Corazón Herido

am...solo quiero decir que soy un poco nueva en este sitio y esto es lo primero que escribo para la actividad "Amor vs Desamor" y aunque se que llegué un poco tarde me esforcé demasiado. por lo mismo de la escuela no he podido pasar mucho tiempo aquí...de verdad lo siento, solo esper que les guste...
Corazón Herido
Desde la oscuridad siempre la estaría observando y callando los pensamientos que brotaban dichosos en mi mente, resonando como notas musicales. Ella era mayor que yo y aún así le amaba hasta el más profundo de mis órganos vitales que estallaban de emoción cuando ella nos visitaba a mi hermano mayor y a mí.

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Sé que soy corto de edad pero doce años deben ser suficientes para saber lo que es el amor y lo que es amar, porque jamás había sentido estas cosquillas en mi vientre cuando ella me sonreía. Sin embargo un sentimiento completamente desconocido para mí afloraba mi pecho, inundando mi pequeño cuerpo, cuando mi hermano de catorce años se le acercaba para depositar caricias con los labios en sus rosadas mejillas pero aumentaba más cuando ella le correspondía y sus ojos azules brillaban como el mar. Me era intolerable seguir así, callando esos sentimientos, reprimiendo el dolor de mi pequeño e indescifrable cuerpo.

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El tiempo paso, para ser exactos dos años más y el amor que sentía por ella ahora era más claro, tenía la necesidad de decírselo cuanto antes, sentía la necesidad de gritarle si era preciso a los vientos cuanto añoraba su presencia. Tan pronto el timbre de la escuela sonó, tomé la mochila con la que había cargado desde los doce años y corrí a toda prisa por las calles y callejones hasta encontrar lo que buscaba: su hogar.

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Todo el tiempo se detuvo cuando la vi abrazarse con mi hermano, pero eso no fue suficiente, pues a los pocos segundos, sus labios con los que tanto había soñado de pequeño encontraron espacio en los de mi hermano, convirtiéndose en más que un gesto de despedida
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El mundo me daba vueltas, el dolor era increíblemente insoportable, el corazón palpitaba más aprisa y podía jurar escuchar la sangre correr rápidamente por las venas. Caí al duro y frío suelo, esperando que el sol del atardecer se ocultara en el horizonte y junto con él mi último latido.

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Ahora lo último que recuerdo, fue cuando cerré los ojos, los gritos desesperados de los doctores diciendo que era un infarto (¡Un infarto a mí edad! Debí enterarme que tenía problemas de corazón desde pequeño) para finalmente posarse a el ruido casi sordo de un corazón que poco después paró su caminata. Ella me había matado, me había asesinado y aún así en mi pequeño cuerpo a mi corta edad, aún muerto la seguía amando con el corazón herido.

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