Sonreí ante Mizuki, y la abracé con fuerza, de alguna manera le echaba de menos —No te amo... Te adoro —sonreí levemente sonrojado—
--Deberia darle algo especial...algo que no sean chocolates o flores...si no que sea otra cosa especial para ella--Pense en voz alta algo normal de mi--
Sonreí. —Jaja, no te preocupes...pero...—me recosté del árbol aun sentada en la rama— seria un detalle muy lindo...—le dije sonriendo.
Era tremendo el sonrojo que tenía —Y, ¿Armo una tienda de campaña o dormiremos a la intemperie? —le pregunté—
—Jaja, vale—le dije sonriendo—aunque, lo que sea que me hagas...me gustara mucho—le dije mientras lo veía.