Drabble Confesiones de amor

Confesiones de amor

En una tarde soleada cierta rubia de ojos azul celeste, corría por los pasillos de la casa Vocaloid buscando a su persona adorada, el único chico que era capaz de sacarle un gran suspiro y sentir ese revoloteo estomacal. Aunque había un problema, aquel chico de negros cabellos ni siquiera le voleaba a ver o daba un indicio de que se sentía un poquito interesado en ella, pero aun así la rubia no perdía sus esperanzas. Hasta que encontró al mencionado, sentado en el sofá de la sala leyendo un libro con el rostro serio.

—¡Rei-kun!— llamo al joven con una sonrisa en su rostro para después sentarse a su lado

—¿Qué quieres Rin?— respondió el pelinegro de manera grotesca separando la vista de su libro y posándola en la chica

—¡Tú me gustas mucho Rei-kun!— grito Rin muy efusiva, poniéndose de pie sobre el sofá y apuntando a Rei con su dedo índice. En ese momento Rei miro a la rubia muy sorprendido, exactamente no tenía ni idea de que responderle a la joven que de manera muy inesperada le había declarado sus sentimientos y haciendo que casi media calle se enterara.

—Tu también me gustas Rin y te daré un beso—dijo Rei poniéndose de pie sobre el sofá al igual que Rin y acercando su rostro con el de ella. Rin en ese momento cerró los ojos y sus mejillas se pusieron coloradas esperando el tan ansiado beso de su amor, pero en vez de eso recibió unos pequeños salpicones de agua directo en la cara. La joven abrió los ojos y frente a ella estaba Rei con el rostro serio y con una pistola de agua en la mano.

—¡Tonto, tonto, tonto!— comenzó a decir Rin molesta mientras golpeaba a Rei en el pecho, pero el pelinegro logro quitarse a la chica la cual hiso un puchero, bajo del sofá y se fue corriendo directo a su habitación. En ese momento Rei se sentó en el sofá, y volvió a su lectura pero con una pequeña sonrisa oculta entre sus labios.