Corazones azulados (sesshXrin)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por pomy, 26 Octubre 2009.

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    Corazones azulados (sesshXrin)
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    Corazones azulados (sesshXrin)

    Bueno, vuelvo con una nueva trama. Y sí, retomaré mis fics, lo juro.


    "Prólogo" La muerte del último pétalo de la rosa negra

    Uno detrás de otro, los alaridos de los súbditos espejos lloraban el quiebre de sus costillas. Y la danza, malvada, sufrida, vengadora, de la dama con velos negros avanzaba sin precaución por la habitación, llevando con ella el canto de la devastación. Cada accesorio de la antigua y valiosa vajilla calló, uno por uno, al piso. Y con el choque, cada viscoso trozo de engarzado tesoro se convirtió en las lágrimas que la reina ya no podía demostrar sobre su rostro, cubierto, enterrado en maquillajes.

    -¿se puede saber a qué se debe esta escena, denigrante, en esta ocasión? –preguntó, envuelto en una euforia rutilante, mientras ingresaba en la habitación escuchando los últimos suspiros de la vajilla de su muerta madre.

    -vete, vete y desaparece, maldito egoísta. Siempre me advirtieron pero yo… -la furia de la mujer incrementó al encontrarse, desde el otro lado del salón, con la mirada flameante de su esposo, con sus ataviares revueltos y sus cabellos, largos y blancos, rodeándole como un ser superior – eres la peor persona en este mundo, te maldigo maldito –lo señaló acusadoramente con su mano izquierda, la única con la cual había arrojado todo. Sus gritos se elevaron en la estancia durante los pocos segundos en que el rey quedó estupefacto, pensando, enojándose aún más.

    -escucha…-la voz varonil y poderosa ahora había cambiado de tono, no era más histérica, era completamente autoritaria, cargada de amenaza. La reina dio un paso atrás, más allá de la escena histérica, había cometido un error realmente fatal. ¿Y si el rey no estuviera dispuesto a perdonarla una vez más? –limpiarás con tus manos el desastre que has hecho, y cuando termines irás con las niñas, y las cuidarás como se debe –se volteó y caminó hacia el marco de la puerta.

    Ella, que había sido reconocida en su juventud por la vida que abundaba en sus ansiosos ojos. Que había sido condecorada con títulos de intelectual, que había sido llamada ‘la más bella’ en sus días, quien había sentido una profunda parsimonia en su andar orgulloso por la vida, era ahora un vestigio de lo que fue. Inmersa en una profunda vergüenza, no podía seguir así. Y él, que la había amado con tanta pasión… ahora estaba con otras, delante de sus vasallos, de sus sirvientes, de sus propios padres, faltándole déspotamente el respeto.

    Pero cuando su furia se extinguió y de pronto demostró esa máscara fría y desafiante, que en medio de su esplendor pareció susurrarle ‘compórtate, niña, que eres mi lacaya’ la mujer se sintió indignada. Se había sentido triste, se había sentido irrespetada, se había sentido desafiada… pero siempre la respuesta había despertado pasión. Ahora, solo esto le quedaba… un puesto en el gran castillo. Ya no podía seguir así.

    Caminó detrás del galante rey, que con pasos seguros avanzaba ahora por el pasillo conector a la sala principal. Sus ropajes rojos cosidos con dibujos de oro flameaban detrás de él y sus cabellos se deslizaban burlones delante del rostro de la mujer. Una bella y blanca mano, limpia, suave, se posó histéricamente sobre su hombro izquierdo.

    En medio del sobresalto del hombre, quien se volteó desprevenido, inmerso aún en sus pensamientos, la mano de la mujer abofeteó su puro y cuidado rostro.

    Solo eso, solo eso faltaba de ella. La furia del rey estaba ahora ahogada en otro divague, en otro sentimiento. ¿Golpearlo? ¿Quién, en todo el reino podría atreverse? Y la miró, con ojos ocultos en velos de sabiduría y guerra. Esta ignorante mujer, investida en su lujuria arrasadora, en su amor por las joyas y las bebidas, que lo ignoraba durante los banquetes, consiente solamente de su maquillaje. Sucia, desconfiada y celosa. ¿Ella le había pegado?

    Caminó velozmente hacia ella, la tomó en un solo movimiento de la cintura y la arrojó contra una mesa cercana. El torso enfajado de la mujer chocó contra el centro de mesa y lo hizo estallar con un ruido escandaloso. Sus ropas estaban empapadas y las flores regadas debajo de su escote. Y ella, sin aliento y sin entender las intenciones, se quedó inmóvil, degustando oculto debajo de su ingenuidad que él aún podía reaccionar ante ella.

    El rey enfurecido, tomó las capas que conformaban la ridícula pollera de la reina y comenzó a levantarlas bruscamente. La mujer se incomodó al instante, a sabiendas de ambos que los sirvientes estarían seguramente observando todo. La impunidad del acto siguió, ella lo había golpeado y dado el derecho completo al rey de actuar consecuentemente. Uno, dos, tres… el dolor no era el peor sufrimiento. La imagen deformada de la mesa esfumándose en sus gritos pidiendo piedad, clamando el cese de esa declaración tan ruin e intolerable, el frío rigor de la madera y las flores deshaciéndose con la fricción del corset, y ella entre medio, siendo ultrajada de la manera más despreciable. Uno, dos, tres, y los gruñidos del macho imponiéndose ante ella. ‘soy tu rey, tu amo, y has osado a levantarme la mano’ cada arremetimiento era más poderoso, más doloroso, más fuerte, más destructor. Uno, dos, tres, el llanto de cada vidrio roto sobre el piso eran ahora eco del movimiento que la desgarraba.

    Y la reina, ahora convertida en un objeto sexual, entendió el mensaje. Ella ya no era quien había sido, era ahora un mero objeto, sin vida, sin pasiones ni libertades… cuan engañada estaba, en el momento justo en que su corazón latió esperanzado ante la idea de que él aún la amara. ¿Qué amor podría existir debajo de esa corona? Violada, tomada por la fuerza delante de todo el reino… y las risas de las niñas, que curiosas se acercaban corriendo por los corredores.

    El rey la arrojó al piso en el instante mismo en que dejó de embestirla.

    -vístete –su tono áspero rebotó contra los cuadros de sus ancestros –que las niñas no te vean, desastre.

    Y entonces ella sintió el frío roce de una lágrima, la primera en su vida. Maldito él por haberle hecho eso, maldito todo el maldito reino… se levanto como pudo, acomodándose la ropa, y sin verle el rostro a ninguna de sus niñas, cerró de un portazo la puerta de su habitación, y en ella se durmió, arrullada por un llanto frío y confuso, envuelta en dolor.
     
  2.  
    Asurama

    Asurama Usuario popular

    Cáncer
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    Re: Corazones azulados (sesshXrin)

    Increible comienzo para una historia, me atrapó el prólogo. Escribís bien, no te noté errores, salvo una coma, me parece. xD
    Como se odian esos dos, es lo que llamaría una relación enferma, aplicaste un buen lime. Me gustaría saber lo que sigue.
    Espero que retomes tus fics y que continúes con este. Bueno, te sigue una lectora.
    Y te invito a leer Eclipse Total. Nos estamos escribiendo.
    Luchy.
     
  3.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: Corazones azulados (sesshXrin)

    Como siempre una obra fascinante, no tengo queja alguna, pero te confieso que me da miedo enamorarme de tus historias porque hasta ahora creo que no has terminado ninguna ¬¬, en fin, soy una masoquista al igual quee la reina de tu relato XD

    Me sorprendio ver la pareja que escogiste, supongo que el rey es Sesshomaru y la reina Rin, algo drastico el inicio pero me gusta, en un pequeño prologo expresaste muy bien tanto odio, sufrimiento e impoten cia de una mujer sometida a los deseos de un rey cruel, excelente pomy, veo que regresaste con todo :cool:

    Estaré vigilandote de cerca, mientras pueda.
     

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