Ciudad Témpera

Sólo deseo, que mi cartera esté ahí.

Se oyó un ruido fuerte proveniente de arriba. Me asustó un poco, y subí a comprobar. Al llegar, me encontré a White.
--Menuda sorpresa....--

 

Giré la cabeza lentamente y logré ver la figura de Destiny.

--Etto...emmm...¿hola? --sonreí tímidamente mientras intentaba alcanzar la pata de la silla que tenía al lado para poder levantarme. --¿Qué te trae por aquí Des? --dije con una gota estilo anime en mi cabeza.

 

--Tenía hambre, y te traje para no dejarte sola. Pero perdí mi cartera.--Expliqué preocupada. --¿La has visto?--

 

Una expresión de sorpresa falsada se formo en mi rostro. Yo sabía que no era buena ocultando las cosas así que traté de no mirarla a los ojos y me arrastré por el suelo hacia la cama para poder escalar y llegar arriba.

--No...lo siento. --dije mirando para la pared y subí a la cama con mucho esfuerzo.

 

--Emmm... White, estoy aquí.-- Le dije viendo que miraba a otro lado.
--Bueno, si no la has visto tendré que seguir buscando...-- Añadí con voz procupada

 

Me senté en la cama dándole la espalda y con mi bolso a mano.

--¿Porqué no eres más cuidadosa con tus cosas? --le regañé mientras sacaba la cartera de mi bolso y me la escondía entre mis manos. --Podría haberla encontrado alguien y habérsela llevado. ¿Qué dirías si se gastaran todo tu dinero eh? Menos mal que tu hermanita sabe como dar una pequeña lección a la gente descuidada como tu. --esto último lo dije con una sonrisa de oreja a oreja mientras me daba la vuelta y le enseñaba su cartera. --Anda toma.

 

--¡Gracias!-- Dije contenta y tomándola. --Y si alguien se gastara mi dinero, pues sacaría más. Claro que primero tendría que cancelar las tarjetas...--
Dejé de hablar, y la abracé. --¿Dónde la encontraste?--

 

Correspondí su abrazo y le respondí.

--Pues al salir de la habitación la puerta de Alpha estaba abierta y allí estaba tirada en el suelo. Podría habérsela llevado cualquiera ¿sabes? --le dije un poco molesta y preocupada. --Por cierto...

Llevé mi mano al bolsillo de mi pantalon y saqué la foto de Des que estaba en la cartera.

--Esta foto va para la posteridad. --me reí a carcajadas.

 

--¿Qué haces con eso?-- Pregunté un poco asustada.
--¡No la mires!--

 

Llevé la foto detrás de mi espalda para que no me la quitara.

--No, que estas muy mona con ese pijamita jeje. --me reí mientras volvía a ver la foto.

 

--¡No! Por favor, dámela.-- Le rogué.
Si se niega, pieso arrebatarsela, como si le tengo que arrancar la mano.

 

--Tomaa... --le devolví su foto y me eché en la cama. --Yo también reaccionaria así si vieras alguna de mis fotos que tengo y que por supuesto no te diré donde están. --le expliqué mirando al techo con una gota de sudor al darme cuenta de la tontería que había dicho.

Le acababa de revelar otro secreto. Si es que soy estúpida de narices...

 

--A ¿sí?-- Pregunté maliciosamente.
Guardé mi foto en mi cartera, y lluego la miré.
--Tranquila, las encontraré.--

 

--¡No las encontraras porque...! --me tapé la boca y cogí la almohada para meter dentro mi cabeza y que no se me escapara nada.

Esta vez no me sacaría nada...a no ser...

 

--Están en tu mochila ¿Verdad?-- Pregunté.
Es obvio, si no las lleva encima, es que están dentro de su mochila.

 

Me quité la almohada y se la lancé a Destiny para ganar tiempo. Salté de la cama al suelo aunque me hiciera daño y cogí mi mochila para agarrarla con todas mis fuerzas.

--No des ni un paso más. --la amenacé agarrando más y más fuerte mi mochila. --¡Las carteras ajenas no te incumben! ¿!Ok¡?

Mierda... ya había dicho donde estaban las fotos...

 

Me quité la almohada de encima, y la miré.
--¡Tú hiciste eso con la mía!-- Me quejé poniéndome en pie sobre la cama.

 

Me hice una bolita en el suelo con la mochila y me aferré a ella.

--Ya pero yo soy Liza y tu no. --dije entre risas. --Ademas que no era nada del otro mundo. Solo salgo en una foto con Pika sin dos dientes, osea que estaba toda mellada, cuando tenía siete años. Y ya te lo he contado, ni hace falta que la veas. --

 

--Que te lo crees tú...-- Dije susurrándo.
--¡NO ME VALE!---

 

--¡¡Ahhh!! --me asusté al oirla decir eso y me aferré más a mi mochila. --¡Déjame por favor! ¡¡Todo menos las cosquillas!! --grité sin pensar lo que había dicho...otra vez...

--¡Olvida eso último!