hubiera olvidado a una amiga? Me sentía avergonzada.

    Al llegar al instituto me sentí fuera de lugar. Todos llevaban el mismo uniforme, menos yo. Cuando entré al salón de clases tuve una sensación rara.

    —¿En dónde estamos?

    —Nerima, Tokyo.

    Y sentí que una bola de plomo me caía encima.

    Era curioso que pudiera entenderles, casi como si hubiera nacido sabiendo cómo hablarles y escribirles. Aquí tan solo debía poner atención a mis estudios, nadie me molestaba y mis vampiros estaban ausentes ¿o estarían en alguna parte de la ciudad? ¿Estarían buscándome? ¿Me recordarían o me habrían olvidado? Mi cabeza era un mar de confusión y de dudas, era casi como si alguien hubiera metido una mano dentro de mi cabeza para obligarme a sentir todo ese dolor, miedo y confusión. De repente, sentía como si algo manipulara mi mente.
    A la hora del almuerzo, me di cuenta de algo que no había notado antes. Tenía en mi mano izquierda una cinta que rezaba “vida-muerte”. Me asusté al no comprender el significado de aquello, ni cómo la cinta roja había llegado a mi mano. De pronto, tenía un presentimiento terrible, incluso sentía que alguien me vigilaba, una criatura sobrenatural. Ahora era un mal momento.
    El resto del día se sucedió sin novedades, la clase de Educación Física fue más pesada que de costumbre. No tuve mucho tiempo de hablar con mis compañeros de clases. No tuve tiempo de pensar siquiera en mi propio malestar.

    Cuando salí del instituto, vi aparcado junto a la acera a un coche gris tan lujoso que desentonaba. Nadie pareció darse cuenta. Iba a retomar el camino a casa, cuando el azote de la puerta del auto me sobresaltó y volteé a ver. Antes de que me diera cuenta, tenía a mi lado a un joven alto, con el cabello negro peinado hacia atrás y muy pálido ¿Vampiro? Pero yo no le conocía. Sentí un escalofrío y creí que caería desmayada ahí mismo.

    —Sube al auto —me ordenó de una manera brusca.

    —¿Por qué subiría?

    De pronto, la cara me ardía. Había sido una bofetada muy fuerte. Contuve las lágrimas.

    —Mocosa insolente. No vuelvas a contestarme así.

    Se quitó las gafas oscuras y me congelé. Ni rojos, ni dorados, ni negros. Los ojos de este muchacho eran de un azul muy extraño, fijos, fríos. Me pregunté de qué se alimentaría. No quería saberlo.

    —Vuelve a molestarme y lo sabrás —contestó a la pregunta en mi cabeza y entonces comprendí que era capaz de leerme la mente—. Sube al auto.

    —No lo haré.

    Grité. Repentinamente, algo me quemaba el brazo como si me hubieran arrojado brasas candentes. Me había sujetado del brazo y sus manos quemaban. Vi aparecer una dolorosa ampolla sin poder decir nada y sin poder soltarme de su agarre.

    —No intentes gritar o sabes lo que sucederá —murmuró.

    Por supuesto que lo sabía. Él mataría a todos. Antes de que pudiera reaccionar, él me había arrojado en el asiento del acompañante.

    Me aferré con fuerza al cinturón de seguridad. No esperaba que condujera velozmente incluso dentro de la misma ciudad. A cada instante me sentía más confundida, como si una fuerza desconocida me aplastara el cerebro. Quería tirarme a un pozo ¿Y a dónde me estaba llevando él? ¿A un antro lleno de vampiros? ¿Y quién era él?

    —Tu dueño.

    —No le pertenezco a nad… —grité ante un repentino dolor de cabeza. Era como si mi cráneo fuera capaz de partirse a la mitad. Si yo era inmune a los ataques de los vampiros, ¿por qué me dolía esto?— ¡¿Qué me estás haciendo?! —grité horrorizada en medio del dolor.

    —Obligándote a obedecer.

    Su rostro no cambiaba de expresión y parecía disfrutarlo, pero yo no iba a darle el gusto de verme sufrir. Y el dolor se triplicó hasta un punto insoportable. Era como si mi cuerpo entero fuera a estallar en pedazos. Y tuve muchísimo miedo, más del que jamás antes hubiera tenido.

    —¡Para! ¡Por lo que más quieras, para ya! ¡Haré lo que me pidas! —lloré.

    —¿Verdad que es digno de alabarse este Bakeinu no Ouji? —dijo con una voz sin tono.

    —Sí, sí, lo es —y sentía cómo el dolor seguía aumentando. La quemadura en mi brazo se extendía más y más.

    De pronto, el dolor cesó.

    Me miró por largo rato en silencio y yo le devolví una mirada llena de terror.

    —Antes me divertías más. Ahora me das asco.

    No me atreví a contestar, el miedo me lo impidió, pero era un miedo extraño, algo ajeno a mí, como si me lo provocara él. Comenzaba a entenderlo, él era capaz de manipular las mentes y crear ilusiones horrorosas. Ahora, de ser tan apuesto, repentinamente parecía un monstruo. Tal vez incluso esa perfecta forma humana era una mera ilusión.

    —¿Ahora fingirás no recordar a este Bakeinu no Ouji? Me estás fastidiando, te arrojaré en la carretera.

    —¡No!

    —Cállate.

    Y el dolor volvió y me hizo callar, me impidió pensar. Ellos no podían encontrarme ni salvarme. Y ahora, estaba a merced de un monstruo, y no iba a matarme rápido. ¿Qué hacer? No podía escapar por mis medios. Estaba realmente asustada… y él parecía seguir disfrutándolo.

    —Aún pareces dormida. En seguida te despertaré…
     
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    sessxrin

    sessxrin Fanático

    Virgo
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    Pluma de
    Escritora
    Re: Crepúsculo... ¿Sangriento?

    Me gusta, Me gusta. Es la primera vez que me da miedo Crepusculo. Un poco extraño porque no entendi el como llego a esa situacion o si solo estaba soñando y hubo un raro crossover....pero de resto todo me gusto.

    Las descripciones y los sentimientos de frustraccion, fascinantes. Gracias mi Luchy por esto, gracia mi corazon ;)
     
  3.  
    Moliry

    Moliry Fanático

    Tauro
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    Pluma de
    Escritora
    Wooow !!!

    Muy muy bueno... De verdad que si. Y muy emocionante.

    Pobre de Bella, hasta yo estoy confundida, jajaja, no se que le pasa y pobre de ella, que mal la esta pasando y aparte doloroso. Doloroso tanto como dolor de cabeza como saber que sus padres murieron y .... hace tanto tiempo !!! :(

    Me encanta tu forma de escribir es muy amena, me gusta !!! ;)

    Besos y exito en tu historia, estoy segura que lo tengras :p
     
  4.  
    Anahis

    Anahis Guest

    Hola que tal,
    Extraña historia pero emocionante. Espero que pronto resuelvas todas las dudas que surgieron porque la verdad es que todo parece un remolino jejejeje
    Una petición. Será que me puedas ayudar a agregar un fic... no entiendo muy bien la página jejjeej gracias y saludos!!!!
     

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