Miré Gallade, en realidad se le notaba fuerte, Heracross también lo es, su A bocajarro es bastante dañino, y con lo de Lopunny su opinión fué más que acertada --No me queda nada mas que decir, tienes razón amigo --me puse una chamarra para mantener el frío a raya-- Haré lo que pueda... Con los puntos que me quedan
—Claro. Ten en cuenta siempre el punto más fuerte de los pokémon. Citemos el caso de Gallade: destaca en la fuerza; lo que debes hacer con él es mejorar esa parte de su poder. También recomiendo algo más de velocidad y resistencia, para que no se vea muy desfavorecido en caso de recibir un golpe; eso sí, estos stats tiene que ser mejorados en menor proporción, la prioridad sería su fuerza. >>Es lo que hice con Lucario, por ejemplo, y logró resistir un potente golpe del Puño Bala de un Metagross shiny. Lo dejó malherido, pero ese aguante mejorado le permitió seguir luchando para ganar.
Metagross shiny.... Sabía quién era su entrenador, el señorito Ukitashi --Cierto... A ver... Gallade en fuerza, y Lopunny en resistencia, comprar potenciadores y enseñarles buenos movimientos... Aunque los que ya tienen también son buenos --procuré anotar todo en una libreta--
Mantenía a la espera de una respuesta de Hubert, pero esperaba tanto que ya estaba amaneciendo --Changos, si que me estoy tardando... --me fuí de espaldas, siendo detenido por Gallade-- Oh, gracias, Gallade
—Ah, perdón, Rojo —dije, viendo la aparición del sol por el horizonte. La llovizna comenzaba a cesar—. Creo que me quedé confinado en mis pensamientos. En fin, ¿qué dices? ¿Ahora sí estás listo para una batalla?
—Hmm, pues, creo que puede ser mas tarde, por los momentos, no estaré despierto —comenté, con ojeras notablemente marcadas bajo cada ojo— Contenido oculto Sorry, pero me iré en unos cuantos minutos :(
—Ah, ya veo —dije, dándome cuenta entonces de las marcas de su cansancio—. En fin, será para más adelante. Mejor ve a descansar, esas ojeras son tremendas. Me di la vuelta y empecé a marchar con mis pokémon. Antes de doblar una esquina, me volteé a Rojo para dirigirle una sonrisa, levantando el pulgar. —No olvides esos consejos ¡Cuidate! Y desaparecimos de la vista de Rojo y su Gallade.
—Vale, ¡Nos vemos luego! —finalmente me despedí, para luego ser llevado por Gallade a la cama de la habitación, al estar cerca, y finalmente me quedé dormido profundamente—
(LOL. Me imaginé a Gallade llevándote en sus brazos, como un niño XD) Regresé a mis tipo planta, Gardevoir y Lucario a sus pokébolas y, con Pidgeotto fuera, retornamos a los cielos.
Dormí por lo menos una hora, al menos ya estaba algo descansado, las ojeras se me borraron del todo, y tranquilamente comencé a despertarme poco a poco
Abri los ojos lentamente, al sentir que alguien me movia levemente. Cuando vi se trataba de Mega, la cual me veía con una sonrisa así que se la devolvi y me puse de pie. --Hola Mega--le dije sonriendo mientras me acomodaba la gorra y me dirigía a la salida del CP con la pokemon--...oye....creo que hoy pasare el día con mis pokemon--le dije sonriendo mientras caminaba con ella por la ciudad-- al menos, por la mañana.
Me sente en el suelo y saque a mis pokemon, los cuales me miraban con la mirada baja, me confundi un poco pero luego de unos minutos comprendí su tristeza; los había dejado de lado varios días. --Oh, siento mucho no haberles Prestado atención estos días--les dije sonriendo levemente, ellos Levantaron la mirada y me vieron--¿podemos pasar la mañana juntos?--les pregunte, y todos asintieron para luego recostarse a mi alrededor.
Vi a todos mis pokemon, estaban todos...con excepcion de sneasel por lo que me preocupe. —Donde esta Sneal?—les pregunte y antes de que ellos me respondieran, escuche el sonido de unas garras afilandose. asi que levante la mirada y vi que en una rama se encontraba el pokemon afilando sus garras con seriedad—....chicos, pasare otro dia con todos ustedes....hoy la pasare solo con sneal—les dije sonriendo, todos asintieron y regresaron a sus pokeballs con excepcion de sneasel.
Me puse de pie y vi a Sneal. —Bien, vamos a caminar!—le exclame sonriendo pero este solo suspiro y me ignoro, asi que arquee una ceja—No seas necio y vamos!—elbpokemon suspiro otra vez y se bajo del arbol para ponerse a mi lado—genial, caminemos—le dije sonriendo y empezamos a caminar.
Segui caminando con Sneal, solo que este empezaba a bajar la velocidad haciendo que lo dejara atras. asi que me acerque y lo tome en brazos, solo que este se empezo a mover con intencion de escapar. —Tranquilo, solo quiero llevarme bien contigo—le dije sonriendo, lo que hizo que este se quedara quieto pero con la mirada baja, asi que segui caminando con sneal en brazos.
A último momento tomé la decisión de no dejar atrás Ciudad Lienzo, de modo que me encontraba sentado bajo la sombra del árbol de una plaza, con Maractus y Serperior acompañándome cada uno a su manera. Sentado de piernas cruzadas, ante mí tenía cinco libros abiertos sobre el césped. Los estaba leyendo todos a la vez.
Serperior dormitaba un poco sobre la rama más gruesa de aquel árbol. Había momentos en los que extendía su gran cuerpo para desperezarse antes de volver a ponerse cómodo, y en ese proceso algunas hojas del follaje iban a parar a las páginas de mi libro, que Maractus, siempre a buen ritmo, se ocupaba de retirar para jugar con las mismas. Cerré dos de los libros, ya que terminé de leerlos. Los otros tres contaban con un estilo de narración que demandaba más tiempo de lectura.
Caminaba por la ciudad, y aun seguía con los audífonos color azul pastel... Cuando recordé que mas no conocía a muchos, solo a Effy, Rojo, Mizuki, Mitzuki, y a unos mas que ya había olvidado entonces... —...—Suspire cuando seguí caminando, y vi a un muchacho leyendo.. ¿Tres libros a la vez? Me pareció raro, aunque ignore el hecho que mire y me apoye en un árbol cercano a aquel chico, sacando una pequeña libreta.
Cuando estaba por terminar la última página de uno de los libros que todavía tenía frente a mí, me di cuenta de que había otra persona sentada sobre el tronco de otro árbol cercano. Me pareció reconocerla, pues la había visto en un par de ocasiones. Creo que se llamaba Kim. Me levanté y mer acerqué a ella. —¡Hola! —saludé con discreción, para no asustarla— Discúlpame por interrumpir tu descanso, ¿pero tú eres Kim?
Cuando una voz me llamo un poco la atención, pero los audífonos no me permitía escuchar bien, cuando me los saque y los coloque en mi cuello para que lo repita. —Disculpa, ¿Dijiste algo?—Mencione guardando la libreta en mi bolso.
—Preguntaba si tu nombre era Kim —contesté, observando que guardaba en el bolsillo una libreta bastante parecida a la mía—. Recuerdo haberte visto en un par de ocasiones. Eres amiga de Effy, si no me equivoco...
—Es que nos vimos muy pocas veces, y creo que nunca mantuvimos una conversación directa, como la de ahora —contesté, sonriente—. En todo caso, un gusto conocerte —extendí una mano para que la estrecháramos en un saludo—, mi nombre es Hubert, y ellos son Serperior y Maractus. Mi inicial se acercó hasta la chica Kim e hizo una reverencia principesca, ya que ese era su clásico saludo. Maractus también tenía su manera de presentar: empuñó su par de maracas y tocó una corta canción para su nueva amiga, moviendo las caderas para acompañar a los instrumentos con el sonido de su propio cuerpo.
Reí un poco, al ver a Maractus y Serperior saludar, me dí cuenta de algo.. —Pues entonces, un placer—mencione, sonriendo—Oh, tienes a un Serperior, y yo tengo un Snivy, ...¿Coincidencia?—mencione, cuando Snivy salio solo de su pokeball, y saludo a Hubert y a sus pokemon.