Emily Hodges Me despedí de Alpha con las dos manos, viendo como se alejaba en su Rayquaza. Cuando finalmente se hubo alejado, suspiré, llevándome las manos a la espalda. Había dicho aquel discurso con toda convicción para tranquilizar al chico pero... ¿realmente era capaz? A Mimi se le había roto el corazón con todo lo sucedido y ni de lejos yo podía compararme a Alpha, era consciente, no había nada que pudiese hacer más allá de acompañarla y escucharla, ¿cuánto tiempo podría estar con sentimientos negativos hacia él? Sabía que no era sano para ella, que solo la haría sentir peor pero... ¿cómo podría yo arreglar eso? Con esos pensamientos, volví al interior del Centro Pokémon. Pedí que recuperasen la energía de mi equipo y posteriormente, me senté de nuevo en una mesa, con un plato de comida delante. Con lentitud, comencé a comer algo con más consistencia que un simple pastel, perdida en mis pensamientos. Contenido oculto SweetSorrow aquí te espero (?
Nikolah Cruz Al fin, después de mucho tiempo, golpes en la frente, un par de combates, y un encuentro fortuito con alguien que me generaba cosas raras, pude ver los edificios de la ciudad a la distancia. Inspiré profundamente, y me dirigí hacia allí. Bastante gente se encontraba en el lugar, moviéndose de un lado a otro. Metí a Mimo dentro de su pokéball, que ya se encontraba siguiendo e imitando a la gente, y me dispuse a esperar a Devan. Él es el que quería venir aquí, así que supuse que sabría dónde ir.
Estaba de vuelta en Ciudad Témpera y lo primero que hice fue buscar alguna señalización que me dirigiera hacia la Torre Desafío. No fue una tarea difícil, puesto que aún quedaba algún cartel de la inauguración que servía como guía. — Debe ser eso —señalé hacia una torre enorme de la que aún quedaba algún resto de una grúa. Frogadier parecía ansioso por llegar; yo solo esperaba que tuvieran un Centro Pokémon ahí dentro para curarme antes de empezar a combatir...
Nikolah Cruz — ¡Ok! Tú guía nomas, yo te sigo.— dije, al ver que Devan se dirigía hacia un gran edificio. Leí el nombre: Torre Desafío. >> ¿Y de qué trata esta Torre Desafío? ¿Es cómo un lugar en el cual tu tienes distintos acertijos, y los tienes que ir descifrando? ¡Uh, uh! ¿Acaso es como esas habitaciones que tienes un tiempo para escapar y tienes que resolver las pistas que te van dando?
Lucas Diamond Victoria en la torre, ¡genial! Iba mejorando a un ritmo alarmante. No obstante, había perdido el torneo, así que debía mejorar todo cuanto fuera posible. Quizás debería seguir combatiendo y capturando pokémon... ¡Ya está! Una idea se pasó por mi mente: la calle victoria, el sitio donde se reúnen los mejores entrenadores para entrar a la sede del gran campeonato. Iría allí y lucharía para entrenar a mi equipo, ¡quizás hasta capturaría a algún pokémon más!
Orgen Me encontraba en la ciudad nuevamente para probar suerte en la torre de batalla nuevamente. Quizá ahora, con un equipo mejor, tendría mejores oportunidades.
Mimi Honda ¿Qué estaba haciendo de nuevo en este lugar? No quería estar en Témpera. No me apetecía en lo absoluto estar en esta ciudad y recordar que fue aquí donde viajé de forma onírica al mundo de los sueños. Darkrai y... Alpha... Ugh. No me hacía ningún bien estar allí. Al menos había conseguido una victoria de la forma más patética posible... y ni eso me ayudaría a entrenar lo suficiente para evolucionar a Takeo. Necesitaba a Tyrantrum. Necesitaba más ofensiva. Raiden era mi pokémon más fuerte y sin embargo era excesivamente fácil de neutralizar. Quizás mi modo de combate era demasiado predecible. En ese tren de pensamiento me encontraba cuando vislumbré una cabellera azabache en una de las mesas de la cafetería. ¿Emily? ¿Emily también estaba aquí? Quizás... quizás ella fuera lo único bueno que tenía esta ciudad para mí ahora mismo. Tomé una taza de té y una segunda taza y un plato de pastas de té, de esas dulces que tanto me gustaban. El té era casi una adicción para mí a aquellas alturas. Dejé una de las tazas sobre la mesa cuando pasé por su lado para sentarme sin apenas saludar. Yo no solía saludar de todos modos. Era una taza de café. Si realmente a Emily le gustaba, no podía entender como a una persona como ella podía gustarle algo tan poco agradable al gusto. —Tengo entendido que te gusta esta bebida tan amarga—dije simplemente, mientras me sentaba en la misma mesa que ella y tomaba mi taza de té entre ambas manos.—Espero no haberme equivocado. De todos modos no entiendo como puede gustarte algo como eso. Obvié preguntarle por el torneo. Era demasiado evidente que ninguna de las dos íbamos a portar triunfantemente ninguna medalla. El torneo era un punto y final para nosotras.
Alpha Xenodis. Dormí unos quince minutos en el camino... Creo que eso se tardó Darkrai en darse cuenta de todo lo que ocurría, pues ahí empezaron las pesadillas nuevamente. Nuevamente esa voz que gritaba mi nombre y yo no podía hacer sino escuchar y ver negro. Es jodidamente desagradable no saber qué estaba pasando y ver quién era la persona que gritaba. Diablos. —Bien, te llamaré cuando pueda. Suavemente acaricié la cabeza del legendario, me bajé de él y me adentré en la Torre Desafío.
Orgen Salí de la torre entusiasmado y me encaminé a la cueva nuevamente. Probaría suerte luego nuevamente, pero ahora quería ampliar mis conocimientos geográficos y debía atravesar varios lugares.
Alpha Xenodis. Tras aquella victoria en la Torre Desafío simplemente emití un silbido inaudible mediante el pito que colgaba de mi cuello, permitiendo así que en pocos minutos Rayquaza se acercase para recogerme. —Volvamos a la sede, ¿sí? Me monté en el dragón y entonces salimos volando del lugar.
Orgen Volví a la ciudad dispuesto a desafiar nuevamente en la torre desafío, pero quería estar totalmente seguro que lo anterior no fue suerte. Asi que debía prepararme bien e idear mejores estrategias con mi Pokemon. Nagito me había demostrado que es esencial que un holder sepa entrenar muy bien a sus pokemon y toda orden dada cambiará el curso de la batalla.
Orgen Caminé despacio y poco a poco hasta un pequeño café de la zona. Aparte de mí, se encontraban dos chicas sentadas tomando té. Me senté en una mesa al uno de sus extremos laterales, Pidove se encontraba sobre la mesa y mandé a pedir unas empanadas de jamón y queso y de bebida una limonada bien fría. En cuanto me descuidé Pidove saltó a la mesa de las entrenadoras y comenzó a verlas de manera idiota, no me había dado cuenta.
Mimi Honda Emily no le dio tiempo a responder. Porque entonces, mientras yo me tomaba mi tiempo en terminar la taza de té, ocurrió algo. Un Pidove se posó en nuesta mesa y me miró a los ojos con esa cara de tonto que tienen los Pidove, ladeando la cabeza cono si yo fuese algo que llamaba sumamente su atención. Fue tan inesperado que logró asustarme y retrocedí con un chillido con tal rapidez que a punto estuve de caerme de la silla. —¿P-pero de dónde sales tú?—le espeté una vez me recuperé de la sorpresa inicial.— ¡Pájaro idiota, casi me das un infarto! ¡Lárgate de aquí! ¿Es que no ves que estamos comiendo? ¿Te entrenó un cavernícola para que no tengas modales? Aterrado, el Pidove aleteó nervioso y voló hasta una mesa cercana, donde un chico devoraba ansioso unas empanadas de jamón. ¿Ese chico...? Mi ceño se frunció aún más y apreté los puños con frustración al atar cabos. De modo que... ese era su entrenador. Ya estaba de mal humor de por sí, no necesitaba que nadie viniera a molestarme más. Yo nunca había sido conocida por tener paciencia. Me incorporé de la mesa y me acerqué hasta allí. —Oye tú—le dije, con un tono que no invitaba a las socializaciones—. ¿Ese Pidove es tuyo? Pero no esperé una respuesta. >>¿No puedes guardarlo en una pokéball? ¿Qué eres, idiota? ¡No sabes que hay unas esferas para evitar que los pokémon asalten a la gente así? Contenido oculto Qué simpática eres siempre Mimi (?)
Orgen Estaba sumamente relajado comiendo mi suculenta empanada que olvidé por completo que Pidove estaba afuera conmigo, y tan sumido estaba en el sabor exquisito de las empanadas que ni el ruido y los gritos de una de las chicas logró sacarme de mi motivado paladar. De pronto, Pidove sobresalta mi mesa nervioso y una chica, que por su aspecto se encontraba bastante molesta, me llama la atención y me pregunta que si el Pidove era mío. Cuando estaba por responder ni me dejó terminar de tragar cuando soltó algo que me elevó mis casillas, —Guardarlo en una pokeball. —comentó. Idiota, esferas, asalten... esas palabras me sacaron de mi mundo saboresco y me levanté de la mesa. —Purom us qu ocusu nu... —terminé d etragar la comida, no se me entendía nada. Tomé un poco de limonada y me refresqué la garganta, la chica estaba furiosa y yo estaba poniendo a prueba su paciencia dandome el pos´tin para responder. Luego la observo y comentó —como decia, Pero es que acaso no puede uno comer tranquilo. De seguro tienes el periodo mujer. —cogí al Pidove y lo acaricié. —dejar a todos mis compañeros en sus Pokeball me parece absurdo, son mis amigos, no mis esclavos. —Pidove se posa sobre mi hombro y veo sonriendo a la chica. —Por tus maneras... ¿no serás una holder? —le mostré mi pokedex y luego añadí en forma de susurro. —Mujeres... todas están locas.
Contenido oculto Uuh... esto no va a acabar bien xD Mimi Honda Hay momentos en la vida en los que se puede ser racional... y otros en los que el raciocinio se te escapaba entre los dedos como la arena en un desierto. —¡¿E-el perio—?!—exclamé, incapaz de creerme que este imbécil hubiese dicho algo así. Mis ojos se abrieron de la impresión y mis mejillas enrojecieron ligeramente... pero entonces, me sobrevivino la rabia y la ira. Mi enojo fue tal que estaba temblado de la indignación. ¿Pero qué demonios le pasaba a este impresentable? ¿Cómo osaba siquiera...? ¿Cómo podía...? ¿Cómo...? —Me prestas eso un momento ¿por favor?—inquirí con una sonrisa forzada, tan falsa como mi falsa amabilidad y sin esperar que él me la ofreciese, tomé la limonada de su mano y le arrojé por encima su contenido, empapándolo de refresco de arriba a abajo. Tiré el vaso al suelo que se partió en pedazos contra las baldosas de la cafetería. De pronto sentía todas las miradas sobre nosotros, pero estar haciendo un escándolo no me importó esta vez. ¿Tener el periodo? ¡Yo era irritable de por sí, no tenía nada que ver con el síndrome premestrual! Pensar que estaba molesta por eso era algo que solo haría un idiota. Mi sonrisa falsa se borró formando una mueca extremadamente seria, falta de cualquier tipo de simpatía y lo traspasé con una mirada helada. —Has cavado tu tumba bastardo—le dije— ¡¿Quieres que te parta la cara?! ¡¿Es eso lo que quieres?!
Orgen La tensión subió cuando por mis palabras la chica estalló en una ataque de ira, me arrojó el resto de limonada fría sobre mi cuerpo que tuve que quitarme la camisa. Arrojó el vaso contra el suelo y todo el mundo veía la escenita que se armaba en el lugar. Entre quejas e insultos y una mirada tan fría como Articuno la chica me llama bastardo y me pregunta en tono irónico si deseo que me parta la cara... —Partirme la cara... pero mujer... si acabas de partir el vaso. —sonreí mientras me secaba con la camisa y la veía en tono burlón. —¿No te basta? Agité la camisa en mi cabello y luego cambié mi mirada por una más seria y comenté. —Oye de verdad disculpa, sé que soné muy imbécil pero me molestó que interrumpieras mi desayuno. —le comenté, señalé la calle y le dije. —¿Eres holder no?, que tal una batalla para compensarte. —le pregunté, me volteé y hablé con el dueño del cafetín para pagar por el vaso roto y pedí disculpas por la escena ocasionada. —Pagaría tu cuenta, pero creo que te sentirías insultada. —caminé al medio de la calle y la reté a que viniera con los dedos mientras sonreía. —Tremenda forma de conocer holders. —pensé.
Mimi Honda ¿En serio cual era el problema de este tipo? ¿Se estaba riendo? De verdad que quería darle un golpe en toda la cara. —¿Te estás burlando de mí?—le espeté— ¡A mí también me molestó que tu estúpido pajarraco interrumpiese nuestro desayuno! ¡Y ni siquiera—! Pero me ignoró. Habló con el dueño del café y tras preguntarme si era holder, se dio la vuelta y caminó hasta el centro de la calle, fuera del establecimiento. ¿Qué...? ¿Qué demonios acababa de—? ¿Me había retado a una batalla? ¿Era eso lo que quería? Al ver como me llamaba con los dedos y su sonrisa de soberbia confianza mi ceño se frunció aún más. "Tsk. Deja de buscarme las cosquillas, maldito. No estoy de humor para tonterías" Pero la mecha de mi ira ya estaba prendida. La frustración que me había generado mi victoria por default en la torre y mi derrota en el torneo debía paliarlos de alguna forma. De modo que me acerqué a mi mesa a tomar mi bolso y abandoné el local, deteniéndome a unos pasos antes de alcanzarle. —No sé que pretendas, pero no voy a ponértelo fácil—le avisé—. Y tampoco estoy de humor para presentaciones, así que saca pokémon de una vez. Pienso aplastarte y cobrarme tu afrenta.
Orgen Al ver que mi estrategia había funcionado sonreí y le dije, —de acuerdo, Señorita aplastadora. —rei y lancé mi pokeball del cual salió Deino, una de mis nuevas captura Dragón. El Deino salió al campo y observó su alrededor le acaricé la cabeza y le dije que se preparara para una batalla de entrenamiento. Observé a la chica y le comenté. —creo que es la mejor manera de que pases tu mal humor ¿no crees? —sonreí mientras esperaba ver lo que deparaba. DEINO: Siniestro/Dragón (1er) Entusiasmo: Los movimientos con usos se reducen a la mitad a cambio de mayor potencia Salud: 104/104 Fuerza: 110 Resistencia: 100 Agilidad: 1/1 (38 de Velocidad) Movimientos: -Furia Dragón (50 Potencia, Dragón) (Base 40, STAB +10) -Triturar (105 Potencia, Siniestro; el rival lanza un dado de 5 caras. Si sale 1, pierde 10 de resistencia (Base 60, STAB +15)) (Usos: 2/2) -Mordisco (60 potencia, Siniestro; El rival lanza un dado de 5, si sale 1 retrocede) (Base 50, +10 STAB) -Rugido (Obliga al rival a cambiar de pokémon) (1/1)
Mimi Honda Decidí ignorarle. —¿Debo suponer que eres un novato?—pregunté— ¿Cómo sacas a ese pokémon? Ni siquiera puede ver lo que hace con ese flequillo horrible. ¿Siquiera tenía ojos ese Deino? >>Si eres un novato me pondré a tu nivel y te demostraré la diferencia existente entre tú y yo. Recuerda mi nombre, soy Mimi Honda. Y voy a hudir tu orgullo barato y tu sonrisa socarrona en el subsuelo. >>Ve, Takeo. TYRUNT: Roca/Dragón (Equilibrado) Mandíbula Fuerte: Aumenta en 30 la potencia de los movimientos relacionados con mordidas Salud: 116/116 Fuerza: 134 Resistencia: 122 Agilidad: 1/1 (48 de Velocidad) Movimientos: -Mordisco (60 potencia, Siniestro; El rival lanza un dado de 5, si sale 1 el retrocede) -Garra Dragón (75 potencia, Dragón) (Usos: 4/4) (Base 60, +15 STAB) -Látigo (Baja en 10 la resistencia del rival) -Tormenta Arena (Establece el clima "Tormenta de Arena" por cinco turnos) (Usos: 2/2)