Cocina

—Vale, yo me la he pasado tanto en mi cuarto que ya no se nada —reí—. Pero al menos no he matado a nadie... aún. —terminé con sonrisa diabólica, para después volver a mi actitud normal y robarle la lata de atún al chico.

 

Respondiendo a Alex dije — Si su actitud usual ante las cosas es asi como lo acaba de demostrar. No creo que pueda pasar por alto el video, parece una persona impulsiva. — Mire a los demas — Desde que llegamos, no habia desconfiado tanto de nadie, aunque no lo conozco del todo.

 

Aproveché la distracción del chico para seguirme comiendo su lata de atún.

—No es tan bueno como el de Nix, pero no me quejo. —exclamé dando un último bocado.

 

— Tranquilo, rojito... Hay suficiente atún para todos. — Dije sonriendo con una gota de sudor cayendo por mi frente. Fui a traer otra lata.

 

— Te la regalo, que soy generoso. — Dije a modo de broma riendo.

 

-No llevamos tanto tiempo aquí, yo sólo comí enlatados durante tres meses cuando estuve en Asia pues toda la comida era extraña y no me dejaban comer comida rápida porque querían que bajara de peso para una pelea.

Sonrei, no me molesta hablar de mi peso para nada ese es un tema muy manejado en la liga.

 

--Ya habia terminado de todos modos, pero gracias. --respondi riendo.

 

Vi al casi vaquero y le mande mi mejor sonrisa, parecía algo molesto y no me agrada que deje de ser el educado chico sólo por un idiota que me saca de quicio. Respondi a su pregunta:

-Pienso igual, es sospecho y da mala espina, los creidos se protegen así mismos así que es posible que su miedo lo derrumbe. Hay que tenerlo vigilado mientras sabemos como reacciona.

Por el pequeño intercambio de mi atún decidí abrir unas veinte latas, aderezarlas y ponerlas en la mesa junto a tomate, lechuga, queso y todo lo necesario para hacer un sandichw incluido el pan.

-Coman lo que quieran- dije refiriéndome a lo que había puesto en la mesa donde todo es tan santa

 

—No dejemos de vivir tranquilos como lo venimos haciendo hasta ahora. Mientras seamos cautelosos cuando esté él cerca, no tendremos problema alguno —miré a Nix, sonriendo agradecido. Después volví a levantarme, dirigiendo la vista a Rin y a Ren (la similitud de los nombres me hizo gracia):—me abrieron el apetito haciendo circular ese atún ante mis narices —reí—. ¿Pero saben qué es lo que más me gusta? El salmón al horno, sobre todo si es rosado —se me hizo agua la boca, guardé la pistola en la funda y me fui a disponer los ingredientes sobre la mesada, listo para preparar uno.

 

Entré a la cocina, me dirigí directamente hacia el cesto de las frutas para tomar una manzana, era lo único que había estado comiendo esos días y poco me importaba comer otra cosa, ya que mi rutina era el despertar, comer algo rápido, "trabajar", dormir.. y ahora que el "trabajo" de hacer mapas estaba prácticamente concluido, no encontraba nada que hacer

Después de tomar la manzana volví a sentarme a una mesa lejana, cuando terminara de comer volvería a mi habitación

 

—¡Hey, Brooke! —la señalé con el enorme salmón condimentado, sólo para hacer la gracia— ¡Deja de ir a la mesa más aislada y ven con nosotros! Voy a preparar un rico almuerzo.

 

-Los que no tenemos habilidades en la cocina nos conformarnos con poco-. Me encantaría un delicioso almuerzo aunque desplaces mi atún- dije llevando una cucharada del gran envase con atún que preparé a mi boca, mirando fijamente a Alex.

-Brooke ¿quieres un.pan con atún?

 

— No, no.. así estoy bien.. gracias — dije dandole una mordida a mi manzana, no tardaría en irme así que no me apetecía comer

 

Recordé que ella era la única parte de alex que me había visto mal vestida. Así qué le conté:

- deberías ver la ropa que me hizo Dan, es hermosa.

 

Brooke, al parecer, seguía afectada por la presencia del estudiante que compartía su talento. Dejé que conversara con Nix, mientras en tanto yo fileteaba la carne del salmón y cortaba algunas verduras. De paso nadie iba a notar la cara que ponía al rememorar el brassier negro con florituras doradas...

 

— Me alegra — dije sonriendole — Así no tienes que lidiar con la ropa que te puso el director — le di un par de mordidas más a la manzana sin ganas, mi humor seguía el siendo el mismo: confundida y sin ganas de nada

 

— No veo porque no podamos comer los dos — Dije riendo. ¿Seria la reanudacion del festin pendiente? Ese pensamiento me hiso reir nuevamente. — Ven, Brooke, no puedes negarte dos veces. — Le reclame amablemente.

 

—¿Sigues afectada por culpa del estudiante que comparte tu súper-talento? —pregunté a Brooke de repente, casi con brusquedad. Por dentro, su actitud estaba empezando a molestarme un poco. Envolví la carne del salmón en papel de aluminio, y lo introduje en el horno. Me crucé de brazos, esperando la respuesta de la chica de la computadora.

 

Terminé la manzana y camine hacia el cesto de basura y lo tiré dando un suspiro antes de ver a Rin — Lo siento Rin... tengo que retirarme a mi habitación....— le sonreí y camine a la puerta — Que tengan buen provecho...

Antes de retirarme oí una voz —No, no es eso, tranquilo. Es por unos trabajitos que me he puesto, solo eso — dicho esto me retiré hacia mi habitación

 

—¿Trabajitos? ¿De qué estará hablando?