Ciudad Témpera

Llegué a Ciudad Tempera. Luego de un almuerzo en un restaurante, decidí encaminarme a la Caverna Témpera. Sin embargo, decidí ir al Centro Pokémon antes de partir allí, por si acaso. Al llegar, noté cerca del local a una pareja. Saludé cortésmente, e hice ademán de entrar al Centro Pokemon.

***

Al salír, me dirigi a la caverna tempera.

 

Note a la chica demasiado pensativa por lo que opte no molestarla y alejarme del lugar, guarde a cada pokemon en su pokebola y despues de haber acabado el almuerzo decidi partir, sali del Centro Pokemon y me monte en Flygon, sobrevole un poco la Ciudad tratando de pensar algun lugar bueno para poder entrenar o descubrir mas misterios sobre el mundo de los pokemon.

—Bien Flygon a donde te apetece ir?— le pregunte al pokemon dragon y este solo rugio y elevo un poco mas el vuelo, al parecer el queria estirarse un poco antes de partir hacia otro lugar.

 

Salí de la caverna tempera, ahora con una nueva maquina oculta aprendida. Revisé las zonas en las que Cascada era posible usarse según el mapa...y vaya que lo encontré. ¿La calle Victoria?

Mientras revisaba el trayecto, me di cuenta de que probablemente en ese lugar podría hallar pokemon interesantes para conformar el equipo.

 

Regrese a Ciudad Tempera puesto que había recibido un mensaje de una de las tiendas de la Ciudad donde tenían en especial accesorios para los Pokemon y para los entrenadoras así que antes de partir a la ruta opte por aprovechar la oferta, la tienda se encontraba justo alado del Centro Pokemon.

Justo después de regresar a Swampert y de sacar a Flygon salí volando de el Pueblo Lápiz, al ingresar a Ciudad Tempera me quede con Flygon pues no era cuestión de mucho tiempo el regresar a buscar sobre la ruta nuevas aventuras.

 

Contenido oculto: <33

Feliz Navidad<3
Yo sigo existiendo, y pienso rolear más seguido(?)
Es lo más que pude hacer por ahora, igual sirve /u\ Que sigan ocurriendo milagros navideños <3
@EliLover

*Huye*

​

Talía~

Era de buena mañana, y el sol entraba por la ventana atacando el rostro de una pequeña niña rubia que sólo deseaba dormir un ratito más. Lentamente se dio media vuelta y se sentó en la cama, abriendo lentamente sus ojitos violáceos. Observó a su alrededor, algo confusa, y acto seguido bostezó colocando su mano frente su boca.

—Tengo la sensación que me olvido de algo...—Murmuró observando al fondo de la cama.

Ahí estaban Eevee y Chikorita despertándose, estirando sus patitas y rodando en la cama. Talía se extrañó de no ver a Beldum con ellos, pero enseguida sintió que la llamaba dando vueltas por la habitación.

—¡Qué madrugador eres! ¿Estás ansioso por salir, acaso?—La pequeña se río y se levantó por fin de la cama. — Vaaale... hoy es un día especial...

Talía empezó a cambiarse de ropa mientras pensaba qué hacer el día de hoy. Era la primera Navidad que pasaba sola y fuera de casa. Recordó vagamente que le prometió a su mamá llamarla para asegurarle que estaba bien, y que en verdad podía hacer este viaje sola.

"Síp, espero no meterme en problemas. Aunque... me pregunto cómo estarán Alpha y Mimi..."

—Bueeeeno, da igual. Dudo encontrarme con ellos de nuevo.—Talía arregló su cabello y se acercó a la puerta con todo preparado. — ¡Vámonos! Deberíamos comer algo...

Abrió la puerta y salió de la habitación seguida por sus pokémon. Aunque dos de ellos andaban un tanto hiperactivos...

— ¡Eh! ¿Dónde vais tan deprisa?— Eevee y Chikorita bajaban corriendo por las escaleras, persiguiéndose el uno al otro.— Por favor, esperad...

La pequeña rubia infló sus mejillas y corrió tras ellos.

"Cuánta energía de buena mañana."

 

Contenido oculto

Guapa

Apenas finalice la batalla contra mi cabello salí de la ducha, me había secado y vestido con la pijama de forma rápida, no necesitaba enfermar después de todo lo que había pasado, estaba muy agotada como para meter otra preocupación en mi cabeza.

Cuando salí del baño dejé mis cosas sucias en mi bolsa, me lancé a la cama y fije la vista en el techo, Drifloon se recostó en mi estomago, logrando así sacarme una sonrisa, había sido un agotador día y me merecía descansar un momento. No supe en que momento me dormi sobre las sabanas.

Me desperté al sentir un peso nuevo sobre mi estómago, al abrir los ojos pude distinguir dos figuras, la de Ivysaur y la de Gengar. El tipo planta dormía apoyando la mitad del cuerpo en mi abdomen y la otra mitad en la cama, por otro lado Gengar me miraba en altura, le mostré una sonrisa.

Sacudi levemente a Ivysaur para despertarlo, era momento de levantarse, cuando abrió los ojos me sonrió y se sentó a mi lado. Me destape y levante de la cama, hasta llegar al recuerdo de no taparse con la sábana la noche anterior, volví la vista a mis amigos.

—Si ustedes fueron sólo quiero afirmar que los quiero mucho —todos asistieron.

Abrí mis brazos, invitandolos a un abrazo, Ivysaur salto a mis brazos, Drifloon subió a mi cabeza y Gengar me rodeó por la espalda, eran los mejores, siempre preocupados por mi.

—Bien chicos —comenté soltandolos —, primero vestirme, luego comer y después practicar para el concurso...

Me quedé quieta, el concurso, no je había inscrito en el concurso, ¿cómo había olvidado algo así?, aunque el siguiente era en la categoria de Carisma y yo no sabía bien que hacer, no podia no inscribirme, ¿verdad?

Me vestí lo más rápido posible, cogí mi bolso, no habia tiempo que perder, debia comer rapido para volver a Acuarela. No entre a ninguno de mis compañeros en la pokéball y no supe en que momento Drifloon volvió a mi cabeza, cerré la habitacion y corrí por el pasillo seguida de mis amigos.

Ya frente al mostrador del centro devolví la llave a la sonriente Joy, me despedí con una sonrisa y me aleje unos pasos.

Ahora venía desayunar algo, gire en dirección a la cafetería y cuando estaba por iniciar la marcha al lugar note que me faltaba algo.

—Oigan —llame la atención de dos de mis tres pokémon —, ¿dónde fue Gengar? —Ivysaur y Drifloon se miraron unos segundos y luego al voltear a verme me hicieron un gesto de no saber, yo arrugue la nariz —. Hay que encontrarlo antes de que se meta en problemas.

 

El aterrizaje en Ciudad Témpera fue suave y ameno. La lluvia habia cesado en algún momento del trayecto, pero aún así me encontraba empapada y necesitaba aunque fuese un breve descanso.

Me apresuré en ingresar al centro pokémon, el cual sorprendentemente se encontraba prácticamente desierto. Joy se encontraba en la mesa de entrada, mirando el ordenador frente a ella con aire distraído, mientras su compañero Togepi caminaba por el borde del mostrador con aquella jovialidad característica suya. La enfermera se sorprendió de verme llegar, pero enseguida se alegró; siempre le agradaba cuando yo la visitaba.

Le encomendé a Joy la curación de mi equipo pokémon completo mientras yo me retiraba a mi habitación para secarme. Tras una rápida ducha de agua caliente, me sequé y estaba como nueva, como si la lluvia jamás me hubiese tocado. Me puse mis ropas usuales y al tomar mi bolso cayó del interior de éste una chaqueta, mi chaqueta negra, la cual solía usar siempre… creo que no la usaba desde la batalla contra Giratina.

Sacudí la cabeza, ignorando hacia donde se dirigía aquel tren de pensamiento. Me puse la chaqueta, tomé el bolso y abandoné la habitación. Joy me regresó las pokebolas con una sonrisa; tenía intenciones de charlar y ponernos al día, pero tuve que detenerla antes de que comenzara, pues sólo estaba de paso. Le dije que iríá a entrenar a la Pradera Arte, y que nos pondríamos al día luego. Un poco sorprendida por el alto un tanto brusco que le di a la conversación, Joy asintió, y tras despedirme volví a partir a bordo de Skarmory, alejándome hacia la pradera.

 

Hubert

Esta vez la había perdido de vista y no había manera de intuir el camino que podría haber tomado. La gama de posibilidades era amplia, pues Galeia no era una región precisamente pequeña. Atravesamos torpemente el cielo, pues la tormenta y la lluvia impedían que Pidgeotto lograse volar en línea recta, en una dirección fija… Al final, en un punto donde los nubarrones eran más o menos difusos, logramos ver a nuestros pies los límites de Ciudad Témpera y, un poco más cerca, la entrada de la Caverna.

—No sé a dónde podría haber ido Effy —le dije a Pidgeotto en el oído, con una sonrisa triste—. Pero supongo que la Caverna no es un mal sitio para comenzar la búsqueda. Vamos allá.

—¡Pidgeotto! —respondió el pokémon volador, tras lo cual descendió

 

Contenido oculto: ...

._. En cada post necesito excusarme o no me sentiré bien xD
Holi, de nuevo ando haciendo posts sinsentido a altas horas de la ma...ñana uwu Admito que no lo leí entero(?
@EliLover

Talía~

La pequeña niña bajaba las escaleras corriendo, en un intento por no tropezarse. Se sujetaba a la barandilla y dejaba deslizar su mano por ella, mientras continuaba persiguiendo sus revoltosos pokémon, con Beldum frente a ella.

Al final de éstas, observó que Eevee y Chikorita se pararon frente a otro pokémon...

"Hum... ¿qué pokémon es ese?"

Rebuscó en su bolsillo al acordarse de que tenía una pokédex, muy útil en casos como esos, y la sacó.

"Gengar, el Pokémon sombra. Gengar es la última evolución de Gastly. Puede absorber todo el calor del entorno causando un frío repentino."

—Uhh... Eso último no suena muy bien.

Talía se acercó poco a poco, observando el intercambio de miradas entre los pokémon. Sí, empezaba a sentir algo de frío a medida que se acercaba, así que se abrazó a sí misma llegando hasta ellos.

Gengar la miró. Ella lo miró. Y así la pequeña dio un paso hacia atrás dudando del pokémon. Claro que... si estaba en el centro, no podía hacerle nada.

Se agachó y alejó a sus pokémon de Gengar, mientras que a éste le hacía un gesto con la mano para que se alejara.


—Shú, shú... No... N-no les hagas nada a mis chicos.— Le dijo, levantándose, preocupada.

Se dio la vuelta y dio un par de pasos, pero algo le hizo detenerse. Y es que Gengar en un rápido movimiento se puso frente a ella, abriendo los brazos como si no quisiera que la pequeña se alejara. Eso confundió un poco a Talía, hasta que vio al pokémon sonreír y acercándose a ella.

—Ehm... ¿qué pasa?— Lo observó, preguntándose sobre su actitud.— Ah, ¿puede que te hayas perdido?

La rubia se agachó, teniendo a Gengar casi a su altura. Lo observó, tratando de comprender qué quería, y entonces el pokémon saltó encima de ella haciéndola caer.

Se escuchó una risa.

Contenido oculto: ._.

Okay, lo leí y hay muchas repeticiones ._.
PD: No sé usar una pokédex, help(?

 

Drifloon se había separado de mi cabeza, Ivysaur buscaba minucioso en todas partes, todas partes, me había disculpado con un par de personas por el comportamiento del tipo planta/veneno.

Fui hasta la enfermera Joy, le conté mi situación y tras recibir un gran regaño sobre la responsabilidad me comentó que ella me llamaría si recibía alguna queja, cosa que yo sabía pasaría, sobre el pokémon. Yo agradecía por el gesto volví a mi búsqueda.

Habían pasado unos minutos y mis nervios aumentaron, Gengar nunca pasaba tanto tiempo sólo, ni cuando era un Gastly le dejaba estar sólo.

—¿Quizá más ayuda nos sirva? —mis amigos se miraron y luego volvieron su vista a mi —. ¿Qué?, ¿dicen que tener tantos pokémon afuera fue lo que nos llevó a esto?

Se voltearon y volvieron a la búsqueda de mi fantasma, arrugue la nariz pensativa, ahora que lo meditaba un poco, era extraño no saber de él en tanto, es decir, hablamos de un pokémon el cual ama causar caos, ¿cómo era posible que nadie reportará a un fantasma jugueteando libre?

Camine a la puerta del centro, quizá andaba por los alrededores, asustando a quien quiera entrar al lugar. Cuando estaba por abrir la puerta escuché algo que llamó mi atención.

Una risa que, para mi, sobresalía de todo el ruido, mis dos pokémon llegaron rápido a mi, Ivysaur se me adelantó un poco y Drifloon subió a su lugar favorito. Ambos caminamos a paso rápido hasta la fuente de la risa.

Lo que vi me dejo inquieta, Gengar riendo sobre una chica, de inmediato aparte al pokémon, por otro lado Ivysaur le ofreció un látigo a la entrenadora para que se pusiera de pie.

—Ahora Gengar —me puse a su altura cruzando los brazos sobre el pecho —, ¿qué tienes que decir en tu defensa?

El fantasma miro a la otra entrenadora, yo me levante suspirando levemente. Drifloon bajo de mi cabeza, dispuesta a regañar a Gengar.

Mientras tanto, yo tenía una disculpa que dar. Gire el cuerpo a la la chica, la cual, ya de pie, me miraba de arriba a abajo. Sus pokémon habla an animados con Ivysaur.

—Espero que mi pokemon no te causara gran problema —comencé un tanto avergonzada —, Gengar puede llegar a ser algo travieso, es su naturaleza disfrutar de las bromas —solté una pequeña risa.

Volví la vista a mis fantasmas, Drifloon con mucha energía regañaba a la evolución de Haunter, el cual realmente no estaba interesado en oír lo que la chica tenía que decir.

—¡Oh, casi lo olvidó! —dije de repente mientras voló mi vista a la entrenadora —, mi nombre es Elisa —me presenté amable y sonriente —, ¿cuál es tu nombre?

 

Tras volar un buen rato con rumbo a Ciudad Acuarela, Natu decidió hacer una parada antes, el pobre estaba cansada, se notaba en su respirar.
Ya en la calle, le di un chance de reposar, mientras yo buscaba algo que hacer en la famosa Témpera.

—Podría probar mi suerte en el casino... He conseguido muchos puntos—dije. Sin embargo esas cosas solían ser adictivas—. Lo tengo, ¡la Torre Desafío!

Una vez decidido mi destino, emprendí caminata hacia el gran edificio donde entrenadores de todo tipo se reunían para probar su nivel.

 

Al fin de vuelta a la ciudad en la que más tiempo pasaba. El tipo roca aterrizó con la misma brusquedad de siempre, bien lejos de la torre, y tras recogerse a su ball no volvió a salir. ¡Ahora me tocaba andar un buen trecho! Pero bueno, ya sabía cómo era Archeops, siempre igual de "juguetón".

—Más me vale que comience a andar, o si no cuando llegue ya habrá oscurecido... —pensé en voz alta mientras aceleraba el paso. Pronto, comencé a dar zancadas, y antes de que quisiera darme cuenta ya había empezado a correr.

 

Me mantuve en el aire hasta asegurarme que estuviésemos cerca de la Torre Desafió. No había tiempo que perder. Ese lugar se llenaba súper rápido, había que aplicar la "ley del más vivo", lamentablemente.

—¡Allá! —señalé.

Noivern vio el gran edificio y aterrizó justo en la puerta. Tomé aire y entré al fin a la Torre Desafío.

 

—¡Témpera a la vista! —exclamé eventualmente mientras poco a poco empezábamos a descender en la urbe—

Tras minutos arduos por el calor recién comenzando, no tardé mucho en aclimatarme, y echar una caminata a la torre

Pero un pequeño anuncio se dedicó a fastidiarme el día dejando en claro que la misma estaba llena

—Uf... Tarde como siempre...

 

Luego de unas horas, de nuevo me encontraba en Ciudad Témpera. La torre desafío parecía estar al tope, asi que fui caminando por allí. No tenía hambre, y de todas formas todo restaurante estaba sencillamente mas lejos de donde yo me encontraba en ese momento.

Aproveché las dos victorias contra Brendan para hacer que Arcanine cambiara de habilidad, ahora podía ser más útil. No me di cuenta de donde estaba o si estaba solo hasta que dejé el holomisor y me fijé alrededor.

Noté que una chica se acercaba a unos metros, y no tarde en reconocerla.--¿Mizz? ¡Eh, Mizuki!--llamé.

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@Void Izumi

 

Escuché una voz que a lo lejos me resultó familiar, aunque la escuché llamar a alguien por ahí que me resultó igual de familiar.

En cuanto hice mi mente y escuché a quien llamaba me puse nervioso, y empecé a sudar, tratando de pensar en otra cosa para distraerme, quería olvidar ciertas cosas...

—Ehm... —resoplé, para luego ver mi billetera y llevarme una mano a la cara— Cierto... Lo que me quedaba me lo gasté en subir algo las estadísticas... De Blastoise..

 

Paseaba con Umbreon a mi lado, había estado un tiempo descansando entre batallas, y al fin iba a continuar mi aventura, sonriendo salí del centro pokemon junto a Typhosion.

—¿Tienes hambre?—Le pregunte a mi pokemon, al estar un rato caminando, pero cuando este me iba a contestar ví a Rojo, por lo que sonreí, y me iba a dirigir donde estaba.

Nada mas dar un paso escuche como alguien me llamaba a mis espaldas por lo que me gire.

—¿Eh?—Me dije para luego ver quien me llamo, por lo que sonrei—¡Oh, Hola Drake!—Exclame mientras me acercaba a el.

 

Revisaba mi mochila, por alguna razón no dejaba de hacerlo, era una maña que ya traía de hace mucho, aunque no se por qué se me pegó, tal vez soy mas precavido de lo habitual, aunque por eso me veía algo raro, aunque no tenía muchas cosas interesantes dentro... Así que lo dejé descuidado por unos momentos... Y... ¡Zas! La pillé

—¿Buscando dulces, Sylveon? —me reí, pues era una trampa, no los tenia en el bolso, mejor dicho, ni siquiera tenia dulces del todo—

La hada salió de la mochila derrotada por no conseguir sus dulces

—Vamos allá... Después compro..,