— No hay de que, espero enfrentarte cuando seas más fuerte.— Suspiré, se volvería fuerte.— Iré al c.p.— Solté su mano y me dirigí lentamente al centro pokémon para curar a mis pokémon.
Hablamos de camino al Centro pokemon y luego me dirigí a la ruta 301. Dejando Ciudad Lienzo me sentí emocionado. Era la primera vez que iba allí.
--Si no lo veo no lo creo...-- dije mirando --. No me esperaba eso de su parte Snivy lo había visto todo con los ojos brillantes. Rápidamente supe que le gustaba eso, pero le tocaba esperar.
Al notar la voz de Alpha Snivy, sonrió ampliamente, pero yo me sobresalté un poco. --No sé, tu dirás, yo estaba ocupada manteniendo quieta a Snivy.
Decidí soltar a Snivy, la cual se acercó a Alpha. --Entonces la dejaré, pero primero tiene que entrenar.
Reí con lo último que dijo. --Creo que ese poni no me quiere ni en pintura. Y si logro tenerlo será pura suerte.
— Nah, a mi no me quieren los pokémon legendarios...— Me quejé.— Solo uno me quiere, y lo atrapé a duras penas...
Reí un poco al oírlo. --Típico... Decidí coger una ball roja de mi cinto, no sin antes devolver a Spark a su ball. --Si es que consigo atrapar a Keldeo, lo voy a atrapar con esta ball. Tuve que tomarla prestada de la vitrina del salón.
Tomé una pokéball de mi cinturón y s la mostré. — Mira es Rayquaza...— Sonreí.— ¿Qué tiene de especial esa pokéball?
Miré la ball. Rayquaza... Volador dragón... Muy débil contra hielo,pero bastante fuerte.... --Ni idea, pero prefiero está antes que la Masterball. Creo que esta es la Gloriaball.
— No tiene mucho ratio de captura esa cosa...pero tú sabes que hacer.— Sonreí guardando mi pokéball en mi cinturón.