Boku no Hero Academia Compañía [Momo x Jiro]

Tema en 'Anime Heaven' iniciado por Hygge, 6 Agosto 2018.

  1.  
    Hygge

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    Título:
    Compañía [Momo x Jiro]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2058
    El sol comenzaba a descender en el horizonte, y sus últimos rayos acariciaban con mimo los rostros de ambas jóvenes, quienes se encontraban paseando en aquella tarde de verano bajo su tenue luz. El clima se sentía idóneo dado que a pesar de la estación en la que se encontraban, las temperaturas habían disminuido notablemente, y la suave brisa que mecía sus cabellos anunciaba la llegada de una refrescante noche. Aquello, sumado a la tranquilidad que les brindaba el solitario camino por el que transitaban, llenaba la atmósfera de una aire de confidencialidad.

    Aquella no era la primera vez que recorrían el solitario camino hacia sus hogares, sino que se había vuelto una rutina particular entre ambas desde hacía un par de semanas. La academia para héroes U.A cerraba sus puertas durante las vacaciones de verano, pero se seguían impartiendo clases de refuerzo en un edificio alterno durante las tardes. Por ende, al finalizar estas, la tarde ya había caído por completo, y regresar a sus hogares durante la noche se sentía ciertamente incómodo. Más aún si se trataba de una chica.

    Momo observó a su acompañante, distraída con las tonalidades en las que el cielo iba variando, y no pudo evitar sonreír con cierta ternura. Sabía que Jiro nunca lo admitiría, pero le daba miedo recorrer todo aquel camino ella sola hasta su hogar. Por ende, comprendía la tranquilidad que su sola presencia le otorgaba al ofrecerse para acompañarla hasta su casa, alegando que la vivienda en la que residía durante el verano se encontraba cerca de la suya. Ventajas de ser rica y estar cambiando de hogar vacacional a cada instante, aunque Momo no le daba demasiada importancia.

    —Es una tarde hermosa, ¿no es cierto? —la suave voz de Momo atrajo la atención de su acompañante, dejando de observar el cielo para dirigir su mirada hacia ella. Bajo aquella luz anaranjada, para Momo, sus ojos cansados lucieron más vivos que nunca.

    —Lo es. Por alguna razón siento que este cielo se ve distinto a los demás, aunque todos parezcan iguales —respondió Jirou, dirigiéndole una pequeña sonrisa a la joven antes de volver su mirada hacia el horizonte. Llevó ambas manos tras su nuca, adoptando una pose relajada, y trató de continuar con aquella charla. A pesar de ser algo asocial por lo general, y aunque nunca iniciaba conversaciones, le agradaba hablar con Momo—. Y bueno... ¿Qué tal tus clases hoy? Aburridas como siempre, ¿verdad?

    —Oh, fueron bastante entretenidas a mi parecer. La mayoría de los alumnos de mi grupo necesitaban ayuda con varios ejercicios en los que se quedaron atascados, así que fui feliz sintiéndome como su profesora —la joven entrelazó los dedos de sus propias manos, con gran emoción en su mirada—. ¡Incluso les traje té y galletas para todos! Una lástima que no estuviesen en mi casa, podría haberles ofrecido algo mejor.

    Jiro no pudo evitar reír; a aquellas alturas de su amistad, ya no le sorprendía. Desde que se conocieron, Momo siempre fue la alumna estrella de la clase, pero aquello no pareció subirle la autoestima ni la hizo sentirse superior a los demás, en absoluto: ella adoraba sentirse útil ayudando a aquellos que necesitaban un empujón, y verdaderamente podía asegurar que nunca había conocido a una persona tan generosa y entusiasta como lo era su amiga. Sabía que nunca compartirían el mismo gusto por el estudio, pero por el contrario, disfrutaba viéndola sonreír.

    —Cómo no, la cerebrito destacando allá por donde va. No sé por qué no me sorprende —respondió con diversión en la voz; ambas sabían que no lo decía de forma despectiva, simplemente era su forma de ser—. Aún así, me resulta extraño que tengas que ir tú también a clases de apoyo, suponiendo que eres la mejor de la clase teórica. ¿Acaso te obligan tus padres a dar clases extras o algo así?

    —Bueno... Digamos que me obligo yo misma. Lo cierto es que hay algunos temas que me cuestan más que otros, y de esta forma puedo pulir mejor todo aquello donde flaqueo. De paso, puedo ayudar a quienes lo necesiten, y así me divierto el doble —comentó Momo con energía. Se notaba que el tema de los estudios le apasionaba. Ver el rostro infantil que acababa de formarse en ella le dio ternura, pero por alguna razón, su semblante se ensombreció.

    —Ya veo... Sin duda, eres increíble. —Guardó silencio durante unos instantes, como si se encontrase enfrascada en alguna clase de pensamiento que no quería dejar salir a flote, y cuando Momo creyó que era momento de cambiar de tema, le sorprendió escuchar su voz de nuevo; esta vez, en un tono algo más bajo que el anterior—. A veces me pregunto cómo debe ser vivir un día en la escuela siendo tú. Todo debe verse más... fácil.

    —Jiro... —murmuró, llevando ambas manos hacia su pecho, frenando así el paso. Aquellas palabras, la forma en la que las había dicho... habían llegado a ella. Sabía que estaba siendo sincera, como pocas veces admitía serlo. Ella continuó andando a paso lento, con la mirada gacha, pero frenó sus pasos al sentir un ligero peso sobre sus hombros. Al alzar la vista, los ojos de la mayor, posados en los de ella, la hicieron sentirse indefensa. No tardó en apartar la mirada—. Jiro, ¿lo que dices es en serio? ¿De verdad te sientes así?

    —Y... ¿Y qué si es así? —dijo, fingiendo desinterés en el tono de su voz. Sus mejillas enrojecieron levemente al sentir la mirada insistente de Momo buscando la suya—. No tienes que darle importancia, siempre fue así. No es envidia lo que siento hacia ti, es más bien... Admiración —pero al darse cuenta del significado de sus palabras, se deshizo del suave agarre para continuar avanzando, con su rostro ardiendo avergonzado—. ¿Sabes qué? Esto es una tontería. Sigamos... Sigamos hablando de otra cosa, ya casi estamos llegando a casa.

    Pero Momo le impidió continuar avanzando, pues pronto sintió como agarraba su mano con firmeza entre las suyas. Se giró hacia ella, sorprendida, pero por la dureza en su mirada supo que debía permanecer en silencio. Al menos, esta vez.

    —Escucha, Jiro, quiero que esto te quede muy claro: eres maravillosa. Todos necesitamos oírlo de los labios de alguien alguna vez, por lo que no intentes hacer como que no te afecta, porque sé que lo hace —lentamente, su mirada se fue suavizando al notar cómo las facciones de Jiro se encogían, como un niño pequeño que acababa de ser regañado. Colocó su mano en su mejilla, alzándola al notar que descendía la mirada hacia el suelo, y la obligó a mirarla a los ojos. La joven le sonrió con amabilidad, haciendo que Jiro sintiese un ligero brinco en su pecho—. A pesar de que no estás entre los primeros de la clase teórica, eso no quiere decir que seas inferior al resto. Eres brillante, pero quizás no encuentras el suficiente atractivo en las clases que se te imparten. Pero durante las clases prácticas y en medio de la acción, demuestras lo brillante y valiente que eres. Cómo te desenvuelves y cuáles son verdaderamente tus capacidades, no creas que no lo he notado.

    >>No dejes que un simple número encasille tus verdaderas facultades, ¿de acuerdo? Eres asombrosa tal y como eres, así que no cambies nunca.

    Lentamente apartó el suave tacto de su mejilla, sin borrar su hermosa sonrisa, y se alejó de la menor para continuar caminando junto a ella. Sabía que el orgullo de su amiga le impediría continuar con aquella conversación, pero esperaba que sus palabras calasen hondo en su interior. Y vaya si lo habían hecho.

    Jiro tuvo que respirar hondo para calmar su respiración, mas comenzó a seguirle el paso casi por inercia; después de aquello se sentía realmente avergonzada. Ya no solo por su comportamiento, si no por comprender lo que verdaderamente pensaba Momo sobre ella. Saber que alguien la veía así, que no era tan invisible para los demás como ella creía, se sentía... bien. Muy bien, a decir verdad. Sin embargo, por como lo había dicho, sentía que había algo más en el fondo de aquellas palabras. Como si comprendiese demasiado bien cómo se sentía.

    Como si...

    —¿Alguna vez... te has sentido así? —sus palabras cortaron aquel repentino silencio que se formó entre ambas, y a pesar de que no la estaba mirando, supo que Momo había dirigido toda su atención hacia ella en aquel momento. Se llevó una mano a su propio brazo, intentando guardar la calma en su expresión—. Quiero decir... Sentirte insegura e inferior al resto.

    Momo se permitió unos segundos antes de contestar. Suspiró, como si se encontrase rememorando un momento que había logrado enterrar hasta ahora.

    —Sí, en muchas ocasiones. De hecho, aún a día de hoy me siento insegura sobre mis capacidades, y temo bloquearme en un momento crucial por creer que no seré capaz de hacerlo —confesó, devolviéndole la mirada. A diferencia de Jiro, parecía encontrarse tan serena y calmada que era difícil saber lo que en verdad estaba pensando—. Pero... alguien logró hacerme abrir los ojos en su momento, y desde entonces tengo algo más de confianza en mí misma. Es un proceso largo, sí, pero espero... De verdad espero que mis palabras te sirvan para lograrlo. Nada me haría más feliz que eso.

    Cuando quiso darse cuenta, Jiro notó que ya habían llegado a la calle donde residía su hogar. Había estado tan embelesada con sus palabras, que había perdido la verdadera noción del tiempo. No fue capaz de añadir algo más, por lo que pasaron los últimos instantes de la caminata en silencio. Sin embargo, nunca se les llegaría a hacer incómodo, porque de alguna forma u otra, su propia presencia les transmitía una tranquilidad indescriptible. No hacían falta las palabras para saber que estaban allí.

    Momo detuvo sus pasos al llegar a la puerta del hogar de los Jiro, y se volvió hacia su acompañante, quien se encontraba rebuscando las llaves en sus bolsillos. Se permitió reír por lo bajo; siempre era tan desordenada que si no tuviese la cabeza pegada al cuerpo, ya la habría perdido hace mucho tiempo. Una vez la encontró, se separó para entrelazar las manos tras su espalda, dejándole espacio para entrar.

    —Bueno pues, ya llegamos a mi parada —intentó decir, con una pequeña sonrisa en sus labios. A pesar de mantener la indiferencia en su rostro la mayor parte del tiempo, Momo pudo notar que aquella sonrisa era más temblorosa de lo habitual. Se giró para introducir la llave en la cerradura, pero pareció detenerse allí durante un instante, intentando añadir algo. La mayor lo supo al instante—. Momo, esto, yo...

    —De nada —completó, devolviéndole una sonrisa tranquila en sus labios. Jiro, sintiendo que acababa de quitarle un peso de los hombros, ensanchó su sonrisa a modo de despedida, y finalmente se adentró en su hogar tras despedirse hasta el próximo día.

    La joven Yaoyorozu comenzó a caminar de vuelta, y cuando se hubo alejado lo suficiente del hogar de su amiga, viendo las luces de su habitación encenderse, se permitió suspirar. Alzó la mirada hacia el cielo, contemplando la infinidad de estrellas que lo decoraban aquella noche. La luna brillaba en todo su esplendor; sin duda, aquella era una magnífica noche para dar un paseo nocturno.

    —Bueno, hora de volver a casa —decidió, hablando para sí misma, y tomó el mismo camino por el que acababa de venir junto a su amiga, volviendo sobre sus pasos.

    Porque la realidad era que Momo no había cambiado de hogar durante las vacaciones, seguía viviendo en el mismo lugar, y este quedaba muchísimo más lejos de lo que Jiro creía. De hecho, se encontraba al otro lado del campus de donde habían regresado. Pero a pesar de todo, la expresión en el rostro de Momo era de felicidad. Desde que las clases habían ido sucediéndose, y con todos sus trabajos con la agencia y con los enfrentamientos contra los villanos, ya casi no podía pasar tiempo con aquella persona especial para ella. Ni siquiera necesitaba ir a clases de apoyo dado que no tenía problemas con los estudios, como bien había indicado antes.

    Pero si podía disfrutar de unos minutos charlando con Jiro de vuelta a casa, viendo aquella hermosa sonrisa que poco dejaba salir a la luz... Merecería completamente la pena.
     
    Última edición: 6 Agosto 2018
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  2.  
    Etihw

    Etihw ghost Comentarista empedernido

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    AAAAAAAAAA DIOS MÍO QUÉ COSA MÁS ADORABLE LA SHIP IM DYING.

    Omg, vale, sabía que estabas escribiendo un Momojirou, y eso mismo ya me puso hype. Pero tras leerlo y ver lo fucking cute que te ha salido esto, la verdad es que ahora mismo estoy con los calores en las mejillas de la emoción y ternura. Me ha alegrado la tarde, a decir verdad.

    Algo que me gustaría destacar antes de nada son las referencias aaaaaaaaaaa. Por ejemplo, la de Todoroki en el examen, que ayudó a Momo con su confianza, y también la del día que fueron a estudiar a casa de Momo. Adoro, de verdad, que Momo sea una persona tan amable y vivaz, que no alardea de sus buenas notas o su familia rica. Y es que, encima, que se emocione tanto cuando puede ayudar a alguien. Oh dios. Me mata.

    Bueno, pasando a la historia. Ha sido super adorable. Momo queriendo acompañar a Jiro a casa porque esta tiene miedo de ir sola, y así se va creando un gran ambiente durante el camino. La verdad, cuando me saliste con eso de que la admiraba y luego se moría de vergüenza pues omg aksdjalje. PERO AAAAAA. Momo diciéndole esas palabras tan bonitas para animarla, y luego aun encima contándole algo tan profundo para ella como lo es la inseguridad que en realidad siente, y que es algo que poco a poco va cambiando, y que espera que en Jiro también. Y que no se preocupase de un dichoso número y oh well im dying. Momo siempre será un rayo de luz, y Jiro siempre será el motivo de su sonrisa.

    Y la verdad, los dos últimos párrafos fueron... Dios. Demostraron aún más cuánto amor siente Momo por Jiro. Ese amor tan puro y dulce que te hace hacer cualquier cosa por ella, con tal de estar unos pocos minutos de su día a su lado. Que luego en su largo y solitario camino de vuelta se ponga a pensar en ella y que sonría como boba en todo el transcurso. Así, como si ella también estuviese acompañada. No se debe sentir sola, porque mantiene el recuerdo de una Jiro sonriente y avergonzada en su corazón.


    Esto ha sido super fluffy y adorable. No puedo cansarme de decirlo. Ha sido algo que aún me tiene como loca y me lo pienso releer muchas veces.

    Y, como siempre te digo, tu manera de escribir y narrar las cosas, además del manejo tan bueno que tienes con las palabras, hace que esto sea super fácil y agradable de leer, lo que le da un gran plus a esto. Adorable al doble. Una muerte dulce la que me llevo ;_;


    Y, una vez más, espero que sigas escribiendo cosas de este fandom y sorprendiéndome con tus obras de arte <3333
     
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  3.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

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    Awws bueno, vengo a comentarte como dije que haría. Me lo tuve que leer otra vez porque sabía que se me escaparían detallitos, pero estoy feliz de haberlo hecho porque me ha enternecido exactamente igual que cuando lo leí ayer.

    Lo cierto es que como aún no terminé el anime no sé mucho de ellas, pero los edits y los fanarts me han hecho amarlas con el kokoro. Parecen tan diferentes, pero hacen una pareja tan linda <3

    Y Liz, has sabido captar ese mismo sentimiento que tengo al verlas en este escrito. Que igual me acabo de tragar unos spoilers bien ricos, pero me da igual. La ocasión lo merece y es un escrito precioso.

    Es decir, cuando Momo trata de animar a Jirou y se abre a ella y le cuenta sus problemas y es como... Omg, I ship them just so hard i'm gonna die. Es como que poco a poco vas dando pequeños pasitos y dando a entender que Momo la ama. Y al final, cuando se descubre que ella recorre todo ese camino solo por estar con Jirou, por acompañarla, a pesar de que ella vive al otro lado de la academia... simplemente por charlar, por verla sonreír, por reír juntas y estar a su lado... eso es amor del más inocente y puro y resulta sumamente adorable.

    Coincido con Sweet en que tienes un estilo muy pulcro y directo de narrar, sin carecer de belleza. Resulta muy agradable <3

    Sigue escribiendo de ellas, te lo imploro ;-;

    Ja ne.
     
    • Adorable Adorable x 2

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