Colectivo [Colectivo] Le Rouge - Colección de historias

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No es la gran cosa y seguramente hay mucho ooc pero estoy oxidada (?

~Casa encantada [Gritos]~​

—Tranquila, Mady. ¡Es solo una atracción cutre! ¡No nos va a pasar nada!

Un pequeño grupo de amigos (que realmente no sabía cómo eran amigos porque eran todos polos totalmente opuestos) se encontraban haciendo cola para entrar la casa encantada que habían preparado especialmente para esas fechas tan terrorífica.

No hace falta aclarar que fue Leslie Ness, la escocesa de anaranjado pelo y extravagante personalidad, la que propuso aquella salida de Halloween. Y realmente no todos estaban conformes con la idea (de hecho, solo Mady aceptó a la primera) pero sabían que si le decían que no a la pelirroja no volverían a conocer el mundo tal y como lo hacían en ese momento.

Menos mal que nos les había obligado a disfrazarse… Aunque ella sí llevaba una especie de traje de vampiro o algo por el estilo.

Sea como fuere, ahí estaban los cinco jóvenes (Mady, Leslie, Syel, Zaac y Caro), esperando en la cola hasta que fuese su turno de adentrarse en la famosa ‘casa encantada’, atracción que tan buena palabras habían escuchado de todo el mundo.

Afortunadamente, en poco menos de unos minutos, llegaron al final y se les permitió el acceso al lugar.

Leslie se acercó de forma nada sigilosa a Syel y aunque éste no dijo palabra alguna, se notaba la molestia en su expresión. De todas formas sabía que la chica no lo dejaría en paz ni aunque se lo pidiese de rodillas (cosa que no haría nunca) así que prefirió no gastar saliva.

Los recibió una gran cantidad de gritos grabados y un ambiente bastante espeluznante.

Al salir, Leslie se encontraba agarrando con fuerza el brazo de Syel quien lo único que quería era gritarle que lo soltase pero, ¿para qué mentir?, incluso él había salido algo asustado de ahí. Mientras, Mady se escondía entre los brazos de Caro que intentaba consolarla sin mucho éxito.

—Pues es cierto que ha sido muy cutre. —Se escuchó decir a Zaac, con una amplia sonrisa que pasó a convertirse en risa cuando recibió miradas de reproche de casi todo el grupo.