Cocina

—Conque eso pasó, bueno, al menos no se fue por irresponsable—. sonreí un poco mientras continuaba comiendo, estaba deliciosa.

 

— Sabes... pensaba que las pizzas se quemarían si no llegaba nadie aquí...

 

Me sorprendí un poco, pero evite demostrarlo. —Tranquila, a mi se me ha quemado muchas veces la comida cuando mi abuelo no estaba en casa.

 

Volví a la cocina ya que no encontraba lo que buscaba, ni siquiera sabía en donde se encontraba una SIMPLE POMADA.
—Oye Brooke como están las...—decía cuando vi que se encontraba con Dani—¡Oh! Hola Dani, Brooke, lamento dejarte sola pero no encontré la pomada, supongo que no tengo suerte en encontrar lo que quiero—dije acercándome un poco más a ellas apoyándome de la pared. En verdad necesitaba algo para mi tobillo.

 

— Tranquila... ¿pero no te duele mucho verdad? — le pregunté cuando dijo que no había encontrado pomada

 

—Supongo que no tanto, gracias por preocuparte Brooke y Dani, que bueno que fuiste a ayudar —dije sintiéndome un poco culpable al dejar sola a Brooke.

 

— Salvaste a las pizzas Dani...— dije riendo, mientras me servía un vaso de agua

 

Enseguida me acerqué a tomar un trozo de pizza.
—¿Y cómo va la pelea?—pregunté antes de dar un mordisco.

 

— No lo sé... creo que Dani fue a verla

 

—Bien, van muy parejo.

 

Me quedé sorprendida al escuchar eso, ¿enserio Graham se animo a golpear a Rin y viceversa?

— No me quiero ni imaginar...

 

—Pero... ¿ambos están bien?—dije sobresaltada al escuchar lo que dijo Dani, y dejando a un lado mi trozo de pizza, sobre el plato.

 

—Si, están ambos bien—. Mordi nuevamente mi pizza.

 

— Menos mal... espero que ninguno se hiera de gravedad...— dije un poco mas aliviada, por lo menos estaban bien

 

--Quiero helado... ¿Y si intentamos hacer uno?-- dije con motivación, sin embargo, no tenía idea alguna de como hacerlo.

 

— Creo que tuve suficiente con las pizzas Natalie...

 

—De acuerdo...—suspiré queriendo hacer más cosas.

 

— Los puedes hacer tú, a lo que me refiero es que tuve suficiente con el susto de la pizza...

 

—¡Entonces no!—dije sentándome en la silla de a un lado.—Me gustaría hacerlo pero en estas condiciones no..

 

—¿Y si vamos a ver que pasó con la pelea?— dije con curiosidad.—Supongo que ya no hay que cuidar de pizzas o cosas similares—dije entre pequeñas risas.