Cuando era pequeña me confesaste mi querida mama que mi pronto te iras de mi lado pero que seguirías velando como mi guardián ángel para siempre desde arriba, en ese entonces solo sonreí ahora cada ves que recuerdo, lagrimas por mis mejillas quieren caer.
Entrecerró sus ojos, imprecisos, como una nebulosa (¿realmente está mirándome a mí?), y me sonrió como sonríe quien cree saber todas las verdades del mundo.
El '"ángel" extendió las alas y Anna se sorprendió al notar que, de hecho, eran grises; fue allí cuando comenzó a dudar de las palabras de Gabriel.
Gabriel, arcangel, creo que las leyendas sobre tus alas manchadas no eran falsas, ya se tu secreto asi que apartate y dejame entrar al eden.
¿Eden? Dudo alguna vez llegar a un lugar tan perfecto pues siempre he dicho que el infierno es más que suficiente para un ahorcado.
Nunca había recordado el rostro de la gente que pasaba a mi alrededor cada día, nunca hasta que te ví.
Desprecio, lujuria, ira, contaminaban mi corazon; al saver que eras humillada por otro, y aun asi lo amas.
Contenido oculto Recuerden usar exactamente la última palabra de la otra persona Amas sus imperfecciones y odias lo real, ya no te importa, por que no estarás en soledad.