Orgen Volví a Ciudad Témpera luego de completar la misión del tablón de anuncios. Me acerqué hasta el café del lugar y le pedí al mesonero que me traiga un sandwwich y un hamburguesa para Ches. Comencé a leer un periódico mientras esperaba mi almuerzo.
Nikolah Cruz Me despegué de forma violenta de la almohada, como si me hubiera despertado un sacudón súbito. Miré nervioso a mi alrededor, con la respiración irregular. Sin embargo, allí no había nada raro. Tan solo la típica habitación de un Centro Pokémon. Me froté la mente, intentando hacer memoria. ¿Qué había ocurrido? Habíamos llegado al final a Témpera después de un viaje largo con Talía, habíamos al fin logrado encontrar al Machoke, al cual había llamado Florencio, y luego me había desmayado, una vez alcanzado la ciudad. El resto estaba en una nebulosa. ¿Había sido todo un sueño? Me senté al borde la cama y me froté el rostro, intentando recordar. Cupcakes y muffins. Sí, eso había ocurrido. Habíamos comido muffins con Talía, y de ahí me fui a hacer varios recados a la ciudad. Me había comprado algo. ¿Un reloj creo? ¿Para qué diantes necesitaba eso? Miré mi muñeca, extrañado ante el aparatejo. Lo toquetee un poco, y en la pantalla, apareció un nombre, varias veces repetido. ¿Liza? Fruncí el ceño. ¿Por qué estaba su nombre en el reloj? La andanada de recuerdos me pegó con tanta fuerza que tuve que sostenerme al borde de la cama para no caerme hacia atrás. Sí, había estado con Liza. Había preparado muffins para nosotros, y yo había hecho todas esas compras para compensarla. Había cocinado muchísima comida. Solté una sonrisa débil al recordar todo. Después de eso habíamos decidido salir a caminar, dejando a la pobre de Tali durmiendo. A partir de allí las cosas eran algo borrosas. Recordaba...chocolate. Sí, eso lo recordaba. También...una explosión. Fuerte. Muy fuerte. Fruncí el ceño una vez más. ¿Un pikachu gigante? ¿Eso me lo había imaginado? Después de eso todo era negro. Tan solo un destello blanco invadía mi memoria una vez más. ¿Me había vuelto a desmayar? Mis mejillas se colorearon ante la idea. ¿Me había desmayado frente a Liza después de ver un pikachu gigante? ¿Que pensaría ella de mí? Valiente holder estaba hecho. Agité la cabeza. ¿Por qué me venían esos temores a la mente? Además, ella no pensaría de esa manera. Sentí un poco de calor en el pecho, al recordar su sonrisa mientras conversábamos y tomábamos chocolate caliente. Me froté la mejilla. Tenía la sensación de que ella me había acariciado allí, pero no recordaba nada por el estilo. Me encogí de hombros. Tal vez fuera una simple sensación fantasma. O tal vez un fantasma me lo había hecho. ¿Me lo podría haber hecho un fantasma? ¿Había un fantasma viviendo aquí? ¿Fue desconsiderado de mi parte dormir en el cuarto en donde vivía un fantasma sin pedirle su permiso? Quizá por eso tenía esa extraña sensación de frío alrededor de mi cuerpo. La ventana estaba abierta. Por eso podía ser, también. Muchas incógnitas y ninguna respuesta. Mi pokédex sonó, sorprendiéndome como siempre. No me acostumbraba que nos pudieran enviar mensajes por allí. Adormecido, leí lo que se nos comunicaba, e incliné la cabeza, algo confundido. ¿Una nueva región? ¿Gérie? ¿Teníamos que ir hasta allá? ¿Cómo íbamos a llegar? Ah, un avión. Hice una mueca de desilusión. Me hubiera gustado volver a volar en Rayquaza, pero hacía bastante tiempo que no escuchaba de Alpha. Probablemente estaba resolviendo sus propios asuntos. Bueno, yo no iba a resolver ninguno de los míos si seguía remoloneando en la cama. No sabía que asuntos tenía que resolver, pero seguro tenía alguno. Todo el mundo los tenía. Brinqué de la cama y me cambié rápidamente. Busqué con la mirada a Talía, y la encontré todavía dormitando en una cama contigua. Pensé en despertarla, pero no me atrevía. Se veía demasiado en paz. Se me iluminó la cara con una idea. Tomé varias sábanas, envolví a mi hermanita en ellas, y me la até a mi espalda. Me puse la mochila sobre el pecho, y así bajé las escaleras del Centro. Saludé con una mano a la enfermera que me miraba con cara de extrañeza, en especial al pequeño bulto rubio que llevaba detrás, y salí a las calles de Témpera. Inhaló profundo, puse los puños en mi cadera, y miré hacia todos lados, triunfante. No tenía ni la más pálida idea de a dónde ir. Contenido oculto Un poquito de retcon de lo que pasó en Témpera con Liza y demás yerbas (? Es canon hasta lo que pasó con el gordochu. Luego de eso, fue una ilusión, un mesmerismo :O
Elisa Daroch. Volver a casa había sido algo sumamente refrescante y tranquilizador. Era lindo estar en las termas de Lavacalda, sumergiéndome hasta el cuello mientras pensaba en que dirección quería llevar mi vida. Fueron meses tranquilos, recordando mis aventuras, compartiendo experiencias con mis padres y presentándoles a los compañeros que yo misma había hecho en mi aventura, también habíamos tenido oportunidad de aclarar otras cosas y realmente estaba completamente agradecida de saber que las personas que desaparecían y aparecían de mi visión no era algo de lo que alarmarme. Pero por más cómoda que me encontrase en Hoenn, seguía extrañando la región de Galeia y a los amigos que había conocido allí. Así que al final había tomado una decisión, quería volver a la región de Galeia, quería ver a mis amigos y continuar con lo que había dejado a medias en la región. --- Volar sobre Altaria siempre era algo muy relajante, rescostarme ligeramente en el esponjoso plumaje, sentir el viento en el rostro y abrazar a Drifloon que siempre me acompañaba a todos lados. Pero la mejor parte de volar sobre Altaria era el aterrizaje y hacerlo en Témpera siempre era un sentimiento nostálgico, traía recuerdos de cuando comenzaba mi aventura, el tener batallas a las afueras del centro pokémon y luego ir por algo de comer, quizá tomar una siesta. Tampoco había sido una persona muy enérgica en esos tiempo, si estaba llena de la ilusión de comenzar mi viaje en una región desconocida, pero realmente no estaba tan interesada en los combate y lo que realmente buscaba era descubrir, tener un equipo propio, formar las mismas relaciones que mis padres tienen con sus compañeros, supongo que intentando aquello me había quedado un poco atrás en comparación a otros holders, pero ahora estaba de vuelta, con los ánimos a tope y emocionada por lo que me podría traer el destino. Acaricié la cabeza de Altaria antes de regresarla a su pokéball, Drifloon como siempre buscando un espacio sobre mi cabeza donde descansar. Sonreí un poco por su acción, simplemente feliz de tener su compañía. Le hice una caricia y me encaminé al famoso centro pokémon de la ciudad, necesitaba comer algo y prepararme correctamente antes de comenzar esta nueva aventura. Contenido oculto Esto no era lo que quería, pero es lo mejor que pude sacar xd. Aunque realmente me gusto la idea general, no sé. Tomen la primera parte como una pequeña introducción sobre que cucha paso con la pendeja y la segunda parte ya es tiempo actual (?????. No sé si tiene sentido y la verdad tengo sueño y no me importa lo suficiente (? Ya bueno, si me importa, pero no sé escribir y realmente lo intente, perdón por existir
Nikolah Cruz No me había movido del lugar por treinta minutos. Seguía parado en la misma posición, los puños en la cadera, la sonrisa en el rostro. La gente ya me evitaba, directamente. En un principio les había dado curiosidad, pero luego no me prestaban más atención que a una estatua que ha estado allí durante años. Algunos incluso habían dejado algo de dinero en el suelo, por motivos que desconocía completamente. Obviamente lo dejé allí. Ese dinero no era mío. Tan concentrado estaba en intentar descifrar que hacer a continuación y en que dirección comenzar a andar que no le presté atención a la persona que acababa de bajar de los cielos a lomos de un pokémon tan mullido como una nube, y con un globo fantasmagórico sobre su cabeza. Después de unos minutos, pestañeé un par de veces y la observé con curiosidad, mientras ingresaba en el Centro. ¿La había visto con anterioridad? Se me hacía conocida. Me rasqué el mentón, haciendo memoria. Creo que había sido en la isla, allí donde ocurrieron cosas muy malas de mucha muerte. Le había hecho una grulla de papel, creo. Y luego había estado acompañando a Talía cuando tuve mi... episodio en la Pradera, con Liza. ¿Eliana era su nombre? ¿Emilia? Empezaba con E, de eso estaba seguro. Bueno, no iba a poder sacarme la duda si me quedaba todavía allí parado, así que me di media vuelta y volví a entrar al Centro, con una sonrisa. — ¡Hola, E.... liana? ¿Emilia? ¿Eileen? ¿O eras Eulalia? No, creo que eras Elfrida. Bueno, E. ¿Qué andás haciendo aquí?— pregunté, alegre, acercándome por sorpresa a la muchacha.
Elisa Daroch. Ciertamente el centro pokémon de Témpera era uno de los más grandes que había visto, con un mostrador alargado donde la enfermera Joy recibía a los viajeros exhaustos, donde podíamos pedirle una habitación o simplemente que cuidara a nuestros pokémon después de una batalla. Saludé a la enfermera Joy cuando pase por el lado del mostrador en mi camino a la zona de la cafetería, mostrando una sonrisa que ella encantada devolvió, primero comería algo y luego vería si pedir una habitación en el centro, aunque esta vez no quería quedarme mucho tiempo en la ciudad, tener un lugar donde dormir y descansar nunca sonaba del todo mal. "— ¡Hola, E.... liana? ¿Emilia? ¿Eileen? ¿O eras Eulalia? No, creo que eras Elfrida. Bueno, E. ¿Qué andás haciendo aquí?" El bullicio me tomó desprevenida a pocos pasos de la entrada de la cafetería, no pude evitar dar un pequeño salto en el sitio, voltee confundida, era la voz enérgica y alegre de Nikolah, un chico que recordaba haber visto un par de veces. Rodeado siempre de esas pequeñas luces que ahora si tenían un significado, sentí un escalofrío subir por mis piernas hasta la punta de mi cabeza. Giré la vista para confirmar mis sospechas, el chico rubio estaba parado detrás de mí con una enorme sonrisa y rodeado de esas pequeñas luces. Cerré los ojos para tomar un gran bocanada de aire antes de voltear completamente en su dirección, una ligera sonrisa en mis labios. —Elisa —fue lo primero que dije un poco avergonzada, recordaba haberme presentado en su momento, pero quizá había estado tanto tiempo fuera que realmente no era alguien para recordar —, Elisa Daroch —completé un poco más segura. >>Y realmente, nada en especifico me trae aquí —sonreí un poco avergonzada por mi falta de planeación —, simplemente creo que Témpera es un buen lugar para estar cuando no se sabe bien a donde ir, ¿verdad? —solté una risa un tanto incomoda —. ¿qué hay de ti? Contenido oculto AAAAA, no se que tan bien quedo, volver a rolear es extraño xdxdxdxdxd, perdoooooooon
Nikolah Cruz —Oh, Elisa, cierto.— dije, golpeándome en la frente.— Me lo habías dicho en la playa. Perdona, es que soy horrible para los nombres. Me moví a un costado, dejando pasar a un par de entrenadores que querían salir de la zona del café. Estaba tapando la puerta, y eso no era muy cortés de mi parte. Miré curioso a la muchacha, mientras me explicaba lo que hacía allí. O más bien, lo que no hacía, ya que no parecía tener ningún plan. — Sí, Témpera es un buen lugar para eso. Ya lo siento como mi segundo hogar, la verdad. Casi no conozco otra parte de la región que no sea esta ciudad y la Pradera Arte.— reí, animado. Me llevé una mano a la mejilla, de manera inconsciente.— Y también... siento que tengo muy buenos recuerdos guardados aquí. Siempre termino gravitando hacia Témpera, la verdad. Vaya, gravitando, esa es una buena palabra. Reí por lo bajo, y de pronto, la cara se me iluminó. >> Oye, si no tienes nada que hacer, ¿te importaría acompañarnos?— comenté, moviendo los hombros para atraer su atención a ella y hacia el bulto rubio envuelto.— Con Tali iremos a esa nueva región que el tal Irving había mencionado, Genosecuanto. Al parecer, necesitan ayuda allí con algo, y seguramente todo el resto ya fue para allá. El tema es que no sé donde diablos vamos a poder ir, mencionaron una ciudad Acuarela, pero no tengo idea de a donde queda. En fin, ¿quieres venir con nosotros?
Elisa Daroch. Una sensación de alivio se alojó en mi pecho cuando Nikolah admitió no ser horrible con los nombres, me regresaba una sensación de que no era alguien olvidable, simplemente había sido un malentendido por su parte, una pequeña sonrisa se formó en mis labios, ahora más tranquila y amable, mientras le escuchaba hablar, siendo junto a él cuando hablaba sobre lo poco que conocía la región, compartía aquello, yo tampoco había sido alguien que se moviese mucho, aunque si podía decir que había estado en otras ciudades, pero simplemente siempre regresaba a Témpera en algún momento. Pero de repente, la cara de Nikolah se iluminó, como si una gran idea le hubiese llegado, eso me puso un poco nerviosa, no conocía de mucho al muchacho, pero si algo que había llegado a saber de él era que podía llegar a tener unas ideas alocadas. Así que cuando pregunto si me gustaría acompañarles he hizo un gesto a quien dormía en su espalda no pude más que sorprenderme, ¿cómo no había notado a Talía durmiendo plácidamente en la espalda del rubio? "Con Tali iremos a esa nueva región que el tal Irving había mencionado, Genosecuanto. Al parecer, necesitan ayuda allí con algo, y seguramente todo el resto ya fue para allá. El tema es que no sé donde diablos vamos a poder ir, mencionaron una ciudad Acuarela, pero no tengo idea de a donde queda. En fin, ¿quieres venir con nosotros?" Parpadee un poco confundida, intentando entender de que estaba hablando el chico, ¿nueva región?, comenzaba con ge, quizá podía hacer memoria y ver si recordaba haber leído sobre ello. —Ge, ge, ge... —dije pensando un poco, tratando de recordar —mmmm... tenemos Galeia, que es ge a, Galar, que también es ge a... ¿te refieres a Gérie? —pregunté al final tratando de hacer memoria sobre las regiones que había conocido por nombre —. Bueno, respondiendo la pregunta —traté de volver a la propuesta, ya un poco más decidida con la respuesta —, Encantada de acompañarles, suena interesante conocer otra región, en especial si los otros están en ella. >>Aunque creo que lo tienes mal —comenté con una pequeña risa —, si vamos a viajar de región deberíamos ir hasta Ciudad Aerosol, allí es donde se encuentra el aeropuerto, por suerte Altaria sabe el camino, ha pasado un tiempo, pero estoy segura de que aún recuerda como llegar. Contenido oculto: >:c Ya, perdón, es que estoy super molesta porque mi extensión que revisa la ortografía ya no me quiere, y no quiero otro porque ese era el único que me daba bola en ingles y español. Perdón la demora, pero es que eso de verdad me molesto y no me daban ganas de nada >:c
Nikolah Cruz — ¡Sí, así se llamaba! ¡Gérie!— exclamé, golpeando una palma con mi puño.— ¡Y genial que nos acompañes! Mejor tres que dos. Oh, ¿y era Aerosol? Vaya, un día de estos voy a terminar en el medio del mar. Solté una risotada. Sin embargo, luego me rascó la nuca. No tenía idea de como llegar a Aerosol. Por suerte, al parecer, Elisa ya había hecho el camino, o al menos, su Altaria lo conocía. Eso simplificaba un poco de cosas. >> Oh, menos mal que tu Altaria sabe el camino. Entonces, ¿quieres guiarnos, El? ¿Te puedo decir El, no? Va a ser más fácil que recuerdo eso que todo tu nombre. Nosotros iremos detrás tuyo, Dewho nos cargará. Contenido oculto Perdón por el minipost de porquería, pero lo hice super apurado en el tiempo libre que tenía xD
Elisa Daroch. Solté una risa mientras escuchaba a Nikolah hablar, notando como él seguía mi gesto con una mucho más estruendosa y potente, por un momento me preocupe que no llegase a despertar a Talía, pero al mirar bien por sobre su hombro ella seguía placidamente durmiendo, me dio curiosidad saber que habrá agotado tanto a la chica como para tenerla en esas condiciones. "Oh, menos mal que tu Altaria sabe el camino. Entonces, ¿quieres guiarnos, El? ¿Te puedo decir El, no? Va a ser más fácil que recuerdo eso que todo tu nombre. Nosotros iremos detrás tuyo, Dewho nos cargará." —Claro, no hay problema, nosotras lideramos el camino —respondí comenzando a caminar a la salida del centro, buscando nuevamente en mi bolsa la pokéball de Altaria —, y no hay problema, puedes llamarme El, si dejas que yo te diga Niko—reí un poco, ya afuera lancé el esférico y Altaria sé manifesto frente a nosotros, le acaricie con cariño. Drifloon había volado ya hasta el pokémon Dragón/Volador, acomodándose mientras la alada se agachaba un poco para dejarme subir con más facilidad. Cuando estuvimos arriba y terminé de revisar que todo estuviese asegurado en su lugar me gire al muchacho. —Síguenos de cerca —le mostré una sonrisa un poco divertida —, Altaria es fácil de mezclarse en las nubes y no queremos que terminen en el medio del mar, ¿verdad? —y tras decir eso Altaria despego camino a Ciudad Aerosol. Contenido oculto +¿Te tomo una semana escribir esa kk de post? -Sip, así fue
Hubert Recorrí la última página con calma, mirando las palabras casi sin leerlas. Cerré el libro con suavidad entre mis manos y me quedé un largo rato mirando hacia la ventana, hacia el día que pasaba en absoluto silencio. Dentro de mi cabeza seguían deslizándose las palabras de las enfermeras; frases que no quería seguir teniendo presente pero allí reaparecían, como hojas traídas por el viento de la aventura. Me incliné hacia adelante hasta apoyar los antebrazos en mis piernas, pensativo y triste. Mi rostro debía verse con mucha seriedad en ese momento, pero era una expresión con la que buscaba ocultar todas las dudas que tenía, pues sentía la atenta mirada de Serperior desde un rincón de la habitación. “Ella no querría esto para ti.” Giré la cabeza hacia un costado. Junto a mí había una cama, y sobre ella reposaba Effy. Estaba cubierta hasta el cuello por frondosas frazadas y el tubo de un suero se perdía entre los pliegues de la tela. Dormía. Tan solo dormía. Desde hace mucho tiempo. Su rostro seguía viéndose igual de hermoso que la primera vez que nos vimos, pero ahora no decía nada. No podía decir si era un sueño plácido o lleno de dolor. Sólo sueño. “Tienes que continuar lo que ella no puede.” Su mano sobresalía por un costado de las frazadas. La tomé con cariño para darle calidez, aunque mi espíritu estaba desprovisto de la misma. Desde que supe que había caído por culpa de una enfermedad de la que nunca me habló, abandoné la región de Gérie y nunca se me volvió a ver por allá. Ni por Udán. Ni siquiera en Galeia. Todo ese tiempo permanecí al lado de Effy para cuidarla y acompañarla, porque no podía dejarla sola en ese estado. Mi corazón enamorado me lo impedía. Ella estaba estable, estaba viva. Pero nada más. “Querrá que le cuentes todo lo que hiciste este tiempo”. Las frases seguían invadiendo mi mente. Habían pasado un par de días desde que su madre y su hermana vinieron a hablar conmigo. Estaban preocupadas por mí, porque me había olvidado del mundo y de mi objetivo. Sostenían que Effy se sentiría culpable si despertaba y veía que no había hecho nada por quedarme junto a ella. No era algo de nuestro estilo, siempre estábamos en movimiento y eso nos caracterizaba. Lo cierto es que desde que supe la verdad sobre mi origen como creación de Tau, no podía evitar sentir crisis existenciales cada tanto, y la enfermedad de Effy fue un duro golpe… Pero aquí seguía, ¿no? Me incorporé con lentitud y me coloqué, sobre la polera negra, mi saco oscuro. Dejé el libro recién leído junto a una enorme pila a los pies de la cama de Effy, como testimonio de mi presencia. La volví a mirar… Deseaba mucho poder encontrarme de vuelta con el profundo azul de sus ojos… Me pasé la manga del abrigo sobre los míos. Finalmente, me incliné sobre ella y le di un beso en la frente. —Sea lo que sea que espere en Gérie, triunfaré en tu nombre —prometí, apresadumbrado. Me costaba mucho tener que separarme de ella. Pero las enfermeras tenían razón. Effy no desearía que me quedara quieto, lejos de los desafíos. Al pasar junto a la entrada del baño de su habitación, pude verme un instante al espejo. Creo que mis mejillas habían perdido un poco de volumen y mi rostro denostaba falta de brillo. Estaba más serio de lo que nunca me había visto. —Regresemos a Gérie, Serperior. Mi Pokémon asintió y me siguió. Me giré para mirar una última vez a Effy. Me quedé un buen rato allí, hasta que finalmente me retiré del Centro Pokémon. Mimi, Emily, Ian… ¿Qué estaría siendo de los demás Holders? ¿Me los encontraría en Gérie? Despegué hacia Aerosol con Reshiram. Contenido oculto