Había pasado el resto de la mañana en un hotel de la ciudad. Mi cabeza daba vueltas y sentía que me quemaban las pestañas, como siempre que me levantaba muy temprano a cumplir un plan. Así, no fue difícil quedarme dormido otra vez. Me despertaron unos pitidos que resonaban en el cuarto. Me levanté adormilado, buscando a tientas la causa del ruido, hasta que logré encontrar y abrir mi pokédex. Era un mensaje. ¿Eh? Un profesor pokémon estaba haciendo un llamado a los holders. ¿Una nueva isla? ¿Pokémon especiales? Pedía que le hicieran una visita en su laboratorio, en Ciudad Lienzo, para mas detalles. El mensaje acabó. Y pensandolo, ¿porque no ir? Conocía la Ciudad Lienzo, había pasado por ahí a comienzos de mi aventura. Podía ir volando a darle una visita. Al levantarme, me di cuenta de que Lickylicky y Snorlax estaban husmeando en el minibar de la habitación del hotel, seguramente en busca de comida. Se llevaron un chasco, pues en estos tipos de hoteles solo dejaban una botella de agua en los refrigeradores. Tuve que ir entonces a comprarles algo de comer-de nuevo- y solo entonces pude ir volando con Chatot hacia la Ciudad Lienzo.
Dante Miles El vuelo había durado relativamente poco, Staraptor siempre volaba rápido y la distancia a recorrer realmente no era demasiada, el pueblo se encontraba muy cerca de Témpera así que por el momento... @ no tendría una experiencia de vuelo muy larga. Staraptor, cuando visualizó la ciudad poco a poco fue descendiendo hasta que nos ubicó en una plaza, bajé de un pequeño salto y nuevamente extendí mi mano hacia ella para ayudarla a bajar. —Lamento que el viaje no haya sido tan largo, quizás en otra ocasión puedas disfrutar la experiencia de un vuelo más largo —acaricié levemente el plumaje de Staraptor con tranquilidad, la experiencia en el aire siempre me había gustado desde que lo había podido experimentar Contenido oculto Jaenie
Astrid Müller A pesar de lo corto que fue el viaje, Astrid lo disfrutó enormemente. El aire dándole en el rostro (a pesar de que Dante estaba delante), la sensación de vértigo a lomos de un pokémon, sentir el plumaje de Staraptor bajo su piel... le gustó mucho. Salvo que tenía que estar sujetándose la peluca constantemente para que no saliera volando. Agradeció mentalmente que fuera atrás y no delante, y también agradeció que durara poco. Una vez aterrizados, volvió a usar la mano de Dante como sujeción para bajar del pokémon. —Oh, no te preocupes —dijo, asegurando la peluca lo más rápido y mejor que pudo. Eevee también descendió del Staraptor un poco mareado—. Siempre voy a tener otras oportunidades para hacerlo. Y... Bueno, ¿qué hacemos? ¿Damos una vuelta por ahí?
Dante Miles Staraptor volvió a elevarse por los aires cuando dejé de acariciarlo, así que una vez que mi amigo ya estuvo por los cielos, volví a tomar mi camisa para asegurarme de sentirme cubierto en Témera donde claro... allí había mucha mas gente que pudiera observar lo playero que iba en estos momentos o quizás solo lo estaba pensando demasiado en que tanto las personas se fijarían en mí. "Y... Bueno, ¿qué hacemos? ¿Damos una vuelta por ahí?" —Claro, podemos recorrer la ciudad un poco y así de paso, la puedes comenzar a conocer la ciudad antes que todos—señalé un camino con mi cabeza y así, comenzamos a caminar —, no se si eso sea una gran ventaja pero... algo es algo
Astrid Müller Contenido oculto Me vais a disculpar, pero ahora sí que ya no tengo inspiración, no sé qué carajos poner —Claro —contestó un poco ausente. Se había quedado contemplando la ciudad. Era más grande que Pincel, y quizá más transitada. Estaba llena de entrenadores, y por si acaso mantuvo un ojo en Eevee todo el tiempo, pero este estaba pegado a ella, entre asustado y desconfiado. Astrid se preguntaba por qué cosas había pasado para que mirara tan mal a los seres humanos, pero ya no era como al principio. Entonces, ella frunció el ceño, pensativa, y preguntó: >>Es aquí donde se celebra el torneo, ¿verdad? Estoy... asustada.
Contenido oculto Supuestamente esto es desde lo ocurrido en la Mansión Abandonada, so... (?) omfg al fin lo hago lloro bye EliLover Nekita Jaenie (?) ( ´╥ _ ก ̀。) Talía~ ¡Me estaba divirtiendo muchísimo! Seguía sin saber bien cómo hacerlo, pero la amabilidad de Eli me hacía sentir relajada y emocionada. Antes de poder atacar de nuevo, Eli-chan pareció distraerse con algo. Pero... pero solo miraba un punto fijo en la pared. —¿Eli-chan...? —Avancé unos pasos hacia ella, preocupada. No dejaba de mirar a su alrededor, como si hubiese algo ahí —. ¡Eli-chan! Abracé a Chikorita sin saber qué hacer. Observaba los nervios de Eli, contagiándome. Reaccionó dando por finalizado el combate y cogiéndome de la muñeca para acabar saliendo de allí. Sin decir nada nos subimos rápidamente en la esponjosa Altaria y volvimos a Témpera en un viaje silencioso. —Por cierto, pequeño, lo estabas haciendo muy bien... —murmuré abrazando a Beldum tras bajar con ayuda de Eli. "De verdad lamento esa salida tan apresurada, es sólo que... Sentí debíamos alejarnos de la mansión . Te compensaré el combate de alguna forma, espero no estés molesta." Negué con la cabeza y le devolví la sonrisa. Ella en verdad era una persona muy gentil y que pensaba en los demás. Me agradaba mucho. "¿Qué te parece si ahora vamos a comer? Si no mal recuerdo, yo te debo algo de comer." —Déjame adivinar... quieres algo dulce, ¿no? — Reí y abrí los ojos emocionada —. ¡Permíteme llevarte yo misma a un lugar donde comer muchísimos dulces espectaculares! Bueno, al menos a mí me lo parecen, pues... Miré al suelo avergonzada, cogiendo a Elisa de la mano. >> N-no es muy famoso, pero... puede q-que te guste —. Cogí con más fuerza su mano y comencé a caminar en dirección a la cafetería, guiándola, pero... —¿Dante?
Dante Miles "Es aquí donde se celebra el torneo, ¿verdad? Estoy... asustada." —Sí, es aquí donde se celebrará el torneo de la nueva generación de holders—dije mirando en dirección al lugar donde se llevaba a cabo el torneo, recordando la ocasión donde tuve que participar nuevamente y había terminado en el segundo puesto de este —, yo también tuve miedo en mi primer torneo —comenté soltando una pequeña risa para aligerar el ambiente —pero todo saldrá bien Astrid, ya verás. Caminamos por lo mucho uno par de metros más por las calles de Témpera, y cada tanto señalaba los lugares que podrían interesarle a Astid... como las cafeterías, puestos varios de comidas, bebidas y señalandole desde donde nos encontrábamos la localización del centro pokémon. "¿Dante?" ¿Uhm? Me detuve un momento y miré hacia mi alrededor para localizar a la dueña de la voz, encontrándome así con la cabellera rubia de Talia y a su lado se encontraba Elisa —Hola Talia, Elisa —moví mi mano de lado para saludarlas con una sonrisa en el rosto —¿Han estado bien?— pregunté, para después señalar a Astrid —Ella es Astrid, es una nueva holder y su torneo será dentro de poco...
Astrid Müller Asintió varias veces, procesando las palabras de Dante. Era un muchacho muy agradable y calmado, Astrid se sentía muy cómoda a su lado. No era ruidoso, no era inquisitivo, no era falso y tenía un gran corazón. A Astrid le pareció muy noble que regresara de donde fuera que estuviera, y que además la llevara a Témpera. Lo admiraba profundamente. Todo eso lo pensó a medida que el chico le indicaba todo lo de su alrededor, y la chica tomaba nota de aquello en su mente. No obstante, unas personas los interrumpieron. Y, una vez más, eran viejos conocidos de Dante. Y, una vez más, se veían igual de agradables y buenas que el propio muchacho. Astrid sonrió levemente de forma involuntaria durante la presentación. Aunque eso no la privó de hacer un escueto escrutinio de las dos nuevas personas, que, a su parecer, hacían una divertida pareja. Una vez fijó la atención en la chica rubia, alzó las cejas. Aquella era, de momento, la niña más adorable que había visto en su vida. —Es un placer conoceros —dijo con una sonrisa no demasiado ancha, la peluca se movió con cierta solemnidad cuando Astrid se inclinó en una reverencia.
Elisa Daroch. Reí ante la actitud de Talía, ella era realmente dulce, además, había dado en el clavo con su sugerencia, si ella conocía donde comer y aseguraba era bueno, yo encantada de ir a probarlo. Me cogió de la mano para llevarme al lugar que había mencionado, se notaba un poco nerviosa. —De seguro es espléndido —comenté tratando de calmar sus ánimos, Drifloon flotaba cerca de nosotras, siguiéndonos el paso. Caminamos por unos minutos hasta que nos encontramos con alguien conocido, sonreí ante el saludo de Dante e hice un gesto con la mano libre. "¿Han estado bien?" —Si, de maravilla —respondí, claramente saltando el suceso de la mansión abandonada, un escalofrío me recorrió al recordar aquello —, ¿cómo has estado tu? Después de decir aquello nos presento a la chica que le acompañaba, mi vista se clavó en ella, le mostré una sonrisa amable, solo para borrarla al ver como Drifloon de inmediato flotaba hasta la chica, analizando la de arriba a abajo para luego comenzar a juguetear con su cabello, ¿me pregunto de dónde saco la manía por hacer eso con los desconocidos? —¡Drifloon! —la llamé —, no hagas eso con cada persona que conoces, no sabes cómo podrían reaccionar —le regañe para ver cómo ella, resignada, flotaba hasta mi cabeza, le mostré otra sonrisa a Astrid —, lamento eso, ella es bastante juguetona, soy Elisa, encantada de conocerte. Contenido oculto No sabía qué poner, hace mucho no uso a la nena ;-;
Talía~ "Hola Talia, Elisa. ¿Han estado bien?" ¡No me había equivocado, de verdad era Dante! Hacía ya un tiempo que no tenía noticias de él, me alegraba tanto poder verle de nuevo. Salté feliz en mi lugar y me acerqué un poquito hacia él, con ganas de abrazarlo por la emoción, cosa que reprimí creyendo que no era buena idea. Y... ¡esta vez no estaba solo! Una chica muy linda le acompañaba, y no tardó en hacer las presentaciones. Su nombre era Astrid, y se dirigió hacia mí haciendo una reverencia. Me puse algo nerviosa ante tanta educación que no pude pensar en hacer nada más que el mismo gesto, algo exagerado. —¡Encantada de conocerte t-también, Astrid! Yo me llamo Talía y...—Me acerqué hacia ella con una pequeña sonrisa después de que Drifloon se hubiese marchado — ¡tu cabello es muy bonito!
Dante Miles Después de haber recibido el saludo de ambas chicas, noté con cierta extrañeza cómo Talía se había acercado ligeramente a mí y casi al instante se detuvo para dirigir su atención a Astrid, me permití soltar una ligera risa y aprovechando que estaba cerca por haber saludado a Astrid acaricié levemente su cabello para tranquilizarla al notarla algo nerviosa al saludar a la nueva holder. "¿Cómo has estado tu?" Apreté levemente mi agarre a mi camisa para mantenerla cerrada y suspiré —Bueno... estos días, semanas... realmente no han sido las mejores, quizás ayudar al grupo de Astrid ha sido lo mejor que he tenido —solté una leve risa incómoda, recordando los sucesos que habían sucedido con Emily, la discusión con Mimi... tener que usar estas ropas que me tenían bastante incómodo... —, pero confío en que las cosas se tranquilizarán un poco, o eso espero... —¿Les ha ido mejor a ustedes?
Y por fin estaba fuera de la cueva. Ciudad Témpera no se parecía en nada ni a Pueblo Pincel ni a Ciudad Lienzo. En realidad, se trataba de una ciudad mucho más grande y animada. Un cartel publicitando el casino del lugar me daba la bienvenida y me indicaba cómo se llegaba, pero mis prioridades eran otras. Tenía que averiguar dónde se celebraba el torneo e inscribirme en él, así que comencé a explorar la ciudad, manteniendo a Mightyena fuera de su Pokéball para evitar problemas. Después de un rato deambulando por el lugar, me encontré con un par de personas que me resultaban muy familiares, junto con otras dos más que no conocía. ¿Astrid y Dante? ¿Y quiénes eran las otras dos chicas? Y lo más importante, ¿cómo es que Astrid había llegado antes que yo a Ciudad Témpera? Contenido oculto Al fin llegué n_n Nekita Jaenie SweetSorrow EliLover
Dante Miles Un silencio incómodo se adueñó por un par de segundos, no sabía que otra cosa podía añadir a la conversación y cómo presentar a todas las chicas para que la situación fuera mas amena pero lamentablemente nada venía a mi cabeza. Por suerte para la situación, logré visualizar una sombra no muy a lo lejos —¡Devan, por aquí! —le llamé moviendo mi mano de un lado a otro para que se aproximara a nosotros. —Mira Devan, te las presento, ellas son Elisa y Talía... quizás puedan participar en su torneo, realmente no se como funciona en realidad para que mentirte... —sonreí levemente y luego miré a las chicas —Y bueno, él es Devan, inició el viaje junto con Astrid... Contenido oculto Lamento este post feo pero, mi imaginación no da para mas
Astrid Müller Una vez más, ocurrieron sucesos bastante más deprisa de lo que ella era. Simplemente enmudeció mientras seguía poniéndose en su lugar la peluca que la traviesa Drifloon de Elisa trató de quitarle (la verdad es que Astrid entró en pánico y por un momento creyó que su secreto iba a ser revelado) y sonrió dulcemente ante la confesión de la niña Talía, sabiéndole muy mal en el fondo que su cabello no fuera real. Estaba de segundo plano, callada detrás de Dante, cuando Devan apareció luego. Huelga decir que le sorprendió su presencia, ella creía que ya estaría por Témpera dando vueltas por ahí, no acabando de llegar. Le dedicó una media sonrisa a forma de disculpa y le saludó con la mano con rapidez mientras Dante hacía las presentaciones. Contenido oculto me sentía mal no contestar aunque no fuera a decir nada, la verdad, así que quería soltar algo
Contenido oculto Me disculpo por la tardanza. El relleno y yo no somos buenos amigos :V Dante me hizo señas y me acerqué. Poco después ya me había presentado a las dos extrañas — Hola —dije de forma simple y escueta, con la única intención de cumplir. En ese momento Mightyena se acercó a Elisa y Talía y comenzó a olisquearlas con curiosidad hasta que se dio cuenta de mi señal de reprobación y volvió conmigo. Quería saber dónde se celebraba el torneo, pero opté por guardarme la pregunta y esperar a lo que ocurriera...
Alpha Xenodis. Pasó aproximadamente un sexto de hora desde que el vuelo comenzó, por el cual sobrevolamos el Gran Pantano, Claro Pincel y finalmente terminamos por llegar a la gran ciudad de Témpera. Nosotros descendimos en la cercanía del Centro Pokémon, donde me quedé observando hacia todos los lares que podría alcanzar con mi visión, teniendo la espalda en dirección hacia el edificio del techo rojo. Oh, Témpera, ¡cuánto te extrañaba! Extrañaba ver a tanto entrenador novato por el lugar, extrañaba ver cómo había gente reunida para ver los combates de la Torre en las pantallas que habían por fuera de ésta. —Basta de distracciones. Un pequeño giro fue lo que bastó para quedar en dirección a la entrada, de manera inmediata me adentré en el local, obviamente tras haber regresado a Skarmory a su esfera. Al estar dentro una amable Enfermera Joy me dio un saludo que correspondí, dejé mis pokémon con ella y pedí una habitación para poder darme un rápido aseo. Teniendo las llaves solo subí las escaleras en carrera y me adentré a mi cuarto.
Dante Miles Finalmente Devan se había acercado pero, como había pensado, su llegada tampoco parecía haber roto el silencio que reinaba la conversación, realmente no parecía que podía hacer mucho al respecto así que acaricié levemente el cabello de Astrid y le sonreí levemente al notar que seguía detrás mio, tan siquiera ya tendría a Devan para intentar sentirse más cómoda. —Supongo que es tiempo de que parta de nuevo, los dejo en muy buenas manos —dije refiriéndome a Elisa y Talía —, mucha suerte en su torneo, la cede no está tan lejos de aquí, la encontrarán fácilmente... Me despedí con una sonrisa de todos los presentes y me alejé un poco para poder abrir la especie de portal que me llevaría de vuelta a Udan. —Mucha suerte a todos, nos veremos pronto. Y sin más, partí nuevamente hacia la nueva región.
Alpha Xenodis. Poco más de veinte minutos fueron los invertidos en mi cuarto: Una ducha rápida y un cambio de ropa fue lo suficiente para poder estar completamente listo para iniciar el nuevo viaje. Ahora mi ropa consistía en un pantalón de una tonalidad gris, una playera con un cuello en una forma parecida a la "T" de color verde claro y sobre eso llevaba una chamarra de un color más o menos verde, más oscura que la polera, que contaba con un par de pokéballs sobre ella a modo de insignia. Ya sobre mi rostro resaltaba una bandana con motivo de Charizard Shiny... Un obvio tributo a cierta flama. En mis pies tenía unas deportivas negras como siempre. —Muchas gracias. Con una pequeña sonrisa entregué las llaves de la habitación y a su vez recogí mis ocho pokébolas. Tras esto me retiré del Centro Pokémon y partí en una caminata un poco lenta hacia la Torre de Desafío.
Contenido oculto S'ha hecho lo que s'ha podío. Tbh hubieron cosas que no supe cómo llevarlas y aslñaskjsaailea Pero bueno, vamos a seguir con la aventura de una vez, por fi <3 EliLover Gold-Kun <3 Jaenie Morde ha sido un gusto rolear con vosotros y espero volver a hacerlo uwu <3 Suerte con vuestro torneo, si es que en verdad lo vais a tener (? <3 Cambio y fuera (? *huye* Talía~ Después de presentarme a Astrid, recibiendo una bonita sonrisa en respuesta, sentí una suave caricia en mi cabeza que me relajó un poquito. ¡Dante estaba siendo muy amable conmigo! ¡Y de algún modo ese gesto me emocionaba mucho! Se sentía bien ser mimada por alguien como él. ¿Sería quizá muy pronto para confiar en él al cien por cien? ¡Mamá me dijo que tuviese cuidado, pero nadie parecía ser malo en este lugar, uh! “Bueno... estos días, semanas... realmente no han sido las mejores, quizás ayudar al grupo de Astrid ha sido lo mejor que he tenido, pero confío en que las cosas se tranquilizarán un poco, o eso espero... “ La respuesta de Dante me dejó preocupada. ¡Muy preocupada y curiosa a la vez! ¿Qué le había pasado? ¿Sería malo preguntar? ¡Claro que lo sería, Talía, apenas le conocías! Pero, ow… no podía hacer nada por él. “¿Les ha ido mejor a ustedes?” Iba a responderle. ¡Iba a contarle todo lo que hice con Eli! El viaje con Ponyta, la pequeña aventura en la mansión junto a los pokemon fantasma, el intento de lo que era mi primera batalla… ¡Le iba a contar eso, de verdad! Pero… no sabía por dónde empezar. ¿Cómo se lo contaba? ¿Y si no lo hacía? Probablemente no le interesaba. ¿O sí? “¡Devan, por aquí!” De pronto, antes de poder decir nada, Dante saludó a otro muchacho que se acercaba a nosotros. Aquí todos se conocían, uh… “Mira Devan, te las presento, ellas son Elisa y Talía... quizás puedan participar en su torneo, realmente no se como funciona en realidad para que mentirte... Y bueno, él es Devan, inició el viaje junto con Astrid...” Mientras Dante volvía a hacer presentaciones yo me alejé un poco de él, situándome de nuevo al lado de Elisa. No sabía qué más hacer aparte de observarlo desde un lugar seguro. Me ponía nerviosa conocer a más personas en un día, pero debía darle una oportunidad como a cualquiera. —Hola, Devan— respiré hondo y le sonreí—. ¡Es un gusto conocerte! Un curioso pokémon se acercó a nosotras de la nada, siendo tan grande y peludito que me emocionaba. ¿Qué pokémon sería aquel? ¡Era realmente mono! ¡Quería tocarlo! ¿Me dejaría? Aunque, ¿y si le asustaba? Me arrepentí de no tomar mi decisión rápidamente porque pronto volvió al lado de su entrenador, dejándome las ganas de acariciarlo. Vi cómo Dante se giraba para encarar a Astrid y también le acarició la cabecita. ¡Dante era muy amable y dulce! ¡Me agradaba mucho! ¿Podremos ir de nuevo a por un postre de chocolate al Centro Pokémon? ¡Todos juntos a comer dulces, sería genial! “Supongo que es tiempo de que parta de nuevo, los dejo en muy buenas manos” Eso me tomó desprevenida. Sí, muy desprevenida. ¡Apenas nos habíamos visto de nuevo y ya se iba otra vez! ¿Tan rápido? Eso me entristecía. Dante fue el primero que me ayudó y se tomó la molestia de ayudarme a orientarme. ¿Será que debe ocuparse de aquello que le tiene mal estos días? ¡Si era así, yo le animaba a irse y solucionarlo con éxito, síp! De la nada… de la nada… ¡en frente de Dante había aparecido un círculo raro y flotante! ¿Esa era un transporte más moderno del que yo no estaba informada? No me extrañaría, pero… —¡Dante, buena suerte con todo!—Alcancé a exclamar antes de que aquella cosa extraña se lo llevara. ¡Seguro que pronto nos encontrábamos de nuevo! Me giré, viendo a Devan y a Astrid en un lado, y a Elisa en el otro. Me acerqué a ella con una sonrisa y me coloqué a su lado. —Uhm... yo… tengo hambre —murmuré algo avergonzada. ¡Pero íbamos a ir a comer juntas antes de encontrarnos a los demás! Y ellos de todas formas se iban a un torneo o algo, así que no pasaba nada…—¡Vayamos ya al Centro Pokémon, Eli-chan! >>¡Os deseo buena suerte en vuestro torneo! Y ojalá nos volvamos a ver… Y así, despidiéndome de ellos, tomé la mano de Eli en dirección al Centro Pokémon, con el único objetivo de satisfacer nuestros hambrientos estómagos.
Alpha Xenodis. Ya afuera de la Torre solté un gran suspiro, negué con la cabeza un par de veces y descubrí finalmente mi rostro, apartando el género color negro. ¿Esto de verdad había pasado? Mi combate de regreso había terminado con una victoria por falta de tiempo. —Qué estupidez. Volví a soltar un desganado suspiro antes de comenzar mi marcha al Centro Pokémon; Basculin y Slowbro necesitarían un pequeño descanso antes de partir a la siguiente ciudad en búsqueda de cubrir todo el tiempo perdido. ... La caminata duró un rato y entonces me posicioné dentro del hospital para pokémon. En el mesón como siempre una alegre Enfermera Joy recibía a todos los que pasaban por el lugar, siendo ésta una de las veces donde más atareada le lograba ver; Entrenadores salían y entraban, dejando una enorme cantidad de bandejas en el lugar. —Supongo que dejaré esto aquí y esperaré. Tras dejar en una bandeja con mi nombre a mis dos compañeros simplemente me senté en uno de los sillones del lobby, fijando mi vista en la televisión que transmitía combates de la Torre.