Mimi Honda Eran ese tipo de momentos los que tenían una facilidad ridícula para derretirme. Esa clase de intimidad inocente, esa complicidad pueril... como la que tendrían dos almas gemelas. Nuestra relación no era solo sexo y había que estar más ciego que un Zubat para pensar que sí. Actuábamos como una pareja sin serlo... lo cual era absurdo, porque solo éramos amigas. O al menos éramos algo entre una amistad y una relación de pareja. Una zona gris, condenada a ser algo temporal y que terminaría en algún momento, devolviéndonos a nuestro rol de amigas sin más pretensiones que eso. No podíamos seguir así eternamente. Las amistades con derechos no duraban. Pero decía que nunca había sentido una química tan fuerte con nadie... ¿ni siquiera con Nikolah? Estaba enamorada de él. Suponía que la química entre ellos debía ser más fuerte... ¿o era algo irrelevante? Mis experiencias con el amor habían sido catastróficas y no tenía una imagen clara ni objetiva de este. No sabía nada del amor. Era un eterno desconocido para mí. Tampoco le tenía particular estima. —No sé si es normal o no, no tengo referencias—desvié la mirada de sus ojos y me fijé en como acariciaba el dorso de mi mano de forma distraída—. Eres la primera persona con la que hago algo así. Lo cual... es bastante vergonzoso ahora que lo pienso. Se me escapó una pequeña risa y regresé mi mirada a sus ojos. Mi expresión se suavizó. >>El como hemos llegado a esto, quiero decir. Jamás pensé que algo así ocurriría.
Liza White —Tampoco creas que yo tengo demasiadas referencias —le aclaré con cierta gracia—. Era demasiado pequeña como para hacer algo así con mis parejas, y evidentemente Nikolah está fuera de la cuestión —Me estaba refiriendo después de todo a la química en la cama. Con Nikolah tenía una gran complicidad, obvio, pero ese detalle en concreto se me escapaba—. Y los pocos rangers con los que sí lo hice eran personas que apenas conocía. Decían que el sexo con amor era una experiencia totalmente diferente y me pregunté si dentro de ese concepto entraría el amor en sus distintas formas. Quizás nadie se había replanteado antes cómo influiría en la experiencia hacerlo con tu mejor amiga. Normal; yo tampoco me lo habría replanteado nunca. Me habría llevado las manos a la cabeza de hecho. ¿Quizás por eso sentía que fluíamos tan bien? ¿Porque existía esa misma complicidad y parte de ese amor, si bien condensado en otra de sus formas? Le devolví la sonrisa cuando regresó la vista a mis ojos. —Bueno, espero ser una buena primera experiencia entonces. Con todo y los malentendidos, las discusiones y... Lo que quiera que sea esa absurda competición por poder —Rodé los ojos, si bien mantenía el mismo tono jocoso de siempre—. Sé que quizás esto no dure mucho, pero imagino que podemos... ¿Aprender de la otra para futuras relaciones? —Me encogí de hombros, liviana—. Sí, supongo que sí. Habíamos iniciado esto sabiendo que tenía fecha de caducidad. Y aún así, de alguna forma, sentí un ligero, ligerísimo pinchazo irracional en algún lugar recóndito de mi ser. Iba a tener que evitar acostumbrarme a esto, ¿verdad? La vuelta a la normalidad sería mucho más fácil así.
Mimi Honda —No entiendo como puedes hacer algo así con alguien que no conoces—suspiré con resignación—. Algunos de mis fans me han propuesto cosas similares pero jamás tuve la necesidad de aceptarlas. Simplemente no era algo que me preocupaba. Jamás me había sentido atraída por un extraño más allá de una simple apreciación estética. Ese tipo de relaciones esporádicas estaban fuera de cuestión. La escuché hablar y sentí un extraño pinchazo en algún lugar. Una sensación similar a los celos que me produjo saber de Ai, una negativa taxativa a aceptar la realidad. Incluso si yo misma sabía que era cierto, escucharlo de sus labios me irritó. No me gustaba pensar en este aspecto de nuestra relación como una especie de entretenimiento temporal... pero quizás era justo lo que era. Bueno, si ese era el caso, más valía hacerlo valer. —No es una competición si me cedes el poder, ¿sabes?—le dije a media voz y giré al costado para volver a tomar mi posición sobre ella—. Así que, ¿lucharás por él o seguirás dejándome hacer lo que quiera?