Me acurruqué junto al pokémon y lo miré fijamente. —Si fueras menos perezoso y te centraras mas, se que serías muy fuerte. Casi me quedo sin cara por tu culpa...—sonreí y miré de nuevo al cielo.
Bostecé. —Me parece que yo también necesito un descanso —dije—. Me voy a dormir un poco, espero que sigas por aquí para cuando despierte. Pedí a Joy las llaves de alguna de las habitaciones del Centro Pokémon y, una vez tintinaron éstas en la palma de mi mano, saludé a Effy con la mano mientras me adentraba por un pasillo. Snivy me siguió. Contenido oculto (¡Me fui a un cumpleaños! Roleamos luego :D)
Me despedí de Hubert en el centro y comencé a andar sin dirección en particular... decidí ir al lugar donde siempre iba, al límite de la ciudad, esa colina donde una solitaria roca me dejaba observar la ciudad en paz y soledad...
Abrí un ojo con pereza acostada en el césped aún al escuchar unos pasos acercarse y levanté la cabeza para sonreir. Era Effy. Volví a acostarme y bostecé. —También te gusta este lugar, ¿no? —dije sonriendo con algo de sueño.
—Oh, pensé que estaba sola... —comenté, acercándome hacia Liza y sentándome a su lado—. Sí, es bonito y esta alejado de todo... vengo a pensar aquí desde que tengo memoria.
Me entré desapercibido a el lugar donde suelo entrenar con Wartortle, para por lo menos subirme el ánimo, Wartortle salió de su ball y me abrazó, pero de el abrazo salió la carta, y la leí de nuevo, estaba escrita por detrás también —Ser entrenador Pokémon no era rentable, quería sacarlos a toda costa de la pobreza y de la inseguridad en Paleta, así que me ví forzado a caer en este bajo mundo, sólo quería lo mejor para ustedes, con respecto a tu madre y hermanos, me forzaron, si no, irían a por ustedes... Papá —ponía el reverso de la carta— Juré que no perdonaría a mi padre si no se arrepentía, así que lo hice, y me dispuse a entrenar con Warto
—Yo también lo hacía, cuando era muy pequeña y aún vivía aquí. —respondí con añoranza. Mis párpados se iban cerrando lentamente pero me trataba de mantener despierta.
Wartortle me dió un Puño Hielo que me mandó a volar, y terminé cayendo en un árbol formando un gran barullo
"Huh, pensaba que ella era de Teselia..." me dije para mis adentros, observándola atentamente. Decidí no comentar al respecto. —Si tienes sueño duerme, Liza, no era mi intención mantenerte despierta —le dije, mirando la ciudad ahora en lugar de a ella.
Wartortle me mandó a volar tan alto, que caí pegando de un tronco frente a Liza y Effy, mientras que el golpe me dejó inconsciente
—Este chico es un problema atrás del otro, ¿verdad? —suspiré, viendo a Rojo que había aparecido de la nada y ahora yacía inconsciente cerca nuestro.
Después de ver la nota de Liza me había tranquilizado, por lo menos estaría en un área lejos del cadáver de ese hombre que era el mismo padre de Rojo. Yo en cambio volví al lugar, pero mantuve mi distancia con ese difunto junto a Accelgor, las autoridades pronto vendrían a retirar el cuerpo de ese hombre. — Sabes... supuestamente ese hombre mato a su esposa e hija para abandonar a Rojo, por eso tenía ese rencor — murmuré, pero aun así sabía que Accelgor estaba escuchando todo lo que decía — Pero, yo también viví eso, pero al contrario yo no vi sus muertes provocadas por él... yo miré como morían lentamente a causa de la depresión y enfermedad. — suspiré antes de continuar — Pero, no por eso quiero ir a matarle o ver como se suicida, se que si sabe que estoy vivo y estoy bien, será su peor martirio... Accelgor me miraba confuso, pero poco a poco fue entendiendo lo que le dije hasta que asintió seriamente, creo que había comprendido que no todos los humanos eran tan crueles como el equipo Gamma. — Bueno, tiempo de marchar y preguntarle a Liza si se encuentra bien después de todo esto, ¿no crees? — le pregunté antes de comenzar a caminar invitandolo a caminar al lado mio y no detrás como siempre lo hacia
Me desperté abruptamente. Respiraba muy agitado, y noté que había sudado. Había despertado de una pesadilla: ¡Habían "Frizz!" por todas partes! Eso del "Día Frizz!" de verdad que me había causado traumas... Pero bueh. Sin tantas vueltas al asunto, decidí cambiarme a mi ropa habitual, y salí a caminar un rato por la ciudad para relajarme.
Intentaba moverme, pero mi estado de inconsciencia era muy profundo, y me sangrabas a montones las heridas que tenía en mi cara
Salí del centro de tratamientos pokémon, había dormido un buen rato luego de haber comido mucho — Salgan..— bostecé mientras sacaba a mis pokémon..y uno que no había sacado desde un combate que tuve con Ukita, Honedge
Liza se había quedado dormida al parecer... me quedé sola entonces, mirando la ciudad allí abajo en perfecta serenidad.
Caminaba silbando una canción alegre y pegajosa; de verdad que ese tipo de cosas ayudaban a despejar la mente... pero algo que en definitiva me tranquilizaría por completo era una sola cosa: Una batalla. Pero... ¿dónde encontraría un retador a esas horas de la noche?
Había llegado hasta lo que vendría siendo un lugar desolado de Témpera, muy tranquilo pero alejado del lugar donde Effy normalmente venía, tenía que pensar en ciertas cosas, como el hecho de que la esposa de mi padre se pusiera en contacto conmigo para preguntar como estaba. Realmente esa señora no me provocaba odio, incluso cuando sabía que por ella nos dejó, aunque bueno... las veces que trabajé para ella para cuidar pokemon no era el diablo en persona -como se lo imaginaría un niño pequeño- al contrario... era una dulce señora, pero por el bien de ambos jamás nos pondríamos en contacto hasta el día de hoy, en definitiva...los días en Témpera eran raros