Shibuya Club5ive [Club privado]

Tema en 'Ciudad' iniciado por Gigi Blanche, 13 Julio 2021.

Cargando...
  1.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado gnarly

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,814
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Riamu 5.png

    Eguchi se carcajeó con gusto después de mi aclaración, lo que me hizo mirarlo con la cabeza ligeramente ladeada mientras me dejaba caer sobre la silla; la verdad era que me había acostumbrado tanto a Kou cumpliéndome cada capricho que se me pusiese por delante que ni siquiera se me había ocurrido la posibilidad de que aquello fuese algo extraño. ¿Se comportaría igual en otras citas? Un segundo, ¿Kou estaría saliendo con más gente? Nunca me había planteado la posibilidad, honestamente, y no sabía si planteármela en aquel momento, con parte del vino ya en la sangre, era buena idea.

    Pestañeé un par de veces al escuchar el tintineo de las copas, consiguiendo salir del ensimismamiento gracias a ello, y le dediqué una sonrisa renovada al muchacho mientras asentía con la cabeza, algo risueña. Lo primero lo había pillado un poco por encima, pero lo segundo sí que lo escuché con más atención y bajé la vista hacia el bol que tenía delante. Me llevé la copa de vino a los labios cuando terminé de tragar los primeros fideos que había cogido y, en el proceso, empujé un poquito el bol hacia el chico.

    —Puedes comer también, si quieres —le ofrecí, con una sonrisa pequeña y algo más inocente de lo normal.

    La inocencia en cuestión me duró bastante poco, de todos modos, porque luego solté la tontería de turno y Eguchi, por supuesto, no decepcionó en lo más mínimo con su respuesta. La sonrisa encantadora se transformó en una estúpidamente sedosa, sin ser capaz de ignorar el cosquilleo que me trepó por la piel a medida que el chico hacía su recorrido por mi cuerpo, y después de un rato, cuando recibí sus ojos al terminar, se me escapó una risa de nada por lo que acabó soltando. Mi petición de entretenimiento no había tenido mayor intención que la de evitar que nos aburriésemos y, ¿honestamente? Hablar me encantaba, fuese de lo que fuese.

    >>Abby de pequeña era famosa, ¿alguna vez os lo ha contado? Y mi madre trabaja con personas famosas —comencé a contarle, bajando apenas la vista hacia el vino con la segunda frase, y sonreí con ternura cuando volví a centrarme en él—. Quería conocerla, así que convencí a mi madre de que trabajase con ella y, bueno, al final resultó que nos hicimos amigas y todo. ¿Y vosotros? Dudo que en estos círculos, ¿o sí?

    ¿motivación de la nueva cinta? solo que es muy bonita y necesitaba usarla uwuwuwu also, ¿acaso no es perfecta teniendo en cuenta que riri le robó las gafas a eguchii? ehe
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  2.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,328
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Akira.png

    Me limité a menear la cabeza con liviandad cuando me ofreció de su comida, distrayendo la yema de mis dedos cerca de mi sonrisa. La carita que me había puesto era auténticamente de cría y me causaba mucha gracia su versatilidad. En cierta forma, suponía, tenía una personalidad bastante teatral. Siguiendo la misma línea de pensamiento, la sonrisa que se le plantó en la cara al verme repasándola con la mirada estaba lejos de ser inocente, y entre evento y evento habían pasado ¿qué? ¿Cincuenta segundos?

    ¿Kou de veras le seguía el ritmo a esta niña?

    Asentí con calma al preguntarme si sabía del pasado de Abby. Difícil ignorar cualquier aspecto de su vida, honestamente, con lo mucho que le gustaba hablar; y si debía ser honesto, en el fondo había hecho trampa. Ya me conocía la jodida historia al derecho y al revés. Desde que Abby se había reencontrado con Riamu nos había hablado de ella hasta el cansancio, y tras conocerla en el TK incurrió en aún más anécdotas. Detalles que, dicho sea de paso, podían pecar de... bochornosos. La dejé hablar, noté la ternura en su semblante y me seguí revolcando en la gracia como el hijo de puta que era.

    ¿Qué clase de carita pondría si lo supiera?

    —No, no, a Abby no le interesan estas cosas —negué junto a una risa floja—. Nos conocimos una noche, en el TK. Habíamos salido con Suzaku, que lo conozco desde... siempre, básicamente, y ella estaba con sus amigas. Ya la conoces, nos habló de repente y descubrimos que los tres compartíamos varios gustos. En media hora acordamos como cuatro proyectos juntos y el resto fue historia. Esa misma noche nos fuimos a mi casa a mostrarle el equipo que tengo en el sótano. Pasaron algunas cosas, también, pero otra vez: es Abby.

    Los eventos se habían sucedido de forma bastante cómica, la verdad, y ahora estábamos con un embrollo entre manos. Yo era un poco caprichoso y Kou era mi jefe, pero tampoco me interesaban tanto sus sentimientos. ¿Los tenía, siquiera? Me sonreí, bebiendo del vino, y suspiré con cierto dramatismo. Mi otra mano invadió su espacio y jugueteó apenas con las puntas de su cabello.

    —Tú también puedes venir cuando quieras —agregué, suavizando el tono, y rocé la piel de su cuello sin querer—. A mi sótano, digo.
     
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
  3.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado gnarly

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,814
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Riamu 5.png

    Eguchi me negó la comida que tan amablemente le estaba ofreciendo, así que por supuesto no tardé nada en inflar las mejillas mientras recuperaba el bol dentro de mi espacio; todo puro teatro, por supuesto, que se lo había ofrecido de buena voluntad y si no quería, pues estaba en todo su derecho. Después le conté como había conocido a Abby, asentí un par de veces con la cabeza cuando me confirmó que a ella no le interesaba todo aquello (qué sorpresa, eh) y después seguí comiendo mientras me explicaba el asunto.

    Fui asintiendo de vez en cuando a medida que él hablaba, sin sorprenderme demasiado por ningún detalle de la historia... hasta que llegó al final, claro. En sí, tenía todo el sentido del mundo, pero me pilló algo en frío y no pude evitar que se me notase, pues tuve que toser un par de veces por haberme atragantado un poco con la comida. Cogí la copa de vino para beber, actuando como si nada hubiese pasado, y simplemente volví a asentir con la cabeza para seguir con esa fachada de normalidad. Honestamente, si Abby era capaz de hacer esas cosas y conseguir que la amistad no se sintiese extraña después de ello... pues era digno de admirar, ¿o no?

    Quise comentar cualquier tontería de turno sobre el tema, quizás ver de cambiar el tema al mismo tiempo, pero ms intenciones murieron tan rápido como aparecieron cuando sentí su mano invadiendo mi espacio. Seguí su camino apenas de reojo, viajando de vuelta a sus ojos al soltar una risa nasal por su comentario, y tuve que hacer un esfuerzo titánico por ignorar el chispazo que me lanzó el roce de sus dedos.

    —Para enseñarme tu equipo, ¿cierto? Quizás. Si Susu se une también, me convencería algo más... —murmuré, reprimiendo una sonrisilla divertida, y al final tuve que soltar un montón de aire por medio de un suspiro—. Me estás poniendo muy difícil eso de portarme bien, Eguchi...

    Ya no estaba calibrando demasiado bien, honestamente, entre el alcohol que seguía metiéndome en la sangre y la tontería del coche todavía demasiado fresca en mi piel como para olvidarla. Se suponía que me estaba quejando, pero lo cierto era que tampoco hice nada para evitarlo; me quedé quieta, entornando los párpados y mordisqueándome ligeramente el labio inferior.

    >>¿Lo hacéis a menudo? Visitar tu sótano, digo.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  4.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,328
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Akira.png

    La comida que se le atravesó a Riamu apareció en un momento muy oportuno de la conversación; mi sonrisa no cambió, sólo me mantuve en silencio hasta que ella lograra recomponerse, y me revolqué internamente en la gracia. La había pillado desprevenida, ¿cierto? Tan inocente parecía, y con las cosas que habíamos hecho en el TK. ¿Cómo había dicho aquella noche? ¿Algo de querer probar el caramelito?

    Vete a saber a qué vino la condición de que Susu estuviera presente, si pretendía utilizarlo de salvaguarda o quizá sólo quiso hacerse la interesante. Debía haberse llevado una impresión errada del muchacho cuando lo conoció, cosa que ocurría con frecuencia. Tan tímido y cascarrabias que parecía y las veces que el imbécil y Abby se habían revolcado en mi propia cama. No tenía remedio.

    —Susu puede ir —acordé, sin embargo, ya que no veía por qué negarlo.

    Su resolución posterior me hizo gracia, fue muy honesta y la sonrisa me cerró los ojos, exudando una inocencia que claramente no poseía. Luego me quedé allí, medio echado sobre la mesa y distrayéndome de tanto en tanto con el movimiento de la cocina, hasta que Riamu volvió a hablar. Estaba esperando que terminara de comer básicamente, para dar mi trabajo por finalizado y llevarla de regreso con Kou. Los detalles no importaban.

    —Es nuestra base de operaciones —respondí, junto a una risa breve—. Ahí grabamos y editamos todo, así que sí. Hay fines de semana que literalmente se mudan, los sinvergüenza.

    Mamá los adoraba, de todos modos, y siempre estaba encantada cuando se quedaban en casa. Le di un trago a mi copa y saqué el móvil, donde comprobé tanto la hora como la ausencia de mensajes. Luego le eché un vistazo a su bowl de comida y le sonreí.

    —Cuando termines con eso ya regresamos, que no quiero que me denuncien por secuestro ni que el jefe se me enfade.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  5.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado gnarly

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,814
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Riamu 5.png

    Mi escenita con la comida había sido completamente humillante (si se me permitía dramatizar un poco el asunto), sobre todo a aquellas alturas del partido, y lo cierto es que agradecí enormemente que Eguchi decidiera no comentar nada al respecto. Era perfectamente obvio que no le había pasado desapercibido y que tenía que estar disfrutándolo como un cabrón por dentro, pero yo estaba más que dispuesta a echar un tupido velo sobre el asunto si me daba pie a ello, y en su lugar decidí centrarme en el resto de la conversación.

    Lo de Susu lo había dicho por decir, honestamente, porque tampoco era yo la persona más avispada del mundo y, de todos modos, la noche que lo conocí estaba demasiado ida como para sacar ninguna conclusión decente de su personalidad; solo pretendí seguir con la tontería de que Abby había estado con ambos en el sótano la primera vez, porque yo quería la mismita experiencia. El chico aceptó mi petición y le sonreí, satisfecha, a pesar de ni siquiera estar convencida de que su invitación fuese completamente en serio. También me respondió a la pregunta que le hice después, dándome por satisfecha por igual con aquello, y finalmente dejé escapar una risa de nada por su último comentario.

    —No me digas, ¿Kouchii te da miedo? —murmuré divertida, más por molestarlo que por pretender negar que tampoco quería enfadar a Kou más de lo necesario.

    No me hice de rogar, de todos modos, seguí comiendo tranquilamente hasta que finalicé el plato (al que de todas formas no le quedaba mucho) y después recuperé mi copa de vino para prácticamente acabarme el contenido que quedaba de una. Le sonreí de nuevo al muchacho, me quité sus gafas para volver a colocárselas sobre el cabello y le dejé un beso de nada sobre la mejilla antes de ponerme de pie.

    >>Listo, entonces, has cumplido. Ya te puedes librar de mí~
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  6.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,328
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Akira.png

    Tenía el rostro descansando en mi mano y la sonrisa que brotó de mis labios, amplia y algo incrédula, quedó parcialmente tapada. ¿Que si Kou me daba miedo? No exactamente. Había conocido y sido sometido bajo monstruos mucho peores como para temerle al único imbécil que tuvo los huevos suficientes para volverse contra la hiena. El niño era soberbio, frío y más desapegado que la mierda, pero tenía contactos de oro, pura sangre azul corriéndole en las venas, y me había reclutado personalmente para la causa. Uno no podía evitar emocionarse si un príncipe tan estirado de la yakuza le llevaba el apunte, ¿cierto?

    Ella seguro entendía el sentimiento~

    —No sé, Ri-chan, ¿dices que Kouchii da miedo? —le regresé la pelota.

    Como fuera, la chica terminó su comida y me regresó las gafas a la cabeza, junto a un besito más que dulce de regalo. No dije nada ni reaccioné visiblemente, me bajé del taburete y la detuve para darle la botella que ya se estaba olvidando. La rebasé, entonces, y le abrí la puerta de la cocina. Las luces del club se habían diluído, la música sonaba con modestia y los primeros clientes comenzaban a acomodarse en sus mesas. Los muchachitos seguían justo donde los habíamos dejado. Nos acercamos a ellos sin prisa, desde la espalda de Kou, y Shin-chan fue el primero en advertir nuestra presencia. Sus ojos de alquitrán viajaron a Riamu, se fijaron en mí y yo le sonreí sin más.

    —Una oferta generosa, sin duda —alcancé a oír a Kou, en su tono cortés identifiqué una ironía bastante agria—. Jamás habría imaginado que Nerima estaría tan preocupado en nuestro vínculo con los irlandeses.

    —Planeamos expandirnos —respondió el niño Hattori—, y gracias a Shinsuke sé de primera mano el trabajo que hicieron aquí, en Shibuya, y con los Lobos. Es admirable.

    Aparecí en el campo de visión de Kou y éste giró el rostro hacia nosotros. Su semblante no se modificó sustancialmente, deslizó la mirada a Riamu y le sonrió.

    —¿Comiste, Ri-chan?

    —Obviamente —solté, sacando una silla para dejarme caer en ella, a mitad de la charlita de negocios—. Le conseguí el mejor udon de todo Shibuya.

    Kou pasó bastante de mí, en cualquier caso, y retomó la conversación con Hattori como si nada.

    —Un trabajo bien hecho, sí —acordó, y por un segundo su sonrisa se sincronizó con la mía y la de Shinsuke—. Lo pensaremos, entonces, y te haremos saber nuestra decisión. Gracias por tomarte la molestia de venir hasta aquí sólo para esto, Hattori-kun.

    Fue la forma educada de echarlo. El niño captó la intención y, sin perder la sonrisa, se incorporó e inclinó la cabeza, tanto a modo de agradecimiento como de despedida. Kou le pidió a Shin-chan que acompañara a su amiguito a la salida y, con eso finalizado, quedamos el jefecito, Riamu y yo.

    —¿Algo interesante? —indagué, recargando los antebrazos al borde de la mesa.

    Kou le indicó a Riamu que se sentara, si quería, y sacudió suavemente la cabeza.

    —No realmente; aunque hay algo extraño en el niño, una intensidad que no se corresponde con su carita de ángel ni sus modales protocolarios.

    —Bueno, es amigo de Shin-chan —concedí, riéndome—. Ya con eso me preocuparía.

    —Creo que planea algo grande, algo que implica... quitarse peso de encima —analizó, algo abstraído, masajeando su barbilla con el dorso de la mano, y me miró de soslayo—. Como si hubiera problemas en casa.

    Comprendí el significado de sus palabras al vuelo. Kou podía hablar desde la experiencia, cualquiera de nosotros, y como tal no me extrañaba que fuera capaz de reconocer el mismo deseo en los ojos ajenos. Había una chispa distintiva que ardía con fuerza cuando los susurros surgían, los engranajes comenzaban a moverse y la estabilidad de las jerarquías se veía amenazada. En Shibuya habíamos efectuado la purga, según se bautizó al fenómeno más tarde. ¿Qué estaría hurdiéndose en el corazón de Nerima?

    —¿Quieres que investigue un poco al respecto? —adiviné, mi sonrisa ensanchándose, y él reflejó mi gesto.

    —Si fueras tan amable.

    Con el asunto concluido tamborileé apenas los dedos en la mesa y me incorporé, dejándolo a solas con Riamu tras despedirme de ambos, risueño como siempre. Una correntada de emoción me había bañado el cuerpo, ahora que tenía una nueva misión que cumplir. Kou podía ser un mocoso demasiado complejo para su propio bien, pero los hechos tenían voz propia y gracias a él habíamos conseguido el éxito y la estabilidad que ahora gozábamos. Los Lobos habían recuperado la gloria antaño perdida.

    Y por ello, más que temerle, lo admiraba.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  7.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado gnarly

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,814
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Riamu 3.png

    Que Eguchi buscara devolverme la pregunta no fue ninguna sorpresa, honestamente. Lo mío solo había sido para picarle un poco, no pretendía recibir ninguna respuesta real porque tampoco era algo que realmente me cuestionase; sin embargo, cuando el foco de la pregunta cambió hacia mí, me lo tomé muchísimo más en serio. Me quedé un par de segundos en silencio, con un claro gesto pensativo mientras sopesaba la respuesta... a pesar de que la misma fue obvia desde un primer segundo.

    —No. A mí no me da miedo, por lo menos —sentencié finalmente, con simpleza, y me encogí de hombros mientras sonreía como si nada.

    Después sí que me centré en terminar la comida, le devolví las gafas con todo el teatro y, soltando una risilla ligera en el proceso, acepté la botella de vino que me devolvió y por la que ni siquiera me preocupé demasiado si se quedaba atrás. Salimos de la cocina, el club nos recibió con un ambiente completamente diferente, y no tardamos en dirigirnos hacia la mesa donde habíamos dejado a Kou anteriormente. Se sintió un poco extraño, irrumpir en medio de una conversación de ese estilo de la más absoluta nada, pero lo cierto es que tampoco pude dedicarle demasiado pensamiento gracias a que Kou se giró para hablarme y prácticamente se llevó toda mi atención; asentí un par de veces con la cabeza a su pregunta, sonriendo, y después simplemente me quedó esperar a que terminase.

    Tomé asiento en cuanto los dos muchachos que no conocía se fueron, dejando la botella de vino sobre la mesa más cercana para así poder acomodarme lo mejor posible en el sofá. Eguchi se puso a hablar con Kou sobre la reunión que acababa de tener y yo decidí aprovechar el momento para revisar mi móvil, porque la verdad era que su conversación ni me incumbía ni me interesaba especialmente. Me di cuenta de cuando Eguchi se fue por el movimiento que percibí por el rabillo del ojo, momento en el que guardé el teléfono de nuevo en mi bolso y levanté la mano para despedirme, igual de risueña que él.

    Entonces, Kou y yo nos volvimos a quedar solos, y mi expresión se suavizó al mismo tiempo que me levantaba para dirigirme a su posición; me colé en su espacio para sentarme sobre su regazo como una absoluta desvergonzada, y busqué su mirada mientras pasaba ambos brazos alrededor de su cuello, rozándole apenas la nuca con la yema de los dedos.

    >>Te ves muy guapo haciendo negocios, Kouchii~ —murmuré, aprovechando la poca distancia que nos separaba para no levantar la voz a pesar del ruido ambiental.
     
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
  8.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,328
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Kou 2B.png

    Las charlas de negocios eran una combinación extraña entre la redundancia del hábito y la más inexplicable impredictibilidad. La mayoría se desenvolvían bajo una norma establecida, se contaban los mismos chistes y se bebían vinos igualmente costosos. Se usaban de excusa, también, para despilfarrar dinero en restaurantes exclusivos y alardear. Cumplían más como evaluación de estatus que para tomar las decisiones importantes. Por ello supe que, si el muchacho Hattori realmente hubiera querido comernos la oreja, se habría encargado de que las cosas funcionaran de forma diferente. Quizá fuera verdad su deseo por expandirse, pero no que le interesaba una alianza con nosotros. Las razones se me escapaban, sin embargo; sólo una cosa tenía clara: su oferta nacía de la necesidad personal.

    Quería sacarse al tipo de encima y punto.

    Le daría puntos por creatividad e investigación, igual, que la excusa de ofrecernos la res como obsequio para Dunn había sido lo suficientemente ingeniosa. Me recordó, de hecho, a mi propia idea de mierda, cuando llevé a Anna a la Cámara y le ofrecí a la hiena en bandeja de plata. La similitud fue graciosa y me ayudó a reconocer la intensidad bajo sus ojos otoñales, la sed y la impaciencia a duras penas contenida. Era un caballero de tono cortés y sonrisa afable y estaba a punto de estallar.

    En cualquier caso, no me interesaba lo suficiente. Las finanzas de los Lobos seguían siendo delicadas y la ayuda del Yamaguchi no estaba siendo tan generosa como habían prometido en un inicio. Además, los irlandeses brillaban por su neutralidad. Incluso la hiena había tenido la mínima decencia de no ensuciar demasiado su patio trasero con las mierdas que hacía.

    Se podía decir que había paz en Shibuya.

    Akira y Riamu habían regresado sobre el final del intercambio. Despaché a Hattori con Shinsuke y, poco después, el rubio también se fue. Riamu había permanecido en su móvil hasta que nos quedamos solos. Me concedió una sonrisa y seguí sus movimientos, recibiéndola en mi regazo con naturalidad. Rodeé su cintura con un brazo y la otra mano quedó descansando sobre sus muslos, y la tontería que susurró me ensanchó apenas la sonrisa. Había información que se me escapaba y otra que elegía conservar.

    —Y yo creyendo que no estabas prestando atención —repliqué por la gracia, detallando sus facciones sin prisa.

    La res tenía nombre y apenas había salido de los labios de Hattori lo recordé al instante. Shimizu, como el marginado de la 3-3, el carroñero al que Riamu conocía. Desconocía la naturaleza y extensión de la relación, y aún de haberla sabido probablemente nada habría cambiado.

    —Un udon, entonces —retomé, acariciando su cintura con el pulgar—. ¿Estaba rico?

    Estaban subastando al padre de su pseudo amiguito.

    —Gracias por esperarme, Ri-chan. Ahora ya soy todo, todo tuyo, lo prometo~

    Y ella no iba a saberlo de mi boca.
     
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
  9.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado gnarly

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,814
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Riamu 4.png

    Kou me aceptó en su espacio sin ninguno problema, cosa que, para ser sincera, había esperado que sucediese desde un inicio. Eso no evitó, claro, que me sonriese con toda la satisfacción del mundo al sentir su brazo rodeándome la espalda y, especialmente, el tacto de su mano sobre mis muslos. Su comentario me hizo gracia, la suficiente como para soltar una risilla ligera mientras me encogía de hombros, y me tomé un par de segundos para responderle, aprovechando el momento para juguetear con un mechón de su pelo entre mis dedos.

    —Solo le estaba prestando atención a lo que me interesaba~ —admití, con una sonrisa ligera, y después asentí de nuevo con la cabeza ante su pregunta—. Estaba muy rico, síp. Pero no creas que eso te va a salvar, ¿eh? Me sigues debiendo una cena de sushi con vistas de todo Tokio. Lo siento, yo no hago las reglas —sentencié, haciendo un puchero de absoluta inocencia con los labios e ignorando por completo el hecho de que había sido yo quién se había sacado esa deuda de la manga.

    Luego vino mi parte favorita, por supuesto, cuando me aseguró que ya estaba a mi completa disposición y no pude contener ni una pizca de la emoción que sentí por ello. Me eché hacia delante, plantándole un beso sobre los labios que pretendió reflejar esa misma emoción, y para cuando finalmente me separé, me di cuenta que había acabado deslizando las manos hasta sus mejillas, acunándoselas.

    >>Aun así, que sepas que te voy a confiscar el móvil en cuanto lleguemos a mi casa. Por si acaso, nada más~ —avisé, porque ni siquiera podía llegar a calificar de amenaza con la sonrisa tan grande que tenía encima—. Nos vamos, ¿entonces? Tengo muchas, muchas ganas de comerme mi postre.
     
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
  10.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,328
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Kou 2B.png

    Su demanda me arrancó una risa nasal que me descubrió brevemente la dentadura. ¿Una cena de sushi con vistas de todo Tokyo? Esta chica no tenía vergüenza, de verdad, y tampoco podía culparla. Era bien consciente de que me había dedicado a cumplirle casi todos los caprichos desde que nos habíamos conocido, y aquellos que omití, más tarde intenté compensarlos.

    —Estoy creando un monstruo —bromeé, en un tono bastante liviano, y no acepté ni rechacé el pedido.

    Daba igual, los dos sabíamos que tarde o temprano lo haría. Si había algo que me funcionaba bien era la memoria. Recibí su beso con calma, habiendo cerrado los ojos un instante, y ella mantuvo sus manos en mis mejillas. Permanecí en sus ojos y mi expresión no perdió la serenidad, aunque una chispa de diversión amenazó con torcerme la sonrisa en cuanto dijo que quería comer su postre.

    —Todo tuyo —concedí, entregándole mi móvil sin problema, y me vacié los pulmones, empezando a incorporarme tras regresarla al suelo—. Vamos. Aunque te recuerdo que yo no cené aún. ¿Será que Ri-chan me cocine algo esta noche~?

    ¿La niña sabría cocinar? Tenía pinta de que no, pero por molestarla valía.
     
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
  11.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado gnarly

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,814
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Riamu 4.png

    El comentario que soltó después de mi petición hizo que me llevara una mano al pecho y abriera la boca, en un gesto de ofensa claramente exagerado que mantuve un par de segundos extra. Pero la tontería me hizo su gracia, así que no tardé nada en soltar el aire en una risa floja y volver a la posición de antes, encogiéndome de hombros sin darle más importancia de la necesaria.

    Luego vino el beso, mi demanda por el postre y... Kou entregándome su móvil de buena voluntad, lo que me hizo alzar ligeramente las cejas tras haberlo aceptado entre mis manos. No quise decir nada al respecto, pero sí que se me escapó una sonrisilla de satisfacción mientras guardaba el aparato en mi bolso, y ni siquiera tuve ganas de quejarme demasiado cuando me bajó de su regazo para que nos pudiéramos ir; y sí, era perfectamente capaz de quejarme incluso sabiendo que tenía que hacerlo.

    La carcajada que se me escapó cuando comenzamos a caminar y me preguntó si le cocinaría algo fue bastante... llamativa, por decir algo. Me tuve que llevar una mano a los labios, tapándome la boca para disimular el sonido, pero fue imposible hacer lo mismo con la diversión que me permeó el rostro cuando busqué mirarlo de reojo. Oh, podía haber hecho alguna broma al respecto, pero luego pensé que mejor me lo tomaba en serio, porque en realidad quería tenerlo con energías aquella noche.

    —Eh... creo que tengo algo de comida precalentada por ahí —ofrecí finalmente, tras haberme relajado un poco, y busqué su brazo para engancharme de él como venía siendo costumbre—. Lo siento, Kouchii, cocinar no es mi punto fuerte, pero tengo otras cualidades para compensarlo~ —murmuré, haciéndole ojitos al final.

    estoy como que sé que tenemos que ir cortando esto, pero a la vez me está costando mucho darle un cierre JAJAJ oh what they do to me u//u
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  12.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,328
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Kou 2B.png

    Mi predisposición a entregarle el móvil le sorprendió, gesto que me hizo su debida gracia; lo entendía, vaya. Sabía que daba toda la impresión de ser un tipo muy receloso con determinadas cosas y era cierto: en líneas generales jamás tendría motivos ni el deseo de cederle mi teléfono móvil a otra persona. Se debía al núcleo recortado de amistades, ridículamente estrecho, y al grueso de relaciones que mantenía por mero interés u objetivos comunes. En parte apreciaba y le guardaba estima a Akira, Shinsuke y Xu, eran mis compañeros y confiaba en ellos; lo hacía hasta cierto punto, al menos, todo lo que mi personalidad me permitía.

    No confiaba ciegamente ni en mi propia sangre.

    El caso era que Riamu, si debía ser honesto, se acercaba más al núcleo de amistades que al grueso de relaciones. La niña venía de otra dirección, de otra costilla, prácticamente de otro mundo, y si confiaba en algo era, como ella misma había dicho, en su nulo interés por mis negocios. Darle mi móvil no implicaba olvidar que estaba en su bolso, de todas formas. No creía tener nada que perder.

    Y si era honesto, quizá me viniera bien olvidarme un rato del aparato.

    Estábamos ya caminando a la salida cuando le solté lo de la cocina y ella se rió con ganas. El sonido me instó a mirarla y recibí sus ojos rosados, así fuera de soslayo. ¿Comida precalentada? Oh, Dios.

    —Las cosas que hago por amor —dramaticé, junto a un profundo suspiro.

    Alcanzamos la antesala del club y me detuve, girando el torso hacia Riamu. Estaba el asunto de la dichosa venda, sí, pero acababa de recordar otro pequeño detalle.

    —Ri-chan —la llamé, casi con una risa entre dientes—, tendré que pedirte el móvil que me prohibiste usar. De otra forma no tenemos cómo avisarle a Nagamori-san, ¿no?


    same sister, lo llevo pensando como tres posts JSJSJAJ
     
    • Ganador Ganador x 1
  13.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado gnarly

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,814
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Riamu 4.png

    Mi reacción consiguió llamar la atención de Kou, lo que por supuesto fue bastante predecible teniendo en cuenta la misma, y no tuve mayor reparo en dedicarle una sonrisa risueña cuando nuestras miradas conectaron en consecuencia. Me apenaba no poder ofrecerle nada más que un plato calentado en el microondas, especialmente después de todo lo que él hacía por mí, pero si tenía que ser sincera, aquella realmente era la opción más segura para todos; estaba bastante convencida de que ninguno quería acabar la noche llamando a la ambulancia o a los bomberos.

    Mi oferta había tenido un ligero tono de broma, así que era normal que Kou respondiese de igual manera; aun así, sus palabras me pillaron completamente desprevenida y, vaya, por mucho que supiese que solo estaba bromeando, no pude evitar apartar la mirada de sus ojos al sentir que un ligero rubor estaba amenazando con cubrirme las mejillas. Era estúpido y no quería que Kou lo viese, pero la tontería me había hecho su ilusión y posiblemente sería incapaz de negarlo.

    Por suerte para todos, no tardamos en alcanzar la antesala a la salida, y el chico se detuvo para girarse en mi dirección. Lo miré con la cabeza ligeramente ladeada, imaginando que simplemente se encargaría de colocarme el pañuelo sobre los ojos, pero en su lugar me pidió una cosa que me hizo parpadear un par de veces, algo confusa hasta que pude procesar del todo sus palabras.

    —O... —murmuré, recuperando la sonrisa divertida en apenas un milisegundo, y saqué mi móvil de bolso para mostrárselo—. Puedo llamar a mi guapo chófer para que nos recoja dónde nos dejó y así tenemos la excusa perfecta para que me vuelvas a llevar como a una princesa, ¿qué te parece~?

    what they do to us u///u
     
    • Adorable Adorable x 1
  14.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,328
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Kou 2B.png

    La tontería la había soltado sin un mínimo de pensamiento, si acaso recapitulé ante la reacción de Riamu. Había desviado la mirada, creí reconocer algo de vergüenza en sus facciones y yo regresé la vista al frente, fingiendo demencia. No iba a picarla más de la cuenta, no era mi estilo ni me interesaba; aún así, me causó un poco de gracia. No creía que estuviéramos en páginas distintas, debía haberla pillado de sorpresa y ya.

    De la forma que fuera, el sonrojo le quedaba bastante bonito.

    En la antesala le recordé la necesidad de mi móvil y ella insistió con su adorado chofer de renta. Solté una risa nasal al tiempo que desviaba la mirada, en un gesto cargado con algo de suficiencia. Al final, sin embargo, me encogí de hombros.

    —Tú sólo quieres el trato de princesa —murmuré, y deslicé el pañuelo fuera de mi bolsillo—. Una princesa algo particular, diría yo, pero es lo que toca metiéndote conmigo.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  15.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado gnarly

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    16,814
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Riamu 4.png

    Observé la reacción de Kou con toda la atención del mundo, primero con una expresión de curiosidad plasmada en el rostro y, después, con una sonrisa claramente satisfecha por todo. Se hizo el desinteresado, por lo que supuse que estaba de acuerdo, y no tardé nada en encender el móvil para avisar al chófer de nuestros planes, antes de guardarlo de nuevo en mi bolso y darme cuenta de que el chico había sacado ya el pañuelo de su bolsillo.

    —No me digas. Pensé que estaba siendo demasiado obvia, pero quizás deba ponerme todavía más diva~ —canturreé, claramente divertida por la idea, y después me acerqué todavía más a su posición, para permitir que me colocase el pañuelo como era debido—. ¿Particular? Ah, espera, ¿puedo presentarme a partir de ahora como "la princesa de los lobos de Shibuya"? Creo que voy a hacerlo. Tiene gancho, ¿no crees? —solté, sin poder evitar la risilla que se me escapó al mismo tiempo, y decidí no desarrollar más la idea al levantar un poco los brazos, indicándole al muchacho que ya podía recogerme.

    voy a hacer de devil's advocate y decir que cortemos ya cuando entren en el coche, porque at this rate y conociéndonos, vamos a ponernos a rolear hasta el final de la noche y así no acabamos nunca (???)

    SOOOO no es ninguna sorpresa decir que me lo he pasado muy bien en esta salita, que ha tenido drama, cuteness y spiciness como bien siendo costumbre ya con el kouri, por otro lado uwu PLUS, me llevé un eguchii, qué más puedo pedir de la vida, truly (?) gracias por invitar a la niña con las entradas y por todo, it was a freaking delight like always <3
     
    • Adorable Adorable x 1
Cargando...
Cargando...
Similar Threads - Club5ive privado]
  1. Gigi Blanche
    Respuestas:
    18
    Vistas:
    1,236

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso