Miré a Cathy entre las pestañas por un instante. Sabía lo que quería lograr, y parecía hasta tener un efecto ligero. Quién lo diría. Chasqueé la lengua divertido con la situacion, porque en realidad debía ser un chiste el darle a los vasos más cercanos exceptuando el que correspondía en si para ganar. Esperaba al menos que la otra fallara y que mi compañera de equipo encestar el último punto. Aunque en general, el bucle con el último vaso solía siempre extenderse~ Contenido oculto Equipo A Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Equipo B Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Orden de tirada: 1. Zeldryck 2. Morgan 3. Kashya 4. Cathy
Bueno, habíamos entrado en un bucle bastante aburrido. Las pelotitas no paraban de errar y las mías no fueron la excepción. Liberé un suspiro liviano, recorriendo la habitación con la vista de pura manía. Qué aburrido, oye. Recargué una cadera en el borde de la mesa y saqué el móvil para revisarlo un momento. Luego regresé mi atención a la partida. —¿Estuvo divertido el juego luego de que me fui? —le pregunté a Cathy en voz baja, refiriéndome al del salón. Contenido oculto Equipo A Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Equipo B Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Orden de tirada: 1. Zeldryck 2. Morgan 3. Kashya 4. Cathy
Los fallos se fueron sucediendo uno tras otro tal y como cabía esperar, y parecía que estaríamos un buen rato en esa misma situación. O eso creía, claro. Ya fuese reflejos o pura suerte, mi segundo tiro se dirigió directamente hacia el vaso restante del otro equipo. La única pega fue que picó en la mesa y, por lo tanto, dependía una vez más de la otra chica. Contenido oculto Equipo A Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Equipo B Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Orden de tirada: 1. Zeldryck 2. Morgan 3. Kashya 4. Cathy
Catherine Whitman Incluso aunque le reconfortara que el desconocido hubiera fallado los tiros alargando aquel encuentro, estaba segura que no iba a durar mucho si seguía fallando o no pudiendo parar los tiros. —¿Uhm? Quizás, al chico de traje rojo le tocaron muchos besos, fue algo divertido de ver~ El tiro de Morgan también falló y cuando pudo haber sido su turno de impedir que la bolita entrara, no pudo interceptarla a tiempo. Suspiró y dio el ultimo trago a la bebida correspondiente. —No fui tan rápida como creí... Felicidades, ganaron~ —Se aproximo entonces a la urna para sacar aquel castigo que les correspondería luego de revolver los papeles un par de veces con su mano —. "La pareja perdedora tiene que besarse en la boca"... Leyó en voz alta andes de mirar a Morgan ligeramente sonrojada, vamos, eso era algo que había estado esperando que pasara pero luego de la botella... no lo había visto como algo posible, como si la oportunidad hubiese desaparecido por completo. —Eso es algo que puedo hacer, iniciaré el castigo entonces~ —Se acercó a Morgan a paso tranquilo, acomodando un par de mechones de su cabello detrás de su oreja con bastante delicadeza —, no ganamos el juego pero hey, este también es un muy buen premio...¿no crees?~—Acarició con dulzura una de sus mejillas con la yema de sus dedos para sentir algo de cercanía antes de simplemente terminar de romper la cercanía que quedaba entre ambas al unir sus labios en un beso con mucha ilusión. A fin de cuentas, si ya estaban en un escenario de cuento, bien podía dejar en claro la ilusion y emoción que le daba aquel detalle. Contenido oculto Equipo A Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Equipo B Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Orden de tirada: 1. Zeldryck 2. Morgan 3. Kashya 4. Cathy
Atendí a la respuesta de Cathy sin mirarla realmente, de hecho al oír mención del muchacho mis ojos se posaron sobre él sin mayor motivo particular. Ya me hacía una idea de dónde lo había conocido, entonces, dado que no parecían ser amigos como tal. Muchos besos, ¿eh? Si no sería un suertudo~ El juego acabó con Kashya, su pelotita acertó y la miré con una sonrisa ligera en los labios. Obviamente no iba a festejar ni parecer orgullosa ni nada, era Kashya de quien hablábamos, y que la persona ganadora fuera precisamente así me vino un poco en gracia. Bueno, al menos no correría peligro de acabar en la piscina otra vez. Aunque, claro, las vistas habrían sido excepcionales~ Cathy los felicitó como la ternurita que era y fue donde la urna, la dejé hacer sin quitarle la vista de encima y el sonrojo suave que tiñó sus mejillas captó mi atención por completo. Estuve por ir junto a ella, pero entonces leyó el castigo en voz alta y tuve que pestañear para asimilarlo. Apenas un segundo y una sonrisa estúpidamente satisfecha decoró mi rostro, como el jodido gato de Cheshire; podrían haberme oído ronronear desde la habitación contigua, vamos. No despegué mis ojos de Cathy ni un maldito segundo, ahora que tan dispuesta parecía estar a cumplir el... ¿siquiera debía llamarlo castigo? Se acercó a mí, me acarició la mejilla y sus dedos fueron extremadamente suaves y cuidadosos al tacto. —¿Sin quejas? —susurré, entornando la mirada tras su gesto—. Buena chica~ La dejé hacer, la dejé seguir inmersa en su fantasía de princesas y castillos, y simplemente recibí su beso. Sus labios eran delicados y su perfume, aunque ya lo había sentido con fuerza en su casa, regresó a mi memoria con la fuerza de un vendaval. Corrieron unos segundos en los que el beso fue sólo eso, sólo lo que Cathy estaba dispuesta a iniciar, pero ni de coña iba a quedarme de brazos cruzados. Habría sido un desperdicio de mi buena fortuna~ Separé ligeramente los labios y acentué la presión para besarla con más ganas. Mi mano navegó el espacio hasta enredarse en su cintura, fue firme y la atraje conmigo lentamente hasta recargar las caderas al borde de la mesa. Nada personal, pero tampoco era una exhibicionista por la pura gracia. Apenas sentí la madera, ladeé la cabeza y hundí la mano libre en su cabello castaño para profundizar el beso. Al separarme brevemente le eché mi aliento encima, muy similar a un suspiro, y busqué sus labios con una sonrisa pegada en los míos. Le clavé la yema de los dedos en la cintura porque me vino en gana y arrastré la mano a lo largo de su espalda, a cámara lenta. Now this is a kiss, sweetie.
Bueno, la chica había dado en el vaso y Cathy no pudo interceptarla. Bastante bien para no pasar por la urna, o al menos eso pensé hasta que Whitman leyó el castigo. Pero venga... —Si de eso se trataba hubiésemos hecho equipo, Cathy —solté un poco al aire, divertido con la situación. Y es que no era para menos, en el juego de la botella que fue hasta entretenido, y ahora un poco más de esparcimiento no le venían mal a nadie, mucho menos al ver a la desconocida marcarle un ritmo. Pero que lindas. Observé mientras llevaba el vaso de cerveza inconcluso a mis labios, terminándome el contenido. En cuanto dejé de sentir el líquido me percaté de las hebras doradas meneándose, teniéndome en poco tiempo fijo en ella. Exagerados... Degusté entonces el shot desconocido, sintiendo el líquido caliente descender por mi garganta. Podría decirse que jamás había tomado algo más que cerveza, al menos. No, estaba mintiendo. En el último cumpleaños de los prismáticos había bebido algo de vodka, pero ahora que mis neuronas lo traían a colación recordaba el que no me había caído muy bien. Dejé el cristal sobre la mesa y giré parcialmente el rostro al escuchar el ruido de una pelota picar sobre lo que parecía una superficie plana, deslizando mis pupilas por la puerta a lo que denoté el antifaz rojo y la piel expuesta de las mejillaa tatuada en tribales. Zeldryck. Me alejé del mesón y fue entonces que sentí los tacones extraños, como sino tuviese ningún tipo de peso con el que lidiar al caminar. Sentí el cosquilleo de mi lacio cabello en mis mejillas, haciéndome deslizar la izquierda desde mi mentón hasta mi frente para echar las hebras capilares hacia atrás, frunciendo ligeramente el ceño al denotar que estaba acompañado por tres chicas, y no es que me molestara, pero Zoldryck debía estarlo buscando. De seguro y hasta tendría el móvil apagado. Lo siguiente que sentí fue la mano con la que sostenía el móvil apoyada en la pared, mirando al par de féminas besándose. No estaba siendo dueña de mis pasos al querer acelerar el ritmo. Pese a saber que no era más que un estúpido juego. Sentí su mirada encima e inmediatamente busqué la suya. —Ey, Gen —sus brazos me sostuvieron, apoyando mis palmas sobre sus hombros luego de que me retirara el móvil. Y lo agradecí, en mi cabeza. De lo contrario de seguro hubiese terminado en el suelo—. ¿Tomaste algo? —Sí. Mayonesa —murmuré escapándoseme una pequeña risa al no expresarme de la forma correcta—. Algo... traía mayonesa. —No más mayonesa entonces. Asentí ligeramente risueña, dejándolo pasar su mano por mis caderas, entrelazando los dedos de mi mano izquierda con los suyos, recostando mi mejilla en su pecho para después escanear a las tres chicas presentes, aunque en realidad terminé fija en el par protagonista. —No lamento interrumpirte —alcé las cejas ligeramente contrariada, con las mejillas teñidas ligeramente al no ser lo que planeaba decir en realidad, como si el filtro que mantenía las veinticuatro horas del día se esfumara. Y aunque desvié la mirada noté de soslayo su sonrisa sátira. —Busquemos un lugar para que te recuestes, porque parece que me estás confundiendo con mi hermano —y aunque fue un tenue susurro logré captar el cinismo en su voz.
Catherine Whitman "¿Sin quejas? Buena chica~" ¿Por qué se habría de quejar? Prácticamente era una de las cosas que había estado esperando que pasara luego de que tuvieran esa especie de...¿coqueteos? De su parte, la fiesta también había sido toda una gran excusa para ver si algo pasaba, arreglarse juntas también fue una pequeña parte para ver por donde podrían haber ido las cosas y si ya les habían dado la oportunidad, aprovecharía lo bonitas que ambas se veían. El hecho de que no estuvieran realmente solas fue obviado por su cabeza, simplemente centrándose en los cosquilleos que le recorrían el cuerpo por las sensaciones que aquel beso esperado le provocaba y que se vio incrementado cuando sintió la presión en su cuerpo contra la de Morgan cuando la juntó más a ella sumado al incremento de la intensidad del beso. Se aferró a sus costados sintiendo un leve temblor en el cuerpo que la hizo jadear en su boca antes de que siquiera se separaran, el corazón lo tenía a mil por hora y cuando la vio sonreír solo pudo hacer lo mismo en respuesta al volver a la realidad en la que estaban, sintiendo los escalofríos correr por su cuerpo al ritmo de su mano. Definitivamente había sido muy bueno. —La verdad ni siquiera creo que perdimos o algo... —dijo con una risa suave desviando su mirada algo apenada al desconocido que ahora tenía una rubia a su lado, había dicho algo del que hubieran hecho equipo, ¿no? —Pero si hubiéramos ganado no habría habido ningún castigo, ¿no? —Porque directamente asumía que si hubieran estado juntos, ni siquiera habrían perdido.
Cathy se ajustó al ritmo que marqué sin ninguna clase de problema, de hecho parecía estar disfrutándolo como una jodida y eso sólo intensificó la satisfacción que sentía reverberando en mi pecho. Cuando la atraje conmigo abandoné sus labios un pequeño instante que ella utilizó para liberar un suave jadeo y la corriente, aunque eternamente calmada, amenazó con picarse apenas. Digamos que había mucha gente y seguía siendo Cathy, así que tampoco me permití emocionarme de más. Aunque hacía mucho tiempo que no me divertía de verdad, venga. Sus manos en mi cuerpo consiguieron un efecto similar y podría haberme quedado allí media vida pero la dejé separarse sin más. Solté el aire por la nariz, repasando sus facciones, y la mano que había mantenido hundida en su cabello se deslizó hasta anclarse justo debajo de su mandíbula. El pulgar alcanzó su mejilla. Entorné la mirada, sonriendo ante su primer comentario y manteniendo mi expresión al verla desviar su atención hacia el muchacho. Lo había oído, claro, pero no solía encontrar placer en gozar mis victorias frente a otras personas. Me daba bastante igual que él estuviera ahí, digamos, cuando lo único que me importaba en ese momento era el rostro sonrosado de Cathy. Tan bonita~ Ensanché la sonrisa justo antes de inclinarme hacia adelante, buscando rozar su oreja con los labios aún húmedos. —El mejor castigo del mundo, ¿no? —susurré, divertida, y mi mano aún en su espalda navegó a tientas la zona de su espalda baja; fue sólo eso, una tentativa—. Podemos volver a perder cuando quieras, cariño. Sólo búscame y te enseñaré cuán bien puede sentirse. La dejé ir, entonces, regresé a mi posición y le dediqué una última sonrisa antes de deslizar los dedos por su cuello y retirarme hacia un costado. Observé al muchacho con la rubia y luego a Kashya.
Sentí los dedos de Génesis apretar los míos, haciéndome volver la vista al par del castigo, que parecía más una recompensa que cualquier otra cosa. Una sonrisa torcida se me dibujo en los viriles labios en cuanto se separaron y Cathy respondió mi pregunta. Preciosa, pero que inocente. —Luego te diré a qué me refería. Me eché a caminar entonces con Génesis recostada en mí. Lo mejor sería un lugar abierto para que el aire hiciera lo suyo, porque ni modo de dejarla con Zoldryck cuando éste según por su mensaje estaba algo ocupado.
Catherine Whitman Entre abrió los labios apenas sintió el tacto en su mandíbula y la caricia en su mejilla creyendo que quizás simplemente era alguna clase de aviso para tener otra clase de contacto con ella, como una especie de pico o algo hasta que la ausencia de los mismos la hizo entender que en efecto no se trataba en lo absoluto de eso haciéndola avergonzarse un poco más de la cuenta solo por tener una repetición como posibilidad. Y es que le parecía tan distinto a otras interacciones que había tenido antes. No sabía que esperar ni sabía como ella podría actuar, no la sabía leer en lo absoluto. "El mejor castigo del mundo, ¿no?" Se le estremeció el cuerpo y un suave suspiro se le escapó de los labios, asintiendo lentamente para responder a su pregunta, cerrando sus ojos con suavidad por unos segundos para disfrutar aquella caricia que le había brindado, procesando la información que le estaba dando, ¿qué tenía que hacer con eso? ¿Proponerle otro juego y perder de forma bastante literal? —¿Les gustaría ir a otro lado ahora que no completamos equipos? Quizás... en otra parte de la mansión podamos seguir entreteniéndonos, ¿no? No podía obviar la presencia de la albina por mucho que su cabeza se hubiera centrado tanto en Morgan por sus atenciones, no sería especialmente educado.
No debía ser muy legal ni moralmente apropiada la forma en que disfrutaba de las reacciones de Cathy, pero ¿qué iba a hacerle cuando la niña era incluso más evidente que un libro abierto? No se molestaba en filtrar nada, quizá fuera el efecto del alcohol y no sé, tendría que agradecerle a la dueña de casa y todo. Las cosas se habían puesto por demás interesantes y no podía estar más en mi salsa. Detallé cada pequeño movimiento, sus palabras y especialmente el suspiro que brotó de sus labios con una naturalidad hasta estúpida. Cuando nos invitó a hacer otra cosa desvié mi mirada a Kashya y luego comencé a caminar sin rumbo aparente. —Hmm, quizá... —Iba pasando cerca de la puerta y noté dos cabelleras pelirrojas en la cocina. Me asomé sin más, recostando el brazo en el marco de madera—. Eh, tú, el de la máscara de zorro. ¿Quieres jugar con nosotras? Claro que había identificado a la otra, pero no me apetecía ser amable con Sasha ni nada, así que tampoco me generaba conflicto alguno la clara diferenciación que estaba haciendo. Contenido oculto Reual Nathan Onyrian pa que te enteres
Agradecí enormemente el hecho de haberme negado a tomar eso cuando vi las expresiones de asco de cada uno de los "valientes" que sí se habían arriesgado. Bueno, había una muy fina línea entre valentía y estupidez, y obviamente, el trío la había cruzado. Me encogí de hombros. Qué se le iba a hacer. Cada oveja con su pareja. Cuando Sasha reaccionó a mi pequeño truco de magia, no pude evitar si no sonreír. Así había actuado la primera vez que la había conocido, afuera del baño. Era refrescante verla de esa manera, e incluso un poco más liberada debido a la falta de inhibición por estar algo borracha. En cuanto hizo el símbolo de la cruz, me llevé una mano al pecho, de manera dramática, y estiré la otra al frente. — ¡No, aghh! ¡Me quema, me lastima! ¡Mi alma se incinera! ¡Por qué nací pelirrojo! —solté, mientras caía de rodillas, con una elaborada y exquisita máscara de dolor y tensión en el rostro. Dejé caer mi cabeza a un costado, sacando la lengua, con los brazos inertes. No pude evitar unirme a la risa de la muchacha, mientras volvía a incorporarme, ayudado con el bastón. Le guiñé el ojo, mientras escuchaba su propuesta. — Oh, ¡música para mis oídos! Me vas a hacer hinchar el pecho de orgullo, ma belle fleur. Veamos quien gana nuestra pequeña competición esta noche —comenté, con una sonrisa.— Y es en serio. Vodka con escorpión. La gente del trópico tiene muchos tragos raros, querida. El veneno le da un toque extraño, eso sí. Exótico, pero no te sabría decir si prefiero mi agua eslava con eso o jugo de durazno. Pero dime, ¿a qué vino esta cleptomanía? Simple curiosidad. Puedo incluso enseñarte un par de trucos, si quieres. Me apunté a salir, pero fui interrumpido por una voz apoyada en el marco de la puerta. Contemplé a la recién llegada que se había dirigido a mí. ¿No era la que estaba junto con Catherine, durante el juego de la botella? Sí, ella era. Una sonrisa disimulada se asomó por mis labios. Esto podría ser interesante. Sin embargo, el hecho de que había ignorado totalmente a Sasha no era una pista que iba a dejar pasar, así como también pude notar la pequeña tensión en el ambiente que se había generado entre la pelirroja y la morocha. Era la clásica sensación en el aire que ocurre cuando dos personas que no se llevan muy bien se encuentran. Pequeños gestos, músculos tensionados, respiraciones más acelerados o profundas. Eran apenas visibles, pero yo era un prestidigitador y un artista. Sabía leer todo eso con precisión. O al menos, me enorgullecía de eso. Algunas cosas eran obvias, igual. Le puse una mano en el hombro a Sasha, y le dediqué una sonrisa divertida. — Creo que vamos a cubrir más terreno separándonos, ahora. Además, ¡nos vamos a pisar los talones si ambos elegimos el mismo objetivo! Nos vemos más tarde, tenemos que ir actualizando los marcadores. Saqué las ruedas de mis zapatos de un talonazo, y me alejé de allí, deslizándome por el suelo, mientras le hacía una reverencia elaborada a Sasha, para luego sonreírle y guiñarle un ojo. Pasé al lado de la morocha, aún patinando de espaldas. >> Bueno, ¿a qué jugaríamos?
No encontré nada particular en la expresión de Sasha, tampoco estaba en el mood de alimentarme de la desgracia ajena ni nada similar de modo que no me significó nada particular. El muchacho aceptó y busqué observar sus pies al notar que se deslizaba sobre el suelo, ¿acaso tenía rueditas en los talones? Vaya, qué elaborado. Ensanché la sonrisa con una ligera mezcla de burla y genuina diversión y no opiné, sólo me regresé al comedor detrás de él. —Beer pong —murmuré, acercándome para empezar a rellenar los vasos—, con las bonitas damas de aquí. ¿Interesado? Al pasar detrás de Cathy no me dio la gana contenerme, de modo que deslicé los dedos a lo largo de su cintura. No busqué su expresión ni nada, como si aquello no hubiera ocurrido. Bien, sólo quedaba sortear los equipos. Contenido oculto 1. Morgan 2. Sanji 3. Kashya 4. Cathy
Catherine Whitman Para su sorpresa, Mr. Fox terminó apareciendo una vez más a escena pero esta vez, ser el encargado de completar uno de los equipos de beer pong aunque eso implicara que el azar esta vez no la quisiera del lado de Morgan en esa ocasión y no pudiera permitirse aquel abstracto trato que habían hecho donde pudiera perder para ser recompensada. Sonrió un poco más cuando sintió el tacto de Morgan sobre su cintura antes de colocarse ahora al lado de la albina. —Espero ser una buena compañera en esta partida~ —Sonrió y tomando la primera pelotita, hizo su primer lanzamiento. Contenido oculto Equipo A Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Equipo B Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Orden de tirada: 1. Cathy 2. Morgan 3. Kashya 4. Sanji
Oh, bueno, esta vez el azar me había separado de Cathy pero tampoco me importaba mucho, siendo honestos. ¿Cómo podría, si ni siquiera necesitaba de esa urna de castigos para llegar a hacer lo que me apeteciera? El camino por donde habían ocurrido las cosas sólo le había agregado cierto encanto propio de la espontaneidad, como si hubiera sido trabajo del destino o algo así. Pero a partir de ahora, las cosas podían depender de mí y ya~ Me dispuse al otro lado de la mesa junto al muchacho vestido de zorro y le dediqué un vistazo más general justo antes de comenzar el juego. —Un gusto, señor zorro —murmuré al fijarme en sus ojos. Cathy lanzó y la pelotita picó pero no conseguí interceptarla. Comencé a beber el vaso sin prisa, que ya llevaba un par encima, y mi tiro dio de lleno en la pirámide ajena. Posé mi mirada sobre Kashya por la gracia nada más, mostrando una sonrisa al bajar el vaso a la mesa. No era maliciosa ni burlona ni nada, sólo era consciente de que genuinamente me estaba divirtiendo allí. Contenido oculto Equipo A Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Equipo B Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Orden de tirada: 1. Cathy 2. Morgan 3. Kashya 4. Sanji
La castaña no interceptó la pelotita, dándonos así finalmente la victoria. No es que yo personalmente hubiese jugado para ganar, en gran medida me daba igual si perdíamos o no, pero no podía negar que sentí una ligera chispa de satisfacción al ver a la chica beberse el último vaso de cerveza. Ah, qué cosas. Me resultó un poco curioso que el castigo fuese darse un beso, siendo que justamente de eso habíamos hablado Morgan y yo apenas unos minutos antes arriba en el despacho. Supuse... que no estaría bien quedarse mirando, ¿verdad? Pero aun así no pude apartar la mirada, porque seguía teniendo bastante curiosidad al respecto. Pestañeé un par de veces cuando recibí la mirada de Morgan después, con lentitud, y acabé por coger uno de los vasos ya vaciados para rellenarlo con algo de cerveza y beber. La reacción de ambas confirmó por completo la respuesta que la morena me había dado antes, ¿pero qué justificaba la mía? De repente había comenzado a tener calor y noté la boca seca, ¿a qué venía eso? Sea como fuere, acabamos haciendo equipo de nuevo para echar otra partida y lo cierto es que no me importó mucho, así que me coloqué a un lado de la mesa cuando decidimos los equipos. —Está bien —le dije a la chica, asintiendo con la cabeza cuando se acercó. De nuevo, no me importaba mucho si ganábamos o no, pero dado lo sucedido hacía un rato y las reacciones que había podido captar de ella y Morgan... ¿supuse que sería mejor ganar otra vez? Bueno, no dependía enteramente de mí. Le eché un vistazo al chico que se acercó, como para hacerle un escaneo rápido, y justo después vi como la pelotita de Morgan caía en el vaso de lleno. Y otra vez me tocaba detrás de ella, qué curioso. Pillé las intenciones de su sonrisa, por cierto, y simplemente levanté mi propio vaso un poco más antes de comenzar a beber el contenido, a modo de respuesta. Supongo que me alegraba de que se lo pasase bien. Mi pelota picó, parecía que el alcohol sí me estaba afectando, y ya quedaba esperar ver qué tan bueno de reflejos era el pelirrojo en cuestión. Contenido oculto Lo siento, Ka-chan, por postear contigo mientras ando horny JAJAJA Equipo A Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Equipo B Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Orden de tirada: 1. Cathy 2. Morgan 3. Kashya 4. Sanji
¿Beer Pong? Sonaba interesante. Aparte de las dos muchachas que si no eran novias estaban en proceso de, había una albina. Despedía un aura...intrigante, la verdad. Como si fuera indiferente a absolutamente todo a sus alrededores, pero al mismo tiempo, sintiera curiosidad por todo. Era como un conflicto de intereses en un mismo cuerpo. Le hice una pequeña reverencia a Catherine, y le guiñé el ojo, junto con un saludo de sombrero, a mi compañera de equipo. Intenté hacer recuento de las reglas que había escuchado anteriormente, y esperé mi turno. Obviamente me estaba perdiendo de varias de las sutilezas que parecían gobernar en ese grupo, con las miradas, saludos, sonrisas y demás. Pero bueno, más razón para quedarse jugando y averiguar. Tenía otras dos invitaciones allí para adquirir. No iba a dejar pasar la oportunidad. Al parecer, me tocaba a mí defender nuestra pequeña pirámide de alcohol de la albina. En cuanto lanzó ella su pelotita, produje una en mi mano como si la hubiera sacado del mismo aire, y la lancé con una floritura de muñeca. Lamentablemente, no fui lo suficientemente rápido como para interceptar la de la peliblanca, pero al menos, la mía no había picado. El hecho de no tener casi alcohol encima estaba dando sus frutos. Sin embargo, eso tenía que cambiar. Tomé el vaso y lo tomé lentamente, sosteniéndolo solo con un dedo. En cuanto la terminé, cerré ambas palmas, pareciendo aplastar el vaso, a pesar de que no había soltado ningún sonido que lo confirmara. Me limpié las manos palmeándolas, como si hubiera terminado algún trabajo manual. Luego, golpee levemente la mesa, en donde antes había estado el vaso, y otro nuevo apareció como por arte de magia, dado vuelta. Les sonreía al resto. Era el turno de nuestras rivales. Contenido oculto Equipo A Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Equipo B Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Orden de tirada: 1. Cathy 2. Morgan 3. Kashya 4. Sanji
Catherine Whitman Por el momento todos parecían ir muy bien, la albina y ella habían tenido la fortuna que incluso si la pelotita había picado, no hubo oportunidad alguna para que pudiera ser interceptada asegurando sus puntos mientras que el equipo de Morgan y Mr. Fox estaban demostrando au gran habilidad para hacer que la pelotita entrara de lleno. Tomó el vaso y luego de brindarle al pelirrojo como para felicitarlo por ese buen tiro lo bebió y apartó para eliminarlo de aquella pirámide. Quizás algo más de alcohol en ella no afectaría tanto su tiro. Contenido oculto Equipo A Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Equipo B Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Orden de tirada: 1. Cathy 2. Morgan 3. Kashya 4. Sanji
Bueno, estábamos perdiendo los reflejos y honestamente no podía culpar a nadie, siendo ya nuestra segunda partida de beer pong al hilo. Al parecer el señor zorro aquí presente no sólo cargaba las pintas, era un cúmulo de auténtica excentricidad mezclada con cierto talento manual. Vamos, si tenía pasta de mago callejero y todo. Podría hacerse un buen dinero extra si pusiera su galera bocarriba en la acera. Seguí su pequeño número sin expresar nada desviado de lo usual, de la sonrisa pequeña y el gesto relajado. Al acabar, subí a sus ojos y asentí, preparándome para intentar interceptar el lanzamiento de Cathy. —¿Hobby? —inquirí a secas, tampoco era alguien de muchas palabras. Mi lanzamiento no se veía mal pero había picado, así que otra vez dependía de Kashya. Contenido oculto Equipo A Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Equipo B Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Orden de tirada: 1. Cathy 2. Morgan 3. Kashya 4. Sanji
¿Eh? Pestañeé un par de veces tras tirar la pelotita, viendo como la misma se duplicaba en la mano del chico pero también caía en el vaso. Luego hizo otro truco con el vaso y consiguió llamar tanto mi atención que no conseguí interceptar el tiro de Morgan cuando le llegó el turno. ¡Los magos tenían todos mis respetos! Al fin y al cabo, conseguían imitar casi a la perfección los poderes de los brujos sin tener realmente esos mismo poderes. Era digno de admiración, porque requería mucho trabajo. Sea como fuere, volví en mí solo para beberme el vaso que me tocó, pero me centré de nuevo en el chico por completo cuando realicé mi tiro, expectante. Contenido oculto She baby gosh Equipo A Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Equipo B Vaso 1 Vaso 2 Vaso 3 Vaso 4 Vaso 5 Vaso 6 Orden de tirada: 1. Cathy 2. Morgan 3. Kashya 4. Sanji
