--¡¡Te digo que no te tires!!-- Creo que por mucho que le grité no me hará caso... ¿Dónde está Spark cuando se le necesita?
--Guauu un pidove rosa. --dije con una sonrisa boba en mi rostro. Estaba empezando a tener alucinaciones. Al quedarme embobada mirándo al pokémon imaginario, di un paso en falso y caí riéndome. Me lo estaba pasando genial. Por suerte una rama se enganchó en mi mochila y me quedé colgada pocos centímetros del suelo. --¿Has visto como he volado? --reí. --¡¡Soy la reina del mundo!!
--¡¡Vale!! --reí toda feliz y me puse a corretear alrededor de Destiny. --¿Y ahora que vamos a hacer? ¿Eh eh? Dimelo dimelo porfaa dimelo. Anda venga venga dimeloo. --le preguntaba sin parar de dar vueltas.
--No puedo jiji. --reí y correteé por la zona subiéndome a los bancos y a las farolas. Volví a donde estaba Destiny y le saqué la lengua. --A ver si me pillas jiji. -- y eché a correr lejos de allí.
Yo no... Pero veamos si... --No me dejas opción.-- Le dije cogiendo la Pokéball de Luxio. --Si no la pillo, lo hará él-- Empecé a ir tras ella. Si me veo apurada, mi pokémon entrará en acción.
No paraba de reir y de correr chocándome con la gente y tirando todo por el suelo. Llegué a un cruce con dos caminos y tomé el de la derecha. Me metí entre callejones y avenidas y no me cansaba ni lo más mínimo. --Jajaja ¡¡soy la mejor corriendo del mundo!! Wuajajaja.
Me paré a coger aire. Es imposible. --Lo siento Liza...-- Lancé la Pokéball de Luxio, y le pedí que me ayudara a atraparla. Esta no se me escapa.
Me encontré con un callejón sin salida y miré hacia todos lados. No había salida pero daba igual, volvía para atras y ya esta. Pero me encontré con un viejo amigo... --Jaja anda mira si es Luxio. --reí y pase de largo con un estornudo. Pero el pokémon me agarró por la camiseta y me arrastró por el suelo para ir donde Destiny. --Suéltame bicho. Suéltame te he dicho. ¡¡Ayudaa!! ¡¡Que me secuestran!! --chillé intentando zafarme del pokémon que me producía alergia. --¡¡Aaaah!!
--¡Bien hecho chico,-- Dije felicitando a mi pokémon. Lo hice entrar en la Pokéball, y agarré a White por ambos brazos. -- Quieta...--
--¡¡Suéltame!! ¡Te he dicho que me sueltes Destiny! No merezco que me lleven a la cárcel. ¡No he hecho nada !¿¡Y dónde esta mi abogado!? ¡Quiero a mi abogadoo! ¡¡Larry!! --chillaba y pataleaba para soltarme de su agarre.
Con un empujón me deshice del agarre y me levante dando saltitos. --No puedo Des. Jajaja. No puedo para de reir y de moverme jijiji. --reí.
--AGH... Me a dado en la barriga...-- Susurré mirándola. --¡Estáte quieta por favor! ¡Liza!-- Será mejor pasar de ella. Esto no tiene salida...
-Dante...¿podemos ir al Casino? Yo no me olvido de una apuesta y tengo una pendiente-dije para luego levantarme dificultosamente de la cama y me acerqué a la puerta
En ese instante me vino un bajón de azucar y caí de rodillas al suelo. Toda la energía se me fue de golpe y quedé muy débil. Abrí los ojos lentamente y miré a mi alrededor. No recordaba nada... --Destiny, ¿q-qué te pasa? --le dije aun en el suelo y con mi mano en la cabeza pues me había empezado a doler.
Me levanté debilmente apoyándome en la pared y la miré molesta. --Des, una cosa es bromear y otra es pasarse. Yo nunca me volvería loca y haría estupideces.