Besé tus labios, sólo era un reto. Herí tu corazón, valía el orgullo. Maldita la razón en ese anochecer de julio, me hizo recordar que te quería.
No entiendo por qué te fuiste, te quería tanto, supongo que ahora no me queda más que estar solo hasta el final de mis días.
Y los días pasaban en mi fiera tortura, ya mis ojos cansados decían adiós, esta boca que calla al igual que mi amor, se despide de todos, se despide en dolor.
Dolor, ese sentimiento que tengo cada vez que veo tus fotos, ahora que no estás junto a mi, nada es igual.
Igual se va a perder el tiempo cuanto más recordemos, igual si una vez te alejaste, de nada servirá volver.
Ojalá pudiera volver en el tiempo, para no cometer aquellos errores, aquellos que hicieron que perdiera todo.
Cuando te fuiste acabó mi mundo, eras mi sol,eras mi todo, ahora lloro en silencio, lágrimas sueltas y traicioneras...
Fueron tus palabras una forma de ayudarlas, a ellas, lágrimas amargas, les diste el valor para brotar.
Y con esta despedida, mi señora, sólo quedará el recuerdo, el recuerdo de tus labios de fresa, y de este amor que no pudo ser eterno.
Me voy para no volver, para no sufrir, para no llorar. Estoy harta de este amor ingrato que no hace más que lastimar.
Sentí por un momento, sólo un momento que era verdad. Refugio encontré en tus brazos, mas no me puedo quedar...
¿Cómo me pude quedar sin hacer nada? Tus lágrimas brotaban, perdiéndose en tu cuello, y yo te dije adiós.
>Adiós< Hablaste y te marchaste, sin pensar en como quedé, con la mano en el pecho y las lágrimas en las mejillas...