Llegamos a Ciudad Lienzo, Serperior, Maractus, Lucario, Goodra, Tentacruel, Lapras y yo. Pasamos fugazmente por el Centro Pokémon para curar a los que pusieron toda su energía en la última batalla Nos fuimos a una plaza grande que había en la ciudad y me eché sobre el césped, allá donde el sol golpeaba con fuerza. Era relajante, a la vez que necesario para que mis ropas secaran. —Ustedes también... —lancé todas mis pokébolas al pasto— salgan y tomen un poco de aire fresco. Todos mis pokémon se echaron a descansar, exceptuando a Scraggy, Chandelure y Magmortar, que se pusieron a entrenar nada más salir (al último pedí que tuviera cuidado de no prender fuego los árboles). También Gardevoir, Lucario, Cresselia y Meditite fueron la excepción, ya que se subieron a un árbol para meditar un poco. Serperior me permitió apoyar mi espalda en su cuerpo, y Shinx se acurrucó en mi regazo para recibir caricias ronroneando.
Ya limpio y seco, llamé a todo mi equipo para que se reunieran. Repartí entre todos unos sandwiches y algunas frutas que había comprado recientemente. Fue un agradable picnic. Mis pokémon conversaban entre ellos y yo les contaba historias de suspenso que me sabía de memoria. Era agradable verlos en vilo por saber el desenlace final de cada una de ellas. Cada tanto, alguno interrumpía la narración para plantear una teoría sobre el misterio en cuestión: la forma consistía en tomar mi libreta para que dibujasen lo que pensaban, o interpretar la mímicas que hacían. Así estuvimos un rato largo. Hasta que todos regresaron a sus pokébolas, menos Pidgeotto: había dos sitios que quería visitar antes del Torneo. Dos, porque mi intuición me decía que Ian iba a tardar en llegar a Ciudad Acrílica. En tanto, tendría pequeñas aventuras a modo de entretenimiento.
Una vez bajé de Togekiss, la metí en su ball para que descansara un poco y eché a correr hacia el C.P, donde dejé que todo mi equipo fuera recuperado a manos de la amable enfermera Joy. Dejé a todos a su cuidado y decidí dar una vuelta por la ciudad para matar el tiempo. —Vaya que todos están ocupados hoy...—murmuré mientras caminaba con las manos en los bolsillos mientras veía como la gente iba de un lado para el otro sin parar. —Y yo aquí sin hacer nada... Nada más decir eso crucé una avenida que me llevó directa a las puertas de la escuela pokémon, y no pude evitar esbozar una sonrisa al recordar varias cosas del inicio de mi viaje en ella. Asomé mi cabeza mientras trataba de curiosear por el cristal de fuera. —¿Estará Irvine aún aquí? —me dije a mi misma mientras me rascaba la mejilla con un deje de curiosidad. Pero en ese mismo instante un pequeño Torchic se acercaba corriendo hacia donde yo me situaba, y rápidamente me agaché y tomé al pequeño en brazos. —Hey pequeñín, ten cuidado, es peligroso ir corriendo cerca de la carretera. ¿Y tu entrenador? —le pregunté extrañada mientras miraba a los alrededores, y el pequeño pokémon simplemente se trataba de zafar de mi agarre. Contenido oculto @Rin Megurine
"Maldicion Torchic, ¿donde rayos te has metido?." Pensé preocupada míentras seguia corriendo esquivando a la jente buscando a mí pequeño pokémon, cruze la avenida sín darme cuenta que venia coche, di un salto aguilmente y logre cruzá, pero sentia mi corazón a mil.— ¡Maldicion!.— suspire y cai de rodillas míentras suspiraba.— Por poco...— Lade la cabeza y ví que todas las personas se me quedaron viendo como si fuera una especíe de fenomeno, lo cual no me gusto. Me levante del piso y sali corriendo a la escuela pokemon, que erá el lugar más cercano para esconderme. Sín darme cuenta cuando corria senti que choque con alguien y sín ver a la persona ise una reverencia.— ¡Gomenasai!, ¡no me di cuenta por dónde hiba!.— me disculpe y senti que algo o alguien me daba picotazos en la cabeza, levante la mirada y ví un pollito naranja.— ¿T-Torchic?...— Me incline y ví su patita si tenia algo y ví justo lo que esperaba ver, un brazalete rojo.— ¡Torchic!.— sonreí ampliamente y ví con una sonrisa a la chica que tenia a mi querído torchic en sus brazos.— ¡Arigato, por haber encontrado a mí pequeño diablillo!.— Sonrei y no pude avitar habrazarla. Pareciera que todo el odio y pena se habian esfumado, ahora me sentia feliz. Contenido oculto Hee... perdon por la tardanza, estaba lavando los trastes. ^^
Contenido oculto No importa :3 —Tranquilizate, que no te voy a hacer nada. ¡Auch! ¿Me has picado? —me quejé tratando de que el pequeño no se escapara de nuevo, pero me era difícil si no se estaba quieto. Necesitaba encontrar a su entrenador cuanto antes. Pero en ese instante sentí que alguien chocaba contra mi y me pedía disculpas, al parecer iba con prisas. Mientras me sobaba la cabeza algo mareada por los dos golpes consecutivos, sentí que el pokémon polluelo saltaba de mis brazos para abrazar a la que parecía ser su entrenadora, y ésta misma me abrazó, agradecida. Sonreí. —N-no ha sido nada, tranquila. —le respondí aún sin entender muy bien, correspondiendo su abrazo. Finalmente me separé y miré a pokémon y entrenadora. —Entonces, ese Torchic es tuyo, ¿no?
— ¡Hi!. — respondi con una sonrisa.— no solo es mí pokemon es como mí familia que n...— Me quede callada por unos segundos, "¡¿Pero que rayos hiba a decir?!." Movi mi cabeza de un lado a otro y sonrei.— Es parte de mí.— murmuré y habraze a mi torchic.— Por cierto... Mi nombre es Annie, Annie Hastur.— estire mi mano en modo de saludo con una sonrisa.
Sonreí y estiré mi mano estrechando la suya con delicadeza para pasar a presentarme. —Encantada Annie, yo soy Liza. —respondí con simpatía y les miré con curiosidad. —¿Eres una nueva entrenadora?
— Encantada Lizza.— solte una risita infantil míentras habrazaba a mi pokemon, no lo dejaria ir otra vez. Después volvi a ver a Lizza.— Si-Sí.— senti cómo mis mejillas se coloreaban de rosa, ¿por que siempre pasaba esto?, me preguntaba.— soy nueva.— Terminé y saque un par de dulces para darle a Torchic y ofrecerle.— ¿gustas?.— Le pregunte con una sonrisa.
No pude evitar reir levemente ante la reacción de la chica, se notaba que era de buen corazón por como trataba a su pequeño pokémon. Noté como me ofrecía un dulce y asentí con un brillito en mi mirada. —Sí, ¡gracias! Me encantan los dulces. —le sonreí gustosa y le di un pequeño mordisco para empezar a caminar. —Y bueno, ¿a donde os dirigiais ahora?
— Haa....— me quede pensando unos segundos.— N-No tengo un lugar en especifico.— murmuré con una sonrisa infantil míentras mi torchic se me subia al hombro y empezaba a jalarme el pelo. — ¿Necesitas algo Torchic?.— Le pregunte y el me seguia jalando el pelo.— ¡Torchic basta, me haces cosquillas!.— rei y saque 3 bayas de mi mochila para poner se los enfrente de él.— vale....vale... ten.— Le dije y le di 3 bayas zandias y se las empezo a comer. Contenido oculto Gomen, tuve que salir a comprar unas cosas y después ise la comida. ^^
Mientras caminábamos llevé mis manos tras mi cabeza y la miré al pensar en algo. —¿Qué tal si llevas a tus pokémon al C.P para que les hagan un chequeo rápido antes de que inicies tu viaje? Es mejor prevenir que curar. —le sonreí mientras los veía y me agaché para acariciar al pequeño Torchic mientras comía. —Además que debo ir a por mi equipo, creo que ya estarán recuperados.
—V-Vale.— Dije timida mente,la chica erá muy amable y me alegraba que alguien se me acercaba y no me tubiera miedo.
--Entonces vamos hacia allá. --le respondí alegremente y me levante para comenzar a correr en dirección al susodicho lugar. --¡Vamos, no os quedeis atrás! --les avisé al estar ya algo lejos.
Ví como Liza salio corriendo y yo la ví sorprendida, Liza me llamo y corri hacia élla.— ¡H-Hi!.— Empeze a correr junto a élla con dirección al C.P para prevenir y recojer, había veces en las que casí resbalaba pero no le di importancia, una vez llegamos me recarge en la pared cansada y tome una bucanada de aire.— Buena carrera.— Sonrei y respiraba ondo intentando recuperar el aire.
Una vez llegamos al Centro Pokémon, frené la carrera para esperar a que Annie recuperara el aliento. Yo ya no me cansaba tanto pues no paraba de correr de un lado para el otro. Estiré los brazos y la miré. —Sí, ha estado bien. —reí levemente y me asomé a las puertas del Centro. —¿Vamos?
— ¡Hi!.— asenti y entre al C.P junto con Liza y Torchic, que por cierto se había quedado dormido. Fui a atención y le di mis pokemon incruyendo Torchic a la enfermera Joy para después sentarme y esperar en cilencio.
Una vez Annie entregó a sus pokémon me acerqué también al mostrador y la Enfermera Joy me dio a todo mi equipo ya descansado y recuperado. Sonreí y le agradecí a la amable enfermera y me senté junto a la chica esperando a que acabara el chequeo. —Oye Annie, tengo curiosidad, a parte de Torchic, ¿qué más pokémon tienes? —le pregunté mientras la miraba.
— Aparte de Torchic... Mmm.... déjame ver. — dije en forma pensativa para después sonreir.— Tengo un Gastly y un Gligar.— respondi.— y tú ¿que pokemones tienes?. —Le pregunte.
—Vaya...esos pokémon son muy interesantes. —comenté sorprendida, pero a su pregunta me rasqué la mejilla. —Bueno...tengo muchos...pero mi inicial es Samurott. Cuando salgamos de aquí te enseñaré a todos. —le sonreí y en ese instante Raichu salió de su ball y le abracé. —Este es Ray, Ray esta es Annie. —les presenté divertida y el pokémon ratón miro a la chica alzando una pata a modo de saludo.
— ¡Kawai!, ¡es una monada!.— dije con un sonrisa míentras veia a Ray impresionada, saque un dulze de mi mochila y estire mi mano ofreciendoselo.— ¿Gustas?.— Le pregunte amablemente.