La miré con uma gotita de sudor en la cara. Esta chica, a veces es muy rara... --Y me lo dices con toda la soltura del mundo...--le respondí. --¡Cómo si luchar contra Zapdos fuerauna cosa normal y corriente! ¡¡Que guay!! --exclamé emocionada.
--No te creas...-- La corté --Zapdos fue un enemigo bastante duro, fué complicado, y a la vez peligroso.--
--Bueno, pero a mi me hubiera gustado verlo. --dije mirando la ciudad llena de luces y gente paseando de aquí para allá. Una brisa cargada de un olor a perfume que me resultaba muy familiar, me envolvió, haciendo que me diera la vuelta para ver de donde provenía. Qué extraño...no había nadie. Me levanté y miré rápidamente la zona con la mirada. --¿Por qué me resultaba tan familiar..? --dije en un susurro.
En ese momento pensé que había hecho algo que había molestado mucho a Dante pero no sabía que. Miré al suelo. -Realmente no sé lo que quiero ahora mismo así que creo que lo mejor será sentarnos y esperar ¿no crees?-me dirigí a un banco cercano cabizbaja y arrastrando los pies
Salí de mis pensamientos al escuchar la voz de Destiny. --¿Eh? No,nada, tranquila. Es que... déjalo. --dije volviéndo a donde se encontraba y me senté.
--Vale...-- Me puse en pie, y me estiré hacia arriba. --Me voy. Si me buscas, estaré por el Centro Pokémon.-- Llamé a Spark,my seguidamente, decidí bajar de la colina seguida por él.
--Como quieras...--dije un tanto desconcertada por la repentina marcha de Destiny. Me recosté donde estaba y me quedé un rato más allí, disfrutando de la última noche aquí.
Spark parecía cansado, así que lo cojo para que no tenga que caminar. La ciudad es bonita de noche, bueno... Como casi todas las ciudades. Todas estas luces amarillas me recuerdan a donde vivo. Me pregunto... ¿Cómo estarán en casa? ¿Cómo estarán los encargados? Creo que debería llamarlos, pero no sé...
--¡Aaachus! --estornudé. --Creo que va siendo hora de irnos, Pika, o si no cogeremos un resfriado. --le expliqué a mi pokémon mientras me levantaba del césped y me colocaba bien la gorra. Cogí la mochila y me la subí al hombro y di un rápido vistazo al pequeño bosque que tenía frente a mi. Escuché un ruido y vi una sombra moverse al fondo del susodicho lugar y me asusté. Cogí a Pika en brazos y me dispuse a irme de aquel lugar cuando escuché que me llamaban, como en un susurro... --¿Qui-quién anda ahí? --pregunté con la voz temblorosa. --Seas quien seas, esto no me hace gracia. La curiosidad mató al gato. O eso dicen... Mi curiosidad hizo que me adentrara en aquel extraño lugar, siguiendo la voz que me llamaba...
--Vaya Spark... Creo que ya deben de estar dormidos, no cogen el teléfono.-- Fuí al centro pokémon para llamar a casa, pero nadie lo cogía. Luego miré la hora. Normal, alrededor de esta hora todos duermen. Vuelvo a salir para seguir caminando. No podía hacer otra cosa, dado que ya es tarde, y tampoco tengo tanto sueño. --Dios... Esto es muuuuuy aburrido...-- Me quejé.
Silencio...no había ni un alma... ¿Cómo pude escuchar mi nombre, si aquí no hay nadie? Caminé por un rato por aquel tenebroso lugar, pues, a estas horas, todo era oscuridad. Decidí sacar la linterna. Pika escuchó pasos y se puso delante de mi para protegerme de lo que fuera aquello. Yo alumbraba por todas partes pero nada. Sin darme cuenta, tropecé con una raíz muy grande que sobresalía de uno de los árboles de aquel lugar y me caí al suelo. --Auch, que dolor. --me quejé intentando levantarme, pero me había quedado el pie atrapado. --Oh no, Pika ven, ayúdame. --llamé a mi pokémon y este acudió en mi ayuda. Entre los dos intentamos sacar mi pie de allí pero no había manera. Estaba bien sujeto. De repente mi pokémon movió sus orejas como un radar y echó a correr en una dirección. --¡¿Pika a donde vas?! ¡Vuelve! --grité pero ya estaba muy lejos, y el pie empezaba a dolerme.
Volví a estirarme. çsueño y demás era lo que recurría mis sentidos. --Mañana por la mañana los llamos. Recuérdamelo ¿Vale?-- Le pedí a Spark. Este asintió, y seguimos pululiando por ahí, hasta que otra vez, Pika se acercó. --No me lo digas... Liza se ha vuelto a meter en otro lío.--No necesitaba explicaciones para saber lo que pasaba, simplemente, lo sé. Sexto sentido. Decido seguirlo hasta encontrarla. Hay, tiradita en el suelo. No me sorprende. --¿Tienes una maldición o algo? Porque chica, esto no es normal.--
No le hice caso, pues no apartaba la vista de un lugar en concreto. No se lo que había, pero mis ojos no se apartaban de allí. Pika sonrió y se acercó al lugar muy feliz. --Pika, que...--dije muy asustada. Quería irme de allí cuanto antes. De repente, una niebla lo ocultó todo, no se veía nada, y cuando cesó, me encontraba en otro lugar, y no veía a Destiny por ningún lado.
¿Otra vez? ¿En serio? PAsa lo mismo que me pasó a mí hace unos días. --Sparky, creo que sabes lo que va a pasar. Vamonos, dejemos intimidad.-- Spark asintió, y junto a mí, nos fuimos del sitio. Una vez nos alejamos lo suficiente, empece a hablar con él. --Juro que si yo me vuelvo a encontrar con papá, tendré una charla con él. Supongo que tú también lo querrás saludar ¿verdad?-- El pikachu asintió contento y sonriente. Aunque a mí eso me daba miedo. Yo que sé, imagínate encontrarte ahí a un espíritu y te pones a hablar con él... Lo primero que piensa la gente es que si estás loco o algo. Y otra parte, es que te daría esa cosilla de hablar con un individuo del submundo.
--¿¡Qué esta pasando aqui!? --chillé al ver que me encontraba en un claro de un bosque diferente al que me encontraba y Des había desaparecido...¿o habría sido yo? Me levanté al notar que ya no estaba atrapada bajo la raíz y miré con mucho temor a mi pokémon, que miraba a la nada. Me acerqué sigilosa hacia él y me paré al escuchar esas voces de nuevo. Esos susurros que me llamaban, como si fueran...¡¡fantasmas!! Caí al suelo de culo por la impresión que me había dado ver dos luces tenues acercarse a mi. Me aleje aterrorizada arrastrándome por el suelo pero Pika me miró y me dijo que me quedara quieta, que no me harían daño...¿pero... quienes? --Pika, vamonos de aquí. --le ordené a mi pokémon pero este no me hizo caso. --¡Pika ven te he dicho! --ya estaba al borde de la locura y al ver que las luces se transformaban en dos personas fue la gota que colmó el vaso.
Gritos, escuchaba gritos desde aquí. Esto no me gusta. Le digo a mi pokémon que me espere por aquí cerca, mientras yo voy por Liza, y así fué. --¿White? ¡White ¿Dónde estas?!--
--Ciudad Témpera, pero qué cosas han pasado aquí--exclamé dramático surgiendo detrás de Dante--Ni pude despedirme de Liza... pobre... espero que sí, la volvemos a ver... todo sea diferente.--Suspiré. Supongo que mucho helado me había dejado congelado el cerebro.--Equipo Friz... que sigue ahora...?