conociendote (Karin)

Visita

Era navidad, la época en la que la mayoría de la gente era feliz, ya fuera por los regalos, ver a la familia, el espíritu navideño, las vacaciones, las pagas con aguilando, las fiestas, la cerveza, las comidas, salidas, etc.
Desafortunadamente no era mi caso, por lo general me la pasaba siempre en fiestas o en cantinas, pero este año era diferente todos mis amigos fueron a pasarla con sus familias este año y aquí estoy yo sola en mi casa, con el recuerdo de mis padres.
Mire detenidamente una foto donde nos encontrábamos todos juntos en un festiva navideño, todos sonreíamos de manera tan natural, me mire, debía tener uno cinco años si no mal recordaba, en ese tiempo aun no usaba lentes, y siempre me veían sonreír, adoraba que me tomaran fotos, pero claro que todo cambio con la muerte de mis padres.
Agarre la primera chamarra que encontré y me mire al espejo.
Ahí estaba yo con una chamarra lila, pantalones de mezclilla, pelo revuelto de un lado y largo liso del otro tal como mi personalidad, me puse los lentes los cuales le daban cierto brillo a mis ojos rojos como mi pelo.
Salí de mi casa a dar un vuelta, todos estaban como locos de aquí para ya, buscando los regalos de navidad y haciendo compras de ultima hora, termine por comprar unas nochebuenas blancas y dirigirme hasta el cementerio, que para tranquilidad mía estaba solo, aunque no me pareció extraño, en esta época del año nadie se acuerda de los muertos, todos están muy ocupados con sus respectivas vidas, para darles importancia.
Quite la nieve de la lapida de mis padres, mientas leía con tristeza los nombres de ellos la fecha y causa de muerte, me afectaba mucho ir a ese lugar, pero estaba segura que mamá jamás me perdonaría, que no fuera a visitarles en navidad.
　
— Feliz navidad.

Dije para después retirarme, me apetecía una taza de chocolate caliente, me aria uno con malvaviscos y canela, y un poco de chantillin en sima como lo asía su madre, pero no estaba segura de tener los malvaviscos, y con tanta gente de aquí para ya no se le antojaba volver salir por una simple compra,
Termine en una enorme fila con chantillin, malvaviscos y varías cajas de esferas para decorar su casa, antes de llegar al mostrador agarro unas luces y un cepillo dental en descuento, pague todo y me dirigí a mi casa, pensando que no se antojaba la idea de quedarme en mi casa viendo películas navideñas o asiendo deberes.
Me dirigía resignada a mi casa cunado del cielo me callo un cartel anunciando la inauguración de un nuevo vahar, la dirección no estaba lejos de casa y sabía e sobra que las inauguraciones eran igual a espectáculos y descuentos, sin agregar lo bien que se trataba al cliente, decidida guarde el cartel en mi bolsa y me dirigí a mi casa, caliente la leche para mi chocolate y después abrí las cajas de esferas para terminar de decorar el árbol, una vez concluida mi tarea satisfecha me eche al sillón admirando la casa totalmente adornada me tome mi chocolate mientras decidía que ponerme para irme esta noche.
Termine por ponerme un vestido negro bastante escotado, un liguero y unas botas que me llegaban asta las rodillas.
Salí de mi casa y me dirruí al dichoso vahar, baile un rato, tome algunos tragos y como dispuse el servicio era exente, por eso amaba las inauguraciones incluso aproveche ara obtener una tarjeta club, aunque ya tenía una de casi todos los centros nocturnos de la ciudad.
— Sabes tu y yo haríamos una buena pareja, tal vez seamos almas gemelas destinadas a encontrarse en esta bella noche si tu pudieras darme tu nombre me arias tan feliz como a nadie.
　
hola bueno estoy en la mision deivadir este foroeo con historias de Karin
y ya k al pareser por fin acabare con una me tome la libertad de hacer otra
mm kien le halara a Karin???
Iner: no seemocionen no es m...
hahaha lo siento pero sin trampas
siguiente capi: amistad nueva

 

Decisión.

Voltee a ver a quien me hablaba, era un chico de buen ver, rubio, moreno, de buen cuerpo y ojos azules, tolo que una chica soñaba, pero estaba claro que su problema no era el físico sino la particular manera de “conquistar”, no pude evitar reír, dudaba mucho que tuviera una sita con esa forma tan directa y poco misteriosa de ser.
— ¿Realmente, as logrado salir con alguien?
El chico bajo su cabeza, dándome a entender la respuesta,.
Pero bueno al final de cuentas nadie era perfecto, aunque era extraño ver a gente sola, una de dos o izo una apuesta que naturalmente iba a perder o estaba solo como yo, y buscaba alguien con quien pasarla, ¿Qué sería la primera o la segunda? O tal vez ambas.
— Sabes no deberías ser tan directo, además será muy difícil que encuentres a una chica sola en esta época de año.
— Te encontré a ti.
— Bueno supongo que me as dejado sin argumentos.
Dije mientras me tomaba otra copa, por lo visto o era muy tonto o yo había tomado tanto que estaba cayendo en el juego, aunque no parecía darse cuenta ya teníamos una conversación, lo que me daba dos cosas a pensar. Una era que si era agradable cuando no se esforzaba o la segunda, que me asía pensar que era mejor conquistador de lo que pensé, como fuera era mejor irme.

¡No! Sin importar si era consiente o no yo me iría de ese lugar, no tenía razón para hacerlo además no tenía quien me esperara en casa y no tenía intenciones de dar relato de cómo era de triste mi vida si más deje al rubio hablando solo y me dirigí por otra copa y a si seguí hasta media noche, a esa alturas ya no era muy consiente de mis actos, estaba muy tomada y solo me deje caer caer en el suelo.
Miraba la nieve, me gustaba tanto ese espectáculo, amaba esa época del año todos éramos tan feliceses.
— ¿Ya decidiste que quiere para navidad?

— Si mamá, estoy muy ansiosa, me llevas a ver a Santa de nuevo.

— Es muy tarde pero si quieres mañana …

— Por favor.

Si te hubiera echo caso, si hubiera sido mas paciente, pero no tenía que salirme con la mía como siempre, nunca me gusto perder así que convencí a mis padre a llevarme en el centro comercial, estaba tan ansiosa, que no tenía nada más en la cabeza que fuera salirme con la mía, pero que iba a saber solo era una niña con un capricho normal como el de cualquier otro niño de mi edad.

— ¿Ya llegamos?

— No pero si quieres puedo poner tu disco — decía papá, el cual andaba de muy buen humor, debía ser sin duda el espíritu navideño.

— Muy bien.

Todo estaba muy tranquilo la gente reía, los niños jugaban, otros cantaban villancicos y empezaba a nevar, para mi era como si cualquier copo tuviera magia en su interior, mi deseo era que se congelara el momento y siempre fuera navidad.
Fue entonces que la magia me abandono y me dejo dolor, la nieve se volvió roja y todo dejo de ser maravilloso, si yo no hubiera.
Las lagrimas empezaron a caer, el dolor el recuerdo, por eso odiaba estar sola en esta época solo quería olvidar, solo quería que el dolor se fuera, ya no lo soportaba el alcohol ya no me ayudaba, salí del vahar ya no quería seguir con esa carga ver tanta felicidad me sofocaba, ver a las familias reunirse cada año, las caras de todos era una tortura para mi, ya no me importaba nada, ya no quería seguir, estaba harta de salir todas las navidades y borrar mi s recuerdos con alcohol.
Me fui al puente donde todo ocurrió me sorprendía lo bien que lo habían dejado pero bueno ya habían pasado muchos años del accidente era algo normal a mi parecer, no pude evitar una sonrisa al ver una nevada, por lo visto hasta mi ultimo día eso me seguía asiendo feliz.
Me trepe encima del puente para poder ver bien la ciudad, era tan hermosa con todas esa luces a su alrededor, no e arrepentiría de mi decisión era lo mejor
　
　hola k bueno k te gusto bueno habra
creo k despues de años l inspiracion a regresado
espero k te guste el capi
INERA: el siguiente l...
Bueno s