Contigo otra vez.

Tema en 'Prince of Tennis' iniciado por Gabbap, 18 Enero 2011.

  1.  
    Gabbap

    Gabbap Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    7 Noviembre 2010
    Mensajes:
    64
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Contigo otra vez.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    20
     
    Palabras:
    2707
    ...woow..HOLA :):), dios disculpen la tardanza :( simplemente no tengo excusa..(tampoco mucho internet ni tiempo xD), muchisimas gracias a todos x sus MG y sobretodo por la paciencia!
    Monique B. : no te creaas tambien pensé lo mismo después de tanto tiempo xD!, espero que te guste la continuación y si tengo algunos errores dimelos ;) soy todo ojos
    Haylie: Espero q te guste este cap!
    GraciMc: me alegra q te este gustando el fic hasta ahora, me tardo porque mi inspiración ademas de ser lenta viene y va xD

    Sin mas que decir espero que disfruten este cap!
    ________________________________________________________________


    Capítulo 12 – Un nuevo día

    Al otro día, Sakuno se levantó pesadamente, pues había pasado una muy mala noche, ¿a quién le mentía? Casi no dormía la noche anterior, el frío que tenía y el poco calor q le había proporcionado el ambarino hizo que solo durmiera unas cuantas horas, sin embargo, tenía que admitir que sentir el pecho desnudo de Echizén hizo que por unas horas durmiera placenteramente.

    Al notar que no había nadie a su lado se preocupó, ¿y si lo habían raptado? O ¿un animal grande y feroz se lo había comido?, ya no tendría con quien escapar, ¡estaría sola!, moriría en ese lugar ella sola, ya habían ido por Ryoma… ¡ella sería la siguiente!

    — Ya tranquilízate Sakuno, todo debe estar bien…estás exagerando y tu mente juega contigo – pensó mientras observaba alrededor suyo, y allí lo divisó.

    Sonrió al verlo y suspiró aliviada, el chico se encontrada sentado en posición de indio frente a una de las paredes laterales de la cueva, su barbilla encima de su mano, ésta encerrada en un puño y apoyada en una de sus piernas, se notaba pensativo, miraba de arriba abajo aquella pared detallándola lentamente, en ese momento a ella le atacó la curiosidad.

    — ¿Ryoma-kun? – lo llamó intrigada, el chico volteó al haber sido llamado, ella le dedicó una sonrisa pequeña – Buenos días…

    — Hey…como dormiste? – esa pregunta era la que menos quería responder, ella puso cara de enfado – entiendo, yo tampoco dormí plácidamente.. pero siento que pronto saldremos de aquí

    — ¿Por qué lo dices? – preguntó mientras con mucho esfuerzo y se colocaba al lado del príncipe.

    No comprendía en que estaba tan concentrado el chico, por poco y no se daba cuenta que ella ya estaba sentada a su lado, ya algo molesta por su comportamiento volteó al punto de atención de él; y allí estaba, una pared completamente extraña que tenía pintada muchísimas cosas en ella, eran algunos símbolos y la misma pared, que se podría pensar que era una especie de puerta, parecía tener un laberinto plasmado en ella.

    En el principio se encontraba un ojo encerrado entre unas alas con muchos símbolos a su alrededor, mas abajo estaba cierto laberinto, lo último parecía una escritura, pero simplemente ninguno de los dos la podía comprender. Sakuno toco algunas líneas en el dibujo y las sintió en relieve.

    — Increíble – susurró sorprendida, ya toda aquella molestia se había desvanecido, ya comprendía porque Echizén estaba tan embobado con esa pared.

    — Y eso no es todo – murmuró su compañero mientras colocaba su dedo en una especie de pequeña pelotica que estaba en el principio del laberinto, el movió el dedo y la pelotica de color ocre se movía junto a él. Esto dejó atónita a la chica.

    — Déjame intentarlo – pidió concentrada en aquella rareza, entonces colocó su dedo en la bolita y comenzó a moverla, se distanció un poco sin despegar el dedo para así ver todo el laberinto, dentro de unos minutos sonrió a medias y continuó su camino en el laberinto. Ryoma la observaba serio, echando una ojeada al camino que ella iba marcando con su dedo, poco a poco se fue alejando pues ella ya pronto terminaría, la chica estaba totalmente concentrada en su tarea hasta que por fin alcanzó su meta – listo..

    Casi no se le escuchó lo último puesto que poco a poco se fue abriendo aquella pared, separando su hermoso diseño, dejando ver así poco a poco un maravilloso paisaje frente a ellos, los rayos del sol los alcanzaron dándole un toque perfecto a aquel lugar.

    Parecía una especie de paraíso natural, se escuchaba el sonido del agua chocar contra las rocas, era una cascada, el olor a grama y a rosas que emanaba, ese lugar transmitía extrañamente mucha tranquilidad, se encontraban muchos arboles, el río, el sol que se asomaba al horizonte, mariposas por doquier, montañas…

    ¿En qué clase de lugar estamos? – se preguntó la fémina que estaba nítidamente ruborizada, pero por otro lado todo esto le parecía muy extraño, sencillamente esto parecía de película – ¿será qué estamos muertos?

    — No lo se – respondió el acompañante, éste estaba mas que sorprendido ¿qué clase de lugar ridículo era ese? Era como un paisaje de película de princesas…¿¡pero qué mierda iba a saber él como era una película de princesas?! – Ryuzaki.. esto es extraño

    — Lo se.. – le respondió la chica mientras se tomaba el valor para comenzar a caminar hacia aquel lugar, intento levantarse, el chico al verla la sujeto de la cintura mientras ella colocaba uno de sus brazos en la espalda de él – gracias…

    Le brindo una sonrisa que estaba completamente seguro q jamás olvidaría, estaba certificado ¡ella era demasiado hermosa!, esa noche a veces se levantaba para observarla y admirar su rostro que en ese momento era iluminado por la luz de la luna, sus mejillas un tanto sonrosadas, respirando pausadamente mientras se acurrucaba mas en sus brazos, sencillamente el tenerla cerca le cambiaba de ánimos radicalmente. En ese momento tal recuerdo le saco una sonrisa inconsciente y bobalicona.


    — Ryo…Ryomm..a..¿kun? – susurró petrificada y nerviosa la muchacha, ¿quién no lo estaría? Si tenía a escasos milímetros de su rostro a un ambarino embobado observando sus labios – Ryoma – cada ver se acercaba mas y mas, ya comenzaba a sentir su aliento, el cual chocaba leve pero rápidamente sobre los labios de la chica.

    — Creo.. que tu..me.. – pronunciaba palabras casi inentendibles..en su interior preguntaba..¿qué sucedía con él?, seguramente era aquel estúpido lugar que probablemente contenía entre tanta naturaleza una especie de droga que hacía que él actuara así, o era que…¿en realidad le gustaba estar así con ella?.

    No podía negarlo… ella era increíblemente hermosa y bella, y en cada momento su mente se encargaba de demostrárselo, lo admitía, estar a su lado le era muy grato, sentir su olor, su piel delicada y tersa, su nerviosismo… lo mejor de esto era saber que el lo proporcionaba, escuchar su voz y sentir lo mejor que ha sentido hasta ahora…sus labios, esa hermosa sensación que se apoderaba de él cuando la besaba.

    Todo aquello... ¡Todo aquello se acumulaba dentro de él!, haciendo que su corazón palpitara rápidamente, que se ruborizara sin intención alguna, que sintiera un extraño cosquilleo en… bah, ¡ni siquiera sabia si era un cosquilleo o si temblaba! Y ya no tenia importancia.

    Abrió los ojos y se encontró en un ambiente completamente diferente al último que había contemplado, ¡Demonios!..¿Todo había sido un sueño?, todo lo que había comenzado a sentir, la pared rara que había resultado ser una puerta a un “mundo nuevo parecido a Narnia”, todas las ridículas cosas que habían sucedido…eran un sueño.

    — ¿Ryoma-kun? – al escuchar su voz, se dio cuenta que no estaban en el mismo lugar en el que se habían acostado.

    — Este lugar se me resulta conocido – pensó el ambarino mas entre sus recuerdos no daba con el lugar - ¿Dónde estamos?

    — Ehh.. ¿Cómo decirlo?..¿recuerdas a los dos hombres qué nos estaban persiguiendo? – preguntó la castaña un tanto ruborizada.

    — ¿Hombres?... ¿qué hombres? – preguntó inconscientemente el chico ¿acaso se refería a los dos tipos sádicos de hace dos o tres días? – que demonios…

    — No recuerdas nada..los hombres nos persiguieron hasta aquí…luego tu me abrazaste y.. –

    — Te besé – la interrumpió, siguió concentrado en el recuerdo luego tuvo un mal presentimiento, ¿acaso todo fue un sueño desde ese momento? – …no… - levantó la mirada encontrándose con el rostro sonrojado de la castaña – todo fue un sueño – murmuró triste para sí.

    — ¿Un sueño? – preguntó la chica sin comprender – déjame continuar – hizo una pausa para luego retomar la conversación - recuerdas que nos caímos por aquel barranco y dormimos en la cueva

    — ¡SI!..¡no fue un sueño! – pensó Echizén feliz – eso lo recuerdo perfectamente, pero no entiendo como pasamos de estar en aquel lugar a este

    — Es que después de … emm.. – la chica balbuceaba, movía sus dedos nerviosa cada vez que intentaba hablar de aquel tema – me.. be..bueno…etto.. besar..eso..si eso

    — ¿Eso qué? – preguntó divertido, le encantaba ver a esa chica así.

    — ¡ESO!.. sabes... el beso… eso – Sakuno cada vez estaba mas roja – ya no importa, igual...dudo que te importe – murmuró en un hilo de voz, haciendo que el ambarino se molestara – en fin, después de eso te desmayaste y luego no se como pero poco a poco fuimos llegando hasta acá... es que parecías drogado

    — ¡Sabía que ese lugar tenía algo extraño! – murmuró molesto el príncipe..ya lo comprendía todo, aquellos pensamientos, sus acciones, ¡TODO!, habían sido resultado de ese lugar que seguramente tenía marihuana..oh si.. el se había drogado con marihuana.

    Pero…que hay de las acciones de ahora, ¿por qué se alegraba al saber que nada era un sueño? ¿por qué ella lograba sacarle una sonrisa bobalicona en cada momento?...ya eso no era efecto de alguna planta extraña, entonces…¿qué sucedía con él?.

    — Lo se – rió la chica sacándolo de sus pensamientos – sin embargo, ese lugar era muy hermoso

    — No tanto como tú – dijo sin pensar el chico.

    — … ¿Qué? -

    — … ¿qué?...-

    — Es que dijiste algo…pero creo que… fue mi imaginación –

    — No he dicho nada.. – dijo despreocupado – deberíamos volver – se levantó rápidamente, pero algo no dejó que lo hiciera completamente pues le dio un repentino mareo y dolor de cabeza que hizo que se arrodillara en el suelo.

    — Ryoma-kun – murmuró preocupada - tienes que descansar, igual yo aún no quiero llegar a casa y no me importa llegar tarde, me imagino que ya lo es – rió con este último comentario – al llegar caíste completamente dormido y luego caí yo dormir aquí es muy placentero a pesar de que dormimos en pasto

    — Tienes razón – murmuró el chico sentándose frente a ella

    — …así que podemos esperar un poco mas -

    — No Ryuzaki… - dijo serio el chico – la entrenadora me mataría y sabes que todos deben estar muy preocupados…además ambos necesitamos descansar, no lo hemos hecho en varios días y mas tu… que necesitas curar esa lesión

    — Pero Ryoma – iba a protestar pero el chico se acercó bruscamente a ella quedando frente a frente.

    — Si a ti te pasa algo mas además de lo que ya te ha pasado entonces no me lo perdonaré – habló sobre los labios de ella – no se que está pasando conmigo cada vez que estoy contigo Ryuzaki – poco a poco se acercaba mas y mas – sólo se que me está gustando..y demasiado

    — RYOOOO………………. – ese grito interrumpió todos los planes románticos y apasionados que tenía Echizén para la chica en esos momentos.

    Ambos voltearon sobresaltados por aquel grito, que para Echizén había sido terrorífico, encontrando a una chica rubia que caminaba hacia atrás haciendo pucheros, poco a poco fueron llegando mas personas, la familia de Echizén, la Ryuzaki mayor acompañada de Tomoka y varios policías, mas atrás se encontraban Momoshiro y Eiji que fueron los únicos de los sempais de Echizén que pudieron acudir a la búsqueda de la pareja.

    — Puro sexo…solo piensan en eso – murmuraba molesta la rubia – uno aquí preocupado pensando si les ha sucedido algo y luego de tanta búsqueda me encuentro con esto… “Si te pasa algo mas me muero” – remedó a Ryoma mientras comenzaba a hacer caras extrañas y muy raros movimientos de pelvis - ¡ERES UN PUTO SÁDICO QUE SÓLO QUIERE SEXO!

    — ¿¡QUE TE PASA?! – esta vez la que gritó ruborizada y molesta fue la castaña - no saben nada de lo que nos ha sucedido y todo lo que hemos tenido que pasar.

    — Lo siento mucho mi niña – murmuró triste Sumire – ¡Eiji!, ¡Momo! carguen a estos dos, debemos ir al hospital para que los revisen y nos cuenten la historia para ver en que mas nos pueden ayudar los policías

    Todo se hizo tal como lo pidió la entrenadora, en 30 minutos estaban en el hospital ya siendo revisados, al parecer la pareja estaba en perfecto estado a pesar de los raspones y pequeñas heridas.

    — Aum… - emitió un extraño sonido el ambarino.

    — ¿Qué sucede Ryoma? – preguntó Nanjiro.

    — Vaya…hay algo malo aquí – dijo el doctor mientras revisaba un poco mas al príncipe – el chico tiene fiebre…

    — Ryoma – susurró la castaña.

    — Yo me siento bien – mintió el ambarino, pero aquellas palabras quedaron eliminadas cuando el chico corrió al baño a vomitar.

    — Debe quedarse aquí un rato mas para poder examinarlo mejor – murmuró serio el doctor.

    — Ryoma-kun… - murmuró la castaña preocupada ¿qué le pasaría a Ryoma?.


    Espero que les haya gustado!!, este capitulo lo comencé desde mucho tiempo.. lo termine a principios de diciembre pero aun asi le faltaban algunas cosas, lo lei muchas veces...y disfrute escribiendolo espero que uds tambien lo hayan disfrutado
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  2.  
    Gabbap

    Gabbap Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    7 Noviembre 2010
    Mensajes:
    64
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Contigo otra vez.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    20
     
    Palabras:
    202
    ...

    Ok.. lo intentaré una vez mas (he intentado subir este cap desde ya hace mucho y no puedo)!
    Hola?.. Ha pasado mucho, enserio muchísimo tiempo!. Me gradué, enfermé, engordé, adelgacé. Pronto empezaré otra etapa en mi vida J. No pediré disculpas por la tardanza porque a mi parecer es imperdonable, sólo me excuso diciendo que debía reorganizarme con el fic y mi vida xD. Solo espero no haber tardado mucho. Gracias a todos por sus MG lo aprecio mucho *-*

    Tennis: me encanta tu nombre *-*. Principalmente por tu comentario fue que logré seguir con la historia. A mi me ha pasado que he esperado muchísimo por una historia, y llegué a este lugar y a escribir mi historia con la intención de no hacer pasar por eso a las demás. Espero que te guste la conti

    Sakurakushku: Poca gente me dice q es hermoso xD; que bien que te haya gustado y pues aquí la actualización :D

    Any Sukino: Si, creo la historia dio como un vuelco hacia la comedia xD. Pero me gusta no está quedando. Espero que te guste este cap!

    Vitshi: Viiiiitshii! Que bueno verte chama <3 somos de las pocas que quedamos aquí, creo xD. Ojalá te agrade :)
     
  3.  
    Gabbap

    Gabbap Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    7 Noviembre 2010
    Mensajes:
    64
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Contigo otra vez.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    20
     
    Palabras:
    3976
    -o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-

    Capítulo13

    Karupin

    Olía mal, realmente muy mal. Reconocía ese aroma, no sabía ni como explicarlo, pero estaba seguro de que el lugar en donde se encontraba era el hospital. Le palpitaba la cabeza del dolor tan fuerte que sentía, todo su mundo daba vueltas y aun no habría los ojos, era exageradamente increíble que se sintiera así.

    Sus sentidos poco a poco se fueron agudizando, sentía todo el cuerpo entumecido, escuchaba murmullos casi convertidos en susurros, su boca estaba seca pareciendo que no hubiera tomado agua en meses, intentaba abrir los ojos pero el cansancio no lo dejaba, vamos ¿Qué tanto habría hecho? Comenzó a marearse más debido a sus intentos fallidos de recordar.

    — Tranquila, pronto despertará es solo una reacción alérgica – su voz era gruesa, por supuesto, era su padre

    — Han pasado tres días, ¿Cómo quieres que esté tranquila?- esa voz…

    — ¡Oh vamos!, ni que fueras perro faldero suyo – igual no es culpa tuya que todo esto haya pasado

    — Es que lo he tratado muy mal antes de que se fuera ese día, además de que le puse un toquecito de Ron a la leche que bebe diariamente – ¿De qué hablaba Anghelick?

    — Si, si Angie, pero fue para ayudarlo – hizo una pausa antes de seguir hablando – sino jamás hubieras visto a Ryoma Echizén sonrojado por una mujer

    …¿Qué? De pronto todo oscureció y al instante había caído en un sueño profundo

    — Nanjiro el aún sigue durmiendo, tres días… ¿¡Sabes lo que son tres días ahí postrado en la cama para un Echizén?!

    — Si que lo se – dijo el hombre con sumo descaro

    — ¿Qué pasa si el ron también afectó en su salud? Sabes que el no bebe mucho y pues - comenzó a titubear y jugar con sus dedos – capaz me pasé con el toquecito…

    — Angie, Angie ...¡Tranquila mujer!, es un Echizén ¡ni que fuera a morir! – Eso ella lo tenía perfectamente claro, lo que le preocupaba era otra cosa

    Si bien recordaba, ese día Ryoma había recibido la llamada de la “vieja loca” para acompañar a Ryuzaki al médico y verificar como estaba su recuperación, pero por el amor de Dios, ella no era estúpida y mas que nada conocía perfectamente como era un Echizén enamorado…

    Para nadie era sorpresa que con la excusa de la lesión y todos los acontecimientos pasados la pareja se uniría más, y Ryoma como todo chico principiante en ese tema con las hormonas a flor de piel, no iba a caer en los encantos de alguien como Sakuno, hasta ella misma si fuera lesbiana estaría enamorada de alguien tan tímido y tierno como esa castaña.

    Y no es que pensaba que Ryuzaki fuera una arpía “trepadora” con cara de mosquita muerta que tenía como motivo de vida herir emocionalmente a los chicos, ella sabía mas de Sakuno de lo que todos creían… al final era la cuñada que Sakuno nunca conoció, era el motivo por el que Sakuno no tuvo un final feliz con Santiago.

    ¿¡Pero que culpa tenía ella!?, su hermano siempre se quejaba de su novia en aquel entonces, llegaba a la casa muy tarde y salía de madrugada, todo por ella, aún podía recordar.

    “La Extranjera me tiene amarrado, sabes que no me deja salir con las demás”

    “Angie! Siento no poder ir a tu fiesta de cumpleaños estoy con mi extranjera en el cine”

    “Hermanita ayúdame, ya no quiero estar con ella ¡pero amenazó con matarme!”

    Maldición era su hermano, no de sangre pero su hermano al fin, ella daría todo por él y mucho mas si una asiática loca quería asesinar a su hermano, pero no, tuvo que usar a su hermana, engañarla y hacerle daño a alguien como Ryuzaki. No es que ahora vivía de flores y corazones con ella, pero sabía que Sakuno no era tan malévola como él la pintaba.

    — ¿Para qué hablar mal de la gente si no ganas nada con eso? - pensó para después sacudir su cabeza, era Anghelick... ella no pensaba mucho, solo actuaba y ya.

    Volteó a ver a Nanjiro, este yacía roncando, estirado sin ninguna preocupación por su hijo sobre una de las orillas de la cama del hospital, su cabeza reposaba sobre las pantorrillas de Ryoma, aun se preguntaba como podría dormir tan cómodo de esa manera, quizás toda su familia era igual, sea donde sea, como sea y en cualquier circunstancia, ellos podían dormir con total agrado y naturalidad.

    Se levantó de la silla que tres días solo era usada por ella y Ryuzaki, ya llegaba la hora de irse ya se había acostumbrado a la rutina, llegaba el medio día y Ryuzaki llegaba con la mirada llena de esperanza para luego nublarse y deprimirse al verlo aun en la cama sin despertar.

    — Exagerado – murmuró con cierta rabia, solo era una reacción alérgica, no era tan grave y menos para él – Se te acaba el tiempo Echizén y no prometo nada

    Observó su reloj en la muñeca, 12 y 10 ya Sakuno se había tardado demasiado en realidad, abrió los ojos alarmada nadie le negaba que la idea que tenía en la cabeza no se podía a cumplir, salió de la habitación del hospital y corrió escaleras abajo agradeciendo que al ambarino le hubieran asignado habitación en el primer piso, pasó por la recepción corriendo por el pasillo que cada vez se le hacia mas largo, cruzó la esquina y allí la vio, petrificada, hasta confundida y con los ojos abiertos como plato.

    — No…- susurró esperándose lo peor, camino hasta acercarse a la castaña que aun no se movía de su lugar, volteó y jamás creería lo que había pasado - ¿QUÉ MIERDA?!

    --.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.

    De nuevo todo era oscuro, sin embargo escuchaba una risa, una voz melódica y de pronto se encontraba en una playa, la arena era casi blanca y suave, algo caliente, el mar era de un tono turquesa, definitivamente no estaba en Japón.
    “Ryoma”

    Algo lo llamaba, sentía que era atraído como un imán y tenía la necesidad de llegar a la voz. Comenzó a caminar…

    “Ryoma Echizen”

    Esa voz… era sumamente sensual. Siguió caminando sin rumbo fijo hasta toparse con una chica de tez blanquecina como la porcelana y mejillas rojas como su cabello, sentada en la orilla de la playa abrazando sus piernas. De pronto volteó a verle, sus ojos se encontraron con los de ella.

    — Ryuzaki – logró articular

    — Ryoma-kun – su mirada estaba ausente, no había brillo en sus ojos, se acercó a él hasta quedar frente a frente - ¿Tu me quieres?

    Sintió como el mundo se le venía encima y como caía en un profundo hoyo negro sin fondo, la oscuridad había regresado. ¿Qué sentía por Ryuzaki?

    “Responsabilidad, ella es mi responsabilidad”

    “Todo lo que le pasó fue mi culpa”

    “Cuando se cure me libraré”

    ¿Realmente quería eso? Ryuzaki era una persona agradable, para su poca paciencia con las mujeres ella lo había sobrellevado, era sencillamente aceptable para él. ¿Sentía lastima? No, ya Sakuno Ryuzaki no era una persona para crear lastima sino admiración.

    “Entonces… ella me atrae”

    “Es divertida, dulce en los sentidos que he podido efectuar, hermosa, curvilínea”

    “Ella me gusta”

    No…aun no llegaba a ese nivel, es cierto que Ryuzaki le interesaba, que la había besado un par de veces, pero solo fue el efecto de la “marihuana” no era nada mas y nada menos. A esa chica aun le faltaba mucho para que le gustase…O le faltaba muy poquito para terminarlo de hipnotizar.

    — Se te acaba el tiempo Echizén y no prometo nada - Escuchó a Angie para luego quedarse en la profunda oscuridad.

    De pronto, sus sentidos comenzaron a cobrar vida y escuchaba todo muy claramente.

    “Miau”

    Una lengua en su nariz, en su mejilla, en sus ojos, en sus manos.

    “Miau”

    Un peso en su abdomen, algo peludo chocaba constantemente con sus manos pidiendo algo

    “Miaaauu”

    Una clavada de uña…

    -.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--.--

    — Despertó… - susurró sin poder creerlo – ¡Ryoma-kun despertó!

    Pego un gritillo de alegría sonriendo de oreja a oreja, ¿Quién pensaría que su idea daría frutos? Aun se preguntaba como Karupin había llegado solo al hospital.

    — ¡Enano hola! – escuchó a Nanjiro mientras jalaba con diversión las mejillas del ambarino

    Ryoma aun lucía cansado, no importaba que hubiera dormido seguido por 3 días, no importaba que hubiera estado en coma, porque por mas exagerado que sonara él había caído en coma.

    Siempre llegaba al medio día a sentarse en la silla que ya había sido calentada por la hermana de Ryoma, aunque claro ya estaba que aquella chica no tenía ninguna relación sanguínea con Echizén. Pero, siempre era lo mismo, se sentaba allí, a veces sola o acompañada hablando con Rinko y Nanako. A veces se quedaba hasta las 8 de la noche cuando estaba sola con él, solo lo observaba durmiendo inmóvil, su respiración era muy pausada e incluso temía que se detuviera en algún momento.

    Lo único bueno a lo que le había sacado provecho, es que al atenderlo a él también le atendían la pierna a ella. El doctor del que ella era paciente antes realmente había sido exagerado, en cambio en este hospital ya habían logrado quitarle el yeso y las muletas, ella caminaba cojeando pero ¡así de fácil y rápido se estaba recobrando!, todos los días que regresaba del hospital se disponía a realizar ejercicios para su pierna. También tenía que admitir que tal vez al lugar donde habían ido a parar ella y Ryoma capaz también había ayudado con la recuperación de la pierna. Ya llegaba el momento de volver a la cancha de tennis y demostrarle a todos de lo que había sido capaz de crecer estos últimos años.

    Al observarlo en ese momento sus ojos chocaron con los de él, su mirada era curiosa y confusa.

    — Ryuzaki – murmuró en signo de pregunta, comprendía, si ella hubiera estado en su misma situación y al despertar solo se encontraba con su abuela y a él también estaría así - ¿Qué hago aquí?

    — Ha tenido una grave reacción alérgica joven Echizén - Dijo una enfermera mientras entraba – aun no hemos diagnosticado completamente la causa aun así según los estudios ha sido por estar tanto tiempo expuesto a un tipo de planta ¿En qué lugar estuvo antes de llegar al hospital?

    Ambos se miraron ,sin embargo sus miradas tenían diferentes intenciones, ¿Por qué Ryoma le miraba pidiendo explicación?

    — No se – una respuesta simple – no tengo ni idea

    Todas sus miradas se posaron ella, Wait…¿Cómo que no sabía nada de nada? ¿Era broma? ¿No recordaba nada?

    — Pues estuvimos en un lugar donde lo que sobraba eran plantas – dijo luego Ryoma la observó sorprendido, esto era el colmo – si – hizo una pausa para elegir las palabras correctas – estuvimos juntos día y noche ¿recuerdas el barranco?

    — ¿Qué barranco? – su cara era todo un poema, no todos los días podía ver a Ryoma Echizen confundido y caído de la mata

    — Coño…- susurró en español, de pronto sintió como una ajuga gigante atravesaba su pecho, ¿No recordaba nada? ¿En serio?

    — Creo que es suficiente información igual – opinó la enfermera – ya sabemos que el joven es alérgico a un tipo de planta, aunque no sepamos cual

    La enfermera salió llamando a Nanjiro dejándolos solos, esta era su oportunidad, era imposible que por lo menos no recodaba cuando la beso la primera vez, a menos que, la alergia comenzara desde allí.

    No, no podía ser así, su autoestima iría cayendo debajo de golpe, Ryoma no podía ser tan débil de salud, no actuaría de esa manera dulce solo por primeros síntomas algún efecto secundario, se trataba de un beso, de las cosas que le decía, pero si lo pensaba bien, nada eso parecía de Ryoma Echizen. Diablos, estaba perdida.

    — ¿Qué es lo último que recuerdas? – preguntó y lo escucho chasquear la lengua ¿Acaso lo fastidiaba?

    — No lo sé Ryuzaki – farfulló molesto – cada vez que intento recordar algo me comienza a doler la cabeza

    — ¿Te molesto en algo? – preguntó enrabiada ¿Cómo es que ahora la trataba mal?, escuchó un gemido corto por su parte mientras la miraba sin entendimiento luego suspiró y apartó su mirada de ella para no decir mas nada.

    — ¡Enano! – estalló en su oreja un grito ya conocido, Angie se lanzó encima de Ryoma a jalarle las mejillas, esa chica tenía cierto parecido con Nanjiro - ¡Hola Karupin!
    La rubia sujeto entre sus brazos a Karupin para luego dárselo a ella que aún seguía en la silla de siempre, un segundo después todo Japón estaba metido en aquella habitación, Tomoka casi la tumba para ver al príncipe, éste solo estaba sentado aturdido seguramente esperando a que todas las personas se fueran.

    Sencillamente era un malagradecido y ella ya no quería estar mas en aquel lugar, costó moverse y poder salir de aquella habitación pero lo logró, caminó… no, cojeó con Karupin en brazos hasta la salida del hospital, justo allí estaban Momoshiro y Eiji hablando entusiasmados sobre alguna pareja que estaba avanzando en su relación.

    — Momo, Eiji – susurró casi sin voz, estaba deprimida

    — ¡Nya! Saku-chan ¿qué haces aquí afuera? Si ya el O’chibi ha despertado – Eiji estaba emocionado

    — Tu deberías se la primera en estar junto a él allá arriba – eso lo había dolido

    — Lo siento mucho sempais – debía buscar una excusa convincente – no me siento muy bien del todo, iré a casa a descansar

    — ¿Te acompañamos? – dijeron al mismo tiempo, ella lo sabía.. daba lastima ver a una chiquilla cojeando por ahí con un gato en los brazos.

    — No hace falta – fingió una sonrisa, lo que menos quería era lastima

    Siguió caminando escuchando las quejas de Momo y Eiji, sencillamente no quería estar allá con Echizen. Siguió caminando hasta su casa, al parecer Karupin estaba muy cómodo entre sus brazos pues se había quedado dormido. Al llegar no se encontró a nadie, su abuela había dejado una nota, ella también había ido a ver a Ryoma.

    Llegó hasta su habitación, allí soltó a Karupin, el cual ya había encontrado otro lugar para dormir en uno de los cojines que tenía allí. Observó su cama tan vacía y fría, no quería acostarse allí sabiendo que no dormiría tan bien, como los últimos días no podía descansar tranquilamente.

    Volteó hasta su ventana, ya estaba anocheciendo, el tiempo pasaba mas rápido de lo que ella pudiera pedir pero en ese momento no le importaba nada. Abrió las ventanas dejando que el viento frío de su tierra se adentrara a la habitación, volteó y se recostó del ventanal para bajar poco a poco y quedar recostada de la pared abrazando su pierna buena.

    ¿Sentía ganas de llorar? Si, ¿Dolor? Oh, por supuesto que si. Se decía a si misma que era fuerte, era patético que ahora llorara como una nena. No debió haberse ilusionado, espera…

    “¿Realmente me ilusioné?”

    Sonrió para si misma, ya ni sabía lo que sentía respecto al príncipe, le molestaba de sobremanera que la tratara de esa manera tan fría y despectiva, ni antes de que sucediera todo lo de caer en aquel lugar la trataba de esa manera. Ryoma despertó cambiado, antes por lo menos era mas amable, ahora ni se acercaba a eso.

    Le había dolido la manera en que en ese momento la miro, como pronunció las palabras con rabia y casi odio pero solo había sido eso. Los días anteriores no imaginaba su relación mas íntima o su amistad mas grande, no, no tenía tiempo de eso, tampoco estaba para esas tonterías, ella no se había ilusionado pero aun así ahí estaba, tan deprimida como la magdalena.

    Todo aquel tiempo había mantenido sus ojos cerrados, tratando de que las lágrimas no salieran de ellos, al abrirlos se encontró con una sombra montada encima del ventanal justamente encima de ella que desapareció por un segundo, hipó por un momento para después levantarse con pesadez y cuidado de no caerse, miro desaprobadoramente su pierna.

    — Inútil – dijo molesta consigo misma, se asomó por la ventana mas no encontró nada; ya por estar llorando empezaban a aparecerle cosas del mas allá, sacudió su cabeza con miedo y de inmediato prendió la luz de su cuarto.

    Suspiró triste de nuevo pero algo la hizo sonreír aunque aquella pequeña felicidad no llegara a sus ojos

    — Nada comparado al dolor que sentí por Santiago – abrió los ojos decidida y con la quijada tensa

    Ya bastaba de estupideces con Echizen, él estaba siendo un insecto delante del hombre que tomó su corazón alguna vez en México. Caminó hasta el baño para lavarse la cara, bajó a la cocina a devorar algún bocadillo, lo mejor sería entrenar y mejorar su pierna hasta que llegara su abuela.

    .-.-.-.-.-

    Oh maldición si que estaba cansado, cuando algún amigo, acercado o familiar tuyo está en mal estado lo lógico sería darle su espacio para que pudiera estar mejor. Al parecer aquella gente no tenía la misma lógica que el mundo.

    Desde que despertó ¡Maldita sea desde que despertó no había tenido un momento a solas!, solo consigo mismo en aquella soledad tranquila y acogedora en su habitación. En cambio, había tenido que soportar muchos abrazos, a cada segundo su brazo recibía una jalada de alguien nuevo, observar una pelea de chicas por quien seguiría allí para cuidarlo, a Eiji que no se bajaba de su regazo, Momoshiro no le convidaba de su comida ya que, según él la enfermera le había dado órdenes estrictas de no darle comida a los pacientes.

    “¡Que es verdad Echizén! La enfermera me dejó entrar con estas porciones de hamburguesa con la condición de no darte ya que debes tener una dieta balanceada”

    Aun lo escuchaba hablando con la boca llena, el delicioso aroma a carne, se imaginaba el queso derretido sobre esta, los vegetales, los diferentes tipos de salsas, la gaseosa; su estomago rugió enfadado a pesar de ya haber cenado, se había quedado con las ganas de comer aquella delicia. ¡Y es que habían sido cinco! Joder… cinco enormes hamburguesas y su supuesto mejor amigo no le había dado de probar ni una.

    Suspiró con cansancio y se dedicó a observar su habitación, era notable que el no había estado en ella por varios días, estaba limpia, organizada, sencillamente no parecía pertenecer a él. Buscó con la mirada a su gato, quien sabe donde se habría metido ahora.

    — “Salí porque le tocaba cuidarte a Sakuno, entonces al salir la vi como observaba algo atónita, cuando volteé ¡era Karupin!” – recordó lo anteriormente dicho por Angie. Ahora no tenía ni idea de donde se encontraba ella, había desaparecido hace una o dos horas antes de llegar a la casa, sólo esperaba que estuviera con Karupin.

    Volvió a suspirar…Ryuzaki, ¿Qué pasaba con él y Ryuzaki? Quizás exageró tratándola de esa manera pero cualquiera lo hubiera hecho, estaba recién levantado tras dormir por tres días pero lo que mas le molestaba era que no pudiera recordar nada y la cara de aquella chica que aun no podía describir, le había molestado por alguna razón.

    El dolor de cabeza apareció cuando intentó recordar de nuevo, la enfermera había advertido que con el tiempo y recuperación él podría volver a recordar, algo le decía que tenía que ver muchísimo con la castaña. De todas maneras aun estaba dudando sobre su situación ahora con ella, porque algo que si recordaba era aquel extraño sueño con la joven en la playa.

    — “¿Tu me quieres?” – Sintió escalofríos de tan sólo recordarlo. ¿Qué la quería? Pues si, eso lo debía admitir aunque fuera solo para sus adentros.

    Sentía preocupación por ella, siempre lo hacía, se había encariñado con aquella chica, tal vez desde la primera vez que cruzó su mirada con la de ella. Nadie se podría imaginar lo relajado y feliz que estaba al saber que la recuperación total de aquella pierna ya sería muy pronta.

    No negaba que después de aquello todo sería diferente pero quien sabe, no se arrepentía de haber entablado una amistad con ella, aunque no se contaran nada ni tuvieran una inmensa confianza uno en el otro. No podía explicarlo del todo pero Ryuzaki era una de esas personas a las que le agradaba cuando estaban en presencia mas, como ya se había dicho mentalmente antes, aquel agrado hacia su persona era solo eso, no había nada más fuerte.

    ¿Qué por qué la besó? Ni sabía porque lo había hecho pero algo que no negaba era que los labios de Ryuzaki eran los mas dulces y deliciosos que pudo haber probado, si tuviera otra oportunidad de volver a caer en la carnosidad de los labios sencillamente caería en vicio, había algo en ella que sencillamente lo dejaba loco; chasqueó la lengua. Genial… ahora necesitaba de Sakuno Ryuzaki

    Quizás si no la hubiera besado… Parpadeó por unos segundos, ahora que lo pensaba bien ¿De dónde había sacado la idea de que la había besado?
    Todo ahora era confuso.

    -.-.-.-.-.-

    Resopló por enésima vez, aun no podía creerse absolutamente nada de los acontecimientos de hoy.

    Primero cayó sobre su trasero cuando observó al pequeño minino maullando mientras gateaba hasta ellas, aún recordaba cuando Sakuno y ella intercambiaron miradas, sus ojos igual de abiertos y sus palpitaciones eran rápidas ¿Cómo había llegado Karupin a allá? Por mas que fuera era un gato, se lo creería mas de un perro incluso, se lo creería mas de cualquier otro gato ¿Pero de alguien igual de flojo que su dueño como Karupin? Naah. Luego, la “espectacular” idea de Ryuzaki de llevarle el gato a su dueño

    — “Si ya está aquí aprovecharé la ocasión” – decía decidida, aún recordaba cuando se carcajeó en su cara. Al regresar al hospital tuvo que tragarse sus palabras, no todo era imposible. Ahora se encontraba a ella misma yendo a la residencia de las Ryuzaki para disculparse con la chica, claramente su conciencia no la dejaba en paz.

    — ¿Nanako? – preguntó curiosa, su prima volteó

    — Oh Angie, ¿Qué haces por aquí? –

    — Visitaré a Sakuno – dijo sin mas - ¿Tu qué haces por aquí? -

    Su prima estaba preocupada incluso tenía una mirada de terror

    — Pues, iba a visitar a un antiguo amigo y decidí sacar a pasear a Karupin – relataba la peliazul

    — Por casualidad, ¿aquella casa queda cerca del hospital? – esperaba que sus deducciones fueras acertadas

    — Si –

    — Oh! Tranquila Nani – la llamo por cariño - yo se donde esta, ve a casa tranquila que yo lo llevo

    Nanako sonrió radiantemente y le agradeció para luego irse. ¡Sabía que todo tenía su lógica!, Karupin no podría sentir a su amo a tanta distancia. Sonrió para si misma, que Nanako lo hubiera perdido había tenido sus ventajas.

    Siguió caminando, aun faltaba una cuadra para llegar y seguía preguntando como sabía la dirección de Ryuzaki, mas no quería pensar demasiado, ya lo había hecho en todo el día, sentarse o quedarse a pensar y reflexionar no era de ella y ya su cerebro pedía un descanso.

    — Santiago – pronunció casi sin poder creerlo, allí estaba su hermano adoptivo en la puerta de entrada de la casa de Ryuzaki. Su cerebro ahora no tendría descanso.

    El día había llegado después de haberlo esperado tanto, para bien y para mal.

    Llegó Santiago...

    -o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.-o.

    Lo he logrado?, ¡Lo he logrado! Siii!.
    Subir el capitulo parte en parte y escribir y escribir xD, por fin lo he logrado
    Arleet :).. Gracias, quizás el hablarte puso de acuerdo a mi tonta computadora y la web :D, espero que el capitulo complelto no te haya decepcionado :(
    Que felicidad por fin :D.
    Espero sus comentarios
     
    Última edición: 6 Diciembre 2013
    • Me gusta Me gusta x 1
  4.  
    Arleet

    Arleet Fanático

    Aries
    Miembro desde:
    9 Julio 2010
    Mensajes:
    1,102
    Pluma de
    Escritora
    ¡Que le pasa a mi Ryoma? :C tiene algo, yo lo sé </3 se enfermará y tendrá que estar en el hospital y Sakuno la cuidará y asdf~ *-* nah, no quiero que enferme :C

    Asdf~ me encantó el cap <3 ¡hace tanto que no te veía por aquí! Pensé que ya no lo seguirías :/

    ¿Por qué todo en negrita? No entiendo ._.

    cofcofyotambiénsoydelasviejas!!cofcof lol xD

    Besos ¡y siguela! xx

    Edit: okay, okay, okay ¡subiste al mismo tiempo que yo mi comentario! Te amo *-*

    skhbvksb ¡alegico! ¿a qué? :C ¡seguro cuando durmió en la cueva! Grr~ ¡¿coma!? me quieres matar mujer, ¿no? e.e oseam, el pobre estuvo en coma tres días y Sakuno no se fue nunca y asdf~ cuchis *-* <3

    XD loool me mató lo de lesbiana XDDD

    ehh... bueno, ¿siguela?


    Edit 2: lool okay, es la segunda vez que lo edito xD Hey! tu compu me quiere : D

    :c ¿por qué? ¡le quitaste la memoria a Ryoma! Y maldita sea, otra vez lastimo a Sakuno :C lo detesto e.e es oficial </3

    Y omg! llegó Santiago : O asdf~ ¡no! ya quiero saber que pasará D:!


    Siguela cuando puedas :3


    Besos xx
     
    Última edición: 6 Diciembre 2013
  5.  
    Gabbap

    Gabbap Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    7 Noviembre 2010
    Mensajes:
    64
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Contigo otra vez.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    20
     
    Palabras:
    2470
    Buenas :)
    Espero que todos estén bien :D
    Vengo con la intención de continuar mi historia.
    Espero que les haya gustado el capítulo anterior y anhelo que este sea de su agrado!!
    Cualquier queja me avisan ;)
    -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

    Capítulo 14.

    Frenesí

    Se sentía cansada. Sus párpados pesados y músculos agarrotados no le permitían movilizarse. La alarma no cesaba de sonar; mas no podía mover ni un dedo. Su estómago dolía demandando hambre mientras sentía miles de pellizcos y cosquillas a la vez en todo el cuerpo ¿A qué hora se había acostado? Lo último que recordaba era caer de bruces en la cama y enrollarse en las sabanas. Un mal olor llegó a sus fosas nasales ¡Demonios ella apestaba!

    Reaccionando a la contradicción de su propio lema de “siempre oler a flores y rosas” sus párpados abrieron de golpe, la luz arremetía cada rincón de la habitación. Se sintió incómoda al percibir varias telas en su piel y sentir un sudor pegajoso en su frente, comenzó a respirar entrecortadamente.

    Contó mentalmente hasta tres y se sentó de golpe, escuchó varios huesos crujir al chocar entre sí. Sus tendones quemaron y sintió un fuerte mareo ¿Acaso sufría de alguna resaca? Colocó ambos pies en el suelo y se impulsó para levantarse, caminó torpemente hasta el baño y allí se encontró con su reflejo. Su figura era cubierta por las mismas ropas de ayer, incluso aun conservaba sus zapatos.

    A su mente llegaron los recuerdos en modo de Flash. Llegó desamparada y herida, lloró en su habitación, entrenó un poco su tenis, comió, bebió bebidas energéticas, volvió a entrenar y luego se acostó. Ahora comprendía porque su cuerpo reaccionaba a tal malestar. Sin pensarlo dos veces entró en la ducha para asearse, enjabonarse mil veces mas, vestirse y prepararse para las clases.

    Bajó las escaleras rápidamente para encontrarse el desayuno ya servido, no le dirigió muchas palabras a su abuela, ésta hablaba sin parar de cómo el entrenamiento sin Echizen era aburrido y que él ya se reintegraría a clases ese mismo día. Su corazón se estrujaba cada vez que escuchaba aquel nombre, su pesimismo la invadía por minutos, aun le resultaba increíble que él no recordara nada de lo acontecido en aquellos días.

    Aun así su ánimo volvía al instante, en todo lo que había experimentado sabía que la vida no era justa y mucho menos con ella, sólo debía seguir con su camino, feliz de seguir viva y mantener su inspiración en demostrar su buen tenis, aun le quedaban varias semanas de recuperación, así que mientras tanto daría lo mejor de sí para que todo saliera bien.

    Anudó sus distinguidas trenzas mientras entraba a la preparatoria, todos la saludaban alegremente; desde que había vuelto no pasaba desapercibida. Un pequeño anuncio en la cartelera del piso llamó su atención “El gran debate entre los cursos de cuarto año ¡No te lo pierdas!” Aquello también había resultado ser un problema, a la ausencia de Ryoma tuvieron que retrasar la fecha y volver a sortear para ver quienes cantaban. No esperaba que el resultado fueran ella y Tomoka, ahora también debía ensayar su voz para cantar con – aunque le duela admitirlo – la gritona de su amiga y eso si que llegaba a ser un gran dilema.

    Un agarre en su muñeca la sacó de su ensimismamiento, sintió el aire revolotear violento contra su cabello y sin aviso quedó arrinconada entre los brazos de algún muchacho. Sus ojos se encontraron con un color tan negro como la oscura noche, peligrosamente familiares, su valor se comprimió y se sintió chiquita ante el joven de cabellos marrones.

    — Hola – miedo y sorpresa se entremezclaron en su interior al reconocer aquella voz, la sonrisa arrogante y mirada intimidante le atosigaron completamente – te extrañé – sintió como sus labios eran saboreados por el chico. Estaba perdida.

    -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

    Estaba levantado desde hace unas horas. Sentía que había dormido lo suficiente por ahora, desde que había despertado miles de recuerdos inundaron su cabeza. Vale, ya sabía bastante de lo acontecido con Ryuzaki. Sabia que unos hombres los persiguieron hasta caer por un acantilado y que la había besado en esos momentos.

    Ahora, lo siguiente era demasiado confuso. Sólo pocas imágenes se mostraban en su cerebro, ella muy cerca de él temblando, mencionando su nombre alterada y luego ella bajo su cuerpo desnuda gimiendo su nombre. ¿Había hecho algo malo con Ryuzaki? ¿Había perdido la virginidad con Ryuzaki? ¿La había violado? ¿Esos era sus verdaderos recuerdos? ¿Recuerdos o sueños? ¿Verdad o mentira? ¿Comprender o Ignorar? No podía aclarar nada si no trataba el tema con la castaña pero ¿Qué pasaría si sus recuerdos eran afirmados? ¿Cómo podía cumplir una promesa cuando la había violado? Todo era demasiado confuso.

    Caminaba por los pasillos de la preparatoria pensando en que hacer, podría evitar a Ryuzaki e ignorar las imágenes de su mente pero su curiosidad era mas fuerte que todo, incluso que su orgullo. Divisó varios carteles anunciando el debate de los cursos, el destino había escuchado sus plegarias y ahora no sería él quien tuviera que hacer el ridículo con Osakada, se sorprendió al mirar el nombre de Ryuzaki plasmado en el aviso, sintió cierta curiosidad al no saber como cantaba la castaña.

    Una escena que se asomaba por el rabillo del ojo lo aturdió. Su mundo se detuvo por unos segundos al notar como Ryuzaki era besada vorazmente por un imbécil. Indignación, vergüenza, decepción y sorpresa fue lo que sintió, en su pecho crecía un nudo que le quemaba por dentro. Su mente dejó de reaccionar al notar como de los ojos de la castaña escapaban pequeñas lágrimas, las femeninas manos eran atrapadas por el hombre que se acercaba cada vez más a la mujer. El fuego lo consumió por dentro y al momento se dejó llevar por sus impulsos.

    Empujó con fuerza al chico de su misma estatura estrellándolo contra la pared. Se encontró con la mirada asustada de Ryuzaki y observó con odio a su contrincante, sin darle mucha oportunidad de reaccionar golpeó su rostro con furia, una y otra vez hasta acabar tirándolo en el piso.

    — ¡Ryoma! – casi sintió el pequeño brazo que lo jalaba hacia tras - ¡basta! ¡basta! – la suplicante mirada de Ryuzaki lo desconcertó – ya pagó, déjalo –

    — ¿Qué pasa Chocolate? ¿Te has olvidado de mi? ¿Ya me remplazaste? - Posó su mirada en el chico que sobaba su quijada – que no se te olvide la promesa que me has hecho – observó con indignación la escena que aparentemente solo presenciaban ellos tres.

    El chico frente a él tomó la mano de Ryuzaki aun tirado en el piso, con mirada ilusionada comenzó a acariciar la mano de la castaña. ¿Qué demonios sucedía allí? De pronto Ryuzaki se acercó aun más al chico hasta quedar a escasos centímetros de cercanía y golpe resonó en sus oídos. La chica frente a él había golpeado con furia su mano contra la mejilla de aquel chico. Sus ojos se abrieron sorprendidos al ver como Ryuzaki había dejado su palma marcada en la mejilla, la siguió con la vista y sin saber por qué continuó su recorrido hasta la azotea.

    Sus pies lo encaminaron hasta subir las escaleras, al llegar la encontró en un despavórale estado. La castaña vomitaba en una de las esquinas de la terraza, apoyándose en una mano y aferrando la otra su estómago mientras terminaba por arrodillarse. Quedó estupefacto ¿Tanto le asqueaba un beso a Ryuzaki? Recordó que él también había poseído sus labios, las imágenes de hace unos días pasaron rápidamente en su cabeza ¿Qué hacía él allí? ¿Debía tocar el tema justo ahora? ¿Debía irse? ¿Debía sostener su cabello? ¿Qué haría?

    — ¿Qué haces aquí Echizen? – su voz fría transmitía rabia. No esperaba aquella reacción de Ryuzaki ¡Él había alejado al imbécil que la apresaba! – Por favor vete –

    Aquellas palabras lo sacaron de foco. Su orgullo dictó un lárgate de ahí. Algo en su interior le obligó a quedarse quieto, no movió ni un solo músculo en la espera de alguna señal de la castaña. Muévete, su cuerpo no reaccionaba a sus mandatos, su sistema no reaccionaría hasta que ella dijera algo. Ella se levantó y lo miró molesta, escupiendo hacia el piso y sonriendo malignamente.

    — ¿Ahora qué? ¿Fingirás estar preocupado por mi bienestar? – la luz es sus ojos había desaparecido, el color rojizo había oscurecido – vamos, no pensé que fueras tan hipócrita, no te agradeceré nada si eso es lo que estás esperando –

    Las venas hirvieron dentro de su cuerpo y todo se nubló en su mente. ¿Él Hipócrita? ¿Él preocupado? Sabía que su cuerpo actuaba indiferente a sus propias decisiones y que aun se preguntaba por qué había ido junto a ella. Pero ahora sabía algo, Ryuzaki se había jodido con él. Ella era sólo una carga con la que había decidido cargar por demostrar moral.

    — ¿De qué hablas? – Observó como la chica cambiaba de semblante – yo siempre subo a este lugar, que te encuentre aquí ha sido mera coincidencia –Ryuzaki lo miró inocentemente – Deberías pensar mejor antes de actuar Ryuzaki, que te hayas dejado besar por un desconocido no es culpa de nadie –

    Habló con palabras tan frías como el invierno y sabía que su mirada irradiaba fuego. Desde ese momento su intención en cuanto a Ryuzaki cambió. No podía permitirse ser humillado de esa manera delante y por esa mujer. Observó como ella agachaba la cabeza mientras pasaba varias veces sus manos por su cabello. Refunfuñó molesto por la reacción de la chica. Jamás había conocido ese lado tan oscuro de Ryuzaki y ahora no aceptaría ningún tipo de “tímida disculpa”.

    Sus pies obedecieron y se fue de aquel lugar con mas preguntas que respuestas. Pero ya nada de eso importaba, no importaba que Ryuzaki lo tratara desgraciadamente sin él tener consentimiento del por qué. Las imágenes de sus recuerdos aparecieron de nuevo, sin embargó las disipó sacudiendo la cabeza.

    Tampoco importaba si él realmente había tenido relaciones sexuales con ella y no le concentraría mas en por qué su interior se afanaba en hincar hacía la teoría de tener relaciones sexuales; para él aquello era además de ser absurdo, era imposible y ridículo de creer.

    Ahora las cosas cambiarían, mucho menos le importaba su promesa de cuidar y renacer el tenis de Ryuzaki. Ya había pasado mucho tiempo y bastaba con verla subir las escaleras y mantenerse sin la ayuda de nadie ni de muletas. Ya él había cumplido su cometido, de ahora en adelante Ryuzaki dejaba de ser algo relevante en su vida…si es que alguna vez lo fue.

    -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
    Su corazón palpitaba fuertemente mientras su estómago seguía retorciéndose en su interior, su cabeza daba vueltas y por mas que intentara darle lógica al asunto no lo encontraba ¡Era demasiada información en un día! Y la persona que menos quería ver en esos momentos era a Ryoma.

    Debía reconocer que su actitud no había sido la peor, pero en esos momentos había algo mas importante en su mente.

    — ¿Chocolate? – su corazón respingó aun mas fuerte, volteó la cabeza encontrándose con la mirada preocupada del castaño - ¿Qué te sucedió, por qué me golpeaste? ¿Estás bien? – se comenzó a acercar a ella lentamente mientras hablaba, comenzó a retroceder mientras sentía que su estomago no soportaría tanta presión.

    — ¿Qué haces aquí Santiago? – dijo al sentir la cerca tocar su espalda.

    — ¿No es obvio? Vine a por lo mío – habló despreocupadamente alzando los hombros – pero ahora eso no es importante ¿Quién era ese chico que me golpeó? ¿Por qué salió de aquí? ¿Te hizo daño? Porque si lo hizo –

    — No hizo nada – respondió rápidamente al notar como empuñaba la mano – no tienes porque molestarte -

    — Entonces ¿estás bien? – se acercó imprevisiblemente mientras sentía dos manos posarse a cada lado de su rostro, aquello la había agarrado por sorpresa

    — S-si –

    — No sabría que hacer si te sucediera algo – Sintió como pegaba la frente a la suya, su corazón se arrugó por un momento - lo mejor será irme, no veo que te sientas bien – sintió un beso en su mejilla – nos vemos –

    De pronto Santiago había desaparecido de su vista, se dejó caer al suelo mientras recuperaba el aliento. Odiaba reaccionar así ante alguien que había jurado solemnemente no volver a ver jamás, aun tenía secuelas de su enamoramiento al castaño y su corazón con cada retumbe se lo acertaba cada vez mas ¡Pero eso era imposible! A ella le gustaba… ¿Ryoma? No, Ryoma la trataba siempre como la mierda y Santiago ya no debería ser nada para ella.

    Suspiró ya recobrando el sentido de las cosas, el timbre había sonado y debía ir a clases; sacudió su falda y se dispuso a ir a su salón. De ahora en adelante debía mantener distancia con Santiago y si realmente era necesario con Echizen. Su objetivo había cambiado desde esa mañana, debía mejorar para demostrar sus técnicas de tenis y nada la podía distraer.

    Entró tranquila a su salón sabiendo que su profesor no siempre llegaba temprano. Insultó a su suerte y maldijo por lo bajo al ver que aquel día era la excepción, todas las miradas eran ahora posadas en ella, por instinto buscó a Echizen pero éste sencillamente miraba hacia la ventana.

    — Como seguía – la voz de su maestro llamó su atención – éste joven aquí a mi lado es un estudiante de intercambio, por favor preséntese -

    Sus ojos se abrieron como platos al observar al chico que había estado con ella hace unos minutos, éste mantenía sus manos atrás y hacía una reverencia hacia el salón

    — Soy Santiago Dos Santos, me pueden decir Tiago – solo a unos metros de ella se encontraba el castaño con una enorme sonrisa en el rostro – para su información soy hermanastro de Anghelick – todos incluyéndola a ella miraron sorprendidos a la rubia que bajaba la mirada ruborizada, de pronto las miradas volvieron a ella - y esta preciosura que está a mi lado – se sintió jalada hasta quedar apresada en uno de los fuertes y marcados brazos del chico – es mi novia –

    _______________________________

    Enserio espero que les haya gustado :( A mi no tanto si les soy sincera.
    Sin embargo, espero sus comentarios a ver que opinan ;)
    Buen día y noche :)
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  6.  
    tennis

    tennis Iniciado

    Aries
    Miembro desde:
    27 Abril 2011
    Mensajes:
    1
    Hola!! Estas aquí de nuevo!! Que maravilla ni más maravillosa!!! Wao es fantástico.... créeme que me sorprendió mucho ver estos dos capítulos... y créeme que me gustaron. Ryoma y su orgullo de macho, ya encontró un rival!! jajaja.... ahora es que viene lo bueno.

    Bienvenida ;)
     
  7.  
    Gabbap

    Gabbap Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    7 Noviembre 2010
    Mensajes:
    64
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Contigo otra vez.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    20
     
    Palabras:
    6050
    Especial de dos capítulos


    Capítulo 15
    Fémina
    Parte I



    Dos mujeres son mejor que una

    La mañana era cálida, la ciudad de Tokio empezaba a ser cubierta por el brillo del sol mañanero, asomándose por el horizonte, siendo admirado por la ciudad que ya estaba despierta. Las personas caminando hacia sus trabajos, las madres preparando el desayuno, los pequeños estudiantes yendo a su escuela, un sinfín de personas ya habían comenzado su día. Un día calmado y tranquilo, lleno de prosperidad y alegría. Un día normal, o por lo menos lo era afuera de la residencia de las Ryuzaki.

    — ¡La puta madre! –Exclamaba Sakuno corriendo de un lado a otro - ¡Maldito reloj! ¡Maldita alarma! ¡La puta que te hizo! –gritó apuntando con el dedo su despertador totalmente enrabiada. De todos los días justo ése tuvo que levantarse tarde.

    Corrió hacia las medias cepillándose los dientes con el cabello empapado por la ducha flash que se había dado, mojando así toda su espalda, la parte de atrás de su brasier y de sus panties. Cerró la boca para que nada se le escapara mientras se colocaba las medias. Corrió hacia el baño aun cepillándose los dientes, cubrió su cabello con una toalla y le dio forma de tornillo haciéndose así un turbante en la cabeza, enjuagó su boca con las medias puestas y corrió a terminarse de vestir con su uniforme.

    Ya vestida, observó su habitación por unos segundos ¿Qué faltaba? ¿Qué había que hacer? ¡Su mochila! La sujetó de la mesa de noche donde estaba, la revisó; ésta solo tenía un traje especial adentro. Afirmó mientras se la colocaba en la espalda y se aproximó hasta la entrada de la casa. Bajó las escaleras de manera rápida y pasó de largo la cocina, hizo una mueca de molestia, no había tiempo para comer, después compraría algo en Seigaku; su abuela estaría allí y le ayudaría a desayunar.

    Llegó hasta la sala lista para salir de la casa. ¿Qué faltaba? Tenía las llaves, dinero, el traje, las hojas, su garganta… si tenía todo listo. Se miró en el espejo cerciorando todo, sus mejillas sonrojadas y pulso agitado de tanto correr, pensó en el maquillaje que estaba en su bolso. Hoy debía estar mejor que nunca. Se detuvo en seco dudando en si se maquillaba en la casa o en el instituto. Resopló, mejor sería en Seigaku. Algo encima de su cabeza le llamó la atención ¡Su cabello! se quitó la toalla y se mostró el dedo del medio a si misma al ver su cabello en su mas alto nivel de libre expresión. A la mierda, luego se peinaría.

    Se colocó los zapatos y comenzó a correr por las calles camino a su instituto, en su interior estaba comiéndose las uñas con una notable ansiedad. Su cabello revoloteaba por todas partes de su cuerpo, llamaba la atención de muchas personas, todos la observaban punzantemente, sino se hubiera levantado tarde nada de eso le hubiera pasado, su estómago no estaría rugiendo y por lo menos se hubiera colocado perfume. Agitó la cabeza, no debía preocuparse por eso, ése era el día que había estado esperando – para bien y para mal – desde que se enteró que sería ella quien cantaría con Tomoka en el debate de los cursos.

    Llegó a Seigaku mas rápido de lo planeado, se encontró con muchos carteles de publicidad, varios puestos de ventas de recuerdos, comidas, bebidas y demás. Cualquiera podría confundir el evento con el festival de primavera e invierno que se hacían todos los años, pero éste evento era diferente, sería después de las dos de la tarde y solo lo conformaban los cursos del 4to año y anhelaba que la asistencia de las personas fuera mínima. No quería que de repente le atacaran los nervios y le diera pánico escénico.

    Llegó a la entrada del instituto y subió dos pisos. Se sentía asustada, sabía que Anghelick se molestaría con ella por no llegar temprano al último ensayo de su presentación. Se posicionó delante de la puerta y escuchó voces, esperaba no tener que encontrar mucha gente frente al aula, abrió la puerta y sus ojos se agrandaron al nada más ver a la rubia junto a Tomoka. Sintió cierto alivio al nada más verlas a las dos.

    — ¿Dónde están los demás? –Preguntó tratando de sonar calmada.

    — ¿DÓNDE SE SUPONE QUE ESTABAS TÚ? –Gritó Anghelick molesta – los demás se cansaron de esperar y los puse a ensayar en el escenario –

    — Pero, si sólo han pasado 20 minutos –Murmuró la castaña deprimida observando el reloj en su muñeca, creía que no había llegado tan tarde.

    — Por eso mismo Sakuno –Dijo Tomoka con ambas manos en la cintura – pero ya no importa, lo mejor será que empecemos a ensayar –

    Aquel salón era uno abandonado, sólo se utilizaba para reuniones o ensayos, sólo contaba con pocos asientos por lo que las muchachas se quedaron levantadas y se colocaron en el centro del salón formando un triangulo. La chica del lunar mirando de frente a la castaña y Anghelick en la punta mirándolas a ambas. De pronto una risa surgió en el salón.

    — Oe Sakuno, me encanta ese nuevo estilo –Emitió la rubia observando fijamente su cabello. Sakuno se exaltó sonrojada y buscó dentro de su bolso.

    — La estúpida alarma no sonó y no tuve mucho tiempo para peinarme –Habló haciendo pucheros, no hacía falta que le recordaran el estado de su cabello.

    — Pero te ves bien –

    — Si, te ves sexy –Tomoka le tendió un espejo.

    Ryuzaki se observó; la gran pollina que siempre llevaba de lado había decidido por si sola cubrir por completo su frente, su cabello liso quedó aplacado hasta enrularse y cobrar vida en las partes finales. La castaña observó dudosa a sus dos compañeras mientras éstas sonreían afirmativamente.

    — Vale, me lo dejaré así –Suspiró – sólo déjenme echarle crema –

    Al terminar, la muchacha colocó su morral a la altura de sus pies y se concentró en la hoja que poseía la letra de la canción que cantarían. La rubia carraspeó la garganta y miró a Sakuno en modo desaprobador mientras le quitaba las hojas.

    — Ya te lo debiste haber aprendido -

    — Si me lo se, es para verificar –

    — Entonces, hazlo esta vez sin la hoja –Anghelick le quitó la hoja también a Tomoka y cruzó los brazos – lo bueno es que tienen el tono de voz mas o menos igual, sólo que Sakuno puede cantar mas agudo y Tomoka mas grave y eso es bueno –hizo una pausa – cantaran aquí sin la banda, lo harán tres veces y bajaremos para que lo hagan con la música ¿vale? –Ambas muchachas asintieron y comenzaron a preparar su vos – bien. Y un, y dos, y un dos tres.

    — I go oh oh you go ah ah. La la la la La la la la. I can la la la la la la. I wanna wanna wanna get get get what I want, dont stop -Comenzó Tomoka en un tono grave

    — Gimme, gimme, gimme watch got got. Cuz I can't wait wait wait any more more more -Luego se le unió Sakuno en un tono muy agudo.

    La canción era de un grupo donde cantaban dos chicas, era en inglés y tenía aquel toque extraño que quería Anghelick. Sakuno se sentía muy unida a la canción, no sabía como ni por qué, pero se sentía feliz y calmada al cantarla.

    — I feel so untouched and I want you so much. That I just can’t resist you It’s not enough to say that I miss you –Cantaban las dos muchachas uniendo sus voces.

    La rubia observaba orgullosa como habían mejorado las dos chicas, sobre todo Tomoka. Sakuno la había sorprendido con su voz, era tan angelical, sutil y aguda. Justo como ella había pensado que sería. Sonrió aun mas, ambas chicas frente a ella eran personas agradables y amigables, le gustaba estar con ellas, le gustaba que se hubieran hecho amigas, a pesar del pasado que sólo ella conocía.

    Las muchachas siguieron ensayando por la media hora de la mañana. Anghelick de vez en cuando las dejaba descansar y les daba caramelos de miel para la garganta, las tres se estaban divirtiendo en aquel lugar. Pero debían bajar, no solo debían ensayar esa canción con música, sino que también debían ensayar el final donde se agrupaban todos los de su curso. O algo así tenía planeado la rubia.

    Bajaron hasta el escenario con una chupeta de miel en la mano. Osakada aun se preguntaba de donde la había sacado. Al llegar se encontraron con los 35 estudiantes de su salón. Sakuno sintió su corazón saltar al ser observada por todos, cruzó mirada con Echizen y sintió una punzada en el pecho ¿Por qué esa mirada tan fría?

    — ¡Chocolate! –Escuchó un grito a su lado, era Santiago – Chocolate estás hermosa, yo se que me quieres sorprender pero hoy te pasaste –

    — Santiago –Susurró por lo bajo su mejor amiga. Tenía un extraño presentimiento de que Tomoka se había interesado en el latino.

    — Chocolate ¿Lograste convencer a mi hermana de cantar una canción en español? –

    — ¡NO! –Gritó Anghelick

    — Oh vamos Anghelick, se que quieres bailar un reggaetón bien caliente –

    — No –

    — No te hagas la santa yo se que te encanta –

    — Asco –Murmuró Sakuno.

    — Oh Sakuno, cuando te cantaba el vestido rojo no decías eso –Dijo el castaño abrazando a Ryuzaki - ¡Mami tu sabes que te mueves caliente, tu sabes que me pones indecente cuando mueves tu cuerpo mujer! –

    — Compórtate –Dijo la muchacha cubriendo su cara con sus manos totalmente sonrojada.

    — O una mas erótica ¡Tu eres mi cachorrita mamá! –

    — ¡Comencemos mejor! –Exclamó avergonzada Anghelick.

    Las horas en el escenario pasaron rápido, todos cooperaban y se divertían. Aparentemente a todos les había agradado la presencia del estudiante nuevo, el latino cantaba y hablaba todo tipo de cosas en español y a pesar que casi ninguno le comprendía todos sonreían al ver como hacía payasadas. Claro, casi todos disfrutaban de esa compañía excepto una persona, Ryoma Echizen.

    El ambarino miraba distante la escena, a pesar de estar dentro de ella. Cualquier persona que intentara hablarle los ahuyentaba con una simple mirada, no había estado de buen humor los últimos días y aun no sabía por qué. Quizás le vendría el periodo, pero había un problema ¡Él no era mujer! Por lo que se deshizo de esa opción.

    También aseguraba que el origen de su mal ánimo se centraba en el nuevo estudiante de su curso, sabía que todo había comenzado desde que él llegó. Sentía cierta impotencia al verlo tan cerca de Ryuzaki. En si, tendía a sentir impotencia al estar él mismo cerca de ella; y es que no entendía, ¿Cómo ella podía estar cerca de alguien como Dos Santos? Tal vez él hubiera confundido las cosas y en realidad si eran novios, pero entonces ¿Por qué aquel día ella lloraba?

    Se suponía que no era su problema, y hasta el sol de hoy no había hablado con la muchacha, no quería ni se lo permitía. Se suponía que debía aclarar las cosas, aun su cabeza le seguía repitiendo que Sakuno Ryuzaki había sido suya aquella noche, y poco a poco se había convencido de ello, por mas insólito que fuera. Sino ¿Por qué Ryuzaki lo miraba a cada rato? ¿Por qué se sonrojaba en su presencia? Debía hablar con ella por mas que le costara el orgullo y lo más pronto que fuera para poder salir de esa carga.

    Pero, luego estaba la pregunta ¿Qué pasaba si de verdad habían tenido relaciones? ¿Qué haría? ¿Y si no usó protección? ¿Estaría embarazada? ¿Qué debía hacer? Eso lo descubriría al hablar con ella. Por ahora debía concentrarse en ser un corista. Hizo una mueca de desagrado. Hubiera dado todo para no hacer nada de ello, pero debía conformarse; pronto terminaría toda esa pesadilla y los días de clases normales volverían.

    Comenzaron de nuevo a ensayar la canción. No entendía que le pasaba su cuerpo a escuchar la voz de Ryuzaki, se estremecía y comenzaba a temblar. Ciertamente la chica tenía una voz realmente hermosa y digna de ella, pero eso no era excusa para que su cuerpo reaccionara de esa manera. La observó mientras cantaba ella sola, con ambos ojos cerrados y sus manos frente a su pecho. Sonrió, se veía bonita cuando cantaba.

    A casi finales de la canción les tocaba a ellos cantar en el coro mientras las muchachas recuperaban la voz. Anghelick estaba a su lado derecho cantando sonriente. Sonrió con ella mientras cantaba, todo había sido su idea y estaba saliendo tal y como ella quería, le agradaba la persistencia de su amiga. A su lado izquierdo estaba Kachiro, tapó un segundo su oreja izquierda, ese chico tenía muy mala voz.

    La canción terminó, la banda que había contratado Angie que tocaría con ellos ahora se iría a almorzar y llegarían a la una y media de la tarde. Todos suspiraban mientras se dirigían a la salida del auditorio donde se encontraba el escenario, Echizen observó como todos aprovechaban la pausa para comer, uno por uno fue saliendo hasta dejarlo a él solo en el auditorio, o no tan solo.

    Se encontró antes de la salida del auditorio a la castaña, cantando a capela la canción con la hoja en las manos. Repetía una y otra vez una frase, pronto comprendió que no la sabía pronunciar con exactitud. Se colocó detrás de ella, observando su cabello suelto y enrulado, lo sujetó en manos mientras se dejaba emanar por su aroma. Un aroma a chocolate.

    — Debes pronunciarla sin cantar y hacerlo rápido –Dijo tomándola de sorpresa - Going’ crazy from the moment I met you – dijo con total excelencia – ahora dilo tú pero lento –

    — Going’ crazy from the moment I met you –Murmuró la castaña lentamente. Echizen hizo señas de que fuera aumentando la velocidad - Going’ crazy from the moment I met you, Going’ crazy from the moment I met you, Going’ crazy from the moment I met you, Going’ crazy from the moment I met you –

    — Exacto –Dijo él mientras sujetaba la hoja que ella tenía en manos. Sin quererlo comenzó a cantar el coro que él también había tenido que practicar. Cantó el coro completo incluyendo la frase que ella estaba practicando, al terminar la observó. Ryuzaki estaba con los ojos muy abiertos y la cara roja - ¿Qué? –Preguntó y ella negó con la cabeza – canta conmigo –

    I feel so untouched
    And I want you so much
    That I just can’t resist you
    It’s not enough to say that I miss you
    I feel so untouched right now
    Need you so much somehow
    I can’t forget you
    Going’ crazy from the moment I met you


    Ambos cantaron sin ver la hoja. Ryoma sin saber por qué cantó más afinado de lo que quería, no podía creer que ambos se oyeran tan bien. La miró directamente a los ojos y a medida que cantaba se acercaba mas a ella. No quería, no sabía por qué lo hacía; su cuerpo no le obedecía y al final terminó estando muy cerca de la chica. Dejó que ella cantara la última frase que había practicado con él y el silencio cayó en el auditorio.

    Sus respiraciones estaban acompasadas y sus miradas unidas. Maldición, sentía unas ganas imparables de abrazarla y besarla. Besar a la única chica que había besado en su vida, besarla desenfrenadamente y mantenerla en sus brazos. Hazlo ella es tuya dictó la voz en su interior y dio unos pasos mas cerca de ella, tomó su rostro entre sus manos y se acercó a sus labios.

    — ¡Amor ahora que empiezas a verme de esa forma animal, ya no se lo que piensas hacerme si está bien o si está mal! –Se alejó lo mas que pudo de manera rápida mientras veía a Santiago acercarse - ¡Chocolate de mi corazón! -¿Chocolate? ¿Así la llamaba? – Vamos querida te estaba buscando, ven para que te brindé una comida digna de ti –Su cabello olía a chocolate. Santiago tomó a Ryuzaki de la mano y se alejaron dándole la espalda - ¡Cuando me enamoro, a veces desespero! ¡Cuando me enamoro, cuando menos me lo espero me enamoro! –

    Subió la ceja sin entender lo último dicho por el chico, siempre se la pasaba cantando cosas inentendibles. Chocolate, por eso la llamaba así, por el aroma de su cabello, sintió cierta molestia. Justo en ese momento tenía que llegar, su molestia incrementó ¿Qué se suponía que estaba haciendo él? ¿Cómo demonios iba a hablar con ella si ahora la intentaba besar? ¿Qué sucedía con él?

    — Estás enamorado –Escuchó una voz detrás de él. Volteó y se encontró con Anghelick ¿Desde cuándo estaba allí? –he estado aquí desde que comenzaron a cantar –respondió ella como si le hubiera leído la mente.

    — A que te refieres con –

    — Te enamoraste –Le interrumpió. La observó la chica estaba sonriente, él le dedicó una mirada desalentadora.

    — Aparentemente no me conoces bien Anghelick –

    — Sólo me llamas por mi nombre completo cuando te pones serio, odias que te llamen Ryoma-kun y cuando orinas te gusta contar hasta diez para que el tiempo se haga mas rápido –Abrió los ojos desmesuradamente – también dejaste de hacer eso por que solo lo hacías de pequeño –

    — Me has estado espiando –

    — No, solo lo saco por lógica –Dijo ella acercándose unos pasos a Ryoma – te conozco mas de lo que crees -

    — No estoy enamorado –

    — Si lo estás –

    — Demuéstralo –Dijo él antes de sentir unos labios sobre los suyos. Abrió los ojos sorprendido sintiendo como la rubia lo abrazaba por el cuello. Cerró los ojos y correspondió el beso dejándose llevar por la extraña sensación.

    .o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.

    Sus labios eran suaves y besables, pero de todas formas sabía que lo que hacía estaba mal. Ella no lo quería, mejor dicho: no quería volver a sufrir por él. Alejó su rostro de los múltiples pequeños besos que él le daba y lo alejó de si.

    — ¿Qué pasa chocolate? –Preguntó el castaño soltando su mano, ella abrió la boca para hablar pero él prosiguió - ¡Ya se!, debes estar cansada y nerviosa. Está bien, no te daré mas muestras de amor hasta que termine tu presentación. Debes tener unos nervios, según lo que me enteré vendrán muchas personas. Espero que no te de pánico escénico, dañarías toda nuestra presentación y con lo tímida que eres tú –le dedicó una mirada amenazadora mandando a callarlo, él se carcajeó posando el brazo sobre su hombro - ¡Vale, vale! Entonces te ayudaré a cantar vamos ¡Si te he fallado te pido perdón de la única forma que se, abriendo las puertas de mi corazón para cuando decidas volver! –

    Suspiró oyendo a Santiago cantar a toda voz otra canción y sonrió. Había olvidado lo agradable que era estar con él, no sabía de donde sacaba energías para cantar y hablar tanto, pero esa era su cualidad y era una de las ventajas de estar a su lado. Le permitía olvidarse de todos sus problemas y olvidar lo que había estado apunto de suceder en el auditorio.

    Y obviamente estaba pensando en ese casi beso ¡Ella no era ninguna tonta! Ryoma estuvo apunto de besarla y ella se iba a dejar. Frunció sus labios, se suponía que ella no se debía dejar llevar por la situación, ni tampoco sería un juguete sentimental de ninguno de los dos muchachos. Debía recordarse que su objetivo principal de esos momentos era mejorar en su tenis. No podía estarse distrayendo con un hombre que “había vuelto por ella” y otro que la confundía cada vez más con sus acciones.

    Débil. Eso es lo que era, una mujer débil que se dejaba llevar por hombres imponentes. ¿Qué hubiera pasado si Santiago no hubiera llegado? No hubiera tenido el valor de detenerlo, y quien sabe que estaría haciendo ahora si en verdad lo hubiera besado. Agitó sus manos, por lo menos había anotado un punto. Había logrado parar los besos de Santiago, y algo que ella sabía es que era casi imposible resistirse a alguien como el castaño. También sabía que su debilidad era mas fuerte con Santiago, ante él ella se sentía más impotente. Muy diferente a cuando estaba con Ryoma, de cierta manera se sentía protegida y eso hacia que le tuviera mas confianza.

    Frunció el seño, debía arreglar sus sentimientos y practicar sus debilidades. No podía volver a dejarse llevar de nuevo. Llegó hasta el comedor junto a Santiago y éste pidió un gran almuerzo para ambos.

    — Chocolate no has cantado conmigo –Murmuró triste su compañero y observó llena la mitad de la comida, tenía hambre pero ese plato era mucho - ¡Come más! ¿Qué no recuerdas el cerdo que nos comimos en el lago? Era más que esto y comiste más que yo –sonrió irónica al ver como exageraba el castaño y siguió comiendo.

    Las horas de descanso pasaron rápido, entre hablar con su compañero, oírlo cantar y reposar la comida se hicieron la 1:30 pm. Ahora se encontraba en el salón de ensayos junto a Tomoka y Anghelick, arreglándose para la función.

    — Ya está comenzando a llegar la gente –Dijo Tomoka colocándose un poco de sombra.

    — Espero que no haya mucha –Murmuró la castaña torneándose los ojos con delineador. Sus ojos se posaron en la rubia, estaba sonrojada, agitada y caminando de un lado a otro – Angie –la llamó y ella se detuvo - ¿Qué pasa? –Preguntó preocupada.

    Con los días que estaban pasando comenzó a tenerle mas cariño a la americana. La chica era una versión femenina y unida de las personalidades de Santiago y Ryoma, eso la hacía una egocéntrica que siempre captaba la atención. Pero por otro lado, era una chica preocupada por sus compañeros, abierta y divertida. Tenía lo mejor de dos mundos.

    — La banda no ha llegado –Respondió aun sin verle.

    — Tranquila, deben estar por llegar –Habló Tomoka colocándose un rímel.

    — Pónganse los vestidos –Ordenó la rubia saliendo de la habitación.

    La castaña y la del lunar se miraron por un rato preocupadas. Sin la banda debían cantar a capela y eso sería mucho peor. Sakuno ya totalmente maquillada caminó hasta su mochila y sacó un vestido negro de ésta. En el salón no había hombres por lo que optó por cambiarse de ropa adentro junto a su amiga. Ya vestida se observaron, ambas con el mismo vestido negro, en forma de corsé en la parte de arriba para luego abrirse en tela chifon en la parte de abajo. Un vestido corto y sencillo, justo para la ocasión.

    Sonrió al ver a Tomoka, aseguraba que ella se veía tan hermosa como su amiga. Según lo dicho por Anghelick, ellas serían las únicas que usarían un vestido negro. Los hombres usarían un esmoquin blanco y las demás usarían diferentes vestidos blancos. Incluso los de la banda tenían su ropa, Anghelick tenía todo fríamente calculado. Suspiró, sería un golpe muy fuerte si no llegaba la banda.

    — Me enteré que Angie junto a la mamá de Ryoma cosió estos trajes –Dijo Tomoka haciendo que la castaña se ruborizada.

    — Imagínate cuanto tiempo le habrá tomado –Dijo con un deje de culpa, eso había sido demasiado – nos hubiera pedido ayuda –

    — Sabes lo perfeccionista que es, si nos hubiera salido algo mal nos sentiríamos peor –Remendó su amiga. De pronto, de un portazo entró la rubia.

    — La banda quedó accidentada a dos horas de aquí –Dijo sin más mientras se sentaba en una de las sillas y cubría su rostro con sus manos –le diré al profesor que nuestro curso no va a participar –ambas abrieron sus ojos preocupadas, debía haber otra solución.

    — Espera hermana –Entró Santiago agitado, colocándose frente a ella – acabo de conocer a unos chicos que saben tocar –notó que ya el muchacho llevaba su ropa blanca.

    — No saben la partitura ni las notas –

    — Podemos cantar otra canción –Opinó Osakada colocando una mano sobre el hombro de la chica – haremos lo mejor que podamos –

    — Haz hecho mucho Anghelick, ten por seguro que todo saldrá bien –Dijo Ryuzaki. La rubia sonrió mientras dejaba resbalar una lágrima por su mejilla – no llores, vamos hay que ver el equipo que encontró Santiago –
    Anghelick sonrió y se aproximaron hasta la entrada de Seigaku, Sakuno y Tomoka se sorprendieron y sonrieron al ver quienes eran. Eiji sonreía abrazando a Echizen – también vestido con el esmoquin blanco – Momoshiro estaba del otro lado saludando. Siguió viendo, Kawamura, Oishi y Kaidoh hablaban preocupados con Tezuka, era obvio que no querían causar alboroto al ser la nueva banda de su curso. Fuji mantenía los ojos abiertos y la mirada fija en Anghelick e Inui hablaba con Santiago.

    — Vale, no se si estamos perdidas o salvadas –Murmuró Tomoka.

    — Nya Saku-chan, hemos venido a apoyarlas –Exclamó Eiji abrazando fuerte a Sakuno.

    — Parece que las cosas cambiaron Shh, tocaremos con ustedes –Dijo Kaidoh acariciando la cabeza de Osakada. ¿Qué mierda hacía Kaoru?

    Los demás pasaron hasta llegar al salón de ensayos. El equipo seguía a Anghelick que daba claras órdenes a los muchachos; atrás Ryuzaki no evitó ruborizarse al ver al latino y al ambarino en los trajes. No pensaba que eludir sus emociones fuera tan difícil. Dejó sus ojos fijos en la espalda de Echizen. Santiago era su debilidad pero no podía evitar suspirar por el ambarino. De pronto, Ryoma volteó mirándola fijamente, ella se sobresaltó y apartó la mirada. Débil se dijo a si misma, debía aguantar sus emociones fuera como fuera.

    Sin aviso el show comenzó, los primeros cursos del 4to año comenzaron su presentación. Estaban planeadas 10 presentaciones y ellos serían los últimos. En el salón de ensayos habían mas personas de lo que podían estar, todo el curso estaba vestido y metido en aquella aula. El equipo de banda ya estaban vestidos de blanco tal y como lo había ordenado Anghelick, con los respectivos instrumentos que había dejado allí la banda que se suponía que iba a tocar.

    — Bien hagan silencio –Habló autoritariamente Tezuka – ella va a hablar –señaló a la rubia.

    — Todas las canciones que ellos conocen y pueden cantar son Japonesas –Dijo tranquilamente la rubia alarmando a los demás estudiantes – ya yo le he explicado al profesor de Inglés nuestra situación, recuerden que también él había visto los ensayos por lo que lo dejó así –todos sonrieron aliviados – pero alguien debe presentarnos y lo debe hacer el inglés y yo no quiero –

    — Que lo haga Ryoma –

    — Si, el sabe hablar muy bien ingles –

    — Él vivió por mucho tiempo en América –

    — Si, Ryoma-kun tu puedes –

    Opiniones de varios compañeros se escucharon por el salón y todos fijaron su mirada en él. Ryoma suspiró y asintió con la cabeza, no le quedaba de otra. Sólo se trataba de presentarlos y además él tocaría la guitarra, prácticamente la tarea era sólo para él.

    — Bien, ahora -Habló de nuevo la rubia mirando a las cantantes principales – la única canción femenina que saben tocar y más o menos es “Jitensha” – dijo cubriendo su rostro, ambas cantantes suspiraron resignadas – se la saben ¿no? – Preguntó y las demás asintieron, volteó a ver a los demás y algunos asintieron – los que no se la sepan tienen creo que una hora y media para aprendérsela –

    El tiempo pasó sumamente rápido, entre ensayar las voces de nuevo, aprender bien la canción y preparar los últimos detalles, se hizo la hora de bajar. El curso antes de ellos ya había terminado y ahora el telón del escenario estaba abajo. Cada uno del equipo de Tenis de Seigaku se colocó donde iba y comenzó a preparar su instrumento. Ryoma se colocó la guitarra detrás de él y se puso justo detrás del telón. Sakuno era un manojo de nervios, caminaba de un lado a otro mientras escuchaba a Tomoka reír de los chistes malos que hacía Santiago.

    — Suerte Chocolate –Murmuró el castaño con intenciones de besar sus labios, ella volteó la cara y lo recibió en la mejilla. Sonrió y agradeció antes de escuchar los aplausos del escenario, ya el telón estaba arriba y Echizen sostenía uno de los dos micrófonos preparados para ellas.

    — Somos el último grupo en presentarnos – habló en perfecto inglés – y el curso que mas ha enfrentado problemas –hizo una pausa – sin embargo, a pesar de todas las complicaciones aquí estamos, ansiosos por terminar bien el evento y dejar en alto la idea del profesor Yuruo –dijo haciendo referencia al profesor de inglés – espero que disfruten nuestra presentación –

    Se escucharon aplausos luego de que Echizen hablara, la castaña lo observó admirada ¿Cómo podía estar tan tranquilo y lucir tan bien? Confianza en si mismo Se dijo. Necesitaba fortaleza y ninguna debilidad. Era el momento de demostrarse a ella misma que podía dejar de lado sus sentimientos y enfocarse en su mayor objetivo. Les hicieron señas de que salieran. Sonrió al salir al escenario y se colocó justo en el micrófono donde estaba Ryoma.

    Observó a su alrededor, a su lado estaba el ambarino, junto a Eiji y Kawamura mas atrás, del otro lado estaban Momoshiro, Kaidoh, Fuji y Tezuka con Inui en la parte central de atrás y Oishi en el centro. Ella y Tomoka estaban en el frente, su amiga la miró y ella asintió. Era hora de romper el escenario.

    — Kinou sukoshi kami wo kitta –Comenzó Tomoka al compas de las guitarra, la canción era alegre y energética. Su corazón comenzó a latir al ritmo de la música. Al diablo con lo demás, le encantaba la canción y disfrutaría su actuación.

    — ¡Jitensha! ¡Jitensha!¡Jitensha!¡Jitensha!¡Jitensha! –Cantó mientras escuchaba el público gritar de emoción. Sonrió con el corazón saltando de alegría ¡Se sentía una estrella! Una voz muy grave al fondo de la música llamó su atención, volteó cantando y sonrió más al ver a Ryoma. En esos momentos no podía desear mas nada.

    Los minutos pasaron y Ryuzaki cantaba felizmente, pronto se unió todo su curso cantado a la par de la canción. Escuchaba la voz de Anghelick entre todas las demás y su corazón retumbó de nuevo, todo había salido bien después de todo. Terminó la canción y los aplausos sonaron por todo el lugar, miró alegre a su compañera, Tomoka mandaba besos al público. Giró a su izquierda y se encontró con la sonrisa de Echizen, le sonreía abiertamente a ella, antes de tratar de calmar cualquier sensación él volteó hacia atrás y le sonrió a Anghelick, la rubia se ruborizó y apartó la mirada. ¿Qué estaba pasando? Decidió olvidarlo y siguió sonriéndole al público, todo había salido bien. Finalmente había terminado su travesía en cuanto a la presentación. Ahora le quedaría su Tenis y nada le distraería.

    .o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.
    Cerró la puerta de su habitación con seguro y se tumbó de frente a la cama para tratar de olvidar todo lo que había pasado en el día. No comprendía, no entendía, no aceptaba ni aceptaría nada de lo que había pasado. Éste día en parte no había existido jamás para ella.

    FLASH BACK
    — Demuéstralo –Dijo Ryoma y ella se acercó rápidamente para besarlo.

    Todo lo tenía planeado para ese día además de la presentación que se haría. Desde algunos días sabía que algo en Ryoma estaba cambiando, tenía claro que algo tenía que ver con Ryuzaki. Lo sabía, lo sabía desde la primera vez que los vio juntos ¡Ryoma se había enamorado! Y ella se lo haría entender. Se lo demostraría, y la mejor manera era comparando un beso suyo con un casi beso de Ryuzaki. Pero ¡se suponía que no la debía corresponder! ¿Cómo había terminado en los brazos de su amigo de infancia besándolo? Entonces comprendió.

    — Basta –Gritó – se supone que no debías aceptarme -

    — Eso fue… –

    — Si, se sintió diferente –Afirmó la rubia – sientes algo en el pecho, algo molesto –

    — Si –

    — Una extraña sensación –

    — ¿Amor? –

    — ¿ERES ESTÚPIDO? –

    — Se sintió muy distinto a cuando besé a Ryuzaki –

    — Porque conmigo está mal –Afirmó de nuevo y volteó sorprendida – ¿Besaste a Sakuno? -

    — Si –Ryoma se acercó a ella tomándola de la barbilla – y contigo me siento mejor -

    Se sintió frustrada y confundida mientras era besada de nuevo con Echizen ¡Él lo estaba confundiendo todo!

    — No –Dijo separándose – es porque tu deseo de besar a Sakuno lo saciaste conmigo y crees que estuvo bien pero no –

    — Quiero estar contigo Angie –

    — ¿Estás consciente de lo que estás diciendo? –Dijo son las manos en su cabeza – tu no me gustas Echizen, sólo quería demostrarte que si sientes algo por Ryuzaki –

    — Siento algo por ti –Le dijo seguro y ella lo miró con asco y luego sonrió.

    — Claro, le quieres dar celos a Sakuno porque ella está con Santiago –Dijo y vio como Ryoma entrecerraba los ojos – No te pido que me cuentes como fue que te enamoraste de ella, pero lo estás Ryoma tanto que estás tratando de usar a tu mejor amiga para darle celos –habló seria.

    — Te doy un mes –Propuso el chico – serás mi pareja hasta éste mismo día del mes siguiente. El 29 de abril –habló – tienes hasta ese entonces para demostrarme que estoy enamorado de Ryuzaki –se acercó a ella y le dio un beso corto en los labios – y yo te demostraré a ti que estás enamorada de mi -

    END FLASH BACK

    ¿Cómo había llegado a eso? ¿Desde cuándo estaba la teoría de que ella estaba enamorada de él? ¡Que asco! Ryoma era su amigo de la infancia, su mejor amigo, su hermano y a ella le gustaba otra persona. Ahora estaba metida en un gran problema ¿Cómo reaccionaría Sakuno al enterarse que ella era la novia oficial de Ryoma? ¿Cómo haría para zafarse de todo? Debía pensar en un buen plan para explicarle al ambarino que su verdadero amor no era ella sino Sakuno Ryuzaki ¡Debía hacer algo y pronto! El teléfono de su cuarto le asustó al sonar, observó la pantalla y dudó al ver que se trataba de su hermanastro.

    — Habla –Saludó

    — ¿Hiciste lo que te pedí? -

    — Si –

    — Y ¿qué? –

    — Él…él no está enamorado de Ryuzaki –Respondió ella con un deje de culpa. Ajeno a todos sus planes, su hermano también estaba formando los suyos y esta vez le había mandado interrogar a Ryoma sobre sus sentimientos a Sakuno. El plan de su hermano y el de ella estaban peligrosamente conectados.

    — ¡Bien hermanita! –Escuchó un hurra de felicidad – ahora necesito que me hagas un favor mas –su tono se volvió seco y frío – enamora a Ryoma. No puedo tener ningún contrincante –abrió los ojos sorprendida, la suerte estaba del lado de Santiago.

    — Haré lo que pueda – murmuró triste – pero hermano ¿qué pasaría si Ryuzaki ya no te quiere? –escuchó una carcajada inmediata.

    — Eso es imposible Angie. Yo soy su más grande amor –y colgó.

    Suspiró sujetando su cabeza, no sabía desde cuando ella pensaba tanto y se había vuelto tan calculadora con las cosas. Pero debía buscar una solución, que beneficiara tanto a Echizen y a Sakuno como a su hermano. Se agradeció a ella misma por enamorarse de alguien que no estaba relacionado mucho con ninguno de los tres. Abrió los ojos decidida, debía pensar mucho, mucho, mucho.

    --------------------------------------------------------------------------------

    Hoolaa! ¿Cómo están todos? espero que bien :)
    ¿Qué les pareció el nuevo capítulo? Ojalá les haya gustado, como verán es un especial de dos capítulos, ya tengo el otro listo, lo subiré apenas me llegue el primer comentario. No quiero que estén los dos juntos, porque habrán muchas cosas juntas y no quiero que sea tan agobiante o como una telenovela.
    Por eso pienso subirlo máximo la próxima semana si no me llega algun comentario, que anhelo que no sea asi :(

    Tennis: hola!! gracias :) me siento bien de nuevo, y si ahora lo que viene es bueno y lo que falta. De todas maneras ya tengo la visión completa de esta historia. Espero que te haya gustado este capp :D

    Vitshi: Viiiittsshiii!! la volviste a leer xd que cosas. Aun mi historia tiene su magia :). Te gusta Santiago? porque a mi me encanta y aun faltan muchas cosas para saber de él. En fin, espero que a ti tambien te haya gustado la actualización.

    Nos vemos en el próximo capitulo!!
    Buen día y noche :)
     
  8.  
    charlotteabigail

    charlotteabigail Iniciado

    Géminis
    Miembro desde:
    19 Mayo 2014
    Mensajes:
    2
    ya han pasado dos meses desde que subio el ultimo cap ...... me gusto mucho porfa actualice pronto
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso