Cocina

Con cuidado luego de mi ataque de histeria que abarcó la cara manchada del serio cuervo, busque las fresas y mientras las cortaba, estuvo lista la lasaña.

—Adelántense, yo corto esto, saco las bandejas y termino en chocolate y luego voy a comer.

 

P-puedo tomar una porcion?. Pregunte con carita de cachorro a los que en ese momento preparaban una serie de manjares en la cocina.

 

Reí ante el acto de aquella chica, Evangelin.
"Contrólate, Crow, no quieres hacerte deasiados enemigos aún", me dije mientras limpiaba mi cara.
Bueno, después de todo fui buena persona, podría haberle quitado las llaves de su habitación de su pantalón con tan solo un movimiento cuando se acercó a mí para mancharme, y no lo hice. Debería de estarme agradecida.

 

--Sírvete nena, la comida es para todos--le dije mientras terminaba de comer, enserio me estaba muriendo de hambre.

 

Las bandejas eran delgadas así que estaban listas pronto, las deje sobre la encimera para que reposaran; corte como dos kilos de fres y limpie un tercer kilo que cubri con la cubierta de chocolate, las metí todas en la nevera. Tuve que preparar mas cubierta de chocolate, sentía que me faltaba.

Tuve muchas cosas lista luego solo tengo que armar todo, faltaba fregar y eso si lo odio, con un suspiro fui al fregadero hasta el tope. Sin comer nada todavia. Mi estomago gruño audiblemente.

 

Me senté en una de las mesas de la cocina para comer -- Algún día te pedire que me enseñes a cocinar eso Nix -- dije con una sonrisa, así de por si sabría cocinar algo

 

Comence a comerme la lazaña gustoso, aunque vigilaba a Crow por si acaso queria robar mi porcion.

--Esta deliciosa. --exclame.

 

-Gracias Graham- pronuncie con una enorme sonrisa y en un santiamen termine una porcion. Al ver a la chica atareada en la cocina, me dirigi para ver en que podia ayudarla. -La lasaña estaba riquisima- le dije con una sonrisa, dejame a mi con la loza- termine mostranto mi mas sincera sonrisa de agradecimiento

 

--No es nada querida Ookami--dije tranquilamente, como siempre-- Y gracias Ren, te haré una pregunta: ¿Ese cabello tuyo es natural, o es que acaso lo tiñes?

 

Me fijé en que el chico pelirrojo me vigilaba.

--¿en cuantas de las miles de posibilidades que has imaginado te robo la lasaña? --le dije burlón.

 

—Es muy fácil, solo por eso lo sé hacer— estaba fregando así que levante un poco más la voz —Es lo más sencillo que hago.

Esa es la verdad, puedo hacer cosas más complicadas pero necesitaban tiempo, otro gruñido de mi estomago. La chica nueva se acerco ofreciéndome su ayuda.

—Gracias, solo espera y probaras un pastel para chuparse los dedos— le sonreí una última vez con un guiño.

Llegue a la mesa —¿espero que no se hallan tragado mi porción? -- Me rei tanto de la posibilidad de que un chico se tiñera el cabello y del comentario del cuervo.

 

-- ¿No pueden comer de forma tranquila? -- les pregunté para después continuar comiendo mi lasaña

-- No te preocupes... que la lasaña alcanza para todos y si no alcanza es porque Crow se la ha robado... -- dije en broma sin poder contener una risa

 

También me reí — Espero que no hagas eso Cuervo o al menos con mi parte.

Me serví bastante en comparación con las otras chicas. Y lo devore mucho mas rápido sin modal alguno.

 

--Ni siquiera pretendía comer de esa lasaña, ¿por qué iba a querer robarla? No hago nada si no me va a aportar beneficios, eso puede quedar claro.

 

—Relájate y responde que es una broma o ¿siempre te pones mal cuando hablan de tu gran talento?

 

--Genial --exclame, hincandole el diente a su lazaña--, yo si la quiero.

 

¿Bromas? Reí.

--A veces me cuesta comprender a la gente. Aunque tampoco lo intento mucho, la verdad.

 

—Mucho gusto Ookami, soy Daniela Vilches, pero dime Dani—. Le dedique una gran sonrisa—. Faltan 4 personas ¿verdad?, eso significa que pronto conoceremos al director.

 

Regresé tranquilamente a la cocina y me acerqué a donde estaban todos para coger otro trozo de lasaña. Estaba bastante rica, gracias a la ayuda de Graham quedó mejor.

 

Parecía que el pelirrojo no me iba a responder, de seguro esa coloración en su cuero cabelludo era obra de tintes artificiales.
--Bueno... tengo bastantes ganas de comer ese pastel.--Tomé mi plato sucio y lo lavé.--En efecto Daniela, 4 criaturitas más y Monokuma aparecerá.--O al menos eso pensaba.