Ciudad Témpera

Caminé un largo rato por la ciudad y sin querer, llegué a las afueras. Me quedé observando la caverna témpera. ¿Seguro que seguirá ahí...?
En ese instante me sonó el videomisor y lo cogí. E-era Cheren... mi antiguo novio... Miré hacia todos lados asegurándome que estaba sola y respondí a la llamada.

--H-Hola Cheren. ¿Qué querias?

 

Llegué al lugar anterior de donde estábamos, pero, White no estaba.

--¿White? ¿Dónde está?--

Cogí la pokéball de Poochyena, a ver si así, la encontraba con su sentido del olfato.

--Encuentra a White, por favor.--

 

Llegue a donde dormi la noche anterior--¿ Y donde esta?--

 

Cheren: Hola Liz... --dijo mirando para otro lado, sonrojado.
Liza: ¿Que quieres ahora? --le pregunté intrigada.
Cheren: P-pues, tengo que darte una buena noticia...
Liza: ¿Cual?
Cheren: Creo que ya saben donde esta pika.

Me quedé congelada al oir lo que me había dicho. No podía moverme... pika...¡estaba vivo!

Cheren: Liza, ¿estas bien? --me preguntó preocupado.

En ese momento reaccione y le hable.

Liza: S-Si, pero, ¿!donde esta pika!? --le pregunté con un grito que debió escucharlo hasta Destiny.
Cheren: dicen que puede que este en la llanura relámpago...

Aquellas palabras hicieron que una lágrima corriera por mis ojos.

 

--N-No sé.--

Espera... ¡Claro! Le preometí que no la abandonaría. Pero... Si fué solo un momento, quería sorprenderla...

--Creo que es culpa mía...--

 

-- La tenemos-- le dije luego de que un grito se escuchara.

 

--No sé, pero yo voy a buscarla. Poochyena la habrá debido de encontrar.--Sonaba bastante confiada, pero, no estaba segura.

--A saber en que líos se ha metido.--

 

--Ve a por epla, esta en esa direccion-- apunte al norte de donde vino el grito.

 

--¡Gracias!--

Ahora a buscarla. Intenté devolver al pokémon de mi padre en su pokéball, pero no se dejaba, y Charmander tampoco. No me quedó otra que llevar a los dos.
Cogí a Charmander en mis brazos, y Spark iba a mi lado solo. Ahora si, a averiguar donde está White.

 

Cheren: ¿Y? ¿Qué vas ha hacer? --me preguntó.
Liza: Ir a por él, cueste lo que me cueste. --dije muy decidida y me sequé rápidamente la lágrima.
Cheren: Liza, ten mucho cuidado. Ahora mismo se acerca una gran tormenta en ese lugar. --sonó muy preocupado, cosa que hizo que me sonrojara levemente.
Liza: O-Ok, lo tendré. Te prometó que lo encontraré y volveré sana y salva Cheren. --le sonreí.
Cheren: (Cheren se puso rojísimo y no pudo responder).
Liza: Esto... ¿estas ahí? ¿Cheren?
Cheren: Si si, ten cuidado, cambio y corto. (y cortó la comunicación.)
Liza: Adios...

Apagué el videomisor y miré la hora. Eran las 11 y media de la mañana y el torneo aun no me había solicitado, por lo que tenía tiempo.
Miré hacia todos lados por si alguien me seguía y comencé a correr.

 

Llegué hasta donde me dijo Alpha, pero no había nadie, y Poochyena tampoco estaba por ahí.
--¿Dónde se abrá metido?--

 

Iba tan metida en mis pensamientos que no vi que tenía un árbol delante y me choqué contra él. Me hice un arañazo en la cara y me puse la mano en ella, gimiendo.

--Auch, ¡¿por qué no veo por donde voy?! --dije muy enfadada.

Al tener la mano en la cara, no me di cuenta que un pochiena se acercó a mi y se subió a mi regazo. (Ya que por culpa del golpe había ido a parar al suelo)
Me aparté la mano y vi que aquel pochiena era el de Des, y que me había reconocido. Me levanté y lo cogí en brazos.

--Hola pequeñin. --le acaricié cariñosamente. --Te ha mandado Destiny, ¿verdad?-- miré para todos lados pero no la vi.

 

Maldita sea, se mete por todos lados. Seguí caminando en busca de Poochyena, hasta que lo encontré junto a...

--¡White!-- Me acerqué a ella corriendo, no sin antes, coger a al pikachu, y dejar a Charmander en el suelo.
--¡White! ¡Mira, mira a quién he encontrado!-- Le enseñé a Spark, que saludó con su patita. --¡Es Spark! El pikachu de mi padre.--

Empecé a cariciar la cabeza del pokémon, dejandole su "mechón" un tanto revuleto.

 

Vi que Destiny aparecía de la nada y me enseñaba un pikachu... no pude evitar ponerme un poco triste. Pero sonreí forzadamente y le contesté.

--Que bonito es... --le dije acariciandole la tripita con los dedos indice de cada mano. Era la forma a la que les gustaba mucho que le acariciaran. --A los pikachu les gusta que le hagan esto. --le expliqué.

 

--Le encontré en la Llanura de los relámpagos. Me costó bastante, pero, lo hice.-- Dije sonriente.
--Además, atrapé también a un Luxio. Si no llega a ser por Poochyena y Alpha no hubiera entrado.--

 

No pude aguantar más, y eché a correr en dirección a la salida de la ciudad. No dejaban de llegarme recuerdos de aquel que fue mi pokémon cuando tan solo tenía siete años... y que un día se perdió... y no lo volví a ver más. Lágrimas salían de mis ojos y no me detenía ni por un instante.

 

Me subí al arbol en el que dormí la noche.anterior y empece a buscar a las chicas-- Pidove ayudame--Libere a mi.pokémon conste que las encontrara.

 

--¿Qué le pasa?-- Me pregunté extrañada.

Spark y yo intercambiamos miradas extrañas.
--Bueno, si quiere estar sola...-- Solo pude respetar su intimidad tristemente.

--En fin Charmander, vas a tener que aprender a ir en tu pokéball.--

Cogí el artefacto, pero cuando Charmander lo vió, se negó rotundamente.
--Venga Charmander...--

 

--Vamos Pidove tu puedes--

 

Sin querer dejé caer la pokeball de pika, que tenía un rayo en el medio, la misma que cogió Destiny cuando estábamos desayunando en la ruta 304. No me di cuenta y seguí hacia la caverna tempera.