de Inuyasha - Corazon encadenado (inuyashaxaome) (+17)

Hola a todos los seguidores de este fic ya les traje conti espero les guste, créanme ya falta poco para el tan ansiado final no desesperen jeje sin más aqui la conti

Capítulo 19: Una hermosa notica, una trampa próxima

Mientras tanto en la empresa Karisawa, Inuyasha se encontraba en la oficina de la señora kaede, mientras sus pensamientos no cesaban del hecho de que ese tal Naraku intentase algo en contra de la empresa o bien en contra de la señora Kaede, sin embargo lo mejor en aquel momento era no dar sospechas y actuar de forma natural, pero todo casi se viene abajo cuando vio entrar precisamente a ese sujeto por la puerta.

—Disculpa joven Inuyasha al parecer lo que me dijeron era cierto, la señora Kaede ¿aún sigue de viaje no es así?— dijo fingiendo una sonrisa

—Así es— contesto secamente Inuyasha mientras le dirigía una mirada de rabia

—Y dígame ¿Cómo está su novia?— pregunto con cinismo

—No creo que le interese— seguía contestando Inuyasha con el mismo tono seco tratando de controlar sus deseos de golpearlo

—Déjeme decirle que es muy afortunado en tener una novia tan hermosa como es la señorita Aome— decía haciendo enojar aún más a Inuyasha
Inuyasha empuñaba los puños con rencor, mientras trataba de contener sus deseos de agarrarlo a golpes, sin embargo esté decidió retirarse mientras se daba cuenta de la reacción de mi amado.

—Bueno joven Inuyasha, me retiro tengo muchas cosas por hacer— dijo con sonrisa malévola

Inuyasha solo se limitó a verlo abandonar la oficina, mientras su sospecha y odio crecían más hacia aquel sujeto, no sabía por qué pero presentía algo, algo muy malo que iba suceder.
Toda la tarde busco información de Naraku, algo que le dijese que él tenía antecedentes o que bien planeaba algo malo en contra de la empresa, sin embargo no encontró nada, ni un registro de algún desfalco ni nada, pareciese que ese tipo tenía toda su jugada perfecta.

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Más tarde en casa de la señora Kaede, Sango y Aome habían estado hablando del embarazo de esta, sobre qué nombre le pondrían, ropa de bebes, y todo sobre aquello, mientras la dos estaban felices ante aquella dulce y maravillosa noticia.

—Ay amiga no sabes lo feliz que estoy de saber que estas embarazada ¡Seré tía! Jeje— decía feliz Sango

—Sí amiga no sabes lo feliz que estoy, cuando Inuyasha lo sepa se pondrá tan feliz— dije igual de feliz

—Sin duda tienes que decírselo en cuanto llegue escuchaste, él debe saberlo en seguida porque es el padre de ese bebé—

—Sí en cuanto llegue se lo diré de inmediato— dije contenta

—Bueno amiga yo debo irme, que de verme con Miroku en mi casa para cenar— dijo mientras tomaba su bolso y se encaminaba conmigo hacia la salida

—Valla así que tendrán una velada romántica ¿eh?— dije en tono pícaro

—Pues sí jeje, bueno amiga que estés mejor y cuídate mucho sobre todo ahora—me dijo mientras acariciaba mi vientre

—Sí gracias amiga gracias y estamos en contacto— dije mientras me despedía de ella de beso en la mejilla

Mire mientras Sango se iba al mismo tiempo que sonreía para mí misma, no podía creer que estuviese embarazada, me sentía feliz cada vez que imaginaba el rostro de mi amado Inuyasha al saberlo, oh dios ya deseaba que regresara para decírselo.

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Mientras tanto en otra parte, exactamente en la oficina de Naraku, una mujer de edad algo madura llegaba a la puerta no sin antes pedir permiso antes de entrar.

—Ya estoy aquí señor Naraku— dijo la mujer en la puerta

—Ah Mitsuko pasa por favor— contesto el hombre

La mujer obedeció y tomo asiento frente del escritorio, mientras el sujeto cruzaba las manos.

—Para que me llamo señor Naraku— pregunto ella

—Necesito que me hagas un favor muy importante, pero escúchame muy bien nadie debe saberlo tú sabes muy bien como pasar de ser percibida—

—Usted sabe que ese es mi trabajo, dígame que debo hacer—

—Bien esto es lo que necesito que hagas— dijo con una sonrisa malvada

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Más tarde, Inuyasha regresaba a casa, mientras aún seguía pensando en ese miserable de Naraku y ese mal presentimiento que aún se albergaba en su mente.
Salió de su auto y se dirigió al interior de la casa, mientras yo lo esperaba ansiosa y feliz en la sala, al entrar voltee rápidamente hacia él y una sonrisa se dibujó en mi rostro al verlo, no pude aguantar más y fui corriendo a abrazarlo lo que lo sorprendió.

—Inuyasha mi amor no sabes lo mucho que deseaba que ya estuvieras aquí— decía mientras lo abrazaba fuertemente

—Hola princesa pero que recibimiento tan genial debería demorarme en venir más seguido— dijo en tono de broma

—Inuyasha hay algo que debo decirte, algo importante— dije en tono de felicidad, mientras tomábamos asiento en uno de los muebles

—Bueno linda dime que eso tan importante que debes decirme— me dijo Inuyasha mirándome dulcemente

Suspire antes de hablar mientras tomaba sus manos mirándolo fijamente a lo cual él sonrió extrañado.

—Inuyasha…estoy embarazada— musite con una dulce sonrisa

Mi amado ojidorado quedo estático ante mi confesión pero inmediatamente una sonrisa enorme se dibujó en su rostro, mientras sus ojos se ponían algo llorosos me abrazó fuertemente a lo que yo correspondí de inmediato.

—A-Aome mi amor ¿Es cierto lo que dices? ¿Realmente estas embarazada?— me pregunto feliz

—Sí mi vida lo estoy, vamos a tener un hijo tuyo y mío— conteste con felicidad

— ¡No sabes lo feliz que me haces hermosa, me has hecho el hombre más feliz del mundo!— me dijo mi amado inundado en felicidad

Los dos nos quedamos abrazados por un rato mientras Inuyasha me susurraba al oído cuanto me amaba y lo feliz que era al saber que sería padre, incluso me confeso que soñaba lo mismo cuando estaba al lado de Kikyo pero nunca lo planearon seriamente, más sin embargo ahora estaba tan feliz, tan pleno, ya no le importaba la opinión injusta de las demás personas, ya no le interesaría que dirían al verlo en la calle conmigo y nuestro hijo, ahora sabía que debía ser muy fuerte por el bien de nuestro hijo.

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En otra parte, exactamente en casa de Sango, ella y Miroku disfrutaban de una alegre cena de pareja, mientras los dos reían a causa de bromas previas entre los dos, realmente se amaban mucho y eso los hacía felices.

—Sabes amor, esta tarde que fui a casa de Aome me dijo una hermosa noticia está embarazada ¿Puedes creerlo?— dijo la castaña con una sonrisa

—Valla ya me imagino lo feliz que debe estar Inuyasha por la noticia, recuerdo que cuando éramos niños él siempre decía que quería tener muchos hijos cuando creciera— dijo Miroku con una sonrisa por aquellos recuerdos

— ¿De verdad? Entonces su sueño ya se ha cumplido— dijo divertida Sango
— ¿Qué te parece si ahora mismo cumplimos los nuestros?— susurro seductoramente el joven en el cuello de la castaña estremeciéndola

—Me parece bien— contesto ella juguetona mientras lo besaba con pasión

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Al otro día, una joven de tez blanca y ojos de mirada fría despertaba ante la luz del día, se encontraba en una pequeña habitación que le había brindado su buena amiga Hiromi, ya que desde que le había regresado el departamento a Naraku no tenía donde quedarse.

—Creo que le mejor es levantarse— dijo la chica al mismo tiempo que se levantaba y comenzaba a vestirse

Ahora se encontraba en el comedor desayunando con su amiga Hiromi mientras un mal presentimiento la invadía en ese momento

—Kikyo ¿Pasa algo malo? Es que te eh visto algo preocupada estos días— dijo la rubia a la pelinegra mientras esta la miraba seria

—No es nada es solo que siento un mal presentimiento…pero quizá es solo mi imaginación— contesto con una semi sonrisa

De repente el sonido del celular de la pelinegra la hizo reaccionar de inmediato para luego contestar algo confundida, normalmente no recibía muchas llamadas ya que no conocía a muchas personas

— ¿Hola?— contesto de inmediato

—Hola ¿hablo con Kikyo Hirasama?— dijo la voz de una mujer extraña

—Si ella habla ¿Qué se le ofrece?— contesto la chica

—Mi nombre es Mitsuko sé que usted no me conoce pero por favor escuche lo que lo voy a decir— dijo la mujer

—Oiga no sé quién es usted pero lo mejor será que…— decía cuando

— ¡No! Por favor no cuelgue es algo importante tengo información de Naraku Hokoto— dijo haciendo que Kikyo se quedara sorprendida y decidiera escuchar a aquella mujer

— ¿Qué quiere decir con información?— pregunto la pelinegra

—Bueno es que yo trabaje para él antes como su asistente sin embargo me hizo un fraude en préstamo que le hice, aunque yo decidí seguir trabajando para él sin que él lo supiera así buscaría la forma de inculparlo por todos los desfalcos que había cometido, como él me tenía mucha confianza me decía las cosas que hacía y sus planes, entonces conseguí varias copias de los fraudes que hizo—

—Pero si usted tiene todo eso que dice ¿Por qué me busco a mí?— pregunto la pelinegra

—Porque usted también tiene motivos para inculpar a ese maldito, él me dijo lo que le hizo a su padre, y es por eso que si las dos nos unimos podremos refundirlo en la cárcel— dijo la mujer

Kikyo dudo un pero entonces pensó, si era cierto que esa mujer tenía todas esas pruebas entonces al fin podría vengarse de aquel maldito que le quito la vida a su padre.

—Muy bien cuente conmigo— contesto segura

—Entonces que le parece si nos vemos en esta dirección— le dijo mientras la joven apuntaba la dirección

—Bien nos vemos ahí y gracias— dijo Kikyo
—Al contrario gracias a usted señorita por apoyarme— dijo para luego colgar

Inmediatamente Kikyo se quedó pensando mientras se dirigía a su habitación para cambiarse

— ¿Sucedió algo Kikyo?— pregunto su amiga

—Oh no, nada Hiromi voy a salir un momento está bien— dijo fingiendo tono despreocupado, mientras buscaba ropa para cambiarse

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—Dime ¿Te creyó?— pregunto una voz siniestra

—Ja ja lo creyó todo la muy tonta— dijo una mujer

—Ja ja perfecto, tu nunca me decepcionas Mitsuko, no te preocupes yo me encargo del resto— dijo en tono malvado

—Usted sabe que siempre estoy a su servicio señor—

—Toma— dijo entregándole un rollo de dinero

—Gracias señor Naraku, cualquier otra cosa que necesite solo llámeme— contesto en tono oscuro

—Lo sé Mitsuko, sé que cuento contigo, es más creo que necesito otro favor tuyo— dijo mientras una sonrisa malvada se dibujaba en su rostro

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Mientras tanto Kikyo se dirigía hacia el lugar donde le había dicho aquella mujer, era un lugar algo apartado del centro de la ciudad, en un barrio de los más apartados y pobres de la ciudad, no mucha gente circulaba por los alrededores, las casas se veían algo desgastadas y abandonadas, comenzó a caminar más rápido, no sabía porque pero ese lugar no le gustaba, finalmente llego al lugar acordado, era un pequeño parque igual de abandonado, sin embargo le pareció raro no ver a aquella mujer allí.

—Qué raro, esta es la dirección y el lugar— pensó la chica

De inmediato una camioneta grande y de vidrios polarizados comenzó a seguirla por la avenida de aquel parque, Kikyo se dio cuenta y comenzó a caminar más rápido tratando de alejarse pero entonces el vehículo acelero y ella asustada comenzó a correr, de pronto la camioneta igualo su velocidad y los brazos de unos hombres la metieron a la fuerza en el interior del vehículo tapándole la boca para que está evitase gritar, la chica pensaba en aquel momento.

—Dios ¿Quiénes son estos tipos, por qué a mí? ¡Que alguien me ayude por favor!— pensaba desesperada la chica mientras era amordazada y atada de pies y manos

Bueno hasta aquí en cap. 19 Espero les haya gustado, nos vemos en la siguiente conti

¡¡Saludos y sayonara¡¡;)

 

Hola a todos les traigo conti, ya vienen los ultimos cap, así que atentos mis lectores, sin más aqui la conti

Capítulo 20: la Trampa

Despertó pesadamente, al parecer la habían sedado para llevarla a hasta aquel lugar desconocido, parpadeo un poco para darse cuenta de donde se encontraba, era un lugar oscuro, como un pequeño cuarto viejo, tenía solo una ventana y estaba toda rota, las paredes viejas y manchadas, realmente era un lugar funesto.

Se dio cuenta que estaba amarrada de los pies y de las manos, así como amordazada de la boca, sentía una fuerte punzada de ardor en las muñecas por la fuerza de los amarres de las manos mientras el temor se apoderaba de ella, de inmediato sospecho que Naraku estaba detrás de todo y sus sospechas se hicieron ciertas al verlo entrar y acercarse a ella con sonrisa malévola mientras le retiraba la venda de la boca.

—Hola Kikyo volvemos a vernos querida— dijo con voz triunfante

—Naraku sabía que tú estabas detrás de todo esto eres un…— decía cuando este la interrumpió antes de terminar

—Ah ah no es bien visto que una señorita como tú digas malas palabras ¿o sí?— dijo con voz malvada

—Maldito no te saldrás con la tuya— dijo la joven pelinegra con rencor

—Créeme que no me dan miedo tus amenazas querida— dijo en tono despreocupado

—Pues deberías por que pronto todos tus planes se vendrán abajo— contesto ella con una sonrisa

—Eso ya lo veremos querida Kikyo pero no te preocupes pronto estarás muy bien acompañada— dijo mientras sonreía con maldad

— ¿A qué te refieres? ¿De qué hablas?— dijo preocupada la chica

—Todo a su momento querida, todo a su momento— contesto mientras salía de la habitación dejando a Kikyo preocupada

—Muy pronto estarás aquí mi hermosa niña muy pronto— pensaba el malvado Naraku en ese momento

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Mientras tanto en casa de la señora Kaede, Inuyasha y yo no cabíamos de la felicidad por mi embarazo, quisimos darle la noticia a la señora Kaede de inmediato así que la contactamos vía telefónica ya que aún se encontraba de viaje.

— ¿Hola?— contesto la señora Kaede a la llamada

—Hola señora Kaede soy yo Aome— conteste

—Hola querida ¿cómo estás? Y ¿Cómo está mi hijo?— pregunto contenta

—Bien señora Kaede muy bien, los dos estamos bien ¿y usted cómo está?— pregunte

—Bien querida, pero la buena noticia es que ya termine mi trabajo aquí así que a más tardar mañana estaré de regreso— me dijo contenta

—Oh que agradable noticia señora Kaede pero hay otra buena noticia que debemos darle— dije feliz

— ¿De verdad?— pregunto sorprendida

—Si bueno señora Kaede yo…estoy embarazada— musite feliz mientras Inuyasha me abrazaba de la cintura y colocaba una de sus manos en mi vientre

— ¡Oh querida que felicidad! Es una hermosa noticia— decía con felicidad la señora Kaede

—Sí estamos tan felices su hijo y yo señora Kaede, no sabe cuánto— dije feliz

Inuyasha me sonreía y yo también lo hacía estábamos felices, tan felices que no podíamos creer aquella mágica felicidad parecía que se trataba de un sueño, un hermoso sueño del que no deseábamos despertar.

Más tarde después de la llamada a la señora Kaede, Sango y yo decidimos salir de paseo, me había convencido para salir a comprar ropita para él bebe, ella estaba muy emocionada y yo también la verdad es que me sentía tan feliz solo de imaginar ver a ese hermoso pequeño en mis brazos, ver su hermosa carita y esos hermosos ojitos dorados iguales a los de su padre.

Había terminado de vestirme cuando Sango llego a la casa para irnos, me despedía de mi amado mientras me abrazaba fuertemente a o que yo me sorprendí no sabía por qué me abrazaba con tanta vehemencia.

—Amor ¿Qué pasa?— pregunte aun en sus fuertes brazos

—Nada linda es solo que siento un mal presentimiento, mejor no vallas— me rogo mientras más me abrazaba

—Ay cariño no te preocupes ya verás que no me pasará nada te lo prometo— dije dándole un tierno beso en los labios mientras me separaba lentamente de él

—Bien, cuídense mucho las dos— nos dijo Inuyasha a mí y a Sango mientras salíamos de la casa

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Mientras tanto Kikyo aún se encontraba preocupada por lo que Naraku le había dicho, sabía que tramaba algo detrás todo lo del secuestro, pero ¿Qué era?

— ¡Maldita sea Naraku, que te propones con todo esto!— grito la chica con rabia mientras trataba inútilmente de soltarse

— ¡Cállate muñeca si no quieres que callemos a tiros!— dijo uno de los tipos que cuidaban aquel andrajoso lugar

— ¡No me voy a callar, hasta que me saquen de aquí!— dijo Kikyo con rencor

—Es inútil que grites, nadie podrá escucharte— decía Naraku entrando a la habitación

La chica solo se limitó a mirarlo con odio

—Te tengo buenas noticias querida, tu compañera vendrá pronto, ya no te sentirás sola— dijo con sonrisa malvada

— ¿Mi compañera? ¡De que rayos hablas maldito!— dijo la joven enojada

—Solo espera y verás— dijo para luego irse dejando a la chica confundida

La chica quedó confundida y preocupada, ¿Compañera?, ¿a que se refería con eso?, acaso ¿Secuestraria a alguien más?, todas esas preguntas rondaban con preocupación la mente de la pelinegra mientras su miedo a no ser rescatada crecía más y más.

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Llegamos al centro de la cuidad don de muchas tiendas de todo tipo adornaban la hermosa ciudad, el día era perfecto estaba feliz y muy hambrienta probablemente por los antojos del embarazo incluso me había comido como cinco helados de chocolate y Sango tuvo casi que detenerme, realmente parecía un troglodita.

Caminamos por muchas tiendas hasta que decidimos detenernos en un restaurante para comer la verdad es que tenía antojo de comer de todo del menú a lo que Sango solo sonreía.

—Mmm…se ve deliciosa la ensalada de piña, jamón de pavo y yogurt…ah también el bagget de jamón se ve delicioso y un postre de frutas— decía con hambre feroz

—Je je valla amiga veo que ese bebe realmente tiene hambre— decía entre risas Sango

—Eso parece— conteste sonriendo

De repente una extraña mujer algo madura se acercó a nosotras con muchas bolsas de mandado en sus manos.

—Disculpe señorita si la molesto pero ¿me podría ayudar a llevar estas bolsas a mi auto? Es que están muy pesadas y nadie más desea ayudarme— pregunto de manera inocente

—Oh claro no se preocupe yo la ayudo— dije de forma amable

— ¿Quieres que te acompañe Aome?— dijo mi amiga Sango con cara al preocupada al parecer no le daba muy buena espina aquella mujer

—No te preocupes Sango vuelvo en seguida— conteste despreocupada mientras iba con aquella mujer hacia el estacionamiento trasero del local, estaba completamente vacío, al caminar vi una camioneta negra cerrada con vidrios polarizados muy extraña.

— ¿Ese es su auto señora?— pregunte mientras nos acercábamos

—Si querida vamos a meter las bolsas en la parte de atrás— me contesto mientras nos acercábamos al vehículo, fue entonces que al abrir la cajuela del auto unos hombres dentro salían y me tomaban de las manos para llevarme al interior.

— ¡Pero que pasa! ¡Suéltenme!, ¿quiénes son ustedes? ¡Suéltenme, ayuda!— decía gritando pero nadie me escuchaba

En ese momento Sango había decidido alcanzarme porque no le daba mucha confianza esa mujer y al ver que esos hombres me metían a la fuerza a aquella camioneta se alteró.

— ¡Aome, Aome!— me gritaba Sango desesperada mientras la mujer se subía rápidamente a la camioneta y esta avanzaba rápidamente

—Dios mío no Aome, amiga— decía Sango angustiada mientras lloraba desconsoladamente

Por mí parte, iba dentro de aquel auto mientras me ataban de manos y pies me amordazaban de la boca, mientras aquella despreciable mujer se volteaba a mirarme desde el copiloto y yo la miraba con odio.

—No me mires así cariño, créeme que yo no tengo nada contra ti— me dijo de forma burlona

Sentía mucho miedo, no solo por mí ni por el hecho de que estaba siendo secuestrada si no tenía miedo de perder a mí bebe que no tenía la culpa de nada, y también la gran angustia que esto acarrearía a mi amado Inuyasha.

Bueno hasta aqui el cap 20, espero les haya gustado

¡¡Saludos y sayonara!!