Rodé los ojos con una sonrisa. --Vete al infierno un ratito...--dije casi riendo. Luego, aproveché mi posición para darle un suave mordisco en la oreja
Me separé de el un poco alzando una ceja. --¿En serio? Es sólo la de aquí. La de Kalos es más tranquila. Más o menos.
Rodé los ojos con una leve sonrisa. --Sólo los hay en las entradas. Y hora hay uno en la puerta de mi cuarto... Pero no los hay por ahí deambulando.
--Pero ¿qué más da? Seguro que les caes bien -- le dije llevando mis manos a sus mejillas -- ¿Sabes hablar italiano o Francés? Es que lo hablamos allá.