Ciudad Témpera

—Probablemente —dije, acercándome hacia él con una sonrisa misteriosa—. Pero no tendría nada de divertido eso, ¿verdad?

Deposité en sus manos aquello que sabía le gustaba a su "hermano", la bendita Friz!, me di media vuelta y comencé a alejarme en dirección a mi habitación.

 

— Me dejas bastante sorprendido Effy, hablas con la razón — dije con una media sonrisa mirando la Friz!, ¿cómo sabía ella que le gustaba esa bebida?, ¿Ukita se lo había dicho? — Que descanses — dicho esto último volví a ingresar en mi recamara para darle la dichosa bebida a Ukita

 

—Gracias viejo—tomé la lata y la bebí hasta no dejar ni una sola gota en su interior.

Recordé algo.—Dante, Dante... ¿Vas a entrar al torneo de Témpera?

 

— No lo sé... tú sabes que no soy de entrar a un torneo...— dije sentandome en frente de su cama, en el suelo

 

—¡Hey, no me hagas ponerme de pie para ir a inscribirte!—le bromeé, Dante podía ganar si se lo proponía.—Anímate, además quisiera poder ver los combates.

 

— De acuerdo... mañana me inscribiré, pero no te aseguro ganar

 

—La intención es lo que cuenta—Bostecé de nuevo.—Ahora ven a dormir o te pondrás como yo...

Me lancé y me acomodó en la cama, sin decir mucho, me quedé dormido.

 

Deposité con suavidad a Togepi en el banco y miré sorprendida los peluches. Eran muy adorables.

—Son preciosos y muy suaves. —sonreí abrazándo los peluches y después miré a Rojo. —Muchas gracias Rojo, que lindo detalle.—le agradecí dejando los peluches junto a la pokémon hada y abrazando al chico con una gran sonrisa.

 

Me separé de él sin perder la sonrisa y no pude evitar reir levemente al ver la cara de Rojo.

—Pareces un Pikachu jaja. —bromeé divertida pero algo en esa frase que dije me hizo recordar, y por unos instantes me apagué. Esas era las mismas palabras que Bruno usaba conmigo...

 

Agité la cabeza para desviarme del tema que volvía a mi cabeza y miré a Rojo.

—Si, te ves gracioso. —sonreí.

 

Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo entero…me había vuelto a desmayar, y justo cuando quería superar mi fobia—Que decepción…creía
que esta vez lo iba a lograr—susurro ya sentada…estaba ¿en una habitación? Pero creí que las habitaciones ya estaban tomadas, veo a un lado mio donde estaba una nota, al terminar de leerla trago saliva hay veces que ella da miedo por lo que decidí hacerle caso. Cuando siento algo en mi regazo— Chuchu, estas despierta— ella me sonríe antes de ocultar su cara con sus patitas y le acarició—descansa…porque después continuaremos ¿si?— ella asiente y se queda dormida por lo que la tomo y la tomo en mis brazos para salir de la habitación de effy ¡y sin tocar nada!

 

Vi que Rojo sonreía y no pude evitar sonreir igual, para después voltearme a mirar a la pokémon para saber qué hacia. Togepi se había puesto a jugar con los peluches, eran casi de la misma altura que ella y eso me resultó divertido.

 

Me giré rápidamente al sentir que me quitaban la gorra y miré a la que tenía ahora puesta.

—Es bonita y todo eso pero devuélveme la mia. ¡Me la compré hace un rato! —le espeté con una cara de cachorrillo mientras me acercaba a él para intentar quitársela.

 

Estaba caminando por la ciudad esperando que apareciera Effy. Acomodé a Chuchu en mis brazos, parecía un bebé dormido aunque ya esté un tanto grande. Ha estado conmigo por tanto tiempo, desde que era una pequeña Pichu...

—No sabes como te quiero, chiquita —sonreí al ver como ella movía su cola, pase de largo de las tres personas sentadas en una banca para ubicarme debajo de un árbol no muy lejos de ellos—. No me gustaría que estuvieras en tu última evolución, no podría cargarte así.

Como toda respuesta Chuchu se pega más aún a mí, era muy adorable.

 

Mientras caminaba encontré no muy lejos a Mizuki, o Mitsuki, o no se, me lian los nombres, pero me acerqué junto a Togepi a saludar.

—Hola. —sonreí agitando mi mano y sentàndome a su lado. —Oh que linda Pikachu.

 

(Lo sé xD)

Miré a la Pikachu, me recordaba a Pika cuando aún era un Pikachu. Me senté bien apoyada al árbol y miré el cielo. Hoy hacia un buenísimo día. El cielo despejado y con una brisa que refrescaba a cualquiera.

—Que bien se está aquí...—murmuré abrazándome las rodillas y apoyando mi cabeza en ellas.

 

Sylveon se durmió de nuevo, por lo que apoyé mi cabeza en las rodillas y dormí un rato

 

Caminaba con lucario un poco triste por lo que habia hecho, mire el cielo y estaba despejado con una brisa refrescante, lucario parecia disfrutar eso

 

—hola liza—le salude sonriendo y acariciando a chuchu—si..esta muy bello—empiezo a susurrar—como para superar mi fobia

 

--Oye lucario ya te olvidaste de sylveon verdad porque vi como la vistes a ella--Le dije sonriendo mientras aun caminabamos y este solo ignoro lo que dije--