Coulrofobia

Coulrofobia

Aquí les dejo mi fobia. Espero que les guste. :) Diviertanse.

Coulrofobia​

Oscuro, muy oscuro. Él está ahí, ellos, están ahí. Con sus bocas sonriente, sus ojos chispeantes de color, y los labios rojos, tan rojos. ¿Es esa mi sangre? O es sólo maquillaje. No puedes evitarlo. En la oscuridad de tu habitación aquel siniestro regalo, no deja de verte.

¿Cómo a muchos pueden gustarles, y hasta divertirles? Es posible que estén hechizados. Los odias. ¿Cómo no hacerlo? Te ve, sin parar, en cualquier momento su sonrisa se tornara amarilla, y sangrienta.

Qué ocultan tras esa mirada macabra, los pómulos altos, y la larga melena. ¿Qué es lo que piensan? ¿Ellos pueden entenderte? Ellos se meten en tu mente, te hacen reír, y luego, en la oscuridad de la noche…Pero siguen, siguen ahí. No se van, ustedes no dejan que se vallan. Tan feos y sonrientes, tan coloridos y alegres. ¿Qué ocultan? No pueden estar siempre felices. ¡¿Por qué no logran comprenderlo?!

Estás solo en tu cuarto. Tus padres duermen, las luces están apagadas. Solo la luz de la luna se filtra por la ventana y da hasta la mesa, donde encima, duerme tu regalo. Es pequeño, pero a la vez no. Lo imitan tanto, pero dios, solo tu sabes, la maldad que se oculta bajo esa capa de alegría. Lo hipócritas que pueden llegar a ser, con tal de que caigas en su hechizo. Son tan grotescos con solo verlos, pero ustedes no lo creen así. Más bien les parecen hasta lindos.

Lo miras fijamente, él apoyado de la mesa también te mira. Un escalofrío recorre tu espalda, tus vellos se erizan. La habitación se vuelve fría, sola, lúgubre. El se ríe, se ríe de ti. Su atuendo colorido, su cabello anaranjado. No te deja dormir. En un gran esfuerzo cierras tus ojos. No escuchas su risa, pero la forma como te ve, sabes que juega contigo. Oyes tu corazón palpitar en tu cabeza.

—¿Cuánto tiempo podré resistir?

Pronto sientes como vas cayendo en un largo estupor. Sientes todo, pero estas dormido. Una fuerte tensión oprime tus piernas, no puedes moverlas. No puedes moverte, estás conciente, te mueves pero tu cuerpo no reacciona. Tu corazón se dispara, te haces presa del pánico. Cuando abres tus ojos él está ahí.

—Creíste que podrías estar tranquilo —rió chillonamente. No podías creerlo, estaba, estaba vivo. Él subía por tu cama, arrastrándose. Reía macabramente, con los labios rojos, la piel blanca, polvorosa. Las uñas se veían asquerosas y la sonrisa sádica con unos enormes caninos.

—¿Qué te he hecho? —eso fue lo único que pudiste articular, antes de comenzar a gritar.

—Nadie vendrá, nadie te escucha. Ahora estás en mi poder —el muñeco que era pequeño fue cambiando de tamaño hasta ser enorme, de un metro noventa. Se reía y reía. Mientras te alaba de la sabana y te arrastraba debajo de la cama. Entre los gritos y el desespero te aferraste a una silla, pero nada hizo por ti, tus uñas se quedaron en está mientras eras arrastrado al profundo abismo que existía bajo tu cama.

Un mundo oscuro, denso y cansino. Eso era, aquel ser te llevaba a arrastras mientras te dejaba tirado en medio de la oscuridad. Una extraña música comenzó a sonar, y miles de esas criaturas aparecieron frente a ti. Danzando y brincando riéndose de ti.

De trajes largos y blancos, con pintas de colores. O con pantaloncillos negros y camisas de rayas a colores, de zapatos largos, redondos, con globos, tortas y miradas burlonas y estremecedoras. Tu corazón se detuvo, tu garganta ardía, tus ojos hinchados. El sudor te bañaba y echaste a correr.

Aquello era plano y oscuro. Las luces fosforescentes de los asesinos tras tuyo era lo único que servia como guía.

—¡¡¡No, déjenme!!!! —gritaste despavorido. Tu cabeza no analizaba, la adrenalina estaba a millón. De pronto frente a ti otro de esos seres, detrás, por los lados. Todos te tenían atrapado.

—¡Ahora te divertirás! —decían mientras se acercaban a ti. Solo corrías, sin parar. Pero ellos no dejaban de seguirte, sus rostros deformes se impregnaban en tu mente, haciéndote correr más fuerte. El cansancio se hacia presente, ellos se acercaban, te tenían acorralado. Estabas perdido. Caíste sentando en el piso, mientras abrazabas tus piernas.

—¡Esto es un sueño! ¡Esto es un sueño! ¡Esto es un sueño! ¡Esto es un sueño! —repetías miles de veces en voz alta. Podías escuchar sus rizas encima de ti, oliendo su sudor. El vaporoso aire cargado de mal olor—. ¡Esto es un sueño! ¡Esto es un sueño!

—¡Claro que no lo es! —y cayeron encima de ti, mientras te desmembraban por partes.

—¡Víctor, Víctor! —sentías como te movían—. ¡Vamos Víctor despierta!

—¿Mamá? —la miraste confundido. Con tu respiración acelerada, la frente inundada de sudor y lagrimas que descendían aun húmedas por tus ojos.

—Estabas teniendo una pesadilla hijo.

—Lo siento. Era muy vivida.

—Tranquilo cielo, vuelve a dormir —ella acaricio tus cabellos, beso tu frente y se fue. Cuando volteaste a ver el muñeco no estaba. Asustado te levantaste, con cuidado bajaste las escaleras. Llegaste a la puerta de la cocina, y cuando abriste suavemente…

Ellos estaban ahí, esos seres infernales. Con sus cabellos coloridos, los rostros pálidos y bien maquillados, los labios rojos…Ellos estaban en tu cocina, con cuidado retrocediste hasta chocar contra algo duro y ruidoso.

Al voltear un traje colorido, una piel pálida. Ellos estaban ahí en tu casa. Ellos era también parte de tu familia. Todo había sido una farsa. Al volver a ver la cocina, sus ojos te veían y sonreían con maldad, mientras se acercaban a ti. Así que nada de aquello había sido un sueño, ellos gobernaban tu mundo. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿En qué momento?

—¡OH no! —gemiste asustado. No podías retroceder, no podías avanzar, estabas atrapado. Tu corazón volvió a latir desesperado, lagrimas de desesperación, impotencia descendían libres, y rápidas, como queriendo huir.

—¡OH sí! —respondió sonriente el que tenías atrás. Y antes de que pudieras hacer algo, escapar, buscar ayuda…Todos cayeron encima de ti. Convirtiéndote en uno más de ellos…

FIN​

 

Re: Coulrofobia

Gracias a ti y a mi Master por decir esas cosas. La verdad intente hacer mi mejor esfuerzo.

Y ahora que lo veo. Esa frasecita si quedo mal. Pero well, tengo que seguir mejorando. :) Gracias por sus comentarios.