Experimento Conversaciones de baretos

Tema en 'Literatura experimental' iniciado por NNIN, 2 Agosto 2017.

  1.  
    NNIN

    NNIN Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    3 Marzo 2017
    Mensajes:
    80
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Conversaciones de baretos
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    225
    Prefacio
    Todos nos hemos sorprendido alguna vez al escuchar las conversaciones que pueden transcurrir en los bares, y todos hemos sido partícipes de una de estas conversaciones.
    Nuestras vidas transcurren aquí, seamos más de tascas de pueblo, cafés de barrio o pubs de centro-ciudad, nos reunimos allí con la gente, amigos, compañeros, familiares, y por eso mismo, las mejores conversaciones siempre se llevan a cabo en locales de este estilo, siempre, ya hayas roto con tu pareja, discutido con un amigo, robado a tu jefe, matado a alguien, o establecido contacto con una raza extraterrestre, es el lugar idóneo para compartir tus alegrías y tus penas, solo, acompañado o en un estado de delirio en que no se atreve nadie a preguntarte con quién carajo hablas.
    Y es que en verdad, amarrado a una botella, hundido en la esquina más oscura del más patético tugurio, puede surgir un fugaz filósofo; tomando una taza de café mirando melancólico por la ventana,puede surgir un risueño poeta; y en la sobremesa más prolongada, surge entre desentendidos, la solución al hambre y a las guerras en el mundo.
    Eso hacen los baretos por la humanidad, sin que nadie se pare a darles las gracias.
    Por eso yo les dedico este libro.
    Por que un mundo sin baretos, no sería mundo.
     
    Última edición: 3 Septiembre 2017
  2.  
    NNIN

    NNIN Entusiasta

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    Título:
    Conversaciones de baretos
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1750
    0:00 del lunes

    Anatomía facial cotidiana




    Bar "La Garterana", unas pocas mesas aquí y allá riegan el local, la mayoría vacías. En la barra sólo el camarero y un par de clientes, Álex y Marcos, discuten sobre los temas de la vida, con descansos reflexivos interválicos que son acompañados de algún que otro sorbo de las cañas que tira el tabernero para agilizar la conversación, así como asegurarse de que sendos gaznates se mantengan mojados y operativos para poder proseguir los acalorados debates que tienen lugar entre ambos(pues el mesero es un mero espectador y, en las ocasiones ya citadas, el asistente técnico de boxes).




    Álex:(En tono explicativo y un tanto excitado por el transcurso de la noche de conversación) ...y no me preguntes cómo, no se dio cuenta de que la guiñaba el ojo y la hacía gestos para que me siguiera, ¡y la tenía ya casi en el bote!

    Marcos:(Riéndose hasta ponerse rojo) ¡Pero tú que la ibas a tener en el bote, fantasma!

    Álex: ¡Te lo juro!

    Marcos: (En un evidente tono sarcástico) Claro...seguro que lo que pasó fue que no te vio bien, o no te entendió bien.

    Álex: Pues sí, seguro que fue eso.

    Marcos: (Aún más sarcástico) O quizás creyó que se te había metido algo en el ojo.

    Álex: (Defendiendo sus argumentos) Pues puede ser perfectamente qué...

    Marcos: (Interrumpiéndole) ¿Cómo puede alguien confundir un guiño de ojos sensual y sugerente con que se te meta algo en el ojo?, se nota a la legua la diferencia.

    Álex: ¿En qué?

    Marcos: Yo qué sé…(Dudando) en el contexto...

    Álex: Esa es tu respuesta para todo, echarle la culpa al contexto, ¿qué contexto es necesario cuando uno guiña un ojo para que se le entienda?

    Marcos: (Tras tomar un trago) Y yo qué sé, quizá es que cuando guiñas un ojo de forma sensual alzas una ceja y bajas la otra, y cuando se te mete algo en el ojo...

    Álex: (Tras un trago apresurado para poder contestar con firmeza) ¡Lloras!

    Marcos: ¿Qué?

    Alex: (De nuevo explicativo) Digo que cuando se te mete algo en el ojo lloras y te rascas por que te molesta.

    Marcos: Ah, ya, claro(aprovechando para tomar otro trago).

    Álex: Pues eso, que como puede confundirse que me llore el ojo y que me lo rasque con...¿qué era lo otro que habías dicho?

    Marcos: Arquear la ceja.

    Álex: (Extrañado)¿Hacer qué?

    Marcos: (Extrañado ante la extrañación del primero) No me digas qué no sabes arquear una ceja.

    Álex: (Molesto) ¿Me puedes decir de una puñetera vez qué es eso?

    Marcos: ¡Pos tío, lo dice la palabra, arquear, hacer un arco, subir la ceja!

    Álex: (Levantando ambas cejas al mismo tiempo) ¿Esto?

    Marcos: No te enteras, sólo una ceja.

    Álex: (Sorprendido) ¿Sólo una ceja?

    Marcos: (Sorprendido de la sorpresa del primero) "¿Sólo una ceja?", lo dices como si te hablase de algo imposible.

    Álex: (Ofendido) Para mi lo es(Bebe ofendido).

    Marcos: (Arqueando la ceja izquierda) ¡¿En serio no te sale hacer esto?!

    Álex: (Aún ofendido) Pues no, ¿algún problema con eso?

    Marcos: (Tratando de disculparse, pero sin poder aguantarse la risa) Venga, no te enfades(Dando mate al vaso)Sólo es que me hace gracia que no sepas hacer algo tan sencillo como arquear una ceja.

    Álex: Ni que fuese nada del otro mundo(Acabando la caña e indicando al camarero que le sirva otra), seguro que hay un montón de gente que no sabe.

    Marcos: Que va a haber…

    Álex: (Parando al camarero con la mano) Jorge, ¿tú sabes arquear la ceja?

    Camarero Jorge: (Un poco extrañado) Claro…

    Marcos: (Sobradamente satisfecho de la respuesta del camarero) ¡¿Lo ves?!

    Camarero Jorge: (Sorprendido por la reacción de Marcos) ¿Por qué? (“En guardia”) ¿Qué pasa?, ¿qué he dicho?

    Marcos: (Riéndose de nuevo) ¡Que Álex no sabe arquear la ceja!

    Álex se encoge con tristeza y enfado mirando al suelo.

    Camarero Jorge: Bueno, tampoco es para tanto, conozco a un montón de gente que sólo sabe arquear una, gente que no sabe levantar ninguna, gente que no sabe guiñar un ojo, gente que mueve las orejas, …

    Álex: ¡¿Ves?!

    Marcos: (A Jorge sin atender a lo que le dice Álex) ¿En serio?, o sea, yo sólo sé arquear una ceja, pero… (Ignorando aún a su amigo que al oír esta declaración le mira con desaprobación y le da una colleja) ¿las orejas?

    Camarero Jorge: (Asintiendo con la cabeza) Las orejas, la nariz, la lengua, todo se puede mover de una u otra forma.

    Marcos: (Tras un ladeo de cabeza como muestra de asombro bebe) ¡Vaya!, pero, ¿cómo…?

    Camarero Jorge: En realidad tiene bastante lógica, la cara se compone de cientos de músculos, y sólo se domina el movimiento de aquellos músculos que se usan mucho, la cara no es una excepción.

    Álex: ¡Guau!, ¿cómo crees podría ejercitar esos músculos para poder mover la ceja y las orejas?

    Camarero Jorge: (Encogiéndose de hombros) No tengo ni idea, pero es digno de estudio. (Afirmativo) Seguro que los médicos lo estudian, y…¿los actores?

    Álex: (Con un ligero toque de decepción)No conozco ni a ningún actor ni a ningún médico al que preguntarles.

    Marcos: (Tras rematar el vaso de tubo) Espera… (Inspirado) , ¿qué es lo que determina que uno sea capaz de mover a voluntad esos músculos?, ¿será que son gestos que uno aprende a hacer cuando apenas tiene meses y luego es incapaz de saber cómo los hace?

    Álex: (Que también ha acabado ya su cerveza, y se siente inspirado también) Podría ser, por que uno nunca piensa en mover músculos, sino en realizar un gesto, y automáticamente su cara contrae los músculos necesarios para conseguir poner la cara deseada.

    Marcos: Podría ser…

    Marcos se quita el zapato y sube el pie a la barra ante la sorpresa de sus contertulianos.

    Álex: ¡Pero qué coño haces, tío!

    Marcos: (Ignorando a su amigo se quita el calcetín) Mira (Chasqueando el dedo gordo del pie) , yo sólo sé hacer esto con el pie izquierdo, pero mi hermano sabe hacerlo con los dos.

    Álex: (Que no sale de su asombro) ¡¿Cómo haces eso?!

    Marcos: Ni puta idea. Es como lo que decíamos de la ceja, al hacer esto yo sólo pienso en chasquear el dedo, no en mover ningún músculo.

    Camarero Jorge: (Furioso) ¡¡Baja tu asqueroso pie de la mesa!!

    Marcos: (Baja el pie y se calza mientras habla, un poco ofendido por el comentario) ¡Pero se ha entendido, ¿no?!

    Álex: (Retomando la conversación en un tono menos excitado) ¿Qué será lo que hace que uno mueva una ceja pero no la otra?

    Marcos: Los ideales políticos.

    Álex: (Extrañado) ¿Qué…?

    Marcos: (Como si la respuesta fuese obvia) ¡Jope tío, era una broma! (Un poco más sosegado). Me refería a sí uno es zurdo o diestro.

    Álex: (Negando con la cabeza) No puede ser, tú eres diestro y arqueas la ceja izquierda..

    Marcos: (Defendiendo su teoría) ¡Tío, yo qué sé!, ¡¿no que el lado derecho del cerebro controla la parte izquierda del cuerpo y al revés?!

    Álex: ¡¿Quieres parar de inventarte cosas?!

    Camarero Jorge: (Chistándoles) No gritéis tanto, joer.

    Marcos: (Sarcástico) ¿Es que tienes miedo de que molestemos a toda la clientela?

    Camarero Jorge: (Reprochando) No, por que es tarde, gañan.

    Álex: (Que parece tan entregado a la reflexión que no se ha enterado de la discusión) Además, eso sólo lo explicaría en el caso de las cejas, pero, ¿y la nariz, las orejas,…(Señalando al pie de Marcos) los pies….dedos….?

    Marcos: (Cortándole) ¡Que sí, que ya te hemos entendido!

    Álex: (Sentenciando) Pos eso, que no creo que tenga nada que ver.

    Camarero Jorge: Podría ser genético.

    Álex: (A Marcos, dándole un codazo) Ves, eso me encaja más. (Recostándose como buenamente puede en el taburete) ¡Cómo se nota quien ha estudiado y quien no!(Mirando a Marcos).

    Marcos: (Burlándose) “Quien ha estudiado”, quien ha estudiado”, ¡mira quién fue a hablar….! (Al camarero) Anda, ponnos otra.

    Camarero Jorge: (Riéndose) De eso nada, que si no no me libro de vosotros en toda la noche.

    Marcos: (Desalentado) Jo…

    Álex: ¿Cuánto te debemos?

    Camarero Jorge: Diez euros más la propina.

    Marcos: (Incrédulo) ¡Propina!, pero si te hemos dado una velada de conversación magnífica (Haciéndose el ofendido) . En todo caso deberíamos cobrarte nosotros.

    Álex: (Riéndose) Anda, mártir, apoquina esos cinco euros.

    Camarero Jorge: No, yo decía diez cada uno.

    Los dos: (Atónitos) ¿Cada uno?

    Camarero Jorge: (Aguantándose la risa) Como se nota que no contáis cuantas copas pedís, sólo hacéis un gesto diciendo: “otra”.

    Marcos: Yo encima sólo llevo siete euros con poco.

    Camarero Jorge: Venga, te lo apunto…

    Álex: ¡Quita, hombre! (Extendiéndole un billete de veinte) Invito yo.

    Marcos: No hace…

    Álex: (Interrumpiéndole y haciendo burlas) Na, na, na, na, na, ¡anda tira, tira…!

    Marcos: (Abrazándole) ¡Esto es un amigo!

    Camarero Jorge: Anda y que…, ¿y la propina?

    Marcos: ¡Pera…! (Rebusca en el monedero y saca diez céntimos, tras lo cual se ríe y saca un euro).

    Álex: (Mientras se levantan y se dirigen a la puerta) Anda, vámonos, derrochador. (A Jorge) Adiós.

    Marcos: Eso, adiós.

    Camarero Jorge: (Les despide desde la caja) Adiós, buenas noches.

    Álex: (Mientras salen por la puerta) En fin, como te iba contando llegué y le guiñé el ojo y entonces….

    El bar queda solo, Jorge recoge sus cosas, apaga las luces, echa el cierre y se va calle arriba.
     
    Última edición: 6 Septiembre 2017

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