Reino de Fayar Ciudad oasis Sahgwa

La mujer en cuestión llevaba una capucha negra que era parte de una capa. Cubría su piel ligeramente tostada con ella, pero debajo llevaba solo un top corto, grisáceo y con hendiduras y remates oscuros. Llevaba, en todo caso, un arco largo a la espalda, cuchillos en la cintura y una vara larga y grande en sus manos. Sin duda, se la veía... ducha en combate, sí. Eso por descontado.

Miró a Void cuando le habló, alzando la mirada y desvelando sus ojos rojizos e intensos. Myura alzó las cejas con sorpresa.

—¡L-La marca de la bestia...! —exclamó, casi en un susurro.

La mujer sonrió, sin embargo. Pero sus ojos no se fijaron mucho tiempo en ella, pasando inmediatamente a Void.

—... ¿te interesa saber sobre monstruos, pequeño? Tienes una curiosa mirada, sí. Interesante. Percibo un enorme poder mágico en ti, uno... uno tremendamente fuerte. ¿Y necesitas, acaso, mi ayuda, la de una humilde cazadora, para derrotar monstruos? Oh, no, jovencito, no necesitas mi ayuda. Solo necesitas desatar tu poder mágico del todo, y listo; aniquilarás a todos los monstruos a tu paso. Lo sé, lo percibo en ti.

La mujer parecía haber cogido especial fijación en Void de repente, ojos clavados en su máscara, sus ojos, y en todo él en general. Se llevó una mano al mentón, reflexiva, y dijo:

—¿Cuán... fuerte puedes ser, acaso, me pregunto? Me gustaría comprobarlo. ¿Podrías, acaso, ser capaz de conseguirla? Puede ser. Puede ser que lo logres. Sí, que interesante.

Chasqueó entonces los dedos, señalándole.

—Chico. Compartiré mis secretos contigo, si a cambio eres capaz de demostrarme tu fuerza. No eres un niño ordinario, puedo intuirlo.

Alzó su vara entonces, y la giró frente a él. Una nébula de oscuridad surgió sobre ella... la mujer era capaz de hacer magia, sin duda alguna. Entre la oscuridad comenzó a mostrar entonces una imagen, mientras seguía girando su vara. Se observó a una especie de ballena, una extraña, hundida en la arena.

—... en el desierto. Consíguelo, unas vísceras de moldora. Tráemelas, y te recompensaré. Con esto podrás, jovencito, conseguirlas. Aniquila a la bestia con esto. No temas, demuestra tu fuerza. Y quizá consigas demostrar que eres distinto a los demás.

Chasqueó de nuevo los dedos, y apareció en sus manos, materializándose poco a poco, otra vara más, una más pequeña, con púas en la punta. Se la entregó a Void, y, tras eso, sonrió y comenzó a alejarse.

—¿D-De qué iba todo eso, Void? Qué tía tan rara...

Obtienes Vara de caza

Misión: consigue unas vísceras de Moldora.

 

Claire suspiró, pero pronto retomó su actitud de siempre, alzando una ceja y con brazos en jarra.

—¿Salir corriendo? ¿Yo? Esa regla deberías tenerla tú en cuenta, más que yo.

Así, conforme iban andando, Claire iba mirando a su alrededor, en busca de algo que hacer, alguien a quien ayudar. Y no faltaban candidatos, vaya. A veces cerraba los ojos y juntaba sus manos, simplemente, y se podía ver a la gente levantarse de pronto, pese a haber estado antes muy herida, sanada por una energía extraña. Con discreción, ella iba ayudando a todo el que veía. E incluso llegó a detenerse por un perrito que necesitaba ayuda porque estaba bajo un trozo de escombros.

Solo dejó de prestarle atención a su alrededor en busca de gente a la que ayudar cuando Jazz arrojó la pregunta. Y es que tenía toda la razón... los ángeles, según Claire, les estaban "purgando", pero también estaban muertos. Entonces, ¿qué eran los ángeles? Ella, sin embargo, eludió brevemente el contacto visual. Solo fueron unos segundos, pero los suficientes como para que Jazz lo notase. Con todo, luego lo miró con firmeza, con la misma firmeza de siempre.

—¿Qué problema ves? ¿Cómo son incompatibles ambos conceptos? Los ángeles murieron, puede, pero no desaparecieron. Los árboles mantuvieron su energía viva, su conciencia, su alma, si quieres. Ahí arriba siguen, no vivos, pero tampoco muertos. Y por eso actúan, aun si no están ya entre nosotros del todo, generando la lluvia. Tampoco es como si... pudiesen dejar de hacerlo.

Eso último lo dijo visiblemente apenada, siguiéndolo de un leve suspiro.

—En fin, da igual. Hey... ¡hey! Te estoy hablando, ¿podrías dejar de pensar en el cuerpo de esa bailarina? Gracias. Ugh, de verdad, a veces desearía no poder saber lo que piensas y sientes. Algunas de esas cosas son muy desagradables.

... tsk, por culpa del escándalo de la niña, la bailarina les miró desde lejos y empezó a caminar, alejándose...

Contenido oculto

No hay problema en que lo hagas todo junto, Gigi!
De hecho, como te habrás fijado, has fallado la habilidad de senda, así que te quedan otros 2 fallos por este capítulo. Puedes volver a intentarlo con la bailarina o con otro, y puedes hacer varios intentos en un mismo post si ves que fallas.

 

Void

Cuando la cazadora fijó su mirada en mí, di un respingo al ver sus ojos rojizos. Myura confirmó lo que había pensado, aunque la sorpresa inicial pasó con rapidez al recordar que los lugareños nos habían dicho que los morfomantes eran comunes por la zona. Quise preguntarle acerca de ese ellos, pero me fue imposible, pues la chica empezó a hablar.

No pude evitar sentirme nervioso por lo interesada que parecía en mí, clavándome los ojos y analizándome de arriba a abajo. Dijo que podía percibir un gran poder dentro de mí y, antes de que me hubiese podido enterar de nada, me encargó conseguir visceras de un monstruo del que nunca había escuchado antes. Utilizó magia oscura para mostrarme la criatura que quería que cazase, y luego hizo aparecer una pequeña vara con pinchos con la que quería que le sacase las visceras a la criatura.

Ugh.

Pero antes de poder negarme, se marchó, dejándonos totalmente confundidos.

—Y-Yo tampoco tengo idea —le respondí a Myura, mirando la vara que me había entregado—. No pienso lanzarme al desierto a intentar cazar esa cosa, pero supongo que si llegásemos a cruzárnosla en algún momento estaría bien tener aquella vara, aunque la idea de sacarle las visceras, bueno... no me emocionaba especialmente.

Aún quedaba tiempo hasta que fuese necesario volver a reunirnos con los otros, así que seguí preguntando sobre la "fauna" del desierto.

Contenido oculto

- Amir, joven orfebre
>> Preguntar: 70%
- Nereida, bailarina callejera
>> Preguntar: 50%

 

Jazz, finalmente, avanzó un poco más y terminó por escuchar a la bailarina hablar, siguiéndola con discreción cuando Claire se distrajo con algún otro perro o algo así, poco le importaba. La bailarina era mucho más interesante, sin duda... y la pudo escuchar hablar con alguien con quien se topó, que parecía una especie de traficante. Interesante, a ver qué contaban...

—... ¿viste si al final aparecieron más esclavos con la lluvia en el desierto? ¿Traerán rubíes u oro? Oh, vamos, sabes que esos monstruos son idiotas... pero la gente no sabe aún que es absurdo buscar minerales cuando ellos lo llevan, así que si siguen saliendo esos monstruos y podemos aprovecharnos de los cargamentos que recogen... je, seguiremos forrándonos.

Vaya, así que unos monstruos llamados "esclavos", ¿eh? Si iban con cargamentos de rubíes y piedras preciosas, quizá merecía la pena enfrentarse a alguno de ellos, ¿eh?

Resultado de espiar: los Esclavos tienen como drop de caza Rubíes y como robo raro Oro, es una forma de conseguir minerales raros sin excavar.

Mientras tanto, Void intentó recopilar información sobre los monstruos del desierto cercano, esperando que le orientasen para saber cómo afrontar las batallas que vendrían. Gracias a un orfebre local, que le ayudó encantado, descubrió cosas interesantes. Claro, siendo orfebre, tenía que saber los puntos flacos y fuertes de los materiales de monstruo que usaba, y eso, al final, derivaba en conocer muchos datos interesantes sobre ellos...

Resultado de preguntar:
- Las vipéreas son débiles a frío y luz, y resisten oscuridad.
- Los alraunes son inmunes a rayo, y son débiles a oscuridad.
- Los esclavos son inmunes a tierra.

 

Void

No todas las personas a las que preguntamos nos dieron información útil, pero de entre las que sí, aquel Orfebre había resultado ser el mejor. Parecía que debido a su oficio conocía las debilidades y resistencias elementales de muchos monstruos que se cazaban para conseguir los materiales que necesitaba para hacer su trabajo. Los anoté en un papel, no confiando demasiado en mi memoria y le agradecimos su ayuda antes de marcharnos.

—Creo que ya hemos hecho todo lo que podíamos —le dije a Myura mientras soltaba un fuerte bostezo, arrastrando los pies—, no pudimos conseguir información sobre el monstruo del que nos habló aquella chica, pero al menos nos informamos sobre los monstruos más comunes que hay por el desierto. Me preocupa que la última lluvia haya añadido más variedad, pero eso es algo que los lugareños no serían capaces de decirnos.

—Parece que acabamos temprano a juzgar por la posición del Sol, así que quizá podríamos descansar un poco —Mis párpados se sentían pesados, y el no haber dormido en toda la noche comenzaba a pasarme factura. Por mucha vitalidad que tuviera, habíamos estado yendo de combate en combate, y no habíamos llegado a descansar realmente. Incluso en casa de Nonna, habíamos estado hablando, discutiendo y planeando todo el rato, no llamaría descanso a ello en ningún momento.

Como me imaginaba, no fue demasiado difícil convencer a Myura de que durmiésemos antes de volver a reunirnos con los demás. Dado que era más seguro no pasarnos por la casa de nonna, buscamos alguna posada cercana.

...

Habiendo recargado energías, aunque fuese brevemente, nos dirigimos al punto de reunión que habíamos acordado. Era complicado saber cuánto habíamos dormido exactamente, así que no sería raro que nos estuviesen esperando allí desde hace tiempo.

 

Jazz regresó junto a Claire, y, por el camino, sus oídos captaron información que se le hizo interesante... un hombre estaba charlando con otro, y pudo oír la conversación con claridad:

—¿Viste esos monstruos peligrosos de la Jungla? —el que hablaba parecía ser un guardia eleano, que, curiosamente, estaba conversando sin muchos problemas con un orfebre. Ah, claro, el interés movía a la gente: por muy fayense que fuese, si eran los militares los que más mercancía compraban, ¿no tenía sentido, acaso, que se llevase bien con ellos? Le interesaba tener a clientes que comprasen armas frecuentemente, incluso si estos eran invasores—. Ochús, creo que se llaman. Suelen esconderse bien, los cabrones, y son fuertes... seguro que con la lluvia han aparecido más. Cerca de la entrada sur de la jungla, yendo hacia el oeste y luego al norte, había uno dormitando, si no recuerdo mal...

—Pues eso es interesante, amigo —comentó el joven orfebre, interesado—. La esencia de ochú, que se obtiene del líquido intestinal que generan, es un material muy valioso. Lástima que no tanto para fabricar armas, y más para hacer pociones. De hecho, el boticario de la zona hace con el agua de coco maravillas si se le entregan productos como ese. ¡La magia que llevan los monstruos consigo es muy útil para hacer brebajes!

—Vaya, entonces contigo no haré negocio si mato alguno de esos ochús, ¿no?

—¡N-No, pero no me malinterprete, amigo, p-puedo intentar hacer algo con sus excepcionales armas, claro, tráigame lo que quiera, ya sabe que soy el mejor orfebre de la zona...!

... menudo adulador.


Información obtenida (se ha actualizado todo para reflejarlo en el primer post del tema)
- En la Jungla Abjara puede encontrarse un ochú si se va al oeste y luego al norte desde la entrada sur de la misma.
- El servicio de síntesis de pociones de Sahgwa puede crear potenciadores de estados más potentes si se combina con partes de monstruos consumibles, como una corteza de cebolla.


En fin, tras oír la conversación discretamente, Jazz se acercó a Claire de nuevo. Si había un soldado eleano cerca, más le valía a la niñata no meterse en líos... pero oh, claro que se metía en líos. Ahí estaba, agachada junto a un hombre tirado en el suelo, que parecía un completo vagabundo.

—¿¡Se encuentra bien, señor!? Oh, cielos, sus piernas están muy lastimadas... —ponía las manos sobre sus piernas, y la luz brilló.

El hombre herido tosió, mirándola con una sonrisa.

—Oh, jo, jo, ¿eso es magia? Niña, no te preocupes. En la lluvia me cayó una gran roca sobre una de mis piernas, la única que tenía hábil. La otra ya no me funcionaba. Tengo una enfermedad degenerativa, así que poco importa que no pueda mover las dos piernas antes de tiempo, si tarde o temprano iba a cabar sin moverme. Déjame pudrirme en la calle, tu magia no puede curar algo que iba a acabar así de todas formas...

Pero Claire negó con la cabeza.

—¡No, claro que no! S-Si mi magia no funciona, haremos otra cosa, pero no le dejaré tirado. ¡Ya sé! —se giró, y miró a Jazz—. Jazz, escucha, anda. Este señor necesita un medicamento especial. Mi magia puede sanar heridas en sus huesos, pero no puedo curar su enfermedad así como así, y aunque le reconstruya las articulaciones de su pierna herida con magia, no podrá andar... por eso necesitamos alguna pócima. ¡Tú seguro que tienes materiales por ahí! ¡Ponlos en buen uso y hagamos una poción!

¿Es que le había visto cara de boticario, acaso?

Cuando el drama con el señor vagabundo acabó y se alejaron, y solo después de que Claire insistiese otras cinco veces más en que necesitaban una pócima de algún tipo para ese hombre, Jazz, ignorando la sexta vez que hablaba, no pudo evitar fijarse en un hombre que, por las pintas que llevaba, parecía saber luchar, desde luego; tenía aspecto de cazador. Y él, claro, lo vio a él también y notó algo en su aspecto. Por eso le habló.

—Hey, tú. ¿Eres una especie de aventurero? Algo en ti me grita que sabes pelear... yo soy un explorador veterano. Paré aquí a descansar, en esta ciudad, pero luego la barrera magitek que alzaron los de Elérea me impidió regresar al norte. Y ahora, encima, me encuentro con la jodida lluvia. Sé pelear, pero también sé que ir solo por ahí es un suicidio ahora mismo.

>> Dime, ¿planeas salir al exterior tú, acaso? ¿Tienes alguna especie de grupo, o algo? —miró de reojo a Claire cuando dijo eso—. Mira, no me importa realmente, pero si sales en algún punto de la ciudad, te propongo un trato. Tienes cara de ser una persona dispuesta a negociar, ¿eh?

Se aclaró la voz y empezó entonces a hablar:

—Ando buscando una cosa en específico. Persigo los rumores de una flor que crece donde la vegetación no debería surgir. Donde todo muere. La llaman "flor de loto". Al oeste de aquí, el corto río Cúchulainn se extiende, y sabrás que su desembocadura no es en el mar, sino que se concentra todo en un pantano de agua estancada y putrefacta... el pantano de Cúchulainn. Te seré directo, pues: quiero que me traigas esa flor. Estoy dispuesto a pagar bien por ella, ¿sí? Pronto cogeré un barco para largarme de aquí, y no me gustaría tener que lanzarme tan lejos en una misión suicida, así que... si te ves con agallas, consígueme esa flor. Te prometo que te recompensaré bien. En mis viajes he conseguido cosas interesantes que seguro que merecen la pena a cambio de una simple flor, ¿no crees?

Cuando se separaron del hombre, Claire bufó.

—Ese tipo lo que es es un cobarde. No pensaba ir incluso si no hubiese caído la lluvia —reveló. Sus poderes de Profeta le permitían ser una experta metiche, visto lo visto—. Le da pavor el pantano.

Bueno... cobarde o no cobarde, si le daba una recompensa... se lo podría pensar, ¿no?

De camino ya a la salida de la ciudad, cerca de la entrada, se toparon con unas chocoberizas. Unas... tristemente vacías. Claire no pudo evitar mirar al encargado de las mismas, alicaído, y se acercó a él, de nuevo sin preguntarle a Jazz en ningún momento. Cuando el asesino se dignó a acercarse, escuchó cómo Claire parecía haber hecho de nuevo de buena samaritana, como de costumbre, y estaba el otro contándole sus problemas:

—... una desgracia, como te digo. P-Por aquí hay pocos chocobos, y encima la lluvia ha hecho que pierda a muchos... los que no han muerto se escaparon por el miedo que les dio ver tantos monstruos aparecer. Ay... si supiese dónde hay chocobos salvajes, podría tener más, pero, ¿en un desierto? Bah, seguro que no hay ninguno cerca.

Claire cerró los ojos entonces.

—... sí. Sí hay. No sé exactamente dónde, pero... alrededor del desierto, cerca de este, en algún punto no muy lejos del mismo... debe haber chocobos. Lo sé.

De nuevo, sus poderes metiches en acción, ¿eh? Ya podía ser más precisa, eso sí.

El chocobitero, en fin, se emocionó ante la noticia. Y, claro, Claire no tardó en prometerle ayuda. ¿Cuándo había Jazz aceptado aquello? Que fuese sola, si tanto quería ayudar. Aunque, en fin, si había recompensa de por medio... podía pensárselo, ¿no?

Contenido oculto

Desde este momento, podéis localizar bosques chocobo en Fayar examinando el mapa al estar en la casilla que deseéis explorar, aunque no seáis Kein.

Misiones:

Encargado de las Chocoberizas: "¿Chocobos por el desierto?"
Objetivo: Encuentra el bosque de los chocobos de Fayar.

Explorador avezado: "Flores en lo podrido"
Objetivo: Dirígete al Pantano de Cúchulainn y trae una Flor de loto

Hombre herido [solo con Claire en el grupo]: "¡Tratamiento urgente!"
Objetivo: Fabrica una pócima que otorgue prisa o suba la velocidad y entrégasela al hombre herido.

 

Void

El camino por el desierto fue tan inclemente como la primera vez, al menos los caminos que los Fayenses habían trazado a lo largo de los años permitió que pudiésemos hacer un viaje relativamente seguro hasta Sahgwa. Esta vez no nos topamos con ningún Cactus con consciencia propia en el camino, así que me salvé de volver a ser pinchado.

Cubiertos lo mejor que podíamos para no ser reconocidos —pero intentando tampoco llamar la atención— cruzamos la entrada a Sahgwa, sintiendo un gran alivio nada más verme en el sitio. Los destrozos en el lugar aún eran palpables, pero se sentía más seguro que el exterior, sin duda. Cada uno de nosotros tomó entonces un rumbo distinto; por mi parte me dirigí a la posada a descansar un rato, aunque procurando no quedarme dormido en ningún momento, y una vez que descansé lo suficiente y me atiborré de nuevo a comida, salí de nuevo a la ciudad a restablecer nuestras provisiones. Habíamos necesitado bastantes pociones y brebajes durante nuestra corta salida, así que era lógico pensar que íbamos a necesitar muchos más.

Además, podía volver a intentar preguntar más sobre los monstruos de la zona, porque estaba claro que necesitábamos toda la información que se pudiese conseguir.

---

Hecho todo eso, terminamos reuniéndonos de nuevo cerca de la entrada de la ciudad.

—De acuerdo —repasé los "pendientes" que teníamos—, entonces aún tenemos que encontrar el bosque de chocobos que se supone existe por aquí y, ya si nos sobra tiempo, vemos lo de la ballena esa —Claramente aún no estaba muy convencido de eso último.

De cualquier forma, volvimos a salir al desierto.

Contenido oculto

El grupo de Void usa la posada (70 guiles)
- Poción (+20 PS, ratio x0,1) (30 guiles) x2
- Ultrapoción (+50 PS, ratio x0,4) (50 guiles)
- Éter (+10 PM, ratio x0,1) (80 guiles) x2
- Bomba de humo (permite huir de combates) (50 guiles)
Preguntar a Samira, la anciana desconfiada
Total: 390 guiles
En las pociones y éteres básicamente me quedo igual que con los que pone en la ficha, porque compré la misma cantidad que usé (?)

 

De entre toda la gente a la que preguntó, Void se topó precisamente con una anciana bien cascarrabias que no tardó en intentar darle largas a la hora de tratar de obtener información. Sin embargo, cuando se fue alejando y se fijó en el enorme martillo que el niño cargaba, algo ominosa, le empezó a hablar sobre monstruos de las zonas cercanas, advirtiéndole de algunos de los monstruos más temibles del Pantano, los Cuernos y el Desierto.

Q-Qué señora tan extraña. Casi parecía que le había dicho aquello como incentivo para ver si el niño se atrevía a ir a esos lugares, tras ver que portaba un martillo y seguramente imaginarse que estaba "jugando a los exploradores". ¿Y por qué hablarle justo de los monstruos duros de cada zona? P-Pareciese que pretendía... instigarlo a que se creyese más fuerte que nadie para lanzarse de cabeza a un suicidio contra esos monstruos.

Tsk, que siga soñando. Void no era como los demás niños. El martillo no era de adorno.

Obtienes la siguiente información:
- Los molboles son débiles a fuego y resistentes a agua.
- Los moldoras son inmunes a tierra y débiles a frío y agua.
- Los wyvern son débiles a rayo y resistentes a fuego

 

Void

De vuelta en el bosque, Jazz dejó unos cuantos Guiles para los chocobos. Al parecer, necesitaba hacer una poción para un hombre herido en Sahgwa. En cualquier caso, ninguno de los presentes entendía muy bien cómo funcionaba aquel rumor sobre que los chocobos dejaban sus plumas a cambio de dinero. ¿Qué sentido tenía eso?

El asesino dejó el dinero en un arbusto aleatorio y nos limitamos a esperar, sin saber muy bien qué era lo que esperábamos que sucediera. Myura y Claire se pusieron a conversar, mientras me distraía mirando los alrededores del bosque.

Al final apareció un chocobo que, como si fuese el dependiente de una tienda, tomó el dinero y dejó caer el producto, en este caso, una plumita.

Con eso, supuse que podíamos marcharnos.

...

El viaje a la ciudad fue mucho más rápido en chocobo que andando, naturalmente, así que no tardamos demasiado en volver a Sahgwa. Mientras el coletas y la profeta se ponían ha intentar hacer una poción, yo me fui por allí a seguir reuniendo información. ¿Quizá debería preguntarle también a los niños? Puede que me dijesen cosas que los adultos normalmente no cuentan o a las que no les dan importancia.

Contenido oculto

Gigi Blanche

Also, yo uso la habilidad de Senda de Void par preguntarle al niño uwu
60% de chance

 

Claire suspiró con exasperación cuando vio a Jazz ofrecerle al boticario de la ciudad una simple pluma de chocobo, haciéndolo a desgana. El tipo, diligentemente, tomó su ingrediente y lo mezcló con agua de coco, luego triturándolo, dándole calor y haciendo a saber qué. Cobró por ello 50 guiles: una suma más que escasa teniendo en cuenta que no solo tenía que hacer el encargo en sí, sino que además tenía que lidiar con Jazz. Con Jazz y con su cara larga y protestas. Y con el gesto de querer largarse bien lejos de Claire.

Seguramente el boticario también se querría ir bien lejos, pero él sí que no podía.

Salieron del lugar, con un tónico en las manos, y Jazz verbalizó su protesta por lo caro de todo el negocio. Claire no pudo sino mirarle con sorpresa.

—Wow, ¿cuán pobre tienes que ser para que te parezca mucho cien guiles? ¿O simplemente eres así de avaro? Me apuesto lo que quieras a que te han pagado veinte veces más por algunos encargos, pero se ve que debes pensar que solo sirven los guiles para comprar alcohol y quién saber qué más barbaridades. Invertir en más armas para matar más gente, ¿no?

Vaya con la niña, qué lengua tan larga. Si no fuese porque seguramente podría hacer explotar a Jazz allí mismo como si fuese un bom hinchado solo con chasquear los dedos...

—A veces pienso que no tienes salvación, amigo... Jazz. Pero, fíjate si me preocupo por la gente, que te quiero ayudar hasta a ti. Porque sé que puedo hacerlo. Llámalo reto, si quieres, pero yo a ti te logro convencer de hacer lo correcto, ya verás.

¿... hacer lo correcto era gastar más dinero? Porque seguramente, de ser así, Jazz seguiría por la mala vida, ¿eh?

Obtienes "Tónico prisa".

 

Void

Esta vez no hubo suerte, sin embargo. La mayoría de niños sólo sabían inventar historias claramente falsas, otros contaban historias que había escuchado en los alrededores y que no le aportaban nada nuevo, y unos cuantos sólo me miraron raro y se marcharon.

En todo caso, había sido una perdida de tiempo. Miré el sol, tratando de leer el momento del día en el que estábamos. No estaba del todo seguro, pero al menos habíamos gastado ya varias horas del día; si queríamos hacer más cosas, teníamos que darnos prisa.

Aunque en realidad, sólo quedaba aquella extraña petición que me hizo esa misteriosa cazadora. ¿De verdad íbamos a hacerlo? Bueno, al menos podíamos ir a echar un vistazo por el desierto. Si no encontrábamos nada entonces nos marcharíamos antes de que anochesiese. Había escuchado que las noches en los desiertos eran brutales.

De cualquier manera, me dirigí a la puerta de la ciudad a esperar a que los demás se apareciesen y ver qué hacíamos.

Contenido oculto

post de relleno (?)

 

Claire y Jazz hicieron una buena ronda por la zona, haciendo los favores a quienes correspondía. La primera persona hacia la que Claire corrió en seguida fue el tipo herido. Jazz le arrojó la pócima, y este, confuso, no supo qué hacer. Pero cuando la chica se agachó junto a él, sonriéndole con calidez, le dijo:

—... mi compañero es un poco desagradable con la gente, pero, ¡no se preocupe! Estará bien si se toma esto, ¿vale? Le ayudará a sanar ese problema suyo para que pueda andar. Al principio dolerá un poco, pero poco a poco podrá moverse.

—Pero chiquilla, tengo los huesos... destrozados —se quejó él, alicaído, tomando el tónico aun así—. Ni todas las pócimas del mundo-

No pudo seguir, porque Claire tenía sus manos puestas sobre las piernas del hombre, brillando con una fulgurante luz. Frunció la profeta el ceño, como concentrándose para intensificar la magia, y el hombre suspiró.

—Aunque uses magia, niña, no vas a poder-

—¡Shh! —chistó ella, concentrada—. Claro que voy a poder. No hay herida que se me resista, ¿me oye?

... desde luego, era cabezota como ella sola. Parecía estar haciendo un esfuerzo no solo mental, sino físico, increíble, todo por contactar con Baobab pese a la distancia y drenar de él más magia aún de lo común. Y lo curioso es que su insistencia se vio recompensada. Jazz creyó oír un "crack", y el hombre movió la pierna. Claire entonces dejó de tocarla, levantándose. Estaba sudando... y jadeaba ligeramente, por lo bajo. Aquello realmente le había costado, ¿eh?

—O-Oh... ¡puedo andar! —el hombre se levantó, y, aunque cojeó ligeramente, su rostro expresaba la más pura felicidad—. ¡G-Gracias, a los dos! Por tu magia, jovencita, y tu pócima. ¡No sé cómo agradecerlo! No tengo... nada que daros.

Con una sonrisa, Claire negó con la cabeza.

—No se preocupe. No necesito nada. No quiero nada. Solo verle andar... es suficiente recompensa.

Y, finalmente, tras unas cuantas palabras cruzadas más, se alejaron. Claire miró a Jazz, sonriente, pero sus manos aún temblando. Seguía... abrumada por el esfuerzo que había realizado, ¿eh? Y todo, ¿por qué, para qué? No obtuvo nada. Y como Profeta, sabía bien que no iba a obtener nada. Aun así, lo hizo, poniéndose en riesgo a sí misma.

—... supongo que estarás decepcionado por no tener recompensa. Pero... Jazz, no sé si viste la cara de felicidad de ese hombre. ¿La viste? Había perdido toda esperanza, y, aun así, pudimos ayudarle. Solo hizo falta un poco de esfuerzo más, pero al final pude darle la ayuda que necesitaba. Porque en este mundo, con los medios adecuados, uno puede salvar a prácticamente todo el mundo. Y yo tengo gran parte de esos medios; es el poder que se me ha dado como Profeta. Siento... que es mi responsabilidad invertir esa energía que se me ha dado, ese poder que fluye de Baobab, que fluye hacia a mí, en aliviar a todo ser sufriente de este mundo. Sería egoísta por mi parte no hacerlo.

Puso una mano en su hombro, de repente. El tacto con ella, una vez más... ugh, le removía algo por dentro, como si su magia fluyese muy violentamente por él, azotándole directamente al corazón. Era una sensación cálida, pero, a la vez, extraña. Una sensación que, seguramente, le daría cierto miedo a Jazz.

—Sé que pensamos de formas... muy distintas. Pero de veras, quiero ayudarte; porque sé que en el fondo lo necesitas. Eres como ese tipo. Piensas que lo que se ha roto no puede deshacerse, que es imposible. Pero sí es posible. Solo se necesita un poco de más esfuerzo del habitual, y... puede conseguirse. Estoy segura de que se puede. Tengo la fuerza para hacerlo, Jazz... si solo me dejases... ayudar.

Qué sabría ella.

Claire despierta parte de sus poderes.
- Adquiere una nueva activa, "Símbolo del perdón".
- "Rezar" y "Apuesta segura" aumentan de probabilidad.

***

Tras esa conversación y esa historieta con el desamparadito del viajero cojo, se dirigieron a las chocoberizas, a darle las noticias al señor de los pollos gigantes. Se puso contento al saber que había chocobos salvajes cerca, aunque eso sí, había que cruzar el desierto entero para llegar hasta allí... en fin, el tipo les dio algo como recompensa, y seguramente a Jazz no le haría ni pizca de gracia saber la ironía del destino que supuso aquello: le dio putas plumas de chocobo. Gratis.

De haberlo sabido antes... de haber tenido a alguien capaz de adivinarlo, capaz de saber que seguramente le habría dado una pluma de chocobo como recompensa, alguien así, quizá se habría ahorrado 50 guiles, ¿huh? ¿Huh?

Y encima, Claire se reía por lo bajo mientras tanto. Tendría morro.

Obtenéis (para cada uno, Jazz y Void):
- Verdura Gysahl x2
- Pluma de chocobo x1
- Cuerno de alraune x2

***


Y por último, la última parada fue el tipo del pantano, de la flor de loto. Este le gustaba menos a Claire, porque, decía ella, era un cobarde y no quería la flor para nada bueno. Es más, de camino a hacer la entrega le confesó lo que realmente pretendía con la flor: sacarle dinero. El tipo creía que podría vender en Shinryu esa flor por una buena cantidad, porque allí habría compradores dispuestos a gastar sumas altas de guiles en esas cosas "exclusivas" y especiales. Era un símbolo de vida que crece en la muerte, y blablabla, pamplinas de las que el tipo se quería aprovechar.

Eso sí, pobre de él. Buena suerte para llegar a Shinryu, con lo que a Jazz le estaba costando siquiera cruzar a Elérea, ¿huh? Al final se comería la flor para él solo. Y oye, le dio unos cuantos premios, de sus "viajes". En realidad, no eran más que partes de monstruos débiles y productos que seguramente compró en mercados por una raspilla. Pero mejor que una flor inútil para él ahora mismo...

Obtenéis (para cada uno, Jazz y Void):
- Cuerno de marfil x1
- Piel espinosa x1
- Carne de garula x1
- Polvo ruinoso x1
- Zanahoria eleana x1

 

Void

Una vez que abandonamos la isla, el viaje hasta Sahgwa resultó inesperadamente tranquilo; quizá era porque íbamos montados en un dragón gigante, pero ningún monstruo se nos acercó durante todo el trayecto. Además, Efrey era mucho más rápido que nosotros andando a pie, aunque cuando nos acercamos a la ciudad hubo que volver a su forma humana.

Una vez en la ciudad, lo primero que hizo todo el mundo fue ir a descansar en la posada de la ciudad, pues no habíamos tenido un verdadero descanso desde antes de visitar la base eleana en el desierto. Una vez que me tiré en una cama mullida, pude dormir fácilmente hasta que desperté en algún momento del día. Aquel sueño, al menos, había sido un escape fugaz a todas las preocupaciones que me rodeaban.

Escape que no podía durar para siempre. Nada más despertar y despejar mi cabeza, me dirigí a la tiendda de brebajes y pócimas, para ver si podía usar algo de lo que tenía en mi bolsa para hacer algo interesante.

Contenido oculto

Posada: cura los PS y PM de todo el grupo. 70 guiles.
- Poción (+20 PS, ratio x0,1) x3 = 90 guiles
-Ultrapoción (+50 PS, ratio x0,4) x1 = 5o guiles
- Omnipoción (+30 PS, ratio x0,25, cura a todos los aliados) x3 = 165 guiles
- Éter (+10 PM, ratio x0,1) x3 = 240 guiles
- Bomba de humo x1 = 50 guiles

Total= 665 guiles

Según yo, después de las compras mi inventario actualizado queda como:

- Poción (+20 PS, ratio x0,1) (x6)
- Ultrapoción (+50 PS, ratio x0,4) (x3)
- Omnipoción (+30 PS, ratio x0,25, cura a todos los aliados) (x3)
- Éter (+10 PM, ratio x0,1) (x6)
- Ultraéter (+20 PM, ratio x0,25) (x2)
- Bomba de humo (permite huir de combates) (x2)
- Hierba del eco (cura mudez)
- Antídoto (cura el estado Veneno) (x2)
- Colirio (cura el estado Ceguera)
- Aguja de oro (cura el estado Piedra)
- Cola de fénix (revive a un aliado caído, con PS iguales a ratio x0,33) (x1)
- Espabilín (cura Sueño)
- Refresco (cura Ardor)
- Refresco+ (cura Ardor y hace inmune a dicho estado por dos turnos)
- Caldo (cura Congelación)
- Estimulante (cura Electrocución)
- Estimulante+ (cura electrocución y hace inmune a dicho estado por dos turnos)
- Analgésico (cura Molestia)
- Bálsamo revitalizador (+20 PS y ratio x0,2, +10 PM y ratio x0,1, afecta a todos)
- Tónico presto (otorga el estado especial Presto a un aliado. Solo durará una ronda, sin tener en cuenta espíritu. Al tener Presto, en la próxima ronda, el aliado afectado tendrá todos sus turnos concentrados al inicio de la ronda)
- Bomba ruinosa (40 Daño mágico, neutral, golpea a todos, se calcula el daño usando el espíritu)
- Vela maldita (causa Condena (10) a un rival)

y mis cosos actualizados de los flanes y objetos arrojadizos que aún pone que tengo 6 y 4 y ojalá tener tantos (??)

- Aire Antártico (x0)
- Cristal oscuro (x3)
- Escama de pez (x3)

Y si me los puedes mover al inventario en lugar de a la bolsa, estaría fantástico :c (?)