(Y a eso se le llama escapar) — A volar Libere al pokemon de la region Kanto y lo monte, en ese momento empezo a volar
(En Fiiin!) Eevee apenas se sostenía en pie, mientras Lucario seguía recto y con sus patas cruzadas. --Eevee... Mejor dejemos por ahora ¿vale?-- dije acercándome al pequeño pokémon Eevee negó, y enseguida volvió a ponerse en pie dispuesto a atacar a Lucario. --Pokémon cabezota... No sé como me las apaño, pero siempre me tocan los cabezotas...
Le ordene que volara bajo y este hizo caso. Empezo su vuelo con su gran agilidad y a unos 3 metros del suelo.
Lucario decidió evitar que el pokémon tipo normal le diera, sólo para evitar que se cansara más rápido, pero aún así Eevee estaba agotado. Decidí sentarme en el suelo, porque esto daba para rato. --Lucario, intenta al menos pararlo pero sin golpearlo-- le dije a mi pokémon tipo lucha, el cual asintió Me extrañaba que Eevee no se rindiera tan rápido. Normalmente, se detiene cuando empieza a flaquear. de todos modos, ese entusiasmo me gustaba, sobretodo para la evolución que quería.
En unos segundos de volar cosas pasaron...ahora nos perseguia un tipo en un Pidgeot. — ¡Acelera!— le grite— ¡Estupido dragon hambriento!
Eevee llegó a un punto en el que no se podía poner en pie ni aunque lo intentara. Decidí acercarme a él y tomarlo en brazos. Le di una sonrisa a ambos pokémon, pero sobre todo a Eevee. devolví a Lucario a su ball para luego acariciar al pokémon evolución. --Bien hecho Eevee -- le dije. Este simplemente sonrió débilmente, pero se sentía orgulloso -- . Espero que cuando evoluciones tu entrenamiento sirva para algo.
Eevee empezó a reponerse poco a poco. Yo me encontraba sentada bajo un árbol con mi pokémon acompañante en mi regazo. De pronto, recordé los asuntos que tenía pendientes, pero... --Agh... ¿Qué hago? -- me pregunté en voz alta llamando la atención de mi pokémon, el cuál, me miró preocupado --. No te preocupes Eevee, no es nada malo. O eso creo...
— A suelo El pokemon bajo agilmente y lo regrese a su pokeball — Gracias amigo...— sonrei mientras empezaba a caminar.
Eevee empezaba a estar menos cansado, pero seguía débil. Empecé a acariciarlo mientras pensaba en algunas cosas. --Dichosos hombres... Son demasiado complicados...-- me dije en susurro Seamos realistas... En verdad a los Hombres sólo le gustaban tres cosas, pero eso era a los adultos... A pensar rubia, a pensar...
Regresé a Témpera, me bajé de Flygon y éste volaba por arriba de mí, buscaba una tiendita para comprar algunas botanas y me topé con Mizuki —Hola (@Dark-chan)
Entre en una tienda donde me compre un helado de vainilla el cual empece a lamer sonriendo mientras caminaba por la ciudad
(Bien bien jeje) —Voy a comprar unas cosas y voy al Bosque del Lago, ¿Vienes conmigo? Es la nueva casa de Brendan —sonreí— Flygon estaba a mi lado, y para conocernos hace veinte minutos ya nos llevábamos bien
Decidí ponerme en pie con Eevee en brazos. Necesitaba ir a por eso ya pero... ¿¡Qué puede ser eso!? --Vale Eevee... Espero que conozcas a los chicos, si no... Estoy condenada.
Segui comiendo mi helado mientras miraba en una tienda articulos de entrenador: pokeballs, mochilas, cinturos mas grandes que el que yo llevaba..lamentablemente no tenia dinero para nada de eso.
Eevee negó. --Da igual... Me las apañaré yo misma...-- dije suspirando Eevee se subió a mi hombro sonriente. Bueno... Al menos sé que tiene fuerzas para mantenerse ahora. A continuación tocaba lo que más me gustaba... Ir de compras. Aunque lo que comprara no fuera para mi.
Termine yendo a un arbol en donde me sente a reposar un rato. Nada que hacer, nada con quien pelear...se me pudrira el alma.
Empece a caminar sin rumbo—Es tan aburrido estar sola—murmure cuando siento que chuchu me da un golpe— ¿que tienes chuchu?—ella me mira fulminante y saca todas las pokeballs—jaja, me refería compañía humana, chuchu—ella guarda las pokeballs—se que los tengo a ustedes.
No se cuántas cosas que poder comprar... ¡Y no sabía la correcta! --Dichosa inseguridad...-- decía mientras miraba escaparates y demás. Eevee se mantenía confuso, ya que no sabía que hacía. --Menuda Dicha tengo...