Un sueño que ya se había repetido tantas veces desde aquella vez, que ahora; solo deseaba que se hiciese realidad.
Sonreí mientras los veía a todos juntos, respirando el aire navideño y cálido que había en la casa. La realidad cayó sobre mi como una lluvia de estrellas. Esto era lo que yo nunca había tenido, lo que nunca había sentido: La felicidad por estar con mi familia.
Conforme el tiempo transcurre, va desapareciendo. No recuerdo cuando fue la última vez que la llame; tampoco olvido el sentimiento de estar con ella y mi familia me cuenta anécdotas de mis travesuras con su compañia y ahora, sé que lo más difícil ha sido madurar.
La palabra "madurar" viene a mi mente, apretándome cual cadena alrededor de mi cuerpo. Ya no puedo soportar ver las expectativas en los rostros de los demás. Sus exigencias hacia la posición que debo lograr me sobrepasan y cierro los ojos. Contenido oculto Que nadie piense que ando mal ni nada por el estilo, eh. (?) Estas frases las escribo interpretando personajes y cosas así. uwu Así que no pasa nada. Lo digo por las dudas. ¡Saludos!
Ojos rojos y brillantes con lágrimas negadas, piensa, ojos de un monstruo que representan más humanidad que todo su pueblo junto. Quiso acercarse, tomar el níveo rostro entre sus maltrechas manos, consolar ese dolor de décadas con algún aliento positivo... pero lo miró romperse, calló admirando la hermosa destrucción de una bestia a manos del sufrimiento. Porque parecía ser sólo buena para eso. Para callar y lastimar, jamás para amar o perdonar.
Cerrados fueron los calabozos del gran castillo, silenciando los gritos dolorosos de gargantas secas por la crueldad de su verdugo.
Los ojos del verdugo no mostraban nada dentro. Lo único que podías ver era una oscuridad terrible, inabarcable y devoradora, capaz de hacerte desaparecer cuando menos te lo esperabas.
Esperabas amarrado a la orilla de una bahía casi destartalada, divisando a tus tripulantes alejarse con la silenciosa promesa de volver para vivir más extravagantes aventuras. Esperabas con tranquilidad, a esa familia que te tomó como el parte importante de su leyenda. Merry fue el inicio real de los Mugiwara, me pregunto... ¿quién será su final?
Este era el final que la gente tanto había esperado. Algunos sostenían sus celulares con rabia, queriendo estamparlos contra la pared; otros observaban las pantallas con la mirada arrugada, buscando las pistas ocultas que podría haber dejado la creadora. ¿Acá realmente se terminaba todo? ¿Esto era lo que quería realizar con la publicación de la historia que encandiló a muchísima gente alrededor del mundo? Twitter estalló con los miles de comentarios que lo saturaron, mientras la culpable de lo sucedido se reía a carcajadas. Su voz retumbó entre las paredes de una casa misteriosa, oscura y solitaria. Nunca más volvieron a saber sobre ella. Contenido oculto SweetSorrow Sé que es shit lo que escribo, pero bueno. Te lo dedico. (?)
Ella fue la persona por la cual realmente había comenzado su fama, ella había formado al estratega del Tea Party. Al hombre que hacía 98 años se había vuelto leyenda, al que aún ahora era el escriba de un Dios. Pero Shiroe también lo sabía, sabía que también fue ella la que terminó destruyéndolo.
Vida es lo que Muerte siempre atesorará, con sus ojos cristalinos admirando la diversión de los infantes, con su níveas manos acariciando con ímpetu a todo aquel ser que entre sus brazos reposen. Y él, desde su creación, será el único que vea la triste, y algo enfada expresión de tan maravilloso espíritu, al arrebatarle una de sus maravillosas creaciones. Muerte es, se dice, Muerte siempre será. No sabe hacer nada más que alejar a los seres de Vida, con los celos carcomiéndole más su grisácea piel al saber que él jamás podrá ser amado por su opuesto.
Su mirada no dejaba ninguna duda en el medio; todos sabían que él era su opuesto. Eran exageradamente distintos entre sí y, a la vez, guardaban el mismo mísero y pesado destino.
Desatino cada lanzamiento, sin acertar una sola vez; que irónico resulta a los recuerdos, tal como mi vida.
—¡Perdiste! ¿Acaso no te das cuenta que ya no tienes una oportunidad? —me exclamó el CEO de la empresa, mientras sus palabras se clavaban en mi pecho.