Eevee hizo un pequeño sonido como que estaba de acuerdo con la otra entrenadora, y yo sólo suspiré en respuesta. —Por cierto Liza, ¿viste mi batalla? —pregunté, esperando que hubiese sido así...
Acaricié la cabeza de Eevee mientras sonreía. —Tu Eevee me apoya en la causa mientras a tí te da igual. Ahora me voy a un rincón a llorar. —le guiñé un ojo al pokémon para que supiera que estaba de broma y me separé para mirar a Effy, sonriente. —¡Claro que sí! No me la iba a perder por nada del mundo. ¡Felicidades! Ganadora de la primera ronda. Nada más decir la última frase coloqué una de mis manos para que me la chocara. Me alegraba que hubiera pasado.
Choqué la mano de Liza en el aire como en señal de victoria, a pesar de que aún era la primera ronda. Aún quedaba mucho por delante... —Gracias Liza —le sonreí entonces—. Me preocupé mucho hacia el final, ese MegaLucario era bastante fuerte...
—De nada y es verdad, el final estuvo reñido, ¡pero eso lo hizo más emocionante! —exclamé sonriente. —Ve a por todas a la segunda ronda, ¿eh? Te estaré animando.
—Por supuesto —afirmé, decidida. No pensaba dar menos que el 100% de mí y de mi equipo en este torneo—. Y gracias... ya sabes, por... animarme.
—¡Así se habla! —exclamé alegremente.—Y no tienes por qué agradecerme nada, las amigas están para eso y más. Deberías saberlo. —le sonreí y volví mi vista de nuevo a la pantalla que se situaba tras de mí.
Continuamos viendo las batallas con Liza mediante la pantalla por un buen rato, concentradas en los intensos combates que estaban en curso. Mitsuki ya había perdido a su primer pokémon contra el poderoso Typhlosion de Dante, pero había sacado a Arcanine y parecía lista para dar vuelta la batalla. Mientras tanto, en el otro campo de batalla, el Sylveon de Rojo atacaba con todas sus fuerzas al Arcanine de Hubert, y a pesar de la desventaja de tipo parecía estar dando una buena pelea. "Me pregunto con quien de ellos me enfrentaré eventualmente..." murmuré para mis adentros.
Contenido oculto Un detalle sin importancia Rojo... además, Effy tampoco sabe si es hembra o macho Sylveon XD Oh, y deberías editar los PS de Sylveon en la batalla, has perdido puntos de vida por el ataque que no pudiste evitar y te olvidaste de descontarlos XD Suspiré; estas batallas al parecer tenían para rato... con eso en mente, me alejé del lugar para buscar un claro algo alejado de la multitud y la conmoción para poder entrenar a mi equipo pokémon en paz.
Me desperte en la habitacion y me puse de pie para ir a la salida de la habitacion --Vale, veamos que hay afuera--Dije mientras bostezaba y salia de la habitacion--
—¡Ataque rápido, Eevee! El pequeño tipo normal aceleró inmediatamente, pero Cubone esquivó su ataque de un salto y arremetió con un Huesomerang. Eevee se detuvo en seco y uso rápidamente Brillo Arcoiris para aumentar su velocidad, de modo que fue lo suficientemente veloz como para esquivar el Huesomerang las dos veces. Luego utilizó Brillo Arcoiris otra vez para darse más fuerza de ataque y arremetió con otro Ataque rápido. Cubone cayó de cara al suelo por el impacto y se largó a llorar en el acto. Eevee se detuvo y me acerqué al igual que el tipo normal; tomé a Cubone en brazos, lo coloqué sobre mis piernas y comencé a acariciarlo, hasta que decidió dejar de llorar. Nos quedamos así un buen tiempo en silencio, sentados en el claro desierto donde el único sonido era el viento que mecía el césped bajo nuestros pies... realmente eran momentos como éstos los que me hacían alegrarme de haberme vuelto una entrenadora pokémon.
Sali del centro pokemon y empeze a caminar sin rumbo, suponia que no habia entrenadores ya que estaban en el torneo --Alguien mas estara en esta ciudad?--Me preguntaba lo mismo a cada rato--
Decidí liberar a todos, pues se merecían disfrutan de un descanso hasta nuestra siguiente batalla. Skarmory y Pidove rápidamente se elevaron por los cielos y comenzaron a jugar volando en círculos. Dragonite y Kangaskhan se pusieron a entrenar por su cuenta; realmente a esos dos les encantaba la batalla. Gallade practicaba movimientos de combate un poco separado de esos dos, y a su lado Cubone intentaba imitar sus ágiles movimientos pero sin el mismo éxito. Onix, por otro lado, optó por alzarse lo más alto posible e intentar alcanzar a los dos pokémon voladores, pero sus esfuerzos no resultaron ser fructíferos pues los otros dos estaban bastante alto. Sneasel comía unas bayas que había encontrado, y al rato le acercó algunas a Misdreavus que flotaba no muy lejos de él. Blastoise, Arcanine, Eevee y yo nos echamos bajo la sombra del único árbol que se encontraba allí, descansando un poco pero por supuesto sin perder de vista a los demás. Con mi espalda apoyada contra el duro caparazón de Blastoise, decidí sacar de mi bolso al huevo que había obtenido en Isla Caballete; me preguntaba que saldría de allí...
—¿Quién vendrá a interrumpir mi momento de paz? —suspiré, levantando la mirada del huevo pokémon en mis brazos—. Ah, eras tú Yair... no sabía que habías venido a Ciudad Témpera...
--Pues vine porque mitsuki tenia que venir al torneo y yo tenia que buscar a un poke tipo fantasma--Le dije sonriendo--
—No vas a encontrar pokémon tipo fantasma por aquí, prueba la Mansión Abandonada —le comenté en respuesta, aunque sin ponerme de pie. Estaba demasiado cómoda como para hacerlo—. Por cierto, hace mucho que no tenemos una batalla nosotros dos... ¿qué dices? Me mostrarás como mejoraste, y de paso me ayudarás a entrenar para mi siguiente batalla en el torneo.
—Por supuesto, tú siempre no tienes ganas o tiempo... —suspiré, poniéndome de pie. Chasqueé los dedos y mi equipo pokémon se me acercó; era hora de regresar a la ciudad. Regresé a todos a sus pokebolas y me dispuse a partir—. Volvamos entonces, los combates aún siguen en curso calculo yo.