Ciudad Témpera

— Bueno Cyndaquil... mejor nos vamos adelantando a la caverna Témpera — le dije y ambos comenzamos a caminar de regreso a la caverna para ir a la llanura de los relampagos

 

Miré un poco a la derecha, y me dispuse a romper un poco el silencio.

--¿Piensas ir a algún sitio?--

 

--N-no, por ahora no--

 

--¿Querrías viajar conmigo y White? -- Pregunté ilusionada.
Por primera vez, después de tantas preocupaciones, y tanto estrés, me brillaban los ojos ¡Por un chico!
--Quiero decir... Si no te molesta.--

 

Escuche atentamente la propuesta y tenia que darle mi respuesta--Este......yo......-- respondí estupidamente.

 

Mi mente empezó a tratar mal la situación, y eso a veces me molestaba.

--Ah, vaya... Je je... Si no quieres venir, no te voy a obligar. En fin... Suerte.-- Me dirigí a mi Charmander, el pobre a de estar muy cansado. Lo cogí en mis brazos, y emprendí el paso hacían el centro pokémon.

 

Te detuve desde atras-- Bien, ire con ustedes-- Le dije con un tono alegre.

 

Me paré en seco ante su respuesta. Me giré, aún sin acercarme a él. Volví a estar como hace unos segundos.

--¡Genial!--Grité enérgicamente, acompañando esta acción con un salto.--Ven.--Le pedí, ofreciéndole mi mano.

 

--Claro-- tome su mano para que me dirigiera.

 

Llegué a tempera a descansar y por pura pereza de registrarme en el Centro pokémon termine durmiendo debajo de uno de los arboles del parque - Buenas noches... - le dije a cyndaquil antes de quedarme dormido

 

--Bien. Necesito que me ayudes en algo. --Le pedí amablemente.

Llegamos al C.P. Y allí, entré en una habitación que está al lado de la mía.

 

Me puse un poco nervioso, pero ya no había vuelta atras--¿Q...que necesitas?-- le pregunte con muchos nervios.

 

--Verás, dejé la cómoda puesta contra la puerta, pienso pasar al otro lado agarrándome en la cornisa y entrando por la ventana. ¿Podrías ayudarme a colocarla en su sitio?-- Pregunté mirándo por la ventana.
--Será rápido.--

 

--¿Y si mejor tumbo la puerta y corto la cama?--

 

--Podrás tumbar la puerta con una enorme cómoda bloqueando el paso?-- Pregunté sonriendo.
--Si eres capaz, te recompensaré.-- Dije con un plan en mente.

 

Salí rapidamente de la piesa y empece a golpear la puerta-- ¡Abajo!-- le empuje con el hombro.

 

Ahora era mi turno. Salí por la ventana, y pasando por la cornisa, entré en mi habitación. Intentaba darrumbarla a base de golpes. Hombres y su intelecto.
-- Cuando acabes, me avisas.--
Me tumbé en mi cama boca arriba, cuando lo consiga, me abré quedado dormida.

 

--Abajo-- Le di un golpe con lo que vote la cama que puso contra la puerta.

 

--Felicidades campeón.--
Me empecé a reír por lo que acababa de hacer, chico fuerte al parecer.
--Continua así.--

 

--Vale-- empece a darle sus buenas patadas a la puerta conste de botarla de una vez.