Inflé mis mejillas de nuevo, pero tengo un plan. --Pues no te digo lo que te quería decir desde ayer.-- sonreí malvadamente.
--Si, pero no sabía, de hecho, creo que te lo dije, pero más escondido anoche.-- Le dediqué una de mis típicas miradas. --¿Quieres saberlo?--
--A cambio de algo.-- Respondí con una sonrisa. --Será más adelante, pero tienes que jurarme que lo harás, sea lo que sea.--
--¿Te reconcome la intriga? Eso me gusta.-- Dije maliciosamente. --Es qué... De todos modos, no quiero dejar sola a White... Pero creo que un momento...--
--Entonces no tengo problemas.-- Estaba un tanto nerviosa, creo que hasta sé me notaba, y mis mejillas estaban adoptando un tono rojo.
--¡E-Espera! ¡No te acerques tanto aún! ¡Primero hablo respetando mi espacio vital! -- Suspiré entrecortadamente, y luego continué. --¿Te Gus..ta alguien?--
Me sorprendí ante esa pregunta, desde empezar el viaje no había pensado en eso-- No, la verdad no-- le conteste eso que sea para no dejarla con la duda.
--Ah... Bueno, emmm...-- Soné un poco deprimida, pero voy a ser valiente por una vez. --Te voy a confesar algo.--