Desperte, aun todavia adormilado por lo que dijo una entrenadora...levante la mirada y era mizuki la cual me hizo una bromilla --Hola mizuki--Le dije mientras miraba a mi derecha--
Desperté en el Centro Pokémon con las energías renovadas y decidí ir por algo para desayunar. Tomé del comedor del Centro Pokémon un batido de chocolate y salí a la calle soltando un bostezo. Serian mas o menos las diez de la mañana, y hacia un poco de frío, cosa que me hizo tiritar un poco. Bebí un poco del batido y continué mi caminata, hasta que vi a tres entrenadores conocidos en un descampado. Me acerqué a ellos y agité mi mano para saludarlos. —Buenos días...—dije con un poco de sueño.
—¿Durmieron bien? —les pregunté sentándome al lado de la dormida Mitsuki y de Yair y tomé otro sorbo de mi batido.
Me salieron unas ojeras exageradamente grandes, Wartortle también tenía ojeras, normal por entrenar toda la noche, así que puse rumbo al Centro Pokémon para descansar
Iba pasando, me asombró lo energético que es Wartortle como para haber resistido toda una noche de entrenamiento intensivo, y la verdad es que parecía un mapache con esas ojeras
—No me puedo quejar, las camas del Centro Pokémon son muy cómodas...—sonreí cerrando un poco los ojos.
Venga, un grupo de gente, Yair, Mitsuki, y Liza —Hola a todos —bostezé, me veía ridículo con esas ojeras—
—Para evolucionarlo debes ganar bastantes combates, Rojo...no pasarte la noche en vela entrenando con tu pokémon. —le respondí tirada en el césped y con los ojos cerrados.
—Lo sé, pero es para fortalecerlo, cualquiera lo debilitaría de dos golpes, y no es muy fuerte que digamos —me iba ganando el sueño, pero me mantenía despierto—