Fue una cosa extraña, bastante peculiar; había bajado las escaleras angustiada por algún motivo, algo encorvada y abrazándome a la prenda extraviada como sí hace menos de unos pocos minutos no me había dado corte tan solo tocarla. Cabizbaja y con la vista viajando a velocidades anormales hasta para mis sentidos, en cuanto mis ojos se posaron sobre la frase "Club de fotografía" cualquier angustia visible fue reemplazada por una sorpresa anonadada, irguiéndome como correspondía por inercia y aflojando los brazos, cosa que casi me hizo soltar la chaqueta sin siquiera darme cuenta. En menos de un pestañeo ya estaba dentro, otra vez asustada y cohibida, como sí me escondiera de algo, alguien o escapaba de una situación vergonzosa. El problema es que no recordaba absolutamente nada y, respaldada contra la pared, con mis piernas flexionadas y las palmas de mis manos ejerciendo presión contra ella tras cerrarla por dentro, observé los alrededores sin perder la ansiedad que a estas alturas parecían tan solo una cosa más con la que nacías, o qué sé yo. Cuando mi corazón se calmó, mi respiración se apaciguó, mi mirada se tornó a una cuestionadora y extrañada, para proceder a caminar con sumo cuidado y observar los alrededores. Movimientos casi calculados, movimientos precisos, acciones sutiles; pero terminé cambiando muchas cosas de lugar, apenas pude darme cuenta había sacado tres fotos y ya tenía las tres cosas laminadas y con un negro impoluto entre mis manos... Tras haber dejado la cámara retro en un lugar seguro, me quedé mirando esas tres cosas con una seriedad y apatía extrañas, no inquietantes, pero si en extremo silenciosa... Sabía lo que debían contener... pero... ¿por qué sentía esa extraña palpitación dentro? La leve angustia me hizo mirar con pena las imágenes, mientras sentía que mi respiración se cortaba... Había otra puerta por ahí... Debía ser un cuartucho para revelar fotos... ¿No? Contenido oculto Sí alguien quiere o le interesa interactuar con la niña/intentar entrar al Club, que esta energumena lo cerró, puede intentarlo (???)
Había apenas abandonado la clase de Aaron cuando, por alguna razón, se me dio por regresar la vista hacia el fondo del pasillo. Fue cosa del destino o qué sé yo, noté que la puerta del club se estaba cerrando y no que el cuartucho fuera mi propiedad exclusiva, pero sí me había acostumbrado a ser el único que lo frecuentaba y bueno, digamos que sin el permiso de nadie lo había adoptado como un refugio. Mi puto refugio. Me acerqué sin prisa, igual, tampoco era algo que me quitara el sueño. El año apenas iniciaba y podía haber algún niño de primero que le gustara unirse o lo que fuera, además de que nunca le echaba llave a la puerta. ¿Quizá debería? Definitely. Giré el pomo y empujé la puerta con calma, echando un vistazo dentro. Fue necesario un único fotograma para notar todas las irregularidades, las cosas fuera de lugar y la cámara que la niña había sacado de los estantes para usarla. Era una polaroid, gracias a Dios, y no la mía porque si no... Well, you better pray, child. La criatura había estado viendo hacia la puerta del cuarto oscuro cuando la interrumpí. Me colé dentro del club, le eché mi peso a la puerta y eso provocó que cerrara de un golpe relativamente seco. Crucé los brazos bajo el pecho y desde allí la observé, una sonrisa ligera danzaba en mis labios. Era el mismo tipo de expresión que le había mostrado a Aaron cuando tuvo el puto descaro de insultarme en la cara. Quizá debería haber relajado el culo, pero no me daba la puta gana. Esa mocosa se había metido en mi territorio y dispuso a su antojo. Y ya venía con los cables flojos. —Pero bueno, ¿el club tiene nuevos miembros y ni su presidente se enteró? —murmuré, mi voz sonó estúpidamente sedosa; tanto, que parecía querer transmitir las vibras opuestas—. Qué cosas~ Las que realmente me cargaba.
Contenido oculto Déjenme responder esto, y contaría como el post de ayer, ya luego el resto que haga serán para el día 10 Contenido oculto: Drown MarGarita Negro, negro...Rojo. Mi cuerpo se tensó en demasía, luego del sobresalto que solo me sacó una inhalación fuerte; mis acciones seguían siendo en extremo silenciosas a pesar de que ni yo misma supiera por qué. Por qué... ¿tenía tanto miedo? Mis puños se tensaron a mis costados, cabizbajas, y mis uñas algo larga punzaronis palmas. Sorbeteé la nariz, con una respiración irregular, super baja, murmurante. Mi respiración no demoró en ser profunda y sonora; inhalar, exhalar, inhalar... De repente sentía que...Sí dejaba de centrarme en mi respiración ... Moriría. Alcé la vista al techo, para luego pasarme el antebrazo cubierto de lana por encima de nos ojos. Me quedé con hijos cerrados, manos a los costados, con mi rostro encarando el cielo. ¿Y ahora qué? No quiería golpearlo, tampoco podia huir. Quedarme callada podía ser aún peor... —¿Por qué lo dices? —solté sin voltearme en ningún momento, estática y anclada; lo único que se movían eran mis expresiones faciales, mis puños tensándose y destensándose, casi como sí ellos fueran los que regularan el bombeo de mi sangre. Seguí hablando con la voz quebrada y algo aguda, pero no desafiante, ni siquiera estable; perseverante—. ¿Por qué hablas... cómo si quisieras ligarte a alguien? Estás enojado, ¿no? Todos se enojan... Y me moví por inercia, me acuclillé para esconder mi cabeza entre brazos y piernas, me hice una bola. Una estúpida y jodida bola, esa que no me ayudaría ni en las buenas ni en las malas, esa que solo espera ser condenada por otros. Así no funciona el mundo, Mar. La vida no es tan fácil como eso. >>No quiero molestar a nadie —seguí con mi voz quebrada, en cuanto pude detener mi par de hipidos, esos que solo sacudían mi cuerpo y derramaban lágrimas, pero a penas y tenían representación sonora—. Estoy acá porque... no quiero molestar a nadie... Silencio, hipidos, un par de sollozos. Me alcé, limpie mi cara nunca buscando girarme hacia él. Cabizbaja y con las manos entrelazadas, tan so solté lo siguente, solo lo suficientemente fuerte para que me escuchara. ..."Quiero desaparecer" —Tan solo quiero volver a casa... pero no es fácil... Me volteé por fin, me acerqué a él con movientos decididos, pero nacidos de la inercia. No estaba razonando nada, solo actuando a base de cosas que no entendía o no sabía de dónde venían. Cuando estuve lo suficientemente cerca, tomé con cuidado sus manos, dejando las láminas sobre ambas suyas luego; arriba de sus palmas. Tras eso lo solté con cuidado, llevé mis manos tras mi espalda con demasiada sumisión. —Me voy... —murmuré siempre mirando nuestros pies, compungida. En cuanto me dí media vuelta y tuve el pomo de la salida en mis manos, volví a hablar; calma, mi voz ahora tan solo era monótona y apagada—, dudo que vuelva. Y salí sin prisas, cerrando la puerta en el más absoluto silencio que pudiera. Mis pasos me guiaron, yo solo caminé abrumada. Terminé pasando el resto del día en el patio norte, en las zonas indeseables de por ahí, en el lugar más feo; en el lugar más abandonado. Cerca de un muro que recordaba de algo. Me quedé hasta tarde, hasta qué ningún alumno se escuchó por los alrededores. Con la academia casi vacía en lo absoluto, volví a por mis cosas, recuperé mis tesoros, y con un caminar pausado, la mirada anclada al suelo, volví a casa. Contenido oculto: Fine on the Outside Margarita le sacó fotos a tres cosas; el paisaje tras la ventana, a la mesa desde una de las puntas de estás. La última sería una de plano más completo de toda la sala, a ras de piso, pero inclinada hacia arriba (?) Sí quieres luego te dibujo algo trucho para explicarlo por sí te interesa XD
Las clases fueron un puñetero coñazo, o eso diría si hubiese atendido mínimamente a ellas, claro. Ya podríamos tener cinco proyectos encima o tener un examen del que nuestra nota dependiese por completo, no había manera de que me interesase lo suficiente. Cómo había logrado llegar a tercer sin reprobar a pesar de dormirme en todas las clases era un secreto que me llevaría a la tumba. No tenía ningún plan para el receso y lo cierto es que en un principio pensé en hacer lo de siempre e ir a la enfermería a echarme una siesta. La cosa fue que, mientras me levantaba del asiento, caí en cuenta de algo y todo el posible sueño desapareció como si nada. Me acerqué a toda prisa al pupitre de Joey y llamé su atención zarandeándolo de los hombros. —C'mere, I need you~ No especifiqué nada pero tampoco le di mucha opción a rechazarme, a decir verdad, porque después de murmurarle aquello con cierto tono confidencial, deslicé la mano a lo largo de su brazo hasta alcanzar su muñeca y prácticamente me lo llevé a rastras del aula. El destino final fue el club de fotografía, un poco por descarte, un poco porque no me apetecía caminar mucho más... la cuestión es que lo liberé nada más entrar y cerré la puerta tras de mí, acercándome a su posición justo después. Clavé la mirada en sus pozo oscuros durante un par de segundos, con una seriedad en mi rostro que resultaba hasta impropia, pero finalmente le dediqué una sonrisa divertida y subí las manos para atrapar sus mejillas, apretujándolas un poco por gusto. >>Joseph Benjamin Wickham, I need you to focus for a while, 'kay? Solté sus mejillas después y rodeé su cuerpo hasta dirigirme a la mesa central, sentándome sobre la misma sin mucha complicación. Levanté una mano después, con un par de dedos bajados para dejar a la vista solo tres. >>Tengo tres opciones para mañana, ¿vale? El vestido negro y el vestido azul son la opción segura, digamos, porque son más de mi estilo y estaría más cómoda... —bajé dos de los dedos después de aquella explicación y extendí el brazo hacia delante, haciendo énfasis en el único que quedaba levantado—. But then there's this red dress, honey, and it's so fucking pretty. El problema es que... conociéndome, no aguantaría mucho con él. Then again, of course I have backup... —bajé el último dedo entonces y llevé la mano hacia atrás, extendiendo ambos brazos para usarlos de apoyo—. So what should I wear? Esa decisión, claro, le hubiese correspondido a Sasha el sábado por la mañana... but it is what it is. >>Bueno, y ya que estamos los dos solitos, ¿por qué no me cuentas que hiciste el miércoles en lugar de las pruebas? Dudo que mañana me acuerde so spill the tea~ Contenido oculto Gigi Blanche aa ya sé que estás ocupada y todo así que contesta cuando puedas, de verdad, sin ninguna prisa <3 Igual como te dije seguramente sea algo cortito, solo quería quitármelo de encima porque seguro se me olvidaba la pendeja en algún momento JAJAJ sowwy (?
Ugh, ¿qué demonios? ¿Cómo era que había entrado para asustar tan sólo un poco a la niña y acabó hecha un ovillo, llorando? No era tan imbécil para echarme toda la culpa, debía traer mierda acumulada o lo que fuera, que tampoco me creía tan feo. El caso es que estaba ahí, intentando procesar lo que veía o directamente buscando la cámara oculta, hasta que me dejó las fotografías y se fue. ¿Qué acababa de pasar? Ni puta idea. Bueno, al menos había dicho que dudaba volver, ¿no? Sounds fine to me. Le eché un vistazo a las fotos ya que estaba, malas como tal no eran, igual podría haberle dado unos consejos sobre composición e iluminación pero ni modo, ¿no? Qué sé yo, ¿debería haberla tratado con más tacto? ¿Sería de primero? Meh. Esa mañana había llegado un poco tarde, de modo que corrí hasta el ascensor y me dejé caer en mi asiento en tiempo récord. Teóricamente en estos días le darían el alta a papá y Matty podría volver a casa, las cosas se iban calmando poco a poco y el muchacho ya no parecía tan enfadado conmigo, así que supongo la fortuna me sonreía. Además tenía motivos para celebrar, ¿a que sí? Había una fiesta de puta madre a la vuelta de la esquina. Contenido oculto -¡Maravilloso, fantástico, emocionante! ¡Qué lejos has llegado mi querida participante! -¡Y ahora viene la SEGUNDA pregunta de nuestra fase especial! ¡Silbidos, cantos, aplausos! -¿Dónde se encuentra el desayuno más FAMILIAR de todos? ¡Para niños, niñas y tortugas gigantes, cualquiera puede comerlo! -¡Qué difícil, qué difícil! Dímelo tú, yo no lo sé... Ay, ¿no estaba un poco quemado? Estuve por incorporarme de mi asiento apenas inició el receso cuando Alisha apareció bastante de la nada. Me zarandeó, arrancándome una sonrisa floja, y me dejé guiar sin ninguna resistencia hasta el club. Pero bueno, ¿a qué venía todo esto? Me quedé quieto donde me depositó y la seguí con la vista mientras cerraba la puerta, al sostenerme la mirada alcé las cejas, burlón, y me encogí de hombros. —¿Qué? No entendía una mierda, igual recuperó la alegría en medio segundo y me estrujó las mejillas, obligándome a arrugar las facciones; un gruñido bajo vibró en mi pecho como si fuera un perro cascarrabias pero al final me limité a sonreír luego de suspirar, siguiendo su recorrido hasta la mesa. Tuve que escuchar apenas las primeras palabras para comprender hacia dónde iban los tiros. Mi sonrisa se ensanchó sutilmente hacia el costado y bajé la vista al suelo antes de empezar a caminar en su dirección, mientras me indicaba las opciones. —Hmm... —murmuré pensativo, posando las manos en sus muslos para instarla a separarlos justo lo suficiente y colarme entre ellos, sin buscar mayor contacto ni nada; ni siquiera era una movida con segundas intenciones como tal, lo hice porque era Alisha y ya—. Got some pictures? No puedo decidir del aire, Ali-chan~ Ella había estirado los brazos hacia atrás para usarlos de apoyo, busqué sus ojos al oír su última pregunta y solté una risa floja, alzando la vista al techo un momento. —No sé de qué hablas, darling. Estuve aquí, revelando fotos, as usual~ —De repente recordé lo de ayer y mi sonrisa adquirió aquella chispa maliciosa que sólo podía significar una cosa: pura mierda. Mis dedos se deslizaron suavemente en torno a los muslos de Alisha, enganchándose por debajo ellos—. Aunque ayer, ah, ayer pasó algo bien raro. Entré aquí y había una niña tocando las cosas y sacando fotos because reasons, y cuando quise asustarla un poquitito se echó a llorar de la nada. En cierto punto había fruncido los labios en un mohín fingido, aunque acabé sin poder tragarme la gracia y la sonrisa cagada regresó a mi rostro con aún más fuerza que antes. —¿Qué dices, Ali-chan? ¿Tanto miedo doy? Maybe I was too harsh~
Obviamente lo dejé hacer sin más cuando sentí que llevaba sus manos a mis muslos. Porque era Joey y ya; porque en realidad parecía que mi cuerpo había esperado que fuese exactamente eso lo que hiciese y estuviese preparado para responderle como siempre, así fuese sin dobles intenciones y solo buscásemos el contacto ajeno por pura manía. Ladeé la cabeza, haciendo una mueca con los labios y hasta frunciendo las cejas, exprimiéndome la neurona para intentar recordar si por algún casual le había echado alguna foto a alguno de los vestidos. —No tengo~ —solté al final, en un tono quejumbroso, pero no mucho después me incorporé recuperando la sonrisilla y llevé las manos a su pecho, jugueteando con la corbata entre mis dedos de manera distraída—. Supongo que podría enseñártelos en vivo~ Ah, pero seguro también estás liado decidiendo lo tuyo, uhm... Me los probaré y te mandaré fotos esta tarde, then~ Hablé en un murmullo porque la cercanía lo permitía, pero lo cierto es que no hubo ningún cambio en mi tono de voz ni nada. Solté una risa baja cuando me respondió, eso sí, porque... ¿a quién mierdas pretendía engañar con eso? Como si no lo conociese. Pero bueno, si no me quería decir pues no me lo iba a decir, y la verdad es que estaba bien así. Lo de después sí que me sorprendió, tanto que paré el movimiento de mis manos y abrí los ojos, mirando alrededor justo en ese instante para comprobar sus palabras. No tenía manera de saberlo, en realidad, porque la última vez que había entrado ahí había sido.. ¿qué? ¿el año pasado? Y no fue para pararme a mirar la decoración, precisamente. Así y todo, no tenía motivos para desconfiar de su palabra y había algo en el ambiente que simplemente lo confirmaba. Volví a mirarlo justo cuando se le plasmó aquella sonrisa de mierda en los labios y deslicé los brazos hasta pasarlos por encima de sus hombros, reflejando su expresión a medias. >>Eh~ You can get a little scary, y'know? —admití, aunque no tardé en encogerme de hombros—. But probably she was just a scaredy-cat~ ¿Recuerdas cómo era la chiquilla o algo? ¿Para qué quería saber esa información, realmente? Pues vete tú a saber. Seguramente por el mismo motivo por el que Joey me había soltado eso, para ver si podíamos lograr divertirnos un poco a su costa.
Detallé sus movimientos con la sutileza de siempre, como un felino analizando a su presa o alguna mierda similar. Era pura manía ya, considerando la relación que manteníamos y cuánto nos conocíamos ya el uno al otro. Hilarante, irónico también, siendo que en realidad no sabíamos una mierda de las cagadas importantes, pero bueno~ No siempre se puede contar con el lujo de conseguir honestidad, ¿verdad? Le dejé juguetear con mi corbata, observando el movimiento de sus manos mientras hablaba, y luego regresé a sus ojos para responder. —Sure. Esperaré esas fotos, espero no me decepcionen~ Quién sabe. Quizá ya puedas ir poniéndome en mood para mañana, Ali-chan. Mi voz era sedosa y ligeramente juguetona; el tono usual, digamos. Noté que detallaba los alrededores y acabó echándome los brazos encima, mis manos abandonaron sus muslos y se engancharon a su cintura, primero, la espalda baja después. Una sonrisa risueña se expandió en mi rostro al recibir su pregunta y decidí seguirle el rollo de momento. —Rubia, de ojos marrones. Bueno, ¿cómo le dicen? ¿Color miel? Whatever. No era muy enana, ¿casi 1,70? —Me tomé un momento para, básicamente, intentar comparar su imagen mental con la de Alisha, y asentí. Recién entonces la diversión volvió a mi rostro y presioné los dedos en su espalda para deslizarla unos míseros centímetros sobre la mesa, en mi dirección—. ¿Y sabes cuál es la mejor parte? Va a nuestra clase~
—Pinky promise~ Parecía que iba a tener que hacer un par de fotos extras para cumplir eso de no decepcionarle, ¿verdad? Lo hubiese hecho de cualquier modo, ambos lo sabíamos por descontado siendo que tampoco era la primera ni sería la última vez, pero que lo dijese pues le añadía un poco de gracia. Escuché la descripción que me daba con suma atención, sin apartar la vista de sus ojos en ningún momento, y pude notar como la sonrisa se me iba ensanchando con cada detalle que me iba proporcionando. El ronroneo se hizo presente cuando me deslizó por la mesa, movimiento al que no puse ninguna resistencia of course, y aumentó de intensidad no mucho después, cuando me dio la pista definitiva. The fucking odds, for real. >>Tengo algo aún mejor, honey. Bajé los brazos de vuelta, apoyando las palmas de ambas manos sobre su pecho, y me incliné hasta acortar toda la distancia que hubiese quedado entre nuestros cuerpos, logrando así rozar su oreja con mis labios. >>Es la pobre desgraciada a la que le ha tocado ser nuestra compañera de proyecto~ Me separé apenas un par de centímetros después de decirle aquello, lo justo y necesario para buscar sus ojos de nuevo y dedicarle una expresión de las jodidas. God, no tenía que ser ni medio normal el brillo de pura emoción que tenía en los ojos teniendo en cuenta que acababa de sentenciar a la pobre niña por puro amor al arte.
Su aceptación tan liviana e inmediata a mi solicitud me hizo sonreírle con una clarísima carga de inocencia encima. Prácticamente me reí, satisfecho, y le corrí el cabello tras la espalda con un único dedo. Good girl~ Noté que su expresión se iba acompasando con la mía, primero sólo consideré la posibilidad de que la idiota estuviera disfrutando de mi diversión como si fuera suya porque, bueno, tendíamos a hacer eso. Reflejarnos, imitarnos, movernos en sintonías paralelas hasta chocar. Si uno perdía la cabeza era probable que al otro le ocurriera lo mismo y viceversa, y si uno tenía planes de mierda en mente... ¿cómo no subirse al carro? Parecíamos tallados por el mismo agente del puto infierno. Recibí sus palabras, que me cosquillearon en la piel, y una risa baja vibró en mi pecho. ¿Nuestra compañera de proyecto? Vaya, vaya, la niña tenía que haber ofendido a alguien muy gravemente en su vida como para que semejante desgracia le cayera encima. No sólo había quedado emparejada con dos imbéciles que jamás le habían prestado importancia a la escuela, sino que había tenido que tocarle los cojones precisamente ayer a uno de esos idiotas. Y por encima de todo, esos idiotas éramos nosotros. Dos putas cabezas de Cerbero. La chispa de emoción en el azul de Alisha le competía e incluso ganaba a mi propia diversión de mierda. Detallar su expresión me hizo estirar los labios en una sonrisa amplia, muy amplia, luego de pasarme la lengua sobre los dientes. Despegué las manos de sus caderas para apoyarlas en la mesa, a cada lado de su cuerpo, y la insté a retroceder al inclinarme lentamente hacia ella. —Well, well, ¿no sonará como un pequeño obsequio del infierno o algo~? —sopesé en voz baja, apenas a centímetros de su rostro—. ¿Me parece a mí o ya tienes algo en mente, Ali-chan?
Alisha Welsh Me eché hacia atrás a la misma velocidad y la misma distancia que él mismo estaba marcando, manteniendo de aquella forma la ínfima distancia de nuestros rostros. Me hizo bastante gracia todo el asunto porque si me paraba a pensarlo... era tremendamente jodido. Si existía un karma ahí fuera, debía haberse hartado de nosotros antes incluso de intentarlo. Y es que dudaba enormemente que la pobre chiquilla, que se había puesto nerviosa por devolverle el blazer a Altan, hubiese sido capaz de hacer algo tan terrible como para que estuviese en esa situación. Para que fuese digna de recibir una bienvenida a esa academia de mierda salida directamente del infierno. Oh, well, but life is a bitch, I guess~ —Oh, no-no~ La chispa divertida de mis ojos desapareció casi por arte de magia y, en su lugar, la más pura inocencia dominó toda mi expresión. Negué ligeramente con la cabeza y los dedos de una de mis manos viajaron hasta apoderarse de nuevo de su corbata, colando el dedo índice por el nudo maltrecho del mismo. >>Digo, poor stupid Daisy no me ha jodido a mí y no podría quitarte esa satisfacción, cariño. Mientras iba hablando, manteniendo el murmullo suave en todo momento, me fui inclinando más hacia atrás, hasta quedarme completamente tumbada sobre la mesa, y en el proceso fui arrastrando al chico conmigo, sin cortar el contacto visual en ningún momento. >>No me lo perdonaría jamás de los jamases~ Contenido oculto Impresionante como funciona my biased horny ass (?)
Arqueé una ceja al notar el cambio tan abrupto en la expresión de Alisha, sin perder la sonrisa. La cabrona se había echado encima una inocencia para enmarcar, ciertamente, y una risa bastante ronca vibró en mi pecho al oírla. ¿Daisy? ¿Se llamaría así? Aunque sonaba a apodo. Bah, como si importara. Había enganchado el dedo en mi corbata y la dejé arrastrarme consigo sin oponer resistencia ni tampoco apresurar el trámite. Fui utilizando los brazos para no echarle mi peso encima, atento a sus palabras, prácticamente devorándola con la mirada. ¿Que no quería robarme la satisfacción? Pero qué considerada~ —¿Tengo libertad creativa, entonces? —inquirí, risueño y en un tono suave—. Eh~ I'm kinda excited, but... this ain't the place, darling. ¿La idiota ya se había olvidado que la sala del club, así como toda la puta Academia, tenía cámaras hasta en el culo? Me erguí poco a poco y habiendo enredado mi brazo en torno a su cintura la traje conmigo. Una vez la incorporé totalmente la pegué a mi torso, clavando los dedos en su espalda, y le eché mi aliento sobre la oreja. —Maybe next door~? Busqué sus ojos, llevaba una diversión oscura impresa en el rostro y esta vez enganché sus muslos para alzarla de la mesa y meterme al cuarto oscuro, que tenía la puerta abierta. La empujé con la punta del zapato para iniciar el vaivén, y se cerró de un golpe seco cuando estampé a Alisha contra ella. Pegué su cuerpo al mío, enterré los dedos en su piel y le devoré los labios. ¿Por qué? Bueno, ¿por qué no?
Eh~ Mira que de verdad yo solo quería preguntarle un par de cosas, ¿y así habíamos acabado de nuevo? Qué injusto, cómo se aprovechaba de su sex appeal para distraerme, el cabrón~ A ver, que sí, había sido yo la que lo estaba arrastrando encima de la mesa pero... solo quería estar más cómoda para seguir hablando, claramente~ Me dejé incorporar por su brazo sin oponer resistencia alguna, aunque en mi rostro se había acabado formando una ligera mueca de molestia. So aware of the cameras, boooring~ Tan rápido como la molestia apareció también se fue, sin embargo, porque el jodido me echó el aliento sobre la oreja y la sonrisa felina se hizo paso de nuevo. Recibí su mirada entornando la mía, sin decir realmente nada porque... ¿hacía falta acaso? Nunca lo hacía, nos entendíamos sin necesidad de palabras, y en aquellas situaciones en concreto... era aun más fácil fiarse del lenguaje corporal. Enganché las piernas alrededor de su cuerpo en cuanto me alzó y volví a pasar los brazos por sus hombros para rodearle el cuello, afianzando lo máximo posible el agarre. La luz rojiza del cuarto oscuro me hizo entornar aun más la mirada pero no me dio tiempo a darle mucha más importancia. Ahogué un gemido al sentir el golpe seco contra la puerta y después solo hundí los dedos en su cabello al corresponderle el beso, con la intensidad que nos cargábamos siempre. No colé la lengua en ningún momento y, después de un rato, lo obligué a separarse tirando de su pelo con cierta cuota de fuerza. Mis ojos se habían acostumbrado ya a la iluminación del cuarto, pero no tuve interés alguno en buscar su mirada, y simplemente lo insté a que dirigiese sus labios a mi cuello, o cualquier otra zona cercana realmente, sin enunciar palabra alguna y solo con la respiración entrecortada saliendo de mi boca. Well, ya que habíamos empezado.
Contenido oculto Bueno la llevo escuchando un montón de posts para rolearlo así que la dejo cuz yes, it's my mood(? Obviamente la cabrona se subió al tren sin siquiera oponer resistencia. Es decir, ¿Alisha rechazándome? Dudaba que eso fuera posible en algún universo existente~ Recibió mis labios con la naturalidad de siempre, recorrí su boca de punta a punta y la presioné contra la puerta una, dos, tres veces. Ella había enredado las piernas en torno a mi cintura y deslicé las manos hasta afianzarlas debajo de sus glúteos, obviando la falda. La besé, la empujé y apreté, era casi violento pero venga, ¿no lo había sido siempre? Me jaló del cabello con fuerza la hija de puta, me despegó de su boca de cuajo y me arrancó un gruñido que me comprimió el gesto por un ínfimo instante; no fue una mueca de dolor ni nada, realmente no había sido para tanto. Fue un chispazo de la más absoluta ira. Me empujó el rostro hasta enterrarlo en su cuello y la furia se canalizó de una forma extraña. Solté una risa de mierda, allí contra su piel, y la golpeé con mis caderas al mismo tiempo que buscaba morderle la piel. Aquí, allá, comencé a besarla también y a recorrerla con la lengua. Hice un puto desastre, le clavé los dedos en el trasero y me colé lo más que pude, hasta donde su escote desalineado me permitía. Tracé el camino a la inversa, entonces, deslicé mis labios hasta alcanzar la línea de su mandíbula y me giré en redondo para llevarla hasta la mesa más cercana. Había un par de cosas encima, o al menos eso intuí por el ruido, lo cierto es que me importó una mierda. —Harsh, huh, darling? —murmuré sujetando su rostro con una mano, para obligarla a verme a los ojos—. Well, tell me. Tell me and I'll do it. I'm feeling generous today~ Contenido oculto *sorbito*
No vi su rostro comprimido y digamos que no me había esperado del todo aquella reacción, el gruñido y la ira que ello implicaba, pero tampoco pensaba quejarme al respecto. Y una mierda me iba a quejar. Como si no lo conociese ya, como si no me desconectase las neuronas un poco más con cada mordida sobre la piel. No hubo manera de disimular o controlar mi voz; tampoco pretendí hacerlo. El primer gemido salió con el golpe de caderas y después los mismos se fueron hilando con cada toque, bajos y casi roncos, mientras le dejaba hacerme el desastre que le salía de los cojones. El ruido de lo que fuese que había chocado con mi cuerpo en la mesa me hizo abrir los ojos de nuevo, recuperando algo de consciencia, pero pronto volví a entornar la mirada cuando me obligó a recibir sus pozos oscuros de lleno. Harsh, huh, darling? Aprendí del mejor, ¿o no, guapo? El rojo oscuro que nos rodeaba en ese instante le daba un aspecto endemoniado, parecía que estábamos en el mismísimo infierno, y el solo pensamiento me arrancó otra sonrisa de mierda y un ronroneo leve. Se sentía como nuestra jodida casa. En algún momento había aflojado el agarre de mi mano, aunque no sabría definir cuando con exactitud, y me dediqué en aquel momento a deslizar los dedos por su cuello y mandíbula hasta alcanzarle las mejillas, arrastrando las uñas con suavidad a lo largo de la piel. Extendí el pulgar hasta alcanzar sus labios, presionando ligeramente el inferior, y no hice ni siquiera el amago de cortar el contacto visual en algún momento. —Eat me out —pedí, sin ninguna clase de titubeo, y ensanché un poco más la sonrisa—. Just how you know I like it~ No esperé respuesta, porque entendía que no había respuesta que esperar, y llevé las manos hacia sus hombros, presionándolos ligeramente hacia abajo con un claro mensaje implícito. Such a lucky day for Ali-chan, eh~ Contenido oculto *sorbito* x2
Sus manos se deslizaron con premura en torno a mi cuello, la cabrona no parecía tener intenciones de quitarme la vista de encima y bueno, tampoco iba a negarle el privilegio. El azul topacio lucía opaco, oscurecido, como todo en ese maldito cuartucho, y la cascada dorada absorbía la luz granate, la fundía y recubría su brillo usual con un paño matte. La dejé arrastrar las uñas, mis manos se afianzaron en torno a sus caderas y busqué morderle ligeramente el pulgar al presionarlo sobre mi labio inferior. Tenía una sonrisa de oreja a oreja pegada en la puta cara mientras aguardaba con toda la paciencia del mundo por su request. Eat me out. Una risa ronca vibró en mi pecho. Just how you know I like it~ Repasé sus ojos un par de segundos más, me incliné hasta sujetar su labio inferior entre mis dientes y la mordí, jalando suavemente antes de dejarlo ir para bajar a su cuello de nuevo. Repetí la mierda de recién, llevé una mano al lado opuesto y la usé de freno para devorarla como me salió de los cojones. Descargué una energía demente, toda la puta furia y resentimiento, besé y mordí hasta el cansancio. Seguí encorvándome, tracé el contorno visible de su escote con la lengua pero no me detuve en quitarle ninguna prenda... innecesaria. Enderecé el cuello para regresar a sus ojos. Me tomé un momento entero para sonreírle mientras llevaba ambas manos a sus muslos, risueño, como si no cargara encima ni una pizca de la ira que me torturaba. Tanteé la piel a ciegas, deslizando apenas las yemas, y luego afiancé el agarre al colarlas por debajo de su falda. —Anything else? —la molesté adrede, probando los límites de su ropa interior pero sin concretar absolutamente nada—. M'lady~
El hijo de puta nunca iba a ser completamente complaciente por mucho que lo dijese, ¿verdad? Era un poco su gracia y no podía decir que no lo sabía. ¿Me molestaba? No del todo. No en tanto acabase follándome como me gustaba, que solía ser cómo acababa el asunto, y me siguiese el juego aunque fuese a su jodida manera. No es como si fuese a fingir que no me excitaba de igual manera, el foreplay extendido, mientras fuese de su parte. Nunca se lo había dicho pero tenía que saberlo, el cabrón sabía activar todos los botones correctos para que hiciese lo que le diese la gana conmigo y aun así hacerme disfrutar con ello. Quizás fuese toda aquella mierda de la complicidad o lo que fuese, qué sabía yo. Solté una risa nasal en cuanto se incorporó, entrecerrando los ojos al recibir su mirada de nuevo, y con la respiración aún más agitada que antes. Aun con todo lo dicho anteriormente, lo cierto es que me estaba costando horrores mantener la compostura cuando no dejaba de tentarme tan cerca de la ropa interior. No pronuncié nada de todas formas y me dediqué a recorrerlo con la vista de manera algo superficial. Lo que fuese, ¿eh? Ensanchando la sonrisa, volví a dirigir mis manos hacia su corbata, pero en aquella ocasión me dediqué a deshacer el nudo con cuidado para poder quitársela justo después. La estiré delante de mi cuerpo, justo entre los dos, y le di un par de vueltas entre mis manos hasta hacer que me rodease las mismas. —Well, my Lord... —murmuré, logrando imitar su acento solo para decir aquello, por la puta gracia—. If you do it all right, then you may fuck me as hard as you can. Y podríamos jugar un poco con esto, I'll let you use it as you please, sir~ Había bajado la vista para señalar la corbata con aquello último y volví a levantarla en cuando acabé de hablar, alzando una ceja a la espera de su respuesta.
Contenido oculto: uy qué cosas La cabrona tenía una idea en mente, lo tenía escrito en toda la cara. Sus ojos refulgían y tardé medio segundo en adivinar sus intenciones, justo cuando la corbata se iba deslizando por mi cuello y ella la extendía bien gloriosa entre ambos. Mi sonrisa se suavizó, en una suerte de efecto látigo a lo que realmente estaba pensando. Woah, Ali-chan, so nasty~ La cabeza se me puso a mil y me eché un paneo mental del cuartucho en lo que tardaba en pestañear, porque a las neuronas les ponía ganas cuando me salía de los cojones solamente. Me incliné hasta rozar sus labios y quité las manos de sus piernas para desabrochar su camisa, botón a botón, sin ninguna clase de apuro. Le eché encima una risa de mierda, que vibró en mi pecho y le soltó el aliento caliente encima. —I'll try my best, then —susurré, deslizando los labios húmedos sobre su mandíbula hasta alcanzar su oído—. Be gentle with me, Your Highness~ Apenas acabé de soltarle la camisa colé las manos para trazar la piel de su cintura y bajé directamente al monte de sus pechos. Repartí unos cuantos besos, deslicé la lengua y llevé mis dedos hasta el borde de su falda. Jugueteé allí un rato, mi boca seguía su propio recorrido y acabé por hincar las rodillas en el suelo. La insté a separar las piernas, sonreí y acerqué los labios a la cara interna de sus muslos. Uno, dos, tres besos, alguna que otra mordida, acercándome lenta, muy lentamente hacia su entrepierna. Me valí de ambas manos para correrle la falda así no estorbaba y me detuve un momento antes de llegar. Descargué el aire que tenía en los pulmones y solté una risita divertida. Pedazo de cabrón. Siempre hacía la misma mierda, de tentarla y molestarla hasta tocarle los ovarios. El caso es que me quedé allí durante varios segundos, respirándole encima y rozando sus piernas con la yema de los dedos, aguardando por cualquier indicio de impaciencia. El que fuera, el más mínimo, para relamerme los labios y presionar la lengua firmemente sobre su ropa interior, recorriéndola de punta a punta. Una, dos veces, mordí su muslo y la insté a levantarse un segundo para quitarle las bragas. Las deslicé hasta sus tobillos, las dejé caer y enterré el puto rostro entre sus piernas. Le eché mi respiración encima, enterré los dedos en sus muslos y repetí lo que había hecho antes con mi lengua, sólo que esta vez no había nada molestando. La saboreé, la humedecí y comencé a estimular su clítoris exactamente como sabía que a la cabrona le aflojaba los cables. C'mon, sweetie. I wanna hear you.
Contenido oculto: talk about kinkiness Realmente esperar por su respuesta era una mera formalidad porque no había barajado en ningún momento la posibilidad de que se negase a aquella petición en concreto. No solo tenía una facilidad impresionante para adaptarse a todos los jodidos fetiches que le echaba encima, también le estaba proponiendo algo en lo que le iba a ceder completamente el poder y, en fin, era Joey de quién hablábamos. Aflojé la tela entre mis manos y dejé la corbata a un lado de mi cuerpo, sobre la mesa, en lo que él pestañeaba antes de inclinarse sobre mí. Al jodido cabrón solo había que verle la cara para saber que la mente se le había puesto a mil y era bastante probable que ni siquiera yo pudiese imaginarme todas las posibilidades que estuviese sopesando en ese momento. Aunque estaría más que encantada de descubrirlas~ Recuperé la sonrisa felina al tenerlo ahí, a apenas unos milímetros de mis labios y comenzando a desabrocharme los botones de la camisa. Finally you get to bussiness, darling. Lo hizo jodidamente lento, eso sí, pero no me llegó a importar realmente. También volvió el ronroneo bajo cuando se echó contra mi oído. Your Highness? Pero bueno, cariño, que se me va a subir a la cabeza y todo~ Me eché un poco hacia atrás cuando me alcanzó la cintura, dándole así un mejor acceso a cualquier porción de piel, y solo usé un brazo a modo de apoyo porque una de las manos acabó dirigiéndose hacia su mejilla. Fue un toque superficial, no sé de dónde salió, solo me apetecía tocarlo aun si planeaba dejarle toda la libertad de movimiento posible. Detallé cada uno de sus movimientos con una intensidad impresionante, sin perderlo de vista en ningún momento, y fui plenamente consciente de cuando se me tensó el vientre ante su acercamiento o cuando la respiración se me aceleró aun más al separarme las piernas. Tuve que morderme el labio inferior cuando lo vi bajando, eso sí, porque mierda, no podía ser ni medio normal lo jodidamente caliente que me estaba poniendo verlo de rodillas delante de mí. Vaya par de jodidos asquerosos estábamos hecho. No importó demasiado, la poca conexión que me quedaba en aquel momento desapareció cuando sentí su respiración chocando de lleno contra la ropa interior. Le di un par de segundos de cortesía, porque siempre hacía lo mismo, pero tenía la impaciencia retratada sobre todo mi rostro y acabé soportando lo mismo que soportaba siempre; es decir, nada. Volví a enredar los dedos en su mata de pelo y lo cierto es que no tuve que insistir demasiado, porque en el fondo sabía que el cabrón lo único que quería era eso, una muestra de que lo estaba deseando. —Ah, fuck. Me fui completamente a negro cuando sentí al fin su lengua directamente sobre mi intimidad. Apreté más el agarre de los dedos y me presioné contra su boca con insistencia, buscando recibir toda su atención por completo. Ni me molesté en controlar la voz, ahí en el puto cuartucho en el que todo el mundo sabía que no solo se revelaban fotos, y gemí con intensidad, pidiéndole más y entremezclando su nombre con otras tantas peticiones inconexas en inglés. Pasó un tiempo considerable hasta que sentí la tensión inicial del orgasmo, liberándose después en las oleadas de placer que ya mi cuerpo conocía bien. La verdad es que no nos di mucho tiempo después de eso, porque lo insté a levantarse casi al instante. Me hice con su muñeca y enterré su mano en mi entrepierna, guiando sus dedos para que volviese a estimularme en lo que buscaba su boca con desesperación. >>You are a good boy, aren't you? —jadeé contra sus labios, anclando los dedos de mi mano libre en su nuca—. I guess you deserve the prize. Joder que sí. Contenido oculto Bueno PERDÓN porque wth, siento que me salió super largo para lo que normalmente roleamos en esta situación idk what is happening (????
Contenido oculto Sí que le ponía, ¿eh? Bueno, suponía que a todos nos gustaba sentir que poseíamos el control de vez en cuando. Escalar en la pirámide alimenticia, pisar cabezas, que alguien más dependiera de nosotros, que nuestra existencia no fuera inocua y superficial. Que nos necesitaran, que nos adoraran, ser especiales e imprescindibles, así fuera para una persona. Aunque ese requisito luego se duplicara, y se triplicara, y siguiera y siguiera porque éramos bestias asquerosas, viciosas y codiciosas. Y nunca nos contentábamos. Nunca. El caso era que me daba igual arrodillarme y seguirle el juego, ninguna alerta se me encendía con la suficiente fuerza para espantarme. Podía hacerle caso, contentarla y darle la mierda que quisiera porque era Alisha, nos conocíamos y sabía que, de una forma u otra, al final del día siempre acabaría... devolviéndome el favor. Los juegos de poder con ella no tenían mucho sentido, esa estupidez se tornaba irrelevante. La cabrona me enredó los dedos entre el pelo y asumí ese simple movimiento como el silbato de largada. Jamás se molestaba en intentar contener una mierda, ni los suspiros, los gemidos, mucho menos las reacciones corporales. Se presionó contra mi boca con unas ganas que casi me arrancaron una risa baja y la dejé hacer, atendiéndola como claramente quería que lo hiciera. Buscaba contacto y lo profundizaba, me tiraba del cabello y cambiaba de ritmo, punto, lo que fuera. De todas formas no tenía que guiarme demasiado, sabía cómo hacer estas cosas. Sabía qué era exactamente lo que le gustaba. Y no tenía problema alguno en dárselo~ Sus putos gemidos estaban aflojándome todos los cables del cerebro y acabé enterrándole los dedos en los muslos, cada vez con más fuerza a medida que intensificaba mi... trabajo~ Tenía unas jodidas ganas casi dementes de dejarla ahí, a medio camino, darle la vuelta y follármela. Duro, bien duro. Pero me había prometido algo bastante jugoso y mira, ¿cómo negarme? Su cuerpo hablaba por sí solo, la verdad, de modo que seguí utilizando la lengua justo donde la jodida perdía la puta cabeza hasta que la sentí tensándose de punta a punta. Me detuve, respirando con cierta agilidad, y me sequé la boca con la manga de la camisa. También aflojé la presión en sus piernas, que recién entonces noté. Le eché un vistazo a su piel, claramente enrojecida, y se me escapó una risa nasal. Ni siquiera me dio tiempo a levantarme, la jodida insaciable, cuando quise acordar me estaba jalando y bueno, nobleza obliga, ¿verdad? La dejé hacer con una docilidad increíble, casi impropia de mí, y topé con sus ojos un segundo antes de que me comiera la puta boca. Ahogué otra risa en sus labios y comencé a tocarla prácticamente por inercia, allí donde me había indicado. Era un revoltijo pero igual la cabrona estaba estúpidamente húmeda, me daba cuenta y joder, cómo me ponía. La besé con una maña increíble, recorrí su boca, colé la lengua y la mordí, sin dejar quieta mi mano sobre su clítoris. Se separó, su aliento rebotando contra mi rostro, y recibí sus palabras con una jodida sonrisa impresa de oreja a oreja. Me mordí el labio inferior, observándola, y hundí dos dedos dentro suyo de repente. —Fuck, darling —murmuré agitado, sin molestarme demasiado en disimular la jodida excitación que me cargaba encima, y comencé a masturbarla lentamente—, you're so wet. Igual no llegó a ninguna parte, lo hice de pura maña. Saqué los dedos, anclé la mano en el costado de su cuello y volví a buscar sus labios con ansiedad, posesión y bastante fuerza. La otra mano se enredó en su cintura y la arrastré hasta bajarla de la mesa, llevándola entonces a uno de sus glúteos. Apreté. —Well, then, how about I fuck you now? Mi voz sonó grave, jodidamente cagada, y me dio igual. Busqué la corbata a tientas, la deslicé sobre su torso y luego la di vuelta de un movimiento seco, cazando sus muñecas al vuelo para atárselas a la espalda. Me pasé la lengua sobre los dientes, acaricié su cabello en toda su extensión y la insté a inclinarse sobre la mesa, pegándome a su cuerpo para alcanzar su oído. —Hope you don't mind, sweetie —le susurré encima, repasando su lóbulo con la punta de la lengua. Contenido oculto THIS IS SO DIRTY *rueda por todo el pinche piso* jujuju en otro orden de cosas, I'M BACK BITCHES
Contenido oculto Pues bueno, yo adjunto canción de mis novios mientras estoy con mi amante pues porque sí (?) Contenido oculto Rompí el contacto visual durante un breve segundo cuando nos separamos del primer beso, solo para dirigir la vista hacia la porción de piel de mis piernas que había comenzado a quemar ligeramente. Aún con la iluminación del lugar se podía notar la marca rojiza que me había dejado su mano y se me escapó una risa floja, pasándome la lengua por los labios después para formar una sonrisa satisfecha. Levanté la mirada justo a tiempo para recibir sus dedos y ahogué un gemido a apenas unos milímetros de sus labios, porque el cabrón lo hizo sin ninguna clase de aviso y no es que estuviese con las neuronas especialmente activas como para pillarle las intenciones de antes. Aun así, cerré la boca en cuanto lo escuché hablar y de nuevo una sonrisa ladeada se me plasmó en los labios, en lo que llevaba la manos que había guiado la suya hacia su entrepierna. —And you're so fucking hard, hon. La voz me salió ronca pero no importó mucho porque volvió a callarme con sus labios y lo dejé hacer sin más. Era violento, hasta posesivo, pero no podía importarme menos a aquellas alturas. A decir verdad, era capaz de acompasarme a ese ritmo con una facilidad irrisoria, y así lo hice mientras dejaba que me bajase de la mesa. No sé como saqué fuerzas para mantenerme en pie, pero suponía que el hecho de haberme apretado con tanto ímpetu contra su cuerpo había ayudado a todo el asunto; él tampoco me soltó en ningún momento. La tela de la corbata me cosquilleó la piel, erizándola a su paso, y lo cierto es que todo el cuerpo se me volvió a activar, tensándose en expectación cuando me dio la vuelta y cazó mis muñecas para atarlas. La presión en las mismas me hizo aguantar el aire en los pulmones durante un segundo pero fue la jodida caricia en el pelo la que volvió a sacarme un gemido quejumbroso de los labios. Dios, tenía que ser hasta vergonzoso que me hubiese calentado como una perra de nuevo solo por eso. Aunque la verdad es que a mí ya me daba igual. Apoyé la mejilla sobre la mesa y busqué su mirada como pude, entre los mechones rubios que me habían caído encima y que me dificultaban la vista. Estaba completamente sudada así que los mismos estaban pegados sobre la piel, pero realmente no importaba porque podía dibujar su figura de memoria y con los ojos cerrados si quería. Eché las caderas un poco hacia atrás, lo máximo que me permitía aquella posición, aprovechando que estaba prácticamente encima para intentar chocar contra su entrepierna. >>Please, be my guest, sir —murmuré, jadeante, sin perderlo de vista en ningún momento. Contenido oculto gabi: tiene mil cosas pendientes belu: postea nopor con lord wickmess gabi: c avienta de cabeza