One-shot Crónica de un beso (Monster Prom)

Tema en 'Fanfics sobre Videojuegos y Visual Novels' iniciado por Ruki V, 7 Febrero 2020.

  1.  
    Ruki V

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    Título:
    Crónica de un beso (Monster Prom)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
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    Hola <3
    ¿Sabían que amo con toda mi alma el increíble juego de conquistar monstruos, Monster Prom? uvu
    Me inspiré en el tema de la canción precisamente titulada "Crónica de un beso" de Los Claxons.
    Así que dejo ahí el link a la canción por si la quieren escuchar (?)

    [​IMG] [​IMG]

    Miranda Vanderbilt, de 19 años, es una dulce princesa sirena tan bonita como genocida.

    Con el movimiento de uno de sus delicados dedos podía mandar asesinar a quien quisiera gracias a su título de nobleza; y vaya que era un poder del que disfrutaba. Era una bella y despiadada tirana, sin miedo a que sus vestidos de seda se mancharan de sangre plebeya. Había que admirar la dualidad de una princesa que adoraba pulir su colección de cubiertos de plata y a la vez desmantelar pueblos enteros habitados por sus esclavos desobedientes.

    Tú eres solamente alguien más del montón de clase media que asiste a algunas de las mismas clases que ella en Spooky High, y te derrites de amor por ella a pesar de que eres consciente de que nunca podría estar interesada en ti. Difícilmente ha puesto atención al hecho de que han sido asignados al mismo equipo de quemados para la clase de educación física ese día. Trataste de llamar su atención tocando tímidamente su hombro.

    —¿Oh? ¿Se te ofrece algo, Blev?— te preguntó, volteando a verte solo de reojo mientras retocaba su maquillaje: aparentemente la encantadora gorgona Vera había popularizado Blev como tú nuevo “apodo”. —Si no es muy importante, me gustaría que por favor me dejaras seguir pensando en la justificación verbal perfecta para que el entrenador me permita irme del gimnasio por el día de hoy. Saldré después de clases y no quiero sudar.

    No querías entrometerte pero tu curiosidad te orilló a preguntarle cuáles eran sus planes.

    —Mis hermanas y yo iremos a una de nuestras playas privadas a pasar la tarde-noche. Me dijeron que estaríamos modelando nuevos trajes de baño para aparecer en el siguiente número de la revista Teen Wolf…— te explica un tanto desinteresada aún viéndose en su pequeño espejo de bolsillo. —¡Oh! Tengo una idea. Si se te ocurre una forma de irnos del gimnasio temprano, puedo llevarte conmigo. A veces me gusta posar sobre utilería viva.

    ¿Acaso Miranda Vanderbilt acababa de implicar que quería pararse, sentarse o acostarse encima de ti? Tu sueño hecho realidad. Tenías que lograr que el entrenador los dejara ir.

    Empezaste a obligar a tu cerebro a trabajar hasta que se te ocurrió una posible excusa.

    “Hay que sobornar al entrenador. No precisamente con dinero, sino directamente con lo que sabemos que compraría si tuviera dinero en sus manos: Bebidas Energéticas 100% No Adulteradas con Esteroides de Ningún Tipo™.”

    Dudando de la capacidad de tu cerebro para razonar a la primera, te da una alternativa.

    “Simplemente hay que convencer al entrenador de hablarnos de su tiempo en la guerra, y escaparnos mientras aburre al resto de la clase con cosas que probablemente ya contó”.

    A pesar de no estar en lo absoluto cerca de tener tanto dinero como Miranda como para hacer funcionar la primera opción, te enorgullecías de poder presumir que estabas más cerca de igualar el encanto de Miranda para distraer al entrenador con la otra excusa. No lo dudaste ni por un segundo antes de acercarte a demostrar tus increíbles habilidades de convencimiento, preguntándole al imponente hombre tigre sobre su época de soldado.

    —Aaaah, sí. Era el año 1965. Era joven, ingenuo y aterrado, viajando a otro continente…

    Después de la totalidad de un minuto de poner atención al monólogo semi-nostálgico del entrenador, Miranda y tú se escabulleron hacia los vestidores para agarrar sus cosas y abandonar la escuela directo hacía la que seguramente sería la mejor velada de tu vida.

    —Oh. Por. Poseidón. Lo lograste— Miranda te felicitó con una voz cantarina típica de una princesa. —Bueno, lo prometido es deuda. Espero que estés preparado para sostener mi peso ligero mientras elijo la mejor pose para la cámara. Nada de pánico escénico ¿okay?

    Cuando llegaron a la playa privada, Miranda inmediatamente te presentó como su “pieza de utilería viva para la sesión” e inmediatamente las demás princesas decidieron ignorarte y dejar a su hermanita hacer lo que quisiera contigo. Como sospechabas, prácticamente te usó de tapete, de silla y de cama. Y casi al final de una larga sesión, al fotógrafo se le ocurre proponerle a Miranda una toma con un beso falso, con la excusa de alborotar a los príncipes que no sabían de lo que se perdían al no tratar de ganarse su acuático corazón.

    No había forma de que…

    —¡¡Oh!! ¡Esa es una estupenda idea! Blev, corre, ven, que sea más adentro en el mar. El bello atardecer de fondo hará brillar mi cabello y escamas de una manera espectacular.

    No pudiste evitar sonrojarte, pero la forma en que el sol del atardecer iluminaba tu rostro probablemente lo disimulaba bastante bien. Miranda parecía estárselo tomando como toda una actriz profesional.

    Estaba tan preparada para la escena que tomó tus manos para invitarte a rodearla por la cintura, mientras ella llevaba sus brazos alrededor de tu cuello. Te susurró que te relajaras y te dejaras llevar. Funcionó.

    Fue un beso escenificado, pero no dejaba de ser un beso, y no dejaban de ser los dulces labios de una princesa. Y Miranda se apartó despacio con una sonrisa cómplice que nunca en tu vida se te va a olvidar.
     
    Última edición: 20 Octubre 2021
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  2.  
    wasabi

    wasabi Flamer Comentarista empedernido

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    Me encantó tu escrito.
    No hay manera de odiar a Miranda, su personalidad es muy peculiar pero por como la describiste no pude evitar enamorarme y hasta querer ser parte de su utilería viva. (?
    El final me dejó muy impactada, la verdad esperaba que lo matara en el agua o durante una idea loca para la sesión de fotos. Pero en vez de eso pareciera que Miranda tuvo un sentimiento, aunque podría ser solo una ilusión.

    Si vuelves a escribir algo de esta temática, invitame.
    Saludos.
     
    Última edición: 15 Febrero 2020
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