Compremetidos... [InuKag]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Reiko_T, 2 Agosto 2009.

  1.  
    Reiko_T

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    Compremetidos... [InuKag]
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    Compremetidos... [InuKag]

    Resumen: Comprometidos con sus padres desde pequeños tendrán que afrontar la vida y vivirla de ese modo... pero las cosas eran mucho más fácil cuando estaban pequeños y separados.


    Comprometidos


    Prólogo


    No podía creer si quiera que estuviera pensando en aquello, aquella propuesta tan despiadada y troglodita. Es que la idea era impensable, y sin embargo la idea le estaba dando vuelva sin secar por la cabeza. Podría resolver tantas cosas… pero no, es que no podía, simplemente no. Era injusto decidir el destino de sus hijas para su beneficio. Las cosas se podrían complicar, luego lo lamentaría. Además esos medios ya no se usaban. Sin embargo era mucho más efectiva que cualquier contrato escrito. Una unión de las familias sería algo que no se podría romper fácilmente, daría soluciones a muchos problemas y a muchos miedos.

    Un compromiso entre un miembro de la familia Higurashi y uno de la familia Taisho, sólo eso. Parecía tan fácil… pero no era él quien lo iba a vivir. Tenía que tener presente que sus hijas serían las que pagarían el alto precio después. Pero a cambio de ese alto precio se salvarían de una posible banca roda o, peor, absorción por parte de los Taisho. Aunque la empresa daba presupuesto suficiente para mantener los empleados y las necesidades de la misma no producía suficientes beneficios para seguir invirtiendo e innovando. Además estaba la constante amenaza que representaban los Taisho con su gran y competente empresa. Sabía, estaba casi al cien por ciento seguro, que si Taisho veía cualquier fallo o indicio de que la economía de la empresa Shikon no era tan buena como aparentaba atacaría y absorbería la empresa. Y tenía medios y dinero para hacerlo, vaya que sí.

    Pero un compromiso era demasiado pedir a cambio de el bienestar de la empresa… pero, por otro lado, de la empresa Shikon dependían muchas personas, así que, en realidad, muchos se beneficiarían… excepto una de sus hijas.

    Se levantó del escritorio dejando por fin esos pensamientos enloquecedores. Tal vez, después de unas buenas horas de sueños, una o dos de ellas tal vez de no sueño en particular, harían bien a su mente y en la mañana podría pensar con claridad sobre el asunto, con la mente fría. También, claro, podría tratarlo con su esposa, pero la verdad es que temía que si lo hacía se le cerrase definitivamente la posibilidad de aceptar aquel trato.

    Cuando llegó a su habitación vio a su esposa despierta, terminándose de peinar el cabello. Era hermosa, con su piel clara y su cabello negro. Dios mío, cómo la amaba… y él la había elegido. No había sido ningún pacto, se recordó. Tuvo la elección de elegir a su gran amor, sería injusto no darle lo mismo a sus hijas.

    Se acostó en la gran cama y miró sin ver los dorsales de esta. Por su mente pasaban una y otra vez la idea de aceptar y, justo después de esta, su conciencia le pegaba otro asalto al recordarle lo injusto que podría resultar ese trato para los que en verdad estarán implicados en ellos. Finalmente su mujer se acostó en la cama, sacándolo de sus pensamientos.

    Sophia se recostó en él, como siempre, y le besó la barbilla amorosamente. Llevaban años juntos, ella era la mujer de su vida. Habían tenido dos hijas preciosas, una buena y feliz vida juntos. Y, claro, después de todo ese tiempo era ella la persona en el mundo que más lo conocía.

    -¿Qué te pasa, amor? –le preguntó después de unos minutos.

    Él la acomodó bien entre sus brazos y le beso los labios antes de contestar.

    -¿Qué te hace pensar que me pasa algo?

    -Bueno, estás tenso y mucho más callado de lo normal –respondió en tono un poco pensativo-. Además no has comenzado a besarme apasionadamente y a decirme que necesitamos un niño en casa, dándome la charla con eso de que ya tenemos dos niñas y ningún niño.

    -Ah, eso. Bueno, puedo hacerlo ahora.

    Y comenzó con su tarea, pero, claro, no fue tan fácil despistar a Sophia.

    -Ah, no, no, no. Ahora me dirás qué te pasa.

    Finalmente le contó todo. No le podía ocultar nada a Sophia. Ella podía leer en sus ojos, saber por su voz todo lo que le sucedía. Le contó todo, desde la presentación del señor Taisho en su oficina esa misma mañana hasta la situación de la empresa, aunque de lo último ella ya estuviese enterada. Al terminar Sophia se quedó pensativa y eso lo llevó a revelar sus opiniones sobre el tema.

    -No voy a negar, cariño, que me he sentido muy tentado a decirle que sí, pero he pensado en nuestras niñas. Nosotros tuvimos a oportunidad de elegir y hemos sido y somos muy felices. No me gustaría quitarles esa oportunidad a ellas. Por otro lado, en cuando Taisho se dé cuenta de que esa apariencia de prosperidad que tenemos es sólo eso, apareciencia, nos atacará. No lo ha hecho hasta ahora porque teme que tengamos suficiente poder para pararlo o, peor, para contrarrestar. Pero no lo tenemos y si seguimos así no tardará en describirlo –dijo, desahogando todo lo que tenía dentro.

    Después de esto Sophia se sentó en la cama con mirada pensativa, mientras su mente pensaba en todas las posibles posibilidades. No podrían volver a hacer la empresa tan prospera como había sido alguna vez en tan poco tiempo y mucho menos con Taisho amenazando. Tampoco podrían dejar que Taisho se quedara con la empresa, que seguro es lo que haría porque era la Empresa Shikon la única que le hacía competencia. Por otro lado lo del compromiso…

    -Yo lo veo bien, cariño.

    Él, perplejo, la miró como si de repente le hubiese salido otra cabeza.

    -¿Qué? –preguntó.

    -Sí, un compromiso no es que esa tan malo. Mira, el tiempo pasará y al final seguro que ni habrá desenlace de todo esto. Pero mientras tanto nos sirve de mucho ¿no crees?

    -Sí, pero… ¿y qué pasa si funciona?

    -No tiene por qué. Taisho te dijo que tenía dos hijos, cada uno un par de años más grande que nuestras niñas ¿no? –él asintió-. Entonces sólo tienes que decirle que el compromiso sería mejor con Kagome, que como es más pequeña las cosas serán más naturales y esas cosas. Eso nos daría tiempo. Seguro que para cuando Kagome esté en edad de cumplir con el compromiso ya eso será agua pasada.

    -Pero… no sé, Sophia, eso del compromiso nunca ha sido bueno.

    -Pero es que no tenemos otra opción, cariño. ¿Qué harás sino? Taisho es una gran amenaza, como familia al menos será tratable.

    -¿Qué pasaría, Sophi, si cuando llegué determinado tiempo Taisho exige boda? –preguntó no muy convencido todavía.

    -Bueno… Taisho es un hombre apuesto, amor, supongo que sus hijos también lo serán. No sería ninguna carga para Kagome…

    -¿¡Pero qué estás diciendo!? –el disgustó hizo que el señor Higurashi se levantara de la cama y mirara a su esposa, en parte furioso y en parte sorprendido-. El matrimonio es algo muy serio. No podemos condicionar la vida de Kagome desde ahora.

    -Cariño –dijo ella, con todo un tanto exigente- es hora de que tomes una decisión. O es eso o decir adiós a Empresas Shikon.

    Aquello era a lo que tanto había temido enfrentarse el señor Higurashi. Sabía que las cosas eran así, que tenía que elegir un mal u otro mal. En ese caso lo más razonable sería elegir el menor de los dos pero no sabía cuál de ellos lo era. Claro, a simple vista era mucho menor el que Kagome se comprometiera con uno de los herederos Taisho pero para cuando Kagome creciera seguro que no sería así. Ella no tenía capacidad de elección.

    -¿Y si nunca nos lo perdona? –preguntó en un hilo de voz.

    Sophia bajó de la cama, contenta de que su esposo al fin se diera cuenta de qué era lo mejor, lo más razonable. También estaba dolida por Kagome, su pobre niña, que no tendría elección, pero sabía que era lo mejor y que algún día Kagome lo entendería así. Además no es que se fuera algo tan grave. Con el tiempo seguro que tanto el hijo de Taisho como Kagome se opondrían a casarse y todo terminaría solucionándose. Pero de momento necesitaban salvar la empresa, esa era la prioridad.

    -Lo hará, cariño –dijo, acercándose a su esposo y rodeándolo con los brazos-. Además no tiene que ser todo tan brusco. ¿Qué tal si propones a Taisho que los niños se vayan viendo un poco? Ahora no, claro, porque Kagome sólo tiene dos años, pero mas adelante sería bueno. Verse un día, hacerse a la idea. Creo que sería muy bueno para ellos eso. Hará que todo vaya con más naturalidad, ¿no te parece?

    -Sí… y también está Kikyo, amor –dijo, iluminado de pronto-. Ella es más grande y bien que puede elegir…

    -Comprenderás, cariño, que Kagome es la más indicada –dijo Sophia, volviendo a entablar ese modo de hablar tranquilo y convencedor para hacer entrar en razón a su esposo-. Es más pequeña por lo que se podrá hacer a la idea con más rapidez y será algo natural para ella en el futuro. Kikyo, mi quería niña, ya está más grande. Tiene once años, en tres meces cumple doce. Ya se le ha dado una vida normal, libre de ataduras de ningún tipo, es cruel ahora quitársela.

    -Pero es injusto…

    -Sí, pero una de ellas tiene que ser. Hay que ser lógicos –dijo Sophia.

    Continuaron así buena parte de la noche, discutiendo entre si deberían o no. Higurashi no estaba muy de acuerdo pero Sophia siempre insistía en que era lo mejor y, al final, se dejó convencer. Tampoco es que tuviera muchas opciones, se dijo.

    Al día siguiente cuando Taisho fue a hablar con él le dio la respuesta positiva. Todo se hizo con naturalidad, aun cuando los compromisos eran algo muy antiguo que usualmente se usaba para unir grandes familias. En cuando le hizo ese cometario Taisho él respondió que era justo lo que se estaba haciendo y que si antes funcionaba ahora también lo haría. Higurashi no quiso aclarar el hecho de que en realidad ellos no sabía si funcionaba de verdad para la pareja y no sólo para la familia y tampoco quiso añadir que si ya no se usaba ese medio tan frívolo de unir personas era por algún motivo. Se mantuvo callado porque recordó que en realidad a quien más le convenía aquel trato era a él mismo.

    Así que, a partir de ese momento, Kagome estuvo prometida.
     
  2.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Re: Compremetidos... [InuKag]

    ohayou!!!

    Me gusta tu historia, se ve que es interesante, espero muy pronto que la continues, me gustaria saber que paso con el compromiso y con quien se comprometera Kagoem, pobrecilla... espero sea con MI Inuyasha, o con Sesshomaru.... ahh... que tonta, pues claro, ni modo que lews pongas otro hermano para el compromiso. Namarie.
     
  3.  
    blackrose18

    blackrose18 Usuario VIP Comentarista Top

    Piscis
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    Re: Compremetidos... [InuKag]

    No lo cerraré.... si tiene lemmon ponlo en tu blog y listo :)
     
  4.  
    Reiko_T

    Reiko_T Entusiasta

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    Re: Compremetidos... [InuKag]

    Rose, por favor... no creo que pueda con eso de poner el lemon en mi blog. ¡Es que...!
    ToT

    Bueno, a ver qué sale, aunque no aseguro nada.

    Izayoi, muchas gracias por tu comentario. En el título puse InuKag, o sea, Inuyasha y Kagome, así que se comprometerá con él, sin más. En el siguiente capítulo lo pongo, si es que lo publico aquí.

    Me alegro que te haya gustado... :)
     

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