Ciudad Témpera

Creo que divisaba el lugar. Miré a White, y efectivamente, era ahí.

--Ahora, Relájate, y piensa en otra cosa.--

 

Miré de reojo a Des y continué caminando hasta llegar al pie de la colina.

--Vamos, te hecho una carrera. --le dije, no muy convencida.

 

Carrera ¿eh?

--Vale. ¿Lista?--

 

--Yo siempre estoy lista. --sonreí traviesamente y di la señal de salida. --¡Ya! --

Eché a correr colina arriba muy pegada a Destiny. Habría que hacer un esfuerzo y echarle más ganas a esto, sino perdería.

 

"No va rápido" Pensé.

Decidí animarla aumentando mi velocidad.

--¡Venga! --

 

En mi cabeza se formaba una mezcla de todo un poco, haciendo que me desconcertara, cuando vi que Des ya estaba unos metros adelantándome. Apreté los ojos fuertemente e intenté poner la mente en blanco. Al parecer, funcionó, porque empecé a correr más rápido hasta darle alcance y sobrepasarla unos centímetros.

--¡Vamos! --le dije burlona sacándole la lengua.

 

Con qué esas tenemos ¿eh?

Posiblemente vaya a tener dolores luego, pero bueno. Empecé a ir un poco más rápido hasta alcanzarla.

--Eso mismo te digo.-- Le dije imitándola

 

--¡No me imites! --le dije un poco molesta y volví a apretar el ritmo.

Ya íbamos por más de la mitad de la colina y se podía ver a lo lejos la colina por lo que decidí hacer un último sprint, aunque ya empezaba a faltarme el aire.

 

Llena de vitalidad... Está es la White que conozco.

Dejo de correr, frenando mi ritmo, y la dejé ganar. Sólo espero que no se diera cuenta.

 

Llegué a la meta jadeando, y me eché entre la hierba fresca mirando hacia atras para ver llegar a Destiny.

--Odio cuando me dejan ganar. Quiero ganar por mis propios medios. --le dije molesta cuando ya había llegado.

Me ajusté la gorra tapándome los ojos y coloqué mis brazos en la nuca. Tan solo hice la carrera para contentar a Destiny, pero nada dentro de mi había cambiado.

 

Dí un suspiro largo y "pesado". Decidí no decir nada, y llamé a Spark para que se acercara.

Al principió me senté y jugué con sus orejas y demás, hasta que sentí que necesitaba estirarme. Me puse en pie, hice unos estiramientos, y empecé a hacer unas remontadas para atrás. No paré hasta ver que ya me encontraba mejor de espalda, pero ni eso. Me hacia gracia sobre todo, la cara que ponía Spark cuando hacía eso, y lo entendía, por que hasta mi madre me decía que cualquier día me voy a partir. De igual manera, continué hasta que caí en que debo animar a Liz.

Me vuelvo a poner en pie, y aunque necesitará compensar, paso de hacerlo y me acercó a ella.

--¿De verdad. ¿En serio piensas estar azorada de todo?--Le pregunté

[Si hay algo que no entiendas de lo que dije, avísame d:]

 

[Azorada... es lo que no entendí :3]

 

[Apartada de todo por problemas xp]

 

[Ok gracias :P]

--Si... --le dije sin inmutarme. --Yo ya no tengo ninguna razón para continuar...Por mi, me quedaría aquí hasta que me muera...--me giré hacia mi derecha y una pequeña lágrima humedeció mi rostro pálido.

 

Dios mío...

--¿Hay algo especial que pueda hacer por ti?-- Le pregunté.
En serio, se me parte el corazón por verla así.

 

--No lo creo... --le respondí tristemente. --Pero muchas gracias por intentarlo Destiny. Eres la mejor hermana del mundo. --Volví a encogerme y mirar a ninguna parte.

 

Dios mío...

La dejo pasar por esta vez, y me vuelvo a sentar. No sé que hacer, lamentablemente.

--Maldita sea...--Susurré

 

Empecé a llorar en silencio para que Destiny no me escuchara y me coloqué la gorra más baja, así no me vería llorar.
Pika se me acercó y bajó sus orejitas, triste. Se dirigió hacia Sparky y luego miró a Destiny con un "Pikachu..." de súplica. No le gustaba verme así, pero yo no podía evitar sentirme destrozada y por cada segundo que pasaba el mundo se me venía más abajo.

 

Cuando veo al ratón eléctrico de Liza pidiéndome ayuda, no paraba de darle vueltas a que podía hacer, pero no se me ocurría nada.

--¿Y qué hago? --Le pregunté susurrando.

 

Pika se acercó a Destiny y se abrazó a si mismo con sus pequeñas patitas, dando a entender que me diera un abrazo. Luego se sentó y la miró encogiéndose de brazos, como diciendo: "no se me ocurre nada más".