Long-fic de Inuyasha - Condenados [Sessho&Kago]

Holaa, bueno como ya se han dado cuenta, algunos de sus comentarios están siendo eliminados, la razón: spam. Chicos(as), porfa evitemos a toda costa el spam, hagan como dice Ice, sus comentarios más sustanciales; dejen saber sus opiniones acerca de la historia, ¿que les gusto y que no les gusto?, ¿qué parte les gusto más y porque? También pueden darme sus recomendaciones y decirme en que puedo mejorar… Cualquier comentario corto publíquenlo en mi perfil, porfa evitemos el spam :c

Aquí esta la continuación, espero que les guste *-* Mil gracias por leer, sus comentarios y me gustan J Gracias.



Condenados/ (Sesshomaru&Kagome)

CAPITULO 18.



Narra Sesshomaru:

Verte consiente causó una extraña sensación en mi, ¿en que momento despertaste? me pregunté internamente, pues no había sentido tu presencia de manera fuerte…

—Despertaste —le dije reprimiendo una sonrisa que quiera colarse en mi rostro.

—Si, Akira me contó todo lo ocurrido; supongo que debo agradecerte —me hablas de manera irónica, lo noto en tu voz.

—Deberías —te digo de manera fría e indiferente, no me iba dejar llevar por mis estúpidas emociones.

—Pues en ese caso, muchas gracias Sesshomaru —noto como ruedas tus ojos al pronunciar esas palabras, estas diferente.

— ¿Qué ocurre contigo?

— ¿A que te refieres?

—Estas diferente —agudizo mis ojos, posándolos en ti, examinándote.

Narra Kagome:

Suelto un bufido al escuchar tus palabras, “estas diferente”; ¿Acaso el youkai pretendía que olvidara lo ocurrido y actuara como si nada?

—Si lo dices por la manera en que hablo, si, tienes razón, estoy diferente; Sesshomaru ¿acaso pretendías que después de lo ocurrido yo actuara como si nada?; ¿qué me encerrara en mi cuarto a llorar, o que después de enterarme de que me salvaste la vida venir corriendo a abrazarte y darte las gracias? Estas muy equivocado, mataste a mis padres, ¡no te lo perdonare nunca Sesshomaru! — mis ojos se cristalizan levemente, pero me repongo; no quiero demostrarte cuan afectada estoy.

—Ese hecho simplemente no me importa.

Al escuchar tus palabras, mi mano amenaza con estrellarse en tu mejilla, pero tranquilizo, dándome cuenta de que, simplemente tú no mereces que yo te demuestre como me siento.

— Te odio Sesshomaru, vengare la muerte de mis padres —en mi voz se demuestra la seguridad que poseo.

—Hmp, ¿qué vas a hacer?

Escucho tu pregunta pero la ignoro, y me encamino hacia el comedor con una sonrisa burlona en mis labios, pues sé que al ignorarte causare un gran enojo en ti.

Narra Sesshomaru:

Tranquilizo mis garras que desean posarse en tu cuello, humana insolente me has ignorado, ¿quién te crees?...

Recuerdo las palabras que mencionaste, ¿venganza? Hmp, una humana como tú, no podrá nunca hacerme daño.

Narra Kagome:

Me encuentro en el comedor deleitando mi paladar, con una rica comida que Akira me preparó, no puedo evitar que mis labios se tornen en una sonrisa de satisfacción al recordar tu rostro cuando te ignore, pero tengo que concentrarme en mi plan para hacerte pagar, pienso en enfrentarte, con ayuda de Kaoru puedo mejor considerablemente, también puedo pedirle que me enseñe a defenderme, a esquivar golpes y demás, Sesshomaru esta dicho, no huiré te enfrentare.

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

Narra Kagome:

Decido pasar el resto de la tarde en el jardín, deseo relajarme aunque sea por un momento, olvidándome de todo, creyendo que es una mentira…

La brisa pasa entre mi cabello, jugando con este, la tranquilidad se apodera por minutos de mi, pero todo se esfuma rápidamente cuando mis ojos se posan en la ventana de Sesshomaru; mis ojos se hunden en tristeza al recordar que hace días yo estaba empezando a sentir algo especial por el, pero él se ha encargado de matar este sentimiento, ahora lo que siento es un gran odio, sentimiento que no desea ser abandonado.

Cuando el atardecer empieza a hacer acto de presencia, mis ojos lentamente sin permiso alguno, se van cerrando, perdiendo la noción de tiempo…

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

​

Narra Sesshomaru:

El enfado aún no desaparece al recordar las palabras y acciones de la humana, me dispongo a buscarla, para dejarle las cosas claras y exigirle el respeto que merezco.

Al sentir tu aroma en el jardín, me encamino hacia allá… ¿Mi sorpresa? Estas dormida.

Mis ojos se posan sobre tu cuerpo, tan frágil y delicado, si quisiera podría destrozarlo con un solo movimiento de mis garras, pero eso no lo deseo…

Dejándome llevar por mis instintos te cargo con cierta delicadeza, mientras fruño el ceño levemente, no entiendo mis acciones… Subo con mi elegancia habitual, las escaleras que conducen al pasillo donde tu habitación se encuentra. Una vez dentro de ella, te deposito en tu cama y antes de que pueda cometer una estupidez como ya lo he hecho en otra ocasión, abandono la habitación.

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

​

Narra Kagome:

Abro los ojos lentamente al sentir los rayos del sol sobre mi piel, miro a mi alrededor algo sorprendida, pues me encuentro en mi habitación, lo primero que viene a mi mente es que Akira me encontró en el jardín y me trajo, sonrió al sentirme segura de ese pensamiento.

Me baño, alistándome para bajar a desayunar, me coloco un kimono corto color verde, con pequeños adornos color negro, y claro las bellas flores que lo adornan no pueden faltar…

Camino al comedor, me topo con Akira, quien me mira con sorpresa.

—Ya estas lista, me sorprendes Kagome y yo que venia apurada a despertarte pues se mi hizo tarde y la comida ya esta servida.

— Tranquila Akira— le digo al instante que una risilla escapa de mis labios —Hoy decidí levantarme por mi cuenta.

—Ya veo, bueno baja esperan por ti.

—Si.

Bajo las escalaras rápidamente, un vez que llego a el comedor, me siento en mi respectivo lugar, sin cruzar palabra alguna.

El desayuno como es de costumbre pasa en silencio, y yo no le tomo importancia a este, aunque en cierta ocasión, siento la mirada de ambos youkais posarse sobre mí, una mirada curiosa, haciendo que mis labios se tornen nuevamente contra ellos, en una sonrisa burlona.

​

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

​

Como lo había decidido con Kaoru, hoy retomaría mis entrenamientos. Emocionada puse mis piernas en movimiento hasta el jardín viendo como era esperada por Kaoru.

— ¿Estas lista?

Ante su pregunta, me limite a afirmar de manera decidida.

—Kaoru, quiero que me des un entrenamiento fuerte, que me enseñes a defenderme y a esquivar posibles ataques.

— Mm, ¿a que se debe que quieras aprender tales cosas?

— Ya te lo dije no quiero ser un blanco fácil— mi voz demuestra la determinación que poseo.

—De acuerdo.

Sonrió abiertamente al escuchar como concedes mi petición.

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

​

Llevo unas cinco horas entrenando y como lo pedí el entrenamiento ahora es más exigente, Kaoru ha hecho que mejore mi velocidad y mis reflejos, la puntería gracias a sus consejos la he mejorado mucho, pocos son los fallos que cometo.

—Kaoru, ¿puedo descansar? —le pregunto mientras doy un gran respiro.

—Esta bien Kagome descansa, mañana continuamos —me hablas con una sonrisa en tus labios.

—Gracias, ah y también muchas gracias por entrenarme, gracias a ti aprenderé a defenderme y nadie podrá hacerme daño.

—Para mi es un placer Kagome, además me gusta pasar tiempo contigo.

Ante esa declaración no pude evitar sonrojarme levemente y por un acto de agradecimiento deposité un suave beso en tu mejilla, mientras tus labios se forman en una sonrisa. Sin darte tiempo a que hables, corro para adentrarme en el castillo con una sonrisa traviesa en mi rostro, mientras mis mejillas están teñidas de un color rojo suave.

​

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

Narra Sesshomaru:

¿Qué significa aquello que mis ojos han visto? La humana ha depositado en la mejilla de Kaoru un beso, ¿lo peor? Es que ella se ha sonrojado, lo que significa que le ha gustado… Le dedico una mirada acusadora a Kaoru, quien se encuentra alimentando Ah-Un, ¿quién se cree el, para tocar lo que me pertenece? Si la situación persiste, una advertencia le tendré que hacer.

Me encamino al comedor pues la hora de cenar ha llegado, me siento en mi lugar notando que la humana no ha llegado, como siempre…

Llevo unos veinte minutos esperando, empiezo a impacientarme, la humana tiene la costumbre de llegar tarde pero nunca ha excedido el límite…

—Siento haber llegado tarde —intentas excusarte al instante que te sientas en tu lugar, yo simplemente te dedico una mirada fría y molesta.

Narra Kagome:

Una vez sentada en mi lugar siento la mirada molesta de Sesshomaru sobre mí, ha de ser porque he llegado tarde…

—Llegas tarde, como siempre, ¡¿acaso no conoces lo que es la puntualidad?!

Suspiro fastidiada ante las gritos de Jaken, la verdad en cierto modo, los extrañaba pero eso no quiere decir que no sean fastidiosos…

—Jaken, ya pedí disculpa —le digo mientras dispongo a probar la comida servida; por otra parte tu solo me miras con disgusto.

Una vez terminada mí cena, asombrada miro el plato de Jaken y Sesshomaru pues estos todavía contienen alimento; sin más que hacer me retiro a mi habitación, la verdad me encuentro muy cansada.

Al hacer contacto con mi cama, no puedo evitar que mis ojos se cierren lentamente, el cansancio me ha derrotado y doy largo suspiro mientras me pierdo en el mundo de los sueños…

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

​

Narra Sesshomaru:

Me encuentro sentado en el marco de tu ventana, admirándote como todas las noches, para mi desgracia esto se ha vuelto una rutina, una mala costumbre…

Extrañamente hoy me siento diferente junto a ti, te miro con ojos posesivos. Sin hacer ruido me siento a tu lado, mientras mis ojos se pierden en tu rostro; intento controlar a mi youkai interno, que en más de una ocasión me ha traicionado.

¿Qué me has hecho humana? Yo no soy así, yo desprecio a los humanos, pero tú… eres diferente, intento encontrar la razón, el ¿por qué?, pero la respuesta no llega a mi mente. Odio es lo que he sentido por años hacia tu especie, pero por ti no siento lo mismo, ¿qué siento? No lo se… ¿Qué me has hecho humana? Me pregunto nuevamente, como todas las noches…

Miro tus labios con recelo al recordar que estos tuvieron contacto con la mejilla de Kaoru, y mi molestia se hace mayor al percibir el leve aroma de él en tus labios…

Poso mi mano en tu mejilla, sintiendo la necesidad de eliminar ese despreciable aroma, sin estar del todo consiente de mis actos, lentamente me acerco a tu rostro, y por arrebato de un impulso roso levemente mis labios contra los tuyos, haciendo que mis ojos se abren en sorpresa al darme cuenta de mis acciones. Me separo de ti de manera abrupta y con el ceño fruncido en señal de molestia abandono la habitación.

¿Lo peor? Es que tenía cierto control sobre mi…. ¡Maldición! Es lo que se repite constantemente en mi cabeza.

 

Holaa, aquí esta la continuación, ando algo inspirada *-* Espero que les guste :3 Gracias por el apoyo J
Recuerden evitar el spam.


Condenados/ (Sesshomaru&Kagome)

CAPITULO 19.


Narra Kagome:

Lentamente abro mis ojos, mientras doy un gran bostezo y me incorporo, al sentarme en mi cama restregó mis ojos, para que estos se acostumbren a la luz, mi rostro muestra una mueca de confusión al sentir un leve cosquilleo en mis labios, lentamente paso mi mano por estos, intentando que desaparezca, dando resultado; no le tomo tanta importancia y me dispongo a darme una baño, para así, bajar a desayunar.

Una vez terminado mi aseo personal, bajo las escaleras dirigiéndome al comedor, como todas las mañanas, indiferente ante Jaken y Sesshomaru me siento en mi lugar.

Como es de costumbre el desayuno pasa en silencio, pero esta vez solo siento, a veces, la mirada de Jaken; miro de reojo a Sesshomaru, notando que esta molesto y extrañada me pregunto ¿por qué?

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

​

La tarde ha llegado significando que es hora de mi entrenamiento, Kaoru me dijo que hoy solo practicaremos unas horas, pues debe cumplir una orden que Sesshomaru le ha encargado.

—Hoy te enseñare a esquivar ataques, ¿te parece?

—Si, estoy ansiosa.

Mi felicidad era evidente pero también mi nerviosismo.

—Bien, te atacare con mis garras y tú intentaras esquivarlos.

Narra Kaoru:

Al ver como mueves tu cabeza en señal de afirmación, yo tomo mi posición inicial, no me siento nada cómodo al saber que puedo lastimarte, pero tengo que hacerlo por ti.

Te ataco, con un lento movimiento que tu, para mi sorpresa, los esquivas con cierta facilidad, repito el mismo movimiento cinco veces, obteniendo el mismo resultado, con mucha más confianza alisto mis garras y en un rápido movimiento te ataco, pero esta vez lastimo tu brazo izquierdo levemente.

— ¿Estas bien? Lo siento mucho Kagome —me disculpo rápidamente al ver en tu cara un mueca de dolor.

—No es nada Kaoru, estoy bien, continuemos.

Viendo en tus ojos la determinación y en tu voz la seguridad, no me atrevo a negar tu petición.

—Concéntrate en quien es tu enemigo, tus ojos en el objetivo —te digo para luego alistar mis garras y hacer el mismo movimiento, una sonrisa se cuela en mi rostro al ver como has esquivado mi golpe.

Narra Kagome:

Grabo las palabras de Kaoru en mi mente y las pongo en acción, satisfacción y felicidad siento al esquivar tu golpe, nunca pensé que mis reflejos fuesen tan buenos, supongo que es un punto a mi favor.

Cuatro horas es lo que practicamos hoy, enfocándonos en la defensa personal, no puedo evitar sonreír al esquivar, lo que seria, el último ataque de Kaoru por hoy.

—Vaya Kagome, me has dejado sorprendido, tienes muy buenos reflejos, dime ¿cuál es tu secreto?

Me preguntas mientras te colocas frente a mí, y la verdad la distancia que nos separa es mínima.

—Ehh, ningún secreto, supongo que es suerte de principiantes— te digo, mientras una risita nerviosa escapa de mi boca.

Narra Kaoru:

—Supongo.

Cerca de ti, puedo apreciar tu bello rostro, tus ojos marrones que me enamoraron, tu piel suave y delicada, tus mejillas se pintan de un color rojo, haciendo que mis labios se tornen en una sonrisa. Mis ojos se posan en tus labios, el deseo por hacer contacto con ellos me invade, y sin importar las consecuencias me acerco a ti…

—Kaoru… —escucho como susurras cuando estoy a escasos centímetros de tocar tan preciados labios…

— ¡Kaoru!

Mis ojos se abren en sorpresa al escuchar como mi nombre es pronunciado por una voz tan fría, provocando que me separe de Kagome y mire con cierto temor al portador de aquella voz.

—Dígame amo Sesshomaru.

—Ve hacer el encargo que te dije.

—Como ordene.

Le digo para luego hacer una reverencia, pero antes de marcharme me despido de Kagome, sientiendo la mirada acusadora del amo.

—Nos vemos luego Kagome.

Tú solo mueves la cabeza en señal de afirmación, puedo ver en tus ojos cierta sorpresa y el sonrojo no desaparece de tus mejillas, haciendo que me siente en cierto modo, satisfecho.

Narra Kagome:

Mi corazón late desenfrenadamente, intento controlarlo pero me es imposible, miro a Sesshomaru que se encuentra ciertamente muy alejado de mi, me mira con molestia, una mirada acusadora, pero no le tomo importancia y me dirijo al bosque para calmarme, pero esta vez, tomo mi arco y flechas.

Narra Sesshomaru:

Lo único que pasa por mi mente es hacer que Kaoru pague por la imprudencia que iba a cometer, se iba atrever a besar a la humana, ciertamente mi humana, lleva mi marca, me pertenece, es mía…

Veo como caminas al bosque, quiero en cierto modo reclamarte, pero sé que puedo cometer otra estupidez como la de anoche, así que te dejo ir, pues sé que volverás.

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

​

Narra Kagome:

El sonrojo poco a poco desaparece de mis mejillas, pero la sorpresa y confusión siguen latentes, Kaoru me iba a besar ante ese pensamiento no puedo evitar sonrojarme nuevamente, ¡me iba a besar! Oh Dios, eso significa que le gusto a Kaoru, ¿será posible?

Una sonrisa se dibuja en mi rostro al tener tal pensamiento, además tengo que admitirlo Kaoru es muy guapo, esos ojos morados, y esa larga cabellera negra, su personalidad tan viva, enamorarían a cualquiera…

Mis pensamientos son interrumpidos al escuchar como se mueven unos arbustos delante de mí, saliendo de estos un youkai, más bien parecía un ogro, su piel verde llena de sangre, sus ojos negros profundos, sus garras alargadas, dejando ver en sus rostro sus largos colmillos, este portaba un olor realmente repugnante.

—He conseguido mi cena.

Lo primero que cruza por mi mente es correr al castillo, pero… ¡yo puedo defenderme! Para eso he estado entrenando.

—Espero que no pongas resistencias.

Me dice al instante que se acerca a mí, alistando sus garras; decidida lo apunto con una de mis flechas.

—No me mataras —sin temor alguno, disparo mi flecha, pero para mi mala fortuna esta logra solo insertarse en el brazo del youkai, sin hacer ningún daño severo.

Disparo una cinco flechas pero estas no logran dañar en ningún sentido al youkai, es hay cuando temo lo peor.

—Ya me canse de jugar, mi estomago espera por ti.

Levantas tu mano, dispuesto a atacarme, recuerdo las enseñanzas de Kaoru, me concentro, logrando esquivar el ataque, pero mientras lo hacia el youkai me ataca con su otra mano, estrellándome contra un árbol…

—Ahh —no pude evitar chillar, ante el fuerte golpe que mi cuerpo recibió.

—Humanos, débiles e insignificantes, lo único para que sirven es para saciar nuestra hambre.

Sus palabras me hicieron enojar, harta estaba de que se refirieran a los de mi especie de esa manera, utilizando siempre las misma palabras; además ¿acaso nunca pondré defenderme?, ¿siempre tendré que depender de… Sesshomaru? Eso era inaceptable, si ante este youkai no puedo defenderme, entonces mi venganza con Sesshomaru, no tendrá sentido.

Decidida agarre el arco y la flecha, ignorando el dolor, tome la posición que Kaoru me enseño, pensando en mis padres, para que sus buenos recuerdos me llenasen de fuerza, le apunte nuevamente al youkai, pero esta vez con suma confianza y determinación en mi.

—Es tu fin —me dices acercándote a mi, con tu brazo levantado, con tus garras lista para darme muerte.

— ¡No me mataras! —con precisión disparo la flecha, pero mis ojos se abren en sorpresa al ver como esta es rodeada por una energía color morada, pulverizando por completo al youkai.

—Pero, ¿qué…? —susurro atónita ante lo que mis ojos han visto.

Con mis piernas algo temblorosas, corro al castillo… “Lo mate, lo mate” es lo que se repite constantemente en mi cabeza, la confusión y la sorpresa no desaparece al recordar como la flecha era envuelta en una energía morada, ¿qué significaba aquello? Mi confusión era evidente.

Al entrar al castillo busco con desesperación a Akira, mis ojos se posan en la sala principal, viendo como ella arregla unos pergaminos.

—Akira, necesito hablar contigo —mi voz suena nerviosa y con un deje de desesperación.

— ¿Qué te pasa Kagome? ¿Estas bien?

—Vamos a mi habitación, necesito contarte algo.

—De acuerdo.

Narra Akira:

Dejo los pergaminos a un lado, y me encamino junto a Kagome, a su habitación, nerviosismo, confusión, sorpresa, son tantas las emociones que se reflejan su rostro que empiezo a preocuparme.

—Ya estamos aquí, ¿qué paso?

—Akira, te contaré lo que me paso, fui al bosque al despejar la mente y demás cosas, pero un youkai apareció dispuesto a atacarme, esta vez yo llevaba el arco y las flechas, por lo que podía defenderme, además Kaoru me ha enseñado mucho; cuando el youkai quiso atacarme yo lo apunte con una de mis flechas pero no le hizo nada, él en cambio me atacó haciendo que mi cuerpo recibiera un gran golpe, pero después el empezó a insultar a nuestra especie, yo me moleste mucho, miles de cosas pasaron por mi mente, le volví a apuntar decidida, con confianza, enojada, con determinación; pero mis ojos se abrieron en sorpresa al ver como la flecha que le lance era rodeada por una energía morada, pulverizando al youkai, Akira ¿qué significa eso?

Mis ojos demuestran sorpresa al escuchar lo que dices, ¿energía morada?, será posible que Kagome tenga… ¿poderes?, solo hay una manera de averiguarlo. Lentamente cierro mis ojos concentrando toda mi atención en Kagome y hay es cuando mi sorpresa se hace mayor.

—Kagome... —susurro atónita.

— ¿Qué pasa Akira?

—Tienes poderes espirituales.

Narra Kagome:

“Tienes poderes espirituales”, sus palabras aún resuenan en mi cabeza, eso no era posible, por lo que yo sabia, los poderes espirituales eran propios de sacerdotisas, ¿acaso yo…?

—Eso no es posible Akira, ¿estas segura?

—Si Kagome, lo puedo sentir.

La confusión me invade, eso no era posible en ningún sentido…

—Akira no entiendo nada.

—Deberías hablar con el amo.

— ¿Qué? ¡No! ¿Por qué?

Hablar con Sesshomaru no era, para mí, una opción.

—Kagome, sé que no quieres, pero el seguro tiene algunas respuestas y podrá aclararte varias dudas.

— ¿Tu crees?

—Si.

Las ganas de saber, ¿qué significaba todo aquello? Pudo más que mi orgullo, respire hondo, y decidida fui a la habitación de Sesshomaru, una vez frente a ella, toque levemente la puerta.

—Adelante.

—Sesshomaru, tengo que decirte algo —le dije una vez dentro de la habitación.

—Hmp, al fin tus poderes hacen acto de presencia.

Me dijo sin darme tiempo a ni siquiera hablar del tema, dejándome pasmada ante sus palabras, ¿mis poderes? Entonces es verdad lo que Akira me dijo, pero Sesshomaru dijo “al fin” eso quiere decir que el ya sabia algo…

— ¿Al fin?, ¿qué significa eso?, ¿ya lo sabias?

Tu mirada esta clavada en el atardecer, el silencio que ronda la habitación hace que mi paciencia se reduzca.

— ¡Habla Sesshomaru! Explica tus palabras.

Narra Sesshomaru:

Fruncí el ceño molesto, al notar como me gritas ¿quién te crees?, desvió mi vista hacia tu rostro, notando en este la confusión que posees.

— ¿Por qué crees que te escogí como mi mujer?, no iba a escoger a una simple humana, note que tu poseías poderes, levemente podía sentirlos, pues estos parecían estar sellados, pero ahora su presencia es mayor, tienes poderes espirituales humana.

—Pero, no es posible, mis padres fueron humanos normales.

Ante lo que dices, solo una explicación hay para que la humana tuviese poderes…

—Humana, eso quiere decir que ellos no eran tus verdaderos padres.

 

Hola! Bueno aquí traigo la continuación, una cosita: usare la cursiva, para sueños y recuerdos J Bueno espero que les guste! Muchas gracias por su apoyo :3

Condenados/ (Sesshomaru&Kagome)

CAPITULO 20.


Narra Kagome:

Mis ojos demostraron sorpresa al escuchar sus palabras, pero rápidamente mi mirada se torno molesta hacia a él, ¿cómo se atrevía a decir eso? Especular que a quienes yo consideraba como mis padres, no lo eran; simplemente no tenia sentido, sus palabras eran absurdas…

—Sesshomaru, eso no tiene sentido, no creo lo que dices.

—Hmp, cree lo que quieras.

Respire hondo, intentado tranquilizarme, la verdad hablar con Sesshomaru es exasperante.

—Tu los mataste Sesshomaru, mataste a mis padres.

—No a los biológicos.

Su tono frío, sereno, indiferente, sin sentimientos, hacia que me dieran ganas de golpearlo, de gritarle y ya que tenia “poderes” ¿Por qué no de purificarlo?

—Eres un idiota —murmure, al instante que salía de la habitación.

Idiota, idiota, idiota… Se repite constantemente en mi cabeza, ¿cómo se atrevía a decir aquellas palabras? Los recuerdos me invadieron y mis ojos amenazaron con dejar caer lágrimas que yo quería retener, lo digo, lo repito y así será siempre, ¡te odio Sesshomaru!

Pero la verdad es que nada tiene sentido…

—Akira —le dije mientras entraba a mi habitación, sentándome en mi cama.

—Kagome, ¿qué te dijo el amo?

—Sesshomaru es un idiota, dijo que quienes yo consideraba mis padres, no eran los biológicos.

—¿Por qué dijo eso?

—Por que le pregunte que, ¿cómo era posible que tuviese poderes, si mis padres fueron humanos normales? Y el me contesto que eso quería decir que ellos no eran mis verdaderos padres —le conté sin poder evitar que mi voz en cierto modo, sonara desilusionada.

La habitación quedó en un profundo silencio, Akira se encontraba algo pensativa…

—Kagome, dices que tus padres eran humanos normales, entonces, ¿cómo explicas tus poderes de sacerdotisa?

—No lo se —murmure.

—La verdad lo que dice el amo concuerda con lo que ocurre.

—Entonces, ¿tú crees que Sesshomaru tenga razón?

—La verdad si, piénsalo bien Kagome…

Al principio me molestaron las palabras de Akira, pero me tranquilice y pensé con claridad, la verdad lo que decía Sesshomaru en cierto modo encajaba con lo ocurrido, pero pensar que las personas que ame tanto, por las que he llorado amargamente, las que he añorado en silencio, no eran mis verdaderos padres, era algo muy difícil de asimilar, todo esto significa que vivido dieciocho años de mi vida sin saber quien soy.

Una lagrima escapo por mi mejilla, retenerlas se me hacia imposible, el nudo en la garganta, mi mirada triste, mi respiración agitada, los acelerados latidos de mi corazón, la situación y el estado en el que me encontraba era evidente.

—Kagome… —escucho como me llamas, en un susurro dices mi nombre, lentamente levanto mi cabeza topándome con tus ojos, logrando ver en estos, cierta seguridad, y por impulso me aferro a tus brazos.

—Akira…

—Tranquila Kagome, todo seguro tiene una explicación.

—El problema es, ¿quién me la va a dar? No se nada, pueden que ellos estén muertos.

—Tranquila, vamos a encontrar esa explicación a como de lugar —primera vez que escucho como en la voz de Akira se puede apreciar la seguridad que ella poseía, debería seguir su ejemplo, mostrar seguridad…

Lentamente mis parpados se van cerrando, los latidos de mi corazón vuelven a su ritmo normal, y mi respiración se hace lenta y pausada; lo ultimo que siento son los brazos de Akira sujetándome con fuerza, antes sumergirme en un profundo sueño…

Narra Akira:

Siento como desfalleces en mis brazos, así que te sujeto con fuerzo, al principio me asusto, pero al sentir tu respiración pausada, sé que te has dormido. Haciendo uso de mi fuerza te cargo para posteriormente recostarte en tu cama, no puedo evitar mirarte con ojos tristes al recordar todo lo que te ha pasado, tu vida nada fácil ha sido, Kagome tu con solo dieciocho años ha sufrido bastante, me pregunto ¿cómo ha podido soportar todo eso? Supongo que la determinación y la fuerza que poseen las sacerdotisas esta floreciendo en tu interior…

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

Narra Sesshomaru:

El asunto de la humana no sale de mi cabeza, sus poderes espirituales han despertados pero, ¿por qué los tenia sellados? Supongo que pronto esa pregunta será contestada, me siento en la ventana, apreciando el amanecer pero mi vista se torna molesta al ver a Kaoru alimentado Ah-Un. Recordando lo sucedido ayer en la tarde, me dirijo al jardín…

Narra Kaoru:

Una sonrisa se dibuja en mi rostro al recordar las mejillas de Kagome sonrojadas…

—Ahh —grito levemente, el dolor interrumpe mis pensamientos, con una mueca de dolor giro mi rostro intentando mirar mi espalda, apreciando que en esta se encuentra una herida profunda, con ojos llenos de molestia busco al responsable, pero estos se abren en sorpresa al ver al amo frente a mí.

—Amo Sesshomaru… —susurro atónito al ver las garras del amo teñidas de color verde, significando que me ha herido con su látigo lleno de veneno.

—Tómalo como una advertencia, si aprecias tu vida pon distancia con la humana —me amenaza con voz fría, dura pero a la vez serena, tan propio del amo, me dirige una mirada llena de molestia y antes de que yo pudiese replicar, él ya se ha marchado.

No puedo evitar que un quejido producto del dolor escape de mi boca, pero me repongo, agradezco ser un youkai pues eso significa que la herida tardara solo unos días en cicatrizar. “Tómalo como una advertencia, si aprecias tu vida pon distancia con la humana”, mis ojos demuestran molestia al recordar las palabras del amo, ¿acaso él quería que me alejara de Kagome? Eso no era posible, se cual es mi lugar, se quien soy, pero evitar el echo de haberme enamorado de Kagome, para mi desgracia su mujer…

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

​

Narra Kagome:

Siento miedo, solo logro ver oscuridad al mi alrededor, ¿dónde estoy?, ¿es un sueño? Camino lentamente, pero la oscuridad no parece querer desaparecer…

—Kagome…

Mi corazón late rápidamente al escuchar como soy llamada, rápidamente volteo mi cabeza, pero no logro ver nada…

—Kagome…

Nuevamente susurran mi nombre, el miedo me invade al no ver nada, y mis piernas tiemblan ligeramente.

—¡¿Quién eres?!

Grito al aire, y mis ojos se abren en sorpresa al ver como alguien aparece entre la oscuridad, es una mujer, envuelta en una suave luz blanca; mi respiración se vuelve agitada al ver como la mujer se dirige hacia mí, y por acto de un impulso retrocedo lentamente…

—Kagome, no me tengas miedo.

Aquella extraña mujer me dedica una sonrisa, y no pude evitar sentirme atraída hacia ella, logrando que mi miedo desaparezca, pero la confusión me invade, ¿como aquella extraña mujer sabia mi nombre?

—¿Cómo sabes mi nombre?

—Porque yo te lo puse, soy tu madre Kagome.

Mis ojos se abrieron en sorpresa, mi corazón latía desenfrenadamente…

—¿Qué?... —susurre atónita y cierta desesperación me invadió al ver como la oscuridad era sustituida por una fuerte luz, haciendo que aquella mujer desapareciera, aquella extraña luz quemaba levemente mi piel y…

De golpe abrí los ojos, encontrándome en mi habitación pose mi mano en mi corazón acelerado, y respire hondo varias veces, intentando tranquilizarme; ya consiente de todo me di cuenta que todo había sido un sueño… “Soy tu madre”, las palabras de aquella mujer aun resuenan en mi cabeza, creciendo en mi una extraña confusión, ¿mi madre? Al tener tal pensamientos mis ojos levemente se cristalizaron, pero me repuse rápidamente, ante tal hecho tenia que pensar con claridad, una pregunta llego a mi mente invadiendo mis pensamientos, ¿qué significa aquel extraño sueño? La duda hacia estragos en mi mente, el hecho de no saber que significa aquel sueño era desesperante… Una mueca de dolor se reflejo en mi rostro al sentir una leve punzada en mi cabeza, doy un largo suspiro pues apenas esta amaneciendo y ya tengo dolor de cabeza. Decidí dejar ese tema por un momento, mientras me aseaba, rápidamente me bañe, me coloque un kimono morado con un obi negro, adornado con mariposas negras también.

Con mi mente en aquel extraño sueño, con la confusión creciendo en mi, baje a desayunar.

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

Narra Kaito:

—¡Al fin!, después de tantos años, logro sentir tus poderes humana, llego el momento de terminar lo que empecé —pensé en voz alta, mientras una sonrisa maliciosa se posaba en mi rostro, camine en dirección a las tierras del Oeste, donde se encontraba aquella humana, suspire algo fastidiado pues llegar a ese lugar me tomaría varios días.